Black & Blue (Español)✔️

By Ariana_Godoy

15.3M 1.7M 3M

Ella no debió mirarlo, no debió retarlo y mucho menos hacer todas las cosas que hizo después de eso. Una sola... More

Prologo
1. Blue
2. Black
3. Blue
4. RED & VIOLET
5. BLUE
6. VIOLET & BLACK
7. BLUE
8. VIOLET & BLUE
9. Black & Blue
10. Blue
11. BLUE
12. BLACK
13. BLUE
14. RED & VIOLET
15. BLUE
16. BEA
17. BEA
(18) BEA
19. Violet (Parte 1)
20. Violet (Parte 2)
21. BEA
22. Black & Blue
23. RED
24. BEA
25. BEA
26. Violet
27. BEA
28. Black & Blue
29. Amber (1)
30. Amber (2)
31. RED
32. Black & Blue
34. Black & Blue
35. BEA
[36] BLACK
37. BEA
38. Black
39. BLACK & RED
40. BEA
41. BLACK
CAPÍTULO FINAL
Epílogo

33. BEA

224K 24.7K 19.1K
By Ariana_Godoy

BEA

Un funeral

Llanto...

Silencios...

Dolor...

Impotencia...

Jamás imaginé esto, me cuesta mucho mantenerme de pie, todos están vestidos negro. El aire es pesado, triste, asfixiante. Alguien pasa, ofreciendo agua y café, ni siquiera puedo hablar. Todo esto me recuerda a Beth, a su funeral, lo doloroso que fue.

¿Por qué? Hace veinticuatro horas, todos estábamos juntos, bien, bebiendo cerveza y comiendo pizza. Todo era perfecto... y ahora todo...

Se ha ido a la mierda.


VEINTICUATRO HORAS ANTES.

—¡Abran paso, abran paso!

La voz escandalosa de Black hace eco en el espacio confinado de las escaleras de este edificio. Amber y yo abrimos paso para que él se escurra entre nosotras y suba los escalones, cargando una caja inmensa. Yo llevo una lámpara en la mano y Amber lleva una silla, sacudiendo la cabeza.

—¿Recuérdame porque debemos ayudar a Red a mudarse?

—Porque somos sus amigos. —Suspiro, subiendo—. Además, prometió pizza y cervezas.

Las cosas que llevamos no pesan mucho, pero subir dos pisos con cosas es agotador cuando lo haces una y otra vez.

—Sigo pensando que no es el momento para esto —agrega Amber cuando llegamos al piso y entra de espaldas en el apartamento—. ¿Mudarse en navidad? Sus padres deben estar como locos.

Pongo la lámpara en el mesón de la cocina.

—Consiguió un descuento por tener el día de mudanza en estas fechas, al parecer nadie lo hace.

—Y con mucha razón.

Nos giramos y vemos todas las cajas en el suelo y cosas por todos lados, el apartamento es un estudio pequeño, con una sala unida a la cocina y una habitación que no se compara en tamaño a lo que tenía en casa de sus padres. Sin embargo, este es su espacio, y sé que, para él, es un logro muy grande.

—No entiendo porque se mudaría, sus padres son increíbles —dice Amber.

Le doy una palmada en la espalda.

—No necesitas tener padres cuestionables para querer tu propio espacio.

—Lo sé. —Ella sonríe—. En realidad, estoy celosa, muero por salir de la casa de mis padres.

Black emerge de la habitación, sudado, a pesar de que está frío afuera. La subidera de escaleras parece ser un ejercicio para todos.

—Creo que ya no hay nada más, se pueden quedar aquí y empezar a acomodar.

—Sí, señor director de mudanzas. —Lo molesto y él entrecierra los ojos.

—Estás despedida.

Jadeo.

—Guao.

Black me guiñe el ojo.

—Bueno, hay maneras de hacerme cambiar de opinión.

Volteo los ojos y Amber le lanza bolsa llena de ropa. Black la atrapa en el aire y la pone a un lado.

—No te pongas celosa, baby, para ti también hay.

