-Violeta hermana, que rayos estás haciendo que no abres la puerta
Se escuchó del otro lado, Violeta se puso nerviosa, su hermano mataría a Evan si los viera de esa forma, corrió por toda la habitación buscando su pijama y saco a Evan por la ventana y fue a abrirle a su hermano.
-Porque tardaste tanto, hay muchas cosas que hacer y tu aquí perdiendo el tiempo, además quería pedirte una cosa
-Que cosa
-Quiero que seas mi madrina de bodas, Jenna escogerá al padrino pero yo quiero que tu hermanita seas mi madrina, eres mi familia y la única que podría hacerlo
Violeta se puso a dar saltitos de la emoción y a pensar en todo lo que debería hacer, habían fijado la fecha de la boda para dentro de una semana y todo debía hacerse lo más rápido posible, Evan le había contado sobre los sacerdotes vampiros, así que debía conseguir uno de esos y debía hacerlo todo mas menos a lo grande ya que a Jenna le gustaban las cosas así, lo único que no sería grande era la lista de invitados ya que tan solo serían ellos.
-Por supuesto hermano, ahora me iré a vestir porque Klaus me comenzará a enseñar a como ser una cazadora, así que te dejo por ahora
Se fue en dirección hacia el baño y sintió como le bajaba algo hasta el estómago y después le subía al rostro, y se sentía hirviendo, se había salvado de una grande, pero ahora debía concentrarse porque su entrenamiento estaba a punto de comenzar, se metió a la ducha con agua fría para que le volvieron sus colores naturales e intentar apagar el fuego que sentía en el rostro, se puso a pensar en todo lo ocurrido mientras el agua fría recorría su cuerpo y le tranquilizaba, no entendía porque frente a Evan se sentía tan… indefensa, tan niña, tan frágil, es como si otra persona se apoderara de su cuerpo y no la dejara moverse y lo que sentía cuando la tocaba, era completamente inexplicable, no se sentía de esa forma ni siquiera cuando estaba con Mathew era raro, indescriptible.
Después de darse una larga ducha salió y se puso una ropa deportiva y sus zapatillas, hoy comenzaría a ser uno de los largos días junto a Klaus para entrenar y convertirse en una cazadora de excelencia como muchas personas esperaban de ella y lo peor es que eran demasiadas personas quienes dependían de eso, personas que ella ni siquiera conocía pero contaban con que lograra ser una buena cazadora.
Violeta salió de la habitación y allí la estaña esperando Klaus de brazos cruzados y apoyado sobre la pared con un pie en el sueño y con otro en el muro, se veía tierno esperando con cara de niño regañado, incluso un poco sexy, pero ella no pudo aguantar y se puso a reír en su cara, cosa que hizo a Klaus enfadarse aun más, hasta que no aguantó y se puso a reír con ella.
-Vamos Ama, hoy será un largo día, desde ya, me disculpo con usted
-Porque me pides perdón Klaus si no me has hecho nada malo
-Es simple Ama, yo actuaré como un cazador no como su protector
-Está bien no veo nada de malo en eso.
Se dirigieron hacia la parte trasera del castillo, donde había un inmenso llano que era la vista del patio trasero, todos los chicos les siguieron hacia afuera, estaba un poco emocionados porque querían ver este primer día de Violeta como una cazadora oficialmente en su entrenamiento, bueno todos menos Jenna que no le gustaba la idea de verlos pelear así que se conformó con quedarse dentro de la casa y hacerse un té con unas gotas de sangre y menta y mirar esporádicamente por el ventanal; además tenía muchas otras cosas en que concentrarse con lo cerca que se venía su matrimonio, Ross le había dicho que no quería esperar así que la fecha estaba fijado para todo dentro de un mes. No habría muchos invitados, ya que sería algo íntimo pero eso no le quitaba lo glamoroso que deseaba que fuese el evento.
Evan se quedó un poco mas atrás, no podía negar la idea de que le hervía un poco la sangre de tan solo pensar que otro podría tocar a Violeta e incluso que podrían ser capaces de lastimarla, así que decidió apretar los dientes y retirarse un poco de toda la acción, pero tampoco podía hacerlo del todo porque tenía ganas de ver como su Violeta le partía hasta los sentimientos a ese perrito faldero, el cual no podía negar que muchas veces le daban ganas de asesinarlo con sus propias manos de ser posible.
Ross y Criss por otra parte estaba súper emocionados por ver la primera pelea de Violeta, Ross quería ver como su hermanita se iniciaba con algo que desde pequeño, el tiempo que había estado con sus padres y su tío, este le había inculcado junto con los otros jefes del clan, ya que su madre se negaba a todo lo relacionado con los vampiros, pero que sí le recalco durante todos esos años y desde que supieron que sería una niña la bebé que estaban esperando, es que debía cuidar a su hermanita y protegerla de todos y hacer de ella una buena mujer, y aunque estuvo mucho tiempo en manos d los vampiros,, muchos años más incluso que con su propia familia, siempre hubo una conexión con los cazadores que no pudo romper aunque hay estado obligado a olvidar.
Criss por otra parte era el que tenía motivos más infantiles, el solo quería estar sentado en primera fila para ver cómo, con la fuerza que había adquirido Violeta al convertirse en una cazadora, le rompería casi literalmente las costillas a Klaus, ya que una vez había visto como le partía los huevos a Mathew, estaba emocionadísimo por ver como lo había nuevamente y también feliz de que ella finalmente tendría armas para protegerse ya que no lograba olvidar aquel incidente de cuando era una niña y Caleb los atacó.
-Vamos Violeta rómpele los huevos como con Mathew –Le gritaba Criss a todo pulmón, cosa que la hacía sonrojar-.
-Es necesario que estemos frente al público para que me vean hacer el ridículo – Le dijo ella en voz baja a Klaus-.
-Por supuesto, nunca debes cohibirte en frente de mas personas si tu misión es protegerlas querida Ama-Replicó Klaus-.
Ni bien había terminado de decir esas palabras cuando se abalanzó sobre Violeta tirándola al piso dejando sus cuerpos realmente cerca y él sobre ella con sus labios a punto de hacer contacto.
-Regla número uno, jamás se confíe mi Ama
-Tarado no sabía que habíamos comenzado ya el entrenamiento –Refunfuñó Violeta empujándolo hacia atrás-.
Evan al verlos tan cerca tuvo el primer impulso de ir a separarlos y partirle el cráneo en dos a Klaus, pero recordó en seguida que eso se trataba de un entrenamiento y fuese lo que fuese, era por el bien de Violeta y no podía interferir.
Violeta vio como con el impulso Klaus caía hacia atrás y fue en su ayuda pero se distrajo cuando este movía una de sus manos arrojando su chaqueta y ella miró en dirección de la prenda que salía Volando, en ese mismo instante Klaus le besa los labios…
-Regla número dos, Nunca apartar la vista del enemigo.
Sintió un leve impuso electro cuando los labios de Klaus tocaron los suyos, pero nunca tan fuertes como los que sentía con el mero contacto de la piel de Evan, pero desechó esas ideas de su cabeza ya que estaba en su entrenamiento y no podía bajo ninguna circunstancia distraerse, ya habían dos reglas demostradas y explicadas las cuales tenía que seguir al pie de la letra y procurar no olvidarlas nunca, ya que las consecuencias podían ser mucho peor de lo que Klaus le había estado haciendo.
Violeta se abalanzó con todo para atacarlo e hizo un movimiento con sus piernas pasando una por debajo de los pies de Klaus haciendo un semicírculo logrando que este callera al suelo, se sintió un golpe seco y un bufido de Klaus en donde se le salía todo el aire, era algo que no esperaba pero tampoco se levantó del suelo y Violeta creyó haberlo dejado inconsciente, así que fue nuevamente en su ayuda y cuando estaba a unos centímetros de él preguntando si estaba bien este la toma del brazo y la deja en el suelo para situarse sobre ella.
-Regla número tres…Nunca tenga piedad del enemigo, el no la tendrá con usted.
Así se pasaron mitad de la tarde entre la forma seductora de Klaus de enseñar y Violeta que entre risas aprendía lo importante, por otra parte Evan furioso no pudo aguantar más y en menos de 10 minutos ya estaba fuera de allí, el momento del beso colmó su paciencia y si no fuera por Ross lo despellejaba vivo, pero lo detuvo en seco y le dijo que era por el bien del entrenamiento de su hermana, y que era mejor que aprendiera sus primeras lecciones como un juego en vez de un derramamiento de sangre, porque habrían muchos y por lo menos era importante que tuviese aunque sea un buen recuerdo de todo, y Evan viéndose resignado ante las sabias palabras de Ross se retiró indignado del lugar y se puso a ver revistas de vestidos de novia junto a Jenna que entre risitas le señalaba cuales vestidos le gustaban o no, y él por su parte no podía quitarse la imagen de Violeta de la mente, con cada uno de eso vestidos sonriéndole.
