𝐓𝐑𝐈𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 | 𝐓𝐞𝐞𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟

𝟎𝟓

CAPÍTULO CINCO

ESCUELA DE LOCOS

—Ya recogí a Alicia, así que trae tu trasero aquí ahora mismo. Tenemos un trabajo que hacer —Stiles le dice a Scott a través del celular mientras lo seguía a regañadientes dentro de los vestuarios de chicos.

—De hecho me vi obligada a venir cuando apareciste en mitad de la noche frente a mi cama —murmuro frotándome los ojos para intentar despertar—. Tienes suerte que Isaac no haya reaccionado mal cuando grité.

—No iba a reaccionar mal porque tu grito me asustó lo cual provocó mi grito —dice—. Además, deja de quejarte y come tu helado de chocolate.

—Manipulación.

—Si, hermano, ya estoy en la cama —se escuchaba su voz somnoliento—. ¿No crees que estamos un poco viejos para esto?

—Será la primera vez que Alicia haga esto con nosotros, es como su iniciación. Y lo hacemos para el entrenador —Stiles responde.

—Se lo haremos al entrenador —corrijo mientras que el chico me pasa su bolsa llena de no sé qué.

—No importa, ¿si? —me mira mal—. A él le fascina. Es como su segundo cumpleaños —dice como si fuera suficiente justificación.

Stiles abrió un casillero y yo abrí otro buscando lo que me pidió.

—¿Estás seguro que le gusta ser el blanco principal en la noche de travesuras? —vuelvo a opinar, no me mal interpreten. Amo hacer bromas, pero Bobby era mi maestro favorito.

—Lo entenderás el año próximo, Salvaje —Stiles responde mientras me da palmaditas en la cabeza.

—Stiles, es mitad de la noche.

Giró levemente la cabeza cuando percibo un olor a hombre lobo. Su olor. Sintiendo una leve sonrisa de diversión crecer en mi rostro.

—En realidad... —miró su reloj—...12:15 lo cual significa que oficialmente es después de media noche y ya es la noche/día de travesura —agarro entre mis manos el taladros que me entrega—. Y, por una coincidencia extremadamente increíble, también es el cumpleaños del entrenador.

« cállate y disimula que ves algo »

—Que linda pared —murmuro mirando el piso.

—¿Estás drogada? No importa —agita sus manos y vuelve a retomar la llamada—. Como hoy es un día de 2x1 para el entrenador... si no estás en cinco minutos aquí, te aniquilaré —amenaza—. ¿Si? Y eso quiere decir en cinco, cuatro, tres, dos...—contó y ambos al darnos la vuelta apareció de la nada Scott con sus ojos brillosos y rojos.

—Uno —Scott termina por él, lo que hace que los dos empecemos a reír al oír el grito de nuestro amigo.

—Los odio —dijo tirado en el piso.

—No digas mentiras, pequitas —me pongo de cuclillas—. O te crecerá la nariz como Pinocho —pincho su nariz para después rodearlo y caminar—. ¿Me enseñarán lo que es la noche de travesuras o no?

Scott ayuda a Stiles reincorporarse para luego mirarse.

—Bienvenida a tu iniciación, Salvaje.

☽☽☽

Todo lo que estuvimos haciendo en la madruga fue un éxito total. Habíamos desenroscado todos tornillos de la oficina del entrenador y envuelto los tornillos en una caja de cumpleaños.

Estaciono mi auto justo a lado del jeep de Stiles e inmediatamente comienzo a caminar de forma tranquila hacia mis dos mejores amigos sin notar hasta acercarme más que estaban hablado con Ethan y Aiden.

—Necesitas una manada y nosotros un Alfa —Dijo Aiden mirando a Scott.

—De ningún modo, aunque muy gracioso —se mete Stiles de forma sarcástica.

—Scott no necesita una manada. Ya la tiene —hablo, posicionándome en medio de mis dos mejores amigos y llamando la atención de los gemelos.

—Cuando nos pidieron ayuda se las dimos —protesta Ethan, mirando a Scott.

—Le dejaron la cara desfigurada. Eso no es ayudar. De hecho es todo lo contrario —vuelve a contestar Stiles.

—¿Porqué aceptaría? —pregunta Scott mirándolos.

—Aportamos fuerza. Te haríamos más poderoso —Aiden me da una mala mirada cuando una risa frota de mi—. No tienes motivos para no aceptar.

