El joven mesero pudo notar un poco de incomodidad en mi rostro, pues su mano se encontraba cada vez más cerca de mí entrepierna, así que pronto le dije que todo estaba bien, intentando no reír porque seguía acariciandome, provocando cosquilleo.
___:que te ocurre! Estas loco? Aquí no es el lugar...
Eddie: pero no veo que me impidas hacerlo, parece que tu cuerpo te está traicionando cariño...
Note que comenzaban a abrirse levemente mis piernas, era un movimiento involuntario, se acercó a mi boca, lentamente, provocandome cada vez más, y comenzó a besarme lentamente, dejando delicadas y pequeñas mordidas en mis labios, después se separó y se acercó a mi oído.
Eddie: sólo es un poco de lo que nos espera saliendo de aquí... - dijo mientras reía.
Después se separó, el mesero había regresado con otra botella de vino y a preguntar si necesitábamos algo más.
La noche fue una de las más románticas que eh tenido con él, se sentía bien volver a tenernos así, aunque fuera por una noche. No podía esperar a salir del restaurante, él no dejaba de provocarme con suaves caricias en todo mi cuerpo, siendo muy cuidadoso de que nadie nos viera, eran movimientos discretos, yo sólo quería salir de ahí y arrancarle ese bonito traje...
Antes de salir del estacionamiento, se detuvo para contemplar el cielo de esa noche, estaba despejado, las estrellas se veían más brillantes y la noche era bastante tranquila, me detuve a mirarlo, sus ojos brillaban, pero su expresión era un poco desanimada, ambos estábamos conscientes que nos separariamos de nuevo por un buen tiempo, pero yo no quería pensar en eso y tampoco quería que él lo hiciera así que suavemente traje su rostro hacía mi con mi mano, para mirarlo directamente a los ojos, sonrió y tomó mi mano para acercarla a su boca y besarla.
___:gracias por esto mi amor... Realmente estoy pasando una noche maravillosa.
Eddie: mi chica merece todo, me alegro de que te guste, pero la noche es joven aún, y no me iré de aquí sin disfrutarte por completo... Vamos linda.
Subimos al auto, y colocó un casette que grabó con diferentes canciones de nuestras bandas favoritas, todo el camino fuimos cantando y riendo. Aún no estaba segura de donde iríamos ahora, él sólo conducía, parecía que no teníamos rumbo exacto, pero amaba esa sensación de poder perderme con él y no sentir miedo ni preocupación por nada. Era como navegar en el tiempo sin ninguna expectativa, todo se sentía bien en esos pequeños momentos a su lado.
Al final, llegamos a un hotel en los límites de la ciudad, era muy grande y algo lujoso. No dije nada, sabía porque estábamos ahí, la noche no podía ponerse mejor. Entramos y nos dieron una habitación en el último piso, la vista desde allí era increíble en opinión del recepcionista. Entramos a la habitación y en seguida Eddie me tomo por la espalda, volteandome suavemente hacia él.
Eddie: necesitaba tiempo a solas contigo, espero que esto esté bien para mí princesa.
___:es perfecto, creo que ambos lo necesitábamos.
Eddie: entonces pongámonos cómodos.
Dijo mientras me tomaba entre sus brazos, presionandome contra él, mientras me besaba con desesperación, tocando cada centímetro de mi.
El cuarto era grande, pero en ese momento parecía que no teníamos el espacio suficiente.
Comencé a quitar el saco de Eddie mientras aún me besaba, su mano se iba introduciendo cada vez más arriba de mi vestido, rasguñando con desesperación mi pierna intentando romper mis medias. Intenté quitarlas pero apartó mi mano y con un movimiento ágil logró romperlas, mientras me miraba fijamente, apartó mis bragas, acariciando mi intimidad de abajo hacia arriba, después subió su mano hasta mi boca para introducir sus dedos.
Eddie:así... Buena chica. - decía mientras metía y sacaba sus dedos de mi boca, humedeciendolos completamente, después los sacó lentamente y bajó para introducirlos en mi intimidad, sin apartar la mirada de mi rostro, amaba ver mis expresiones.
Delicadamente comenzó a moverlos dentro de mí, mientras tocaba puntos exactos que me provocaban estremecer, mezclandolos con besos húmedos en mi cuello.
Intentaba despojarlo de su camisa blanca, pero me detenía, y si insistía, sus dedos se introducían aún más fuerte en mí.
Eddie:vamos cariño, portate bien, no quiero ser muy duro contigo...
___:Eddie...por favor...
No quería que se detuviera, pero anhelaba tocarlo también, ver su torso y sus tatuajes otra vez. Sus movimientos se hacían más rápidos, mientras manteníamos el contacto visual, podía ver que disfrutaba tocarme, pero sabía que no lo hacía tanto como yo.