-Que piensas que sonríes tanto –Le pregunto Jenna, quien ya se imaginaba la respuesta
-En nada porque? –Respondió él un poco avergonzado-.
-Porque entraste furioso y ahora estas sonriendo como un bobo enamorado, y vaya que lo estas, no entiendo como Violeta no se ha dado cuenta-.
Evan llegó a escupir el té que le había hecho Jenna igual al suyo para calmar los nervios, menta y sangre, ella decía que era la pócima mágica, pero a Evan se le pusieron los pelos de punta con dicha afirmación.
-Co…como –Fue lo único capaz de articular-.
-Evan, todos en esta casa nos hemos dado cuenta, incluso el perrito faldero como lo llamas tu o ha notado, es un milagro que Violeta no lo sepa, aunque no me extraña viniendo de ella, siempre ha sido demasiado inocente, cosa rara para haberse criado entre dos vampiros-.
-Podemos hablar de otra cosa, por ejemplo de quien va a ofrecer el servicio de u matrimonio, eres una mujer enchapada a la antigua, así que creo que te gustaría que la hiciera un sacerdote vampiro o me equivoco-.
Jenna olvidó por completo la conversación sobre Violeta y se puso a dar saltitos, no había recordado ese pequeño detalle y estaba segura de que Evan siendo un vampiro tan antiguo y poderoso, además siendo esas sus tierras, podría conocer a algún sacerdote, o en última instancia, si es que él no conocía ninguno, podrían decirle al abuelo adoptivo de Evan, Sir Blake y él lo arreglaría todo, y por supuesto a él también lo invitaría, esa era una buena oportunidad para que terminaran de hacer las paces por completo, más que mal, eran prácticamente casi familia.
-Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, y supongo que tú conoces a alguno verdad –Dijo casi gritando entre saltos sujetando las manos de Evan-.
-Por supuesto niña, yo te lo conseguiré-.
-Gracias Evan, pero además quisiera pedirte otro favor
-Que locura se te ocurrió ahora
-No es una locura, solo quiero que invites a Sir Blake
-No es una locura, es un suicido, como se te ocurre que lo voy a invitar teniendo dos cazadores y la historia que hay sobre Anette y ellos
-No es necesario que le digas que son cazadores, el nunca lo sabrá
-Crees que él no sabe historia, que no verá el tatuaje que tiene Violeta en la espalda
-Si se lo cubre no lo hará.
Después de discutir algunos minutos sobre si era prudente o no invitarlo a su boda, Jenna terminó convenciendo a Evan haciendo como que iba a explotar en llanto si no la dejaba hacerlo, y él como siempre no pudo contra las lágrimas de una mujer y terminó cediendo ante los caprichos de Jenna.
-Gracias Evan te juro que no te arrepentirás-.
-Yo te juro que ya lo estoy haciendo, pero mira, que te parece este vestido de novia- Mientras se lo enseñaba imaginaba que ese sería el perfecto vestido para Violeta con los hombro caídos y un hueco en la espalda desde el broche de los hombros hasta la cintura y una falta ligeramente ajustada en las caderas que se ensanchaba a medida que bajaba y terminaba en una gran cola junto con un velo de encaje para terminar el conjunto que era imple pero intenso-.
-Ho Evan es precioso –Respondió ella al observar la fotografía con una lágrima en los ojos-.
-Bueno creo que nuestro trabajo ya está hecho, porque no vamos a decirle a esos locos de allí afuera que ya es bastante tarde como para que sigan su entrenamiento-.
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Así pasaron un mes completo en donde día a día Klaus entrenaba junto a Violeta, Evan y Jenna se dedicaban a ver detalles sobre la boda, las cosas que hacer, la decoración, en fin una planificación completa digna de una celebridad, como le gustaba a Jenna que fueran las cosas, por otra parte a veces Criss y Ross también ayudaban en el entrenamiento de Violeta turnándose para combatir mientras Klaus le iba gritando alguna técnica o táctica propia de los cazadores, y simplemente luchando dos contra uno para aumentar su agilidad cosa que había mejorado bastante en este último mes y ya estaba prácticamente al nivel de una cazadora avanzada.