—Se me ocurre uno —siento unas manos posarse en mi cintura—. Ustedes dos sosteniendo las garras de Derek mientras Kali empalaba a Boyd —dice Isaac—. No sé porqué no los estamos empalando ahora mismo.

—¿Quieres intentarlo? —le gruñó Aiden.

—Le tocas un pelo y la que te despedazará soy yo —amenazo cambiando mis facciones que antes estaban relajados a uno más serio.

—Ven y hazlo, princesa —me dice de forma coqueta, acercándose un poco a mi.

—Acércate más a ella y no me resistiré a aniquilarte.

Isaac se acercó a él y yo lo agarré de la muñeca deteniéndolo. No nos convenía comenzar una pelea de lobos en medio del estacionamiento.

—Si van a pelear al menos háganlo en un lugar donde no haya testigos —dije y ellos me miraron soltando un bufido—. Cuidadito con el sonido que me hacen —los señalo y ellos alzan la mano en forma de inocencia.

—Lo siento, chicos —dice Scott—. Puede que sea un Alfa, pero la cabeza de esta manada no soy solo yo —informó de forma calmada—. Tú decides —todos centran su atención en mi cuando el moreno me toca el hombro.

—No confío en ustedes, ninguno aquí lo hace —digo sinceramente—. Necesitarán muchos puntos para que eso cambie —Ethan iba a hablar, pero lo interrumpí—. No, cosa dos... ¿o era uno? ¡lo que sea! que me des mascarillas importadas de Alemania no significa que tengas puntos extras —y él agacha la cabeza.

Los cinco caminamos dentro de la escuela luego de que Isaac les dé una mirada burlona a los gemelos. Apenas abrimos las puertas un rollo de papel higiénico fue lanzada en nuestra dirección. Isaac pone un brazo enfrente mío para que no me golpee.

—¡Eso fue directo a mi cara! —gritó Stiles frustrado por los dos adolescentes riéndose.

Stiles se da la vuelta en dirección a Scott y le da unas cuantas palmaditas.

—Oigan, chicos. Esa fue una excelente decisión. Muy buena decisión de Alfa y Líder —elogia.

—Esperemos que sí —un suspiro brota de Scott.

—Yo no me arrepiento —digo para después girar hacia Isaac y hablar de otras cosas mientras Stiles sigue conversando con Scott.

Siento un soplido en mi oreja lo cual me sobresalta y luego unas carcajadas inundan mis oídos. Levanto la mirada para observar mal a mis dos betas y a mi novio.

—¡Boo! —finge un sonido de fantasma—. ¿Estás lista para el día de travesuras, Alicia? —pregunta Thomas mientras apoya su brazo en el hombro de Cora y esta lo quita de inmediato.

—Sorpréndanme —digo.

—Hace un momento vi al maestro de música con el cabello pintado de verde —menciona Cora y a lo lejos escuchamos unas cuantas risas junto con el grito de dicho profesor.

Los cuatro nos volvemos a acercar a mis dos mejores amigos llegando a un punto de la conversación un poco extraña. No me sorprende, todas las conversaciones con esos dos son extrañas.

—¿Soy la chica sexy? —preguntó Scott.

—¡Eres la chica más sexy! —Stiles le tranquiliza mientras caminaba hacia atrás, sonriéndole.

—¿Qué? —preguntó Cora, mirando al dúo con una mueca.

—Soy la chica sexy —dice Scott, dándose cuenta en su cara mientras yo hacia mi cabeza a un lado sin entender.

Codeo a Isaac cuando Scott nos mira.

—Si, lo eres —Isaac asiente con la cabeza.

—Tan sexy que hasta podría salir contigo —le sigue Thomas.

—Andando chica sexy, tienes clases  —agarro a mi mejor amigo por los hombros mientras este sonríe a lo grande ante los elogios de los otros dos.

—Aveces me pregunto cómo es que posible que me junte con ustedes —escucho el murmuro de Cora, alejándose de la ridícula conversación.

—¡Porque nos amas aunque tu corazón de hielo no lo admita! —le gritó Thomas desde el pasillo y como respuesta la hibrida le saca el dedo del medio.

☽☽☽

Todos estábamos en clase de economía esperando al entrenador. Más bien esperando su reacción.

—¡Hijos de puta! —se escuchó un grito del entrenador haciendo que algunos se estremecieran y otros rieran.

Yo me reía sin disimulo alguno.

—Noche de travesuras, Noche del diablo. No me importa como lo llamen. Ustedes, pequeños demonios, son malvados —masculló el entrenador mientras iba y venía en la clase.

Miré a mis dos mejores amigos compartiendo una sonrisa de complicidad mientras me sentaba mejor en mi silla.

—¿Creen que es divertido que cada Noche de brujas arrojen huevos a mi casa? Se supone que la casa de un hombre es su castillo. Su fortaleza —dice molesto, algunos volvieron a reír—. Mi casa parece un maldito omelet.

Bobby se dió la vuelta y vió un regalo sobre su mesa. La miró y la tomó entre sus manos.

—¿Esto? ¿Otra vez? No lo creo —dijo tirando el regalo al piso y pisándolo en repetidas veces.

Cuando pisó la caja sonó un fuerte estruendo y el entrenador miró el regalo confundido. Se agachó y bufó en su sitio al ver pedazos de la taza. Tenia su foto en ella y decía "ENTRENADOR #1"

—Feliz cumpleaños. Con amor, Greenberg.

Apreté los labios para no reír y miré mi cuaderno sintiendo de repente un cambio en el ambiente y quejándome por lo bajo al escuchar el sonido de una mosca directo en mi oído.

—Salvaje, ¿estás bien? —me preguntó Stiles.

—Si, solo que una mosca quiso deleitarme con su canto —dije y eso logró que Scott me mirara.

—Alicia, yo no escucho a ninguna mosca —él me dijo y yo lo miré confundida.

—¿No?

—No.

☽☽☽

—¡Un día! Solo un jodido dia pido que sea normal en esta escuela —me quejo llegando hasta el pequeño círculo que mis amigos estaban haciendo—. Maldita escuela de locos.

—Nadie aquí es normal, multiespecies —me responde Lydia.

Le di la razón y luego hablé—: ¿Chicos con ojos brillantes? ¿Eso dijo Barrow?

—Sí. Y nadie sabe cómo despertó de la anestesia. Solo que cuando lo abrieron, encontraron un tumor lleno de moscas vivas, lo que en cualquier circunstancia sería genial —dijo Stiles.

—¿Moscas? —preguntamos al unísono Lydia y yo.

—¿Lyd? ¿Al? —preguntó Allison mirándonos.

—Llevo todo el día escuchando una estúpida mosca cerca mío —me quejo.

—Yo también. Miles —añadió Lydia—. Un zumbido.

—¿Moscas? —preguntó Thomas y ambas asentimos.

—Moscas —dijo Lydia.

—Culex pipiens, Muscidae, Musca, Tabanidae —comienzo a decir otras variantes de las moscas—. ¿Entendiste? Moscas. Mosquitos, el que te chupa la sangre al igual que nosotros.

—Ya, ya entendí —levanta las manos—. Alguien amaneció de malas hoy.

—Es que no llegó a tiempo para ver el episodio de My Little Pony —me descubre Isaac y yo le doy un golpe en el brazo.

—No arruines mi reputación, Lahey.

☽☽☽

Scott y yo nos encontrábamos hablando en uno de los pasillos cuando de repente vimos a Stiles y Lydia correr hacia nosotros.

—Chicos, ¿donde estaban? —exclamó Stiles, mirándonos.

—La policía ya se va —dijo Lydia.

—¿Por qué se van? —pregunté, prestándoles atención.

—¿La policía? bueno, significa que revisaron todo y no encontraron nada —responde Stiles.

—¿Quien? ¿De que...? —preguntó Scott, confundido.

—Tiene que estar aquí —murmura Lydia.

Barrow.

—Está aquí —afirmo—. Estoy segura de eso.

—El zumbido de está volviendo cada vez más fuerte —habló Lydia, y pude notar su voz temblar levemente.

—¿Qué tan fuerte? —preguntó Stiles.

De pronto siento un líquido caer al costado de mi cuello, veo en la mirada de Scott pánico.

—Alicia, tu oreja sangra —dice alterado, llevando la manga de su camisa y limpiándolo un poco.

—Eso responde a tu pregunta, Stiles —miré a mi amigo—. Mierda, siento que mi cabeza explotará —cierro los ojos, escuchando el zumbido cada vez más fuerte.

☽☽☽

Lydia abre la puerta y vemos a Allison moviendo las cosas un lado lejos de las ventanas. Ella levanta la vista una vez que Lydia cierra la puerta y hace un gesto para que le ayudáramos.

—Voy a escaparme para ver si puedo encontrar algo en el Bestiario —dice mientras empujaba algunos libros.

—Aveces eres inteligente, patética cazadora —digo mientras le abro las persianas—. ¿Cuánto tiempo crees que tardarás?

—Tiene literalmente mil páginas. Si voy a buscar algo sobre moscas que salen de los cuerpos de las personas podría llevarme toda la noche —ella abre las ventanas, dejando caer su bolsa al otro lado.

—Recuerda, la palabra en latín arcaico para mosca es musca —menciona Lydia.

Veo saltar a Allison al otro lado y yo en segundos ya estoy a su lado.

—Voy contigo.

—No, tienes que quedarte con Lydia.

Como si fuera obra del destino, Stiles abre la puerta con frustración y me doy la vuelta para darle una enorme sonrisa a Allison.

—Tiene a Stiles, problema resuelto —me excuso—. Además, voy a intentar hacer un hechizo localizador. Scott me dió un pedazo de su bata.

—Tienes suerte de que me gustes, princesa —replica y luego sale corriendo hacia el estacionamiento.

—Encantos de una Mikaelson, amor.

☽☽☽

—Phasmatos Tribum Nas Ex Veras, Sequita Saguines, Ementas Asten Mihan Ega Petous —murmuro por lo bajo mientras hago caer un poco de mi sangre sobre el mapa de Beacon Hills—. Phasmatos Tribum Nas Ex Veras, Sequita Saguines, Ementas Asten Mihan Ega Petous —la sangre comenzó a moverse, pero me desconcentro al escuchar un zumbido más fuerte.

Como si no quisiera que lo encontrara...

Comienzo a frustrarme cuando el zumbido de mosca no desaparece. Haciendo que soltara un gruñido por lo bajo.

—¿Nada? —escucho decir a Allison.

—Nada.

Me levanto con enojo y camino hasta quedar a un lado suyo para comenzar a buscar información en el bestiario. Llevábamos aquí como hace una hora. Había recibo un mensaje de Scott donde me decía que iba a ir a cenar en lo de Kira ya que no habían encontrado a Barrow en la escuela, lo cual me dejó con un mal sabor en la boca.

—¡Ouch! —escuchamos un grito en la terraza de Allison, haciendo que ambas nos levantáramos de golpe—. ¡Carajo!

Rodé los ojos al reconocer esa voz y Allison soltó una risita por lo bajo mientras se sentaba de vuelta.

—¿Ventanas electrificadas?

—Sip.

—¿No crees que es un poco exagerado?

—Nop.

—De acuerdo —dice rindiéndose ante la respuesta de la cazadora y camina hacia nosotras.

—¿Qué haces aquí? —pregunté en voz baja cuando se me acerca y me da un beso en la frente como saludo.

—Stiles me dijo que vendrían a buscar información y que Alicia haría un hechizo, tal vez un par de ojos más les ayude —se excusó y yo lo miré entrecerrando los ojos.

—¿En serio?

—Tal vez me haya jodido un poco el hecho de que estuvieras con Allison, pero ignoremos esa parte —se encogió de hombros.

Como lo dijo en voz baja la cazadora no logró escucharlo.

—¿Sabes leer latín? —le preguntó.

—No. Pero puedo mirar los dibujos.

Allison me mira haciendo una mueca y yo sonrío divertida. Aún no se llevaban del todo bien.

El rubio hace click en la página siguiente a el que estábamos viendo, pero al instante nos encontramos con una foto de una horrible cara roja, con sus dientes casi caninos.

☽☽☽

—¿Has encontrado algo? —pregunté caminando hacia ella.

Ahora mismo los tres nos encontrábamos en la habitación de Allison para estar un poco más cómodos luego de ver esa cosa horrorosa en la computadora.

—Miren —dije llamando la atención de ambos—. Hay una referencia sobre moscas capaces de transmitir mensajes de los muerto —sostengo el pedazo de papel entre mis manos.

—¿De qué se trata? —pregunta Isaac.

Le paso a Allison el papel mientras buscaba más información.

—Bueno, dice que las moscas pueden...—en ese instante mi mente disocia haciendo que deje de escucharla.

Sentí como mi cabeza se encontraba girando. No podía pensar con claridad. Todo lo que pude escuchar fue el sonido de una espada junto con un grito desgarrador.

—Alicia.

—¿Qué? —parpadeo varias veces y veo a ambos chicos mirándome con una cara de preocupación lleno de preocupación.

—Te preguntábamos si estabas bien —dice Isaac, acunando mi rostro entre sus manos—. Tus ojos...

—¿Qué tienen? ¿Están brillando?

—No, siguen siendo azules —Allison deja los papeles de lado y se sienta delante mío—. Estás llorando.

Llevo mis dedos directamente abajo de mis ojos y lo puedo sentir húmedo, lo limpio rápidamente mientras agito mi cabeza.

—Estoy bien —miento. No, no estoy bien.

—Alicia, si no fuera de algo de que preocuparnos no estarías llorando —me encara Isaac.

—¿Qué pasó? —preguntó Allison.

No pude hacerlo. No quiero hacerlo. Recordar ese grito hace que un escalofrío recorra todo mi cuerpo. Tuve que inventar algo rápido.

—Recordé la muerte de Cedric —digo, colocando el archivo que tenía en mis manos a un lado.

—Mientes —dice Allison de inmediato—. Mira, sé que no nos tenemos la confianza que antes, pero... si te sientes cómoda puedes decírmelo luego —¿a que se refiere con...?—. Les dejo solos para que hablen —dice levantándose y regalándome una sonrisa un tanto decaída.

Veo como la chica cierra la puerta una vez que sale de la habitación. Isaac se posiciona delante mío volviendo a agarrarme del rostro para mirarlo.

—Alicia, eres mi novia, puedes decirme lo que sea que te pase.

—Tengo miedo —al fin digo, sintiendo como un poco de aire vuelve en mi al soltar eso que me atormentaba guardarme—. Tengo miedo porque siento algo bastante pesado. Es como si una parte de mi siempre estuviera alerta. Ni siquiera puedo dormir sin antes sentir un fuerte dolor en mi cabeza. Es todo tan... estresante.

—¿De que tienes miedo, Alicia?

Relamo mis labios y jugueteo con sus dedos en señal de nerviosismo, él levanta mi barbilla para que podamos volver a conectar nuestras miradas.

—Tengo miedo de lo que podría pasar en el futuro.

—Lo siento, amor —entrelaza nuestras manos—. Si pudiera hacer que ese sentimiento se fuese haría lo que fuera para lograrlo.

—Créeme que me ayudas mucho más de lo que crees —admito.

Él sonríe un poco—. Bueno, no deberíamos tener miedo del futuro. Especialmente porque ya tengo a la persona que más amo en él.

Me quedo mirándolo por más tiempo de lo que creí, siento un cosquilleo en mi estómago y puedo escuchar como su corazón se acelera al par que el mío también lo hacía.

¿Acaba de decir que me...?

—Lo siento, ¿demasiado pronto? —Isaac pregunta nervioso, apartando su mano de la mía para despeinarse el pelo en señal de nervios—. No tienes que responder nada. ¿Sabes qué? mejor volvamos a buscar información y-

—Isaac —interrumpo su vomito verbal.

—¿Sí?

—Bésame.

No perdió tiempo. Se inclinó hacia mi agarrando mi rostro entre sus manos juntando nuestros labios haciendo que estos se movieran en una bonita sincronización. Él me acerca más, pero yo lo hago más fácil sentando a horcajadas.

—Me importas, ¿sabes? —susurra contra mis labios—. Siempre me importaste.

—Lo sé —digo apoyando mi frente contra el suyo—. También me importas...

Él me da un corto beso en los labios nuevamente antes de que yo me levante y él me acomodara la falda que llevaba puesto.

Me dispongo a volver a retomar mi hechizo de localización cuando Isaac comenzó a hojear nuevamente las páginas.

—Phasmatos Tribum Nas Ex Veras, Sequita Saguines, Ementas Asten Mihan Ega Petous —hago mi sangre gotear—. Phasmatos Tribum Nas Ex Veras, Sequi-

La sangre comenzaba a moverse, sin embargo una puerta cruje de golpe, lo que hace que yo no termine de completar el hechizo.

Chris Argent estaba ahí, y detrás de él se encontraba Allison con un par de hojas más. El mayor nos mira con los brazos cruzados.

—Hola, tio Chris —saludo de forma inocente.