Eddie:eso es muñeca...
___:mierda Eddie... Te necesito ya...
Eddie:a si? Necesito escuchar algo mejor que eso...
Le gustaba escucharme rogar por él y a mi me gustaba hacerlo, aunque a veces caía en la desesperación por el calor del momento, pero eran juegos exitantes,era el único momento donde se comportaba como un controlador.
Sus movimientos cada vez eran más placenteros y rápidos, haciéndome gemir su nombre sin parar, hasta que terminé sobre su mano, era lo que esperaba, mi respiración estaba agitada y el sólo sonreía mientras seguía mirándome con perversión, llevándose sus dedos humedecidos por mis fluidos a su boca, saboreandolos.
Eddie:sabes muy bien muñeca... Ven acá, creo que ya no necesitas ese maldito vestido.
Me levanto de la mesa donde estábamos recargados y me liberó del vestido, mi sostén y lo demás, para después arrojarme sobre la cama, su mirada expresaba lujuria pura, comenzó a quitarse el resto de su traje frente a mi, era la imagen perfecta, ver al hombre que amaba de esa forma me provocaba los pensamientos sexuales más sucios que nunca imaginé tener.
Eddie:volteate boca abajo.
Dijo en tono serio dándome una orden que no podía y no quería desobedecer.
Mi cuerpo se sentía tan vulnerable en esa posición pero al mismo tiempo era placentero, sentí sus manos sobre mi trasero, acariciandolo para después soltar una fuerte nalgada que me hizo gritar, después sin aviso previo, comenzó a penentrarme, iniciando con movimientos delicados, pero rápidamente subiendo la intensidad de sus movimientos, mientras escuchaba algunos gruñidos salir de su boca.
___:así... Así mi amor- gemia mientras él obedecía.
La cabecera de la cama se estrellaba contra la pared de la habitación, ese ruido se mezclaba con nuestros gemidos de placer, era toda una orquesta de lujuria.
___:Edd... Eddie, más rápido...
Eddie: eso es muñeca...
Gimio mientras me tomaba del cabello mientras aceleraba sus movimientos haciendo sonar el golpeteo de su cuerpo contra el mío.
Eddie: estoy cerca linda...- Gimio mientras aumentaba la velocidad de sus movimientos.
___: yo también... No te detengas.
Ambos terminamos, sentía mi cuerpo estremecer ante los fluidos calientes de mi chico escurriendo dentro de mi, pero aún no quería parar, estaba sensible aún pero tenía ganas de más. Eddie seguía dentro de mí, nuestra respiración estaba agitada.
Eddie:quieres parar?
___:no cariño, tu si?
Eddie: por supuesto que no, pero me aseguro de que estés bien antes de continuar.
Sonreí y me acerque para besarlo, después se acomodó sobre mi, pero antes se estiró hacia el piso de la habitación y tomó su cinturón.
Eddie: ya sabes que debes hacer...
Estire mis manos hacia atrás para que pudiera atarme en la cabecera, era extraño y divertido al mismo tiempo, mi cuerpo parecía no obedecerme ante su presencia, simplemente hacía lo que me pedía sin protestar.
___:esta vez... Quiero que seas más duro conmigo...
Eddie me miro algo sorprendido con la petición, pero sólo rio y acepto.
Eddie:pero si algo no te gusta, no dudes en decirme, esta bien?
Acepte, y enseguida se acomodo sobre mi, y se introdujo dentro de mi con una fuerte embestida que hizo mover toda la cama, y así continuó, cada vez más fuerte, mi intimidad palpitaba y sentía un poco de dolor, pero era jodidamente placentero.
Sus gemidos cada vez se escuchaban más fuertes y claros, su voz era grave y sus gruñidos roncos.
___:más fuerte Eddie...más...
Eddie: cariño... Admiro tu valentía. - dijo mientras se introducía con más fuerza y decisión.
Mis piernas temblaban por el placer que me producía, estaba a punto de terminar, pero decidió detenerse antes.
Eddie:no te dejaré hacerlo sino me permites ver tu expresión y tus ojos, esta claro?
Posó una de sus manos con firmeza sosteniendo mi mentón, mientras se acercaba a mí, continuando moviéndose dentro de mí. Gemiamos al unísono, mientras le pedía que no se detuviera, al parecer el también estaba por terminar, así que de nuevo lo hizo dentro de mí. Nuestros fluidos se mezclaron en mi interior, mientras caíamos rendidos por el placer del momento.
Al final salió de mi cuidadosamente, y se recostó a mí lado, acariciandome y besando mi cuerpo con dulzura.
No quería que esto se terminará nunca, no quería regresar a nuestras vidas rutinarias.