Klaus estaba emocionado por poder decirle al tío de Violeta de todos sus logros, ya que siempre se comunicaba con él por teléfono durante ese período de tiempo e iría a visitarla el mismo día del matrimonio de Ross y Jenna, así que después de todo la fiesta no sería tan pequeña como lo habían pensado en algún momento, también vendrían algunos familiares de Jenna que había logrado contactar por medio de Sir Blake quien tuvo la amabilidad de buscarlos como un regalo de bodas para ella y por supuesto que el tío de Violeta también aprovecharía para conocer a su sobrino que había dejado de ver desde pequeños y además traer una pequeña sorpresa pues vendría con Vívian ya que habían decido después de todos esos años formar una pareja y estaban perfectamente bien juntos.
Jenna estaba completamente feliz con todo lo que estaba sucediendo, poco a poco se iban sumando más invitados a su pequeña lista y prometía ser una fiesta llena de felicidad como tantas veces había imaginado cuando estaba viva, porque en secreto siempre deseó encontrar a su príncipe azul y casarse, pero cuando se convirtió en una vampira dejó todos esos sueños de lado pues pensó que estaba condenada hasta que escuchó de la historia del “todo” para los vampiros y albergó esperanza hasta que conoció a Ross.
El gran día ya estaba prácticamente sobre los hombros de la pareja y poco a poco el castillo se estaba llenando con cada uno de los invitados y parecía mas vivo que nunca, el primer en llegar fue el tío de Violeta junto a Vívian y Sir Blake que llegaron el mismo día, los dos impecables como se les recordaba, a pesar de ser cada uno cazador y uno de los vampiros mas respetados, el trato entre ambos fue de caballeros y sorprendió a todos porque cada cual llegó con sus respectivos guardaespaldas pero desde la entrada habían decidido hacer un acuerdo de paz, más que anda por la pareja y por una conversación que nadie escuchó en la entrada del castillo, sobre lo que había ocurrido mucho tiempo atrás con Anette la madre adoptiva de Evan.
-Blake…
-Athur…
-Veo que viniste al matrimonio de tu sobrino
-Aunque por culpa de los vampiros lo perdí por mucho tiempo, no puedo no estar presente el día de hoy
-Oh, por favor Arthur, no comencemos una pelea antes de la fiesta, se supone que es para después
-Tienes razón además que no fue tu culpa, aunque fue culpa de tu yerno
-El está quebrado Arthur, el bastardo es su abuelo, quien ha hecho de la vida de todos nosotros un infierno
-Porque lo dices Blake?
-Te contaré una historia, pero a cambio necesito una tregua con los cazadores, sabes que no soy hombre de peleas
-Si lo que tienes para decir es competente para la Ama y para la orden, te aseguro que hablaré en tu nombre para una tregua
Pasaron a unas bancas que estaban entre el jardín, y se sentaron como dos viejos amigos a charlar sobre sucesos más antiguos que las propias parejas que estaban allí, pero que sin embargo, todo tenía que ver con ellos, pues develaba gran parte de la historia que los había llevado hasta ese momento, y que por cierto también definiría su futuro.
-Bien Blake, ya estamos viejos y el tiempo no nos sobra y tenemos que aprovecharlo sobre todo con ellos y por ellos, así que habla, mira que yo también tengo algo que decirte desde ya hace muchos años que vengo guardando y he descubierto.
-Dime Arthur, qué es lo que te has estado guardando-.
-Descubrí que a tu nieta la atacaron hace mucho tiempo atrás, estaba escrito en los libros antiguos y fue pasando en la historia del clan, pero el asunto es que, no fue el clan quien los atacó… Blake ningún cazador mató a Anette
Sir Blake puso los ojos en blanco, ya se lo había imaginado durante un tiempo por medio de sus investigaciones, pero necesitaba confirmarlo, y cada vez estaba más y más cerca de la verdad, y se sentía como un idiota, lo habían engañado como a un niño y el lo había creído, ahora era su turno de contarle la parte de su verdad.