Él me mira entrecerrando los ojos y luego mira al beta que estaba sobre la cama. Es un tanto incómodo ya que la última vez que él me vió fue justo después de haber follado con su hija...

—Allison —finalmente habló—. ¿Podemos volver a mi oficina? —giró a ver a su hija y luego me mira nuevamente a mi—. Donde están mis armas.

Allison rápidamente lo sigue luego de darnos una mirada rápida.

—¡Primero un hombre lobo, ahora una bruja que es trihibrida y otro hombre lobo! ¿¡Qué otra especie falta pisar mi casa!? ¿¡Un unicornio!? —gritó enfadado lo que hace que Isaac y yo nos miráramos.

—Creo que no le caes bien —me dice Isaac. 

—¿Tú crees? Yo digo que me adora.

Mi teléfono comenzó a sonar lo cual hace que me distraiga. Veo el nombre de "Scotty" en mi pantalla y contesto la llamada.

—Scotty, ¿qué pasa?

—¿Encontraron algo sobre Barrow?

—No mucho. Solo algo sobre moscas y la muerte. Nada más —respondo mirando un para de hojas, pero puedo sentir una presión en mi pecho—. ¿Está todo bien?

—No, se llevó a Kira —dice Scott haciendo que mis ojos se abran más de lo normal—. Stiles, Lydia y yo estamos tratando de pensar en algo o él la va a matar.

—Sabía que Barrow estaba ahí, pero no sé cómo lo sabía —escucho decir a Lydia con frustración.

—¿Qué oyen ahora? —Scott pregunta mientras yo guardo silencio concentrándome.

Nada. Ya no escucho nada.

—Nada —responde Lydia—. Siento que puedo hacer esto, pero no sé qué hacer. Es como si lo tuviera en la punta de mi lengua y no sé cómo activarlo —ella gime de frustración—. Lo juro por Dios que literalmente me dan ganas de gritar.

Entonces algo hizo click en mi.

—Lydia, hazlo —digo segura—. Lydia, grita.

Todo se queda tranquilo por algunos segundos hasta que un grito agudo golpea mis tímpanos cuando atraviesa por mi teléfono, lo que me hace soltar el celular haciéndome caer al piso.

—Mierda —gimo—. La próxima vez trata de ponerme en silencio cuando hagas eso —digo, mientras Isaac se acerca a mi para ayudar a reincorporarme.

—No son moscas —dice Lydia al fin—. Es electricidad.

—Espera un segundo. Barrow era ingeniero eléctrico. Trabajó en una subestación eléctrica —dice Stiles y yo chasqueo los dedos.

—Ahí es donde tiene a Kira —digo y comienzo a buscar mi chaqueta—. Envíame la dirección, iré ahí ahora mismo.

—No, este tipo es peligroso —me dice Scott.

—No creo que sea más que yo —contesto y luego corto la llamada.

—¿Estás segura de ir? —pregunta Isaac, agarrándome de la muñeca cuando iba a salir.

—Sí —él me mira preocupado y yo suelto un suspiro—. Estoy bien, ¿si? Quédate aquí y ayuda a Allison a buscar más información —Isaac hace una mueca de disgusto—. Sé que te cae mal, pero hazlo. Envíame un mensaje si encuentran algo.

Él suelta un bufido, pero termina accediendo.—Bien.

Le doy un corto beso y antes de abrir la puerta vuelvo a hablarle.

—Solecito, trata de mantenerte a salvo mientras no estoy.

Ese sentimiento pesado aún seguía en mi pecho...

☽☽☽

Llegó al lugar donde me marcaba la ubicación de Scott y salgo corriendo rápidamente dentro de la subestación eléctrica al oír un grito provenir de adentro.

Al entrar hubo una gran explosión.

Me cubro con los brazos y veo cómo el bate de Stiles sale volando para pegarse por uno de los generadores.

—¡Stiles! —digo y en segundos ya estoy a su lado para agarrarlo del brazo.

Mis ojos se desplazan hacia las luces brillantes donde estaba Kira. A medida que la electricidad iba disminuyendo puedo ver entre las chispas a Kira absorbiendo toda la electricidad mientras que sus ojos se abren de par en par. En segundos toda la electricidad se había ido y Kira nos mira. Stiles y yo nos miramos con confusión e incredulidad. Veo a un costado mío a Scott ponerse de pie lentamente cruzando una mirada y luego volver a mirar a Kira.

—No me jodas.

¿Qué mierda acababa de pasar?