Amber busca en las bolsas periódico y la veo acercarse a Black para comenzar a envolverlo. Y lo entiendo y suelto la carcajada. Los labios de Black forman una sonrisa juguetona.

—Ni una cantidad industrial de papel periódico me hará madurar.

Amber le aplasta la boca con papel.

—Tengo que intentarlo.

—¿Qué están haciendo? —La voz profunda de Red viene de la puerta, donde está parado con una caja que sostiene entre el brazo y la cadera. Me quedo quieta por unos segundos, porque él está sin camisa, en algún punto el ejercicio le ha hecho quitársela a pesar del clima y madre mía, que vista. Esa piel, esos tatuajes, ese abdomen. Sus ojos encuentran los míos y aparto la mirada de inmediato.

Después de nuestra conversación, las cosas han seguido normales entre nosotros, somos mejores amigos, pero la tensión ha crecido en niveles incontrolables. Una cosa era desearnos cuando no estábamos seguros de lo que el otro quería, sin embargo, ahora ambos sabemos que nos deseamos, que queremos estar juntos. Ese conocimiento ha incrementado el fuego en cada interacción que tenemos. Y soy cobarde, he evitado varias veces estar a solas con él en su habitación. No confió en mí misma, ¿de acuerdo? Ni mucho menos en mis hormonas.

—Están intentando madurar a Black. —Violet aparece detrás de él y luego le pasa por un lado—. No funcionará, ya lo he intentado.

—Bueno, ¿hora de la pizza? —Black señala a Red.

—Tienen que acomodar primero, apenas se han ganado las cervezas. —Red baja la caja.

—Tacaño.

—Caja de consola de videojuegos entrando —exclama Romy, uniéndose.

Romy es la novia de Amber y ha comenzado a pasar tiempo con el grupo. Los demás piensan que es una amiga muy cercana de Amber, solo yo sé la verdad y no me molesta. Por supuesto que quisiera que ella les contará a todos, sin embargo, no es mi vida, no es mi decisión así que respeto sus tiempos.

—Bueno, vamos a dividirnos áreas. —Amber nos ordena y termino arreglando la habitación.

En los últimos días, el miedo ha disminuido un poco. Soren se ha ido del pueblo, a casa de sus abuelos por las festividades de navidad, ¿cómo lo sabemos? Las habilidades informáticas de Violet son de otro mundo, y a Soren le encanta alardear de donde está, que come, con quién está en sus redes sociales. Ahora mismo está en las montañas de Tennessee, pasando una tormenta de nieve en la villa/spa privado de su familia. Tiene sentido, acaba de salir de la cárcel, y estoy segura de que la tradición familiar necesita ser honrada más que nunca. Violet no me muestra las fotos ni nada, sabe que no quiero verlo, es muy buena al solo darme la información que necesito: Soren está lejos de aquí.

Por ahora.

Es algo temporal, lo sé, y el plan sigue en pie. Sin embargo, quiero disfrutar la navidad con mis amigos, no permitiré que él arruine eso, él ya no tiene el poder sobre mí, jamás lo tendrá de nuevo.

Arreglar el nuevo cuarto de Red despeja mi mente, es una de las cosas que me da paz: Organizar. Lo he descubierto con mi terapeuta cuando me ha recomendado varias actividades para ver cuales me ayudaban: meditación, leer, ejercicios de respiración, un paseo en mi moto, una caminata en el atardecer y organizar. Cuando me siento abrumaba, o estoy teniendo un día difícil, tengo un poster en mi habitación donde analizo que es lo que me está causando el bajón, identifico la emoción y escojo una actividad para despejarme. No ha sido fácil, pero siento que estoy construyendo un sistema muy efectivo con la ayuda de mi terapeuta.

Termino de acomodar la computadora y conectar los cables junto a la pequeña ventana. Camino hacia la cama donde hay un montón de cajas encima y todas están abiertas con la excepción de una que está llena de cinta adhesiva, es la única sellada de esa forma. Y ahora solo pienso en abrirla. Ojeo la puerta de la habitación, y escucho a todos afuera, peleándose por como acomodar el sofá usado que compramos en una venta de garaje hace unos días. Ah, la curiosidad mató al gato, ¿qué hay dentro? ¿Armas? ¿Revistas porno? Solo echaré un vistazo.

Con cuidado rasgo un parte de la cinta en la parte posterior, y abro la caja. Dejo de respirar cuando veo de que se trata: un flogger pequeño (fusta), mordaza de anillo, pinzas para los pezones, vendas, esposas de cuero y una cuerda. Todo está en su empaque, nuevo y sin usar. Siento los latidos de mi corazón en todo el cuerpo.

Él tiene esto... él sabe como usarlos. Y la idea de que los use conmigo me hace tragar con dificultad. La imagen mental de estar atada con mordaza mientras él me azota o le hago una felación mientras tira de las pinzas en mis pechos. Estoy tan metida en mi sucia imaginación que no noto que alguien ha entrado hasta que una mano cierra la caja frente a mí.

Red está ahí a mi lado, sigue sin camisa y de pronto la temperatura de la habitación sube. Él no dice nada, solo me mira y eso es suficiente para hacerme sonrojar. Me giro para enfrentarlo.

—Lo siento... no pensé que... es... —trago y bajo la mirada, lo cual no ayuda porque ahora veo la piel tatuada de su pecho y de su abdomen. Está demasiado cerca así que vuelvo a verlo a los ojos—. Ya terminé con la computadora. Cambio el tema porque aquí ya no se puede ni respirar bien. Red no dice nada, solo da otro paso hacia mí y retrocedo por instinto—. Un gracias estaría bien.

Necesito que hable, que bromee, que rompa está tensión. Y el idiota sigue en silencio, otro paso más, otra vez retrocedo y mi espalda choca con la pared. Ya no hay escapatoria, mi pecho sube y baja rápidamente.

—No me gusta que toquen mis cosas sin permiso —habla, pero su tono no es cálido ni amigable, es frío y dominante, su dedo roza mi frente y baja por el costado de mi cara—. Ojalá pudiera castigarte.

Inconscientemente, aprieto mis piernas ante la insinuación.

—Pero no puedes. —Me recuerdo más a mi misma que a él.

La curva de su labio sube en una sonrisa maliciosa.

—¿No puedo?

La pregunta guinda en el aire casi como un reto.

—No deberías —digo y de nuevo, siento que estoy tratando de convencerme a mi misma de que debo apagar esta situación antes de que escale.

Red se inclina y su nariz roza la mía, jadeo porque solo tengo que cerrar el espacio para besarlo.

—Sé que no debo, pero es tu culpa por abrir esa caja, Bea. Ahora no puede dejar de pensar en usar todas esas cosas contigo, y sé que tú también lo estás imaginando. —Él baja la mirada a mis pechos, las puntas erectas presionadas contra la tela de mi franela—. Lo que daría por poner pinzas en esos pezones y dejar marcas mientras te follo como quiero, duro y sin contemplaciones.

No sé que decir, ya estoy pensando con una parte de mí que se ha humedecido ante sus palabras. Red se inclina aún más, mete su cara en mi cuello y me habla al oído:

—Dame una palabra de seguridad y los echaré a todos de este apartamento, y te daré lo que quieres. —Él lame mi cuello con delicadeza y me estremezco—. Y puede significarlo todo o puede ser algo de una noche, lo que necesites, tus tiempos, tu ritmo.

Quiero, quiero, quiero, lo deseo tanto.

—Bea, ¡ah! —Amber chilla al vernos y salgo de mi trance. Red se aleja y se gira hacia la ventana, probablemente ocultado una posible erección—. Eh, veo que va bien la organización. —Ella abre los ojos de forma exagerada para expresar su punto—. Sin embargo, les recuerdo que no están solos en este apartamento.

—Por ahora —murmura Red solo para que yo escuche. Le doy una mirada asesina y le sonrío a Amber.

—Red solo me estaba explicando algo.

Amber hace una mueca y aguanta la risa.

—Claro, yo sé de ese tipo de explicaciones. —Se ríe un poco—. Red, los trabajadores están protestando, dicen que sin pizza o cerveza no habrá avance, hay huelga.

Red suspira, se gira y camina hacia el baño.

—Me daré una ducha y luego iré por la pizza —informa antes de encerrarse en el baño.

Nos quedamos solas y Amber alza una ceja.

—No sé si debo lamentar interrumpir o si te salvé de caer en las garras de la lujuria.

—Un poco de ambas —le digo y me siento en la cama en medio de dos cajas.

Amber se sienta en la silla frente a la recién armada computadora y la gira para quedar frente a mí.

—Sé que te estás tomando tu tiempo para sanar, pero estás clara en que ustedes dos están al borde de follarse contra una pared.

Tomo una respiración profunda y la libero lentamente.

—Lo deseo demasiado, Amber —confieso en su susurro, ojeando la puerta cerrada del baño, expresar mis emociones es algo en lo que me ha ayudado mucho mi terapeuta—. Y sé que él también me desea, lo puedo ver en sus ojos, cuanto se contiene cuando estamos juntos, solos o acompañados. Una sola mirada de esos ojos me lo dice todo.

—Pero le dijiste que esperara.

—Sí, y es lo mejor, objetiva y racionalmente, creo que es la decisión correcta, pero cuando él se me acerca, cuando pienso en lo que podría pasar si me dejo llevar, ah, es tan difícil.

—Básicamente tomaste una decisión con la cabeza y no consideraste la opinión de tu vagina.

—¡Amber!

—¿Qué? Es la verdad. —Siempre olvido lo directa que puede ser esta rubia—. A ver, ¿por qué no follan una vez? Se quitan las ganas, esa tensión y más adelante cuando estés lista para estar con él, pues empiezan una relación o yo que sé.

Y puede significarlo todo o puede ser algo de una noche, lo que necesites, tus tiempos, tu ritmo.

Quizás ese era el significado de las palabras de Red.

—Solo una vez.

El pensamiento es tentador, sin embargo, aún estoy un poco acalorada por lo que pasó hace unos minutos. Mi mente no está en su mejor momento para tomar una decisión así.

—Ah, vamos al balcón, necesito aire fresco.

—Y yo necesito el valor para decirlo —comenta Amber, tomando mi mano. Sé que refiere a contarles sobre Romy.

—No hay apuro, Amber, cuando estés lista. —Le aprieto la mano y cruzamos la sala donde Romy y Black discuten sobre quien es el mejor villano de Marvel. Violet está acomodando la cocina.

Salimos al balcón, y el aire frío nos recibe, se ha oscurecido de forma muy rápida, es lo que odio del invierno. Y bromeamos, observando la vista, la calma antes de la tormenta.

Porque la vida tenía formas muy sádicas de sacudirnos el mundo, de recordarnos que una tragedia puede pasar en los mejores momentos. 


--------------------

Nota de la autora: ¡Holis!  YA VA, YA VA, bajen las antorchas, ya sé que vienen a lincharme. Pero déjenme explicarme... yo— la verdad no tengo excusas -huye por su vida-

Chamas, no sé que decirles... un funeral... ah T.T

Red x Bea, esa tensión, diosito. 

Se les quiso :D

Ariana -sin dar la cara- G. 

Continue Reading

You'll Also Like

51.8K 6K 85
¡Viaja a través del Hokage y renace a Sasuke! ¡Obtenga una comprensión que desafíe el cielo desde el principio! En el mundo original, Sasuke tuvo una...
991 305 46
Luego de años sin rumbo ni futuro asegurados, Jonah por fin ha logrado establecerse en su nuevo hogar. Sin embargo, es en ese mismo lugar en el que u...
183K 17.6K 20
[terminada] Los chicos habían ayudado a un pequeño animal herido que habían encontrado rondando el bosque una tarde/noche, le habían dado alimento y...
391 77 15
El mundo luciérnaga esta dividido por seis reinos. El primero está bajo el control de la familia real principal, los Stoll. Los Rosseths, Flagels...