-Como sabes, supuestamente los cazadores atacaron a Anette, por mucho tiempo creímos eso, hasta que estuve averiguando y tú me confirmas, no fueron cazadores, yo tuve que convertir a mi nieta en una vampira para que pudiese sobrevivir al primer ataque y allí murió su hijo recién nacido, apenas tenía unos meses, y dejaron muy mal herido a su primer esposo, el padre de su hijo que también era humano y era el hijo de mi socio…
Sir Blake se recostó en el respaldo de la banca y se puso a relatar como si de un cuento que se sabía de memoria se tratase
Pensamos que había muerto, no encontramos a su hijo por ningún lugar, solo un rastro de sangre, en ese momento todo cambió, el abuelo, es decir mi socio de ese tiempo del esposo de Anette quien se encargó de convertirlo en un vampiro como el siempre quiso y yo me vi obligado de convertir a mi nieta también y contarle que su hijo y su marido estaban muertos, porque nunca supe que él había sobrevivido al ataque hasta tiempo después. Mi socio se encargó de modelar al esposo de mi hijo y de dirigir su odio contra los cazadores, quienes eran sus únicos rivales en ese entonces y le dijo que habían sido ellos, los cazadores quienes habían dado muerte a su familia, es por eso que Erick los odia.
Después de que mató a la primera generación de vampiros, pasaron más de diez años, en donde Anette dijo que su hijo no estaba muerto y luchaba por encontrarlo, un humano enamorado de ella le propuso ser una familia nuevamente y que podrían adoptar, y fue allí donde encontró a Evan, quien tenía la misma edad que tendría que tener su hijo si es que estuviese vivo, yo la verdad nunca entendí porque se obsesionaba tanto por ese niño y debo reconocer que en un principio no me gustó la idea y no lo quería, pero ella me hizo dar cuenta que estaba hablando en serio y de vez en cuando visitaba a lo lejos el hogar y me dedicaba a ver si ese niño se convertía en un buen muchacho y lo fue, era excelente.
Hasta que por segunda vez los atacaron los cazadores…
-Blake, nosotros nunca los atacamos ni la primera ni la segunda vez, es más siempre tratamos de mantenernos alejados de su familia, pues podrían haber algunos rebeldes que los quisieran atacar y no lo merecían, es por eso que se convirtió casi en una regla dentro del clan.
-Ya lo veo, ahora las cosas están mucho más claras
-Nosotros solo fuimos después a hacer una inspección porque nos llegó una pista anónima de una matanza de vampiros y por eso fuimos en dirección a la casa y era un horror.
-Muchas gracias, ahora me gustaría saber quién les dijo –Preguntó Sir Blake-.
-Un tal Condell
-Ese bastardo –Dijo Sir Blake con Rabia-.
-Fue todo una trampa verdad-.
-Si, Condell es el padre de Erick, él fue el maldito que planeó todo esto, la muerte de mi nieta, de su hijo, incluso atacó a su propio hijo para conseguir sus planes, él fue quien convirtió a Erick en un vampiro.
Poco a poco ambos fueron cayendo en cuenta, Condell desde hacía mucho tiempo estaba tramando todo para que su hijo, Erick fuera la perfecta máquina de venganza incluso si él así no lo quería; Anette y su hijo estaban en medio para concretar sus planes y tenía que eliminarlos, de paso llenar de odio a Erick para que fuese tal y como quería, y así lo había hecho, por su culpa las cosas estaban como estaban.
-Arthur, te puedo contar un secreto
-Dime Blake, después de todo esto, creo que tenemos más motivos para unirnos que para comenzar una guerra entre nosotros
-Mi investigación no quedó allí, cuando Anette murió me puse a revisar unos cajones y a recolectar todas sus cosas para dejárselas a Evan, y en uno de sus joyeros donde estaba el anillo que le dio de matrimonio Erick había una nota para Evan.
-Supongo que no la leíste, si era para el muchacho.
-Tu dejaría s de leer las últimas palabras escritas por Violeta?- Respondió Sir Blake con cara de afligido-.
-Cuéntame entonces, cuál es ese secreto que descubriste
-Evan era el verdadero hijo de Anette por eso ella buscó durante tantos años y se negó a aceptar cualquier otro niño que no fuera Evan
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ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ESTE CAPITULO, SE REVELARON BASTANTES COSAS Y SE VIENE MÁS ACCIÓN, QUIERO SUS OPINIONES Y DISCULPEN LA TARDANZA PERO HA SIDO MUCHO MAS LARGO ESTE CAPI... EL PROXIMO EL MATRIMONIO