Premonición
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Abrió los ojos, se encontraba en un lugar vagamente conocido. Aunque no recordaba con exactitud donde se hallaba, una parte de ella reconocía aquellas casas rusticas y esa gran muralla que no le permitía ver el horizonte.
Se incorporó mirando a su alrededor extrañada.
No recordaba cuando había vuelto a Paradise.
-¡TN!
Giró en dirección que aquella voz, encontrándose con un joven rubio. Colt.
Abrió la boca para responder su llamado, sin embargo, ninguna palabra salió. Simplemente un pequeño jadeo y silabas cortadas.
-¡No hay tiempo, tienes que irte lejos de aquí!
Jaló bruscamente de su muñeca, guiándola a través de las calles, notando como estas estaban cuarteadas, las casas dañadas, algunas derribadas y encima de ellas, los cuerpos de titanes muertos expulsando vapor con cortes limpios en sus nucas.
Estaba confundida.
-Bebiste del vino. ¡Corre antes de que Zeke grite!
Miró confundida al rubio.
-Falco también lo bebió-lamentó entre dientes
De pronto los pies de la fémina dejaron de avanzar. Era como si el suelo se hubiera convertido en arenas movedizas. observó como sus extremidades se hundian en la supeficie. Trató de zafarse, pero no tenía éxito.
-¡Corre, TN!-gritó Grice tirando de su mano con más fuerza, ignorando el hecho de que la femina se encontraba atrapada; pero era inútil.
Repentinamente, el cuerpo de un titán cayó detrás de ella, a tan solo unos metros de ella. Sin poder gritar, jadeó sorprendida mirando el cuerpo del monstruoso gigante.
Para cuando regresó su marida azulada al rubio, este había desaparecido, como si de un espectáculo de magia se tratase.
Sus pies dejaron de pesar tanto.
El molestó ruido en el cielo la obligó a alzar su vista, notando como en el cielo, un monton de dirigibles sobrevolaban la muralla y de el, un montón de flores blancas caian. Las cuales, al llegar a tierra, se conirtieron en cadáveres, esparcidos por los techos de las casas y tirados en las calles.
Cubrió su boca evitando vomitar al ver tripas y sangre por doquier. Corrió lejos de ahí, evitando ver más.
Grave error.
A unos metros de ella yacia Eren en su forma titánica, y frente a él, el acorazado. Lejos de este par, el titán bestia la miraba, reflejando en su mirada pena y lastima.
La escalofriante mirada de Zeke se enfocó en un punto fijo a espaldas de la joven.
TN volteó y ahí lo vio.
Porco Galliard yacia parado a unos metros de ella, mal herido, su cuerpo humeando pero manteniendo una pequeña sonrisa, la cual se agrandó al enfocar sus ojos oliva en ella.
TN quiso correr a socorrerlo, sostenerlo y abrazarlo. Pero sus pies no respondían. Nuevament, pesaban demasiado como para caminar.
Y entonces, en un sonido sordo, el desgarrador grito de Zeke retumbó en sus oídos como ecos molestos.
Sintió en su cuerpo un cosquilleo. Su altura incrementó repentinamente. Se sentía inmensa. Podía ver los techos de las casas destruidas sin problemas, y todo a su alrededor se veía un poco más pequeño, al igual que los cadáveres a su alrededor, no parecían nada más que hormigas.
Lo entendió todo. Era un titán ahora.
-Se cuanto lo amabas, TN...-habló el titán bestia
Como si su cuerpo se moviera por sí solo. Empezó a caminar. Y con cada paso que daba, el suelo temblaba. Estaba actuando en contra de su voluntad.
-No...-fue la primera palabra que salió de su boca, pero su garganta ardió como nunca
Cada vez se acercaba a Galliard, quien la miraba, como si estuviera resignado a morir en manos de su amada en su forma titánica.
-¡Basta!-gritó con fuerza sintiendo sus ojos arder. Sintió una terrible punzada en su pecho y garganta, pero eso no importaba pues admiro como su enorme mano sostenía el pequeño cuerpo dañado de Porco. Quería detenerse pero sus músculos no respