-Tranquila linda, todo se resolverá.- Me abrazó.
-Claro que no, Dani me odia.- Lloré más fuerte- Mi madre me odia aún más.
-Claro que no.- Me dijo mi padre.- Solamente están dolidos, ahora tenemos que hablar con ese tal Axel.
-No.- Me paré.- Él no debe saber yo me haré cargo.- Le dije.
-Mi cielo, él es el padre, él se enterará aunque no quieras.- Me dijo mi padre.
-Yo me haré cargo de mi hijo.- Dije firme.
-¡NO!.- Grito mi madre, mientras entraba a la habitación.- Ya hable con la mamá de ese.
-¿Qué hiciste, Ester?.- Preguntó mi padre molesto.
-Ellos se casarán, aunque no quieren es responsabilidad de los dos, no dejaré que TÚ hija me haga quedar mal.- Dijo mi madre.
-No puedo creer que trates así a tu hija.- Le dijo mi padre.
-Desde hoy, ya no es más mi hija, ella solo es una desconocida.- Dijo mi madre y salió de la habitación. Yo me puse de rodillas y empecé a llorar de nuevo.
-¿Por qué papa?, ¿Por qué mi madre me odia?.- Pregunté.
-Tranquila, hijita.- Me envolvió en sus brazos.- Será mejor que descanses, esto no le haré ningún bien al bebé.- Me ayudo a echarme en la cama.- Descansa.- Me besó en la frente y salió de la habitación. Agarré mi almohada y empecé a llorar.
-¿Por qué a mí?, ¿Por qué?, solo fue una noche, una puta noche en la que no me cuide, solo una.- Lloré y lloré, hasta quedar dormida.
Al día siguiente...
Me desperté porque tocaban mi puerta. Me dolía la cabeza, o bueno eso es lo que hace cuando lloras toda la noche, me mire al espejo y mis ojos estaban hinchados. Abrí la puerta y me encontré a mi madre.
-Alístate hoy llegará la señora Pardo y conversaremos.- Me dijo fría.
-Hoy tengo universidad.- Le dije.
-Pues no irás.- Me dijo y cerró la puerta. Yo me eche en la cama y las lágrimas volvieron a salir, ¿Por qué mi madre me odiaba?, esa pregunta sonaba en mi cabeza. Me bañe y me arregle, solamente me puse un buzo. Baje a la cocina, para comer algo, y me encontré a Daniel, él también tenía los ojos hinchados así que supuse que había llorado igual que yo.
-Dani... yo...- Empecé a decir
-No digas nada.- Me interrumpió.- Solamente no quiero hablar.- Se levantó y se fue. Me serví un poco cereal con leche. No tenía mucha hambre, pero tenía que cuidar al ser que llevaba dentro.
-Los señores estarán en dos horas, te quiero ver bien arreglada a ver si así no me hacer pasar más vergüenza.- Dijo mi madre y se fue. ¿Por qué todo el mundo me odia?, empecé a comer, con mis mejillas mojadas. Termine y fui a mi habitación a poner algo más "formal", que contaba de un simple pantalón con una blusa suelta. Me mire al espejo y levante mi blusa, toqué mi estómago una y otra vez.
-Estaremos siempre juntos.- Le hable al ser que llevo dentro.
Mi celular comenzó a sonar, lo tome y conteste.
-Diga.
-Elizabeth, ¿Dónde estás?, las clases ya van a empezar.- Me dijo mi mejor amiga, Sofía..
-No iré.- le dije con la voz entrecortada.
-¿Estás bien?.- me preguntó preocupada.
-No.- Le respondí- Quiero que vengan después del instituto por favor.- Le dije y colgué. No paraba de llorar, acabo de perder a mi madre, a mi hermano, mi padre está decepcionado de mí, yo estoy decepcionada de mí. Me lavé la cara y mi mamá me llamo para que bajara. Llegué al primer piso y allí estaba Axel y su madre.
-Buenos días.- les dijes.
-Hola.- Me respondió amablemente la señora Pardo con una sonrisa.
-Bueno, señora Pardo.- Le dijo mi madre- La llamé porque Elizabeth tiene algo que decirle a usted y a su hijo.- Axel alzo una ceja.
-Claro, dinos querida.- Nos dijo la señora Pardo.
-Yo...-No podía hablar un nudo se formó en mi garganta.- Yo...-Las lágrimas empezaron a salir.
-¿Estas bien, querida?.- Me pregunto la señora Pardo.
-Yo...- No podía hablar.
-¿Tú?- Dijo Axel de mala gana.
-Perdónenme, no puedo.- Les dije y corrí hacia el jardín. No puedo no puedo decirle que estoy embarazada y más aun de Axel, me senté en el suelo, necesitaba pensar como decirle a él, a su madre, que bueno serán padre y abuela. Vi a Axel que se me acercaba.
-¿Qué haces aquí?.- Le pregunte, ya que se sentó a mi costado.
-Solo vine porque mi madre me obligó.-Dijo.
-Axel, estamos en un lío- Le dije finalmente.
-¿Qué clase de lío?.- Pregunto.
-Uno que no te gustara.- Le dije y lo miré.- Axel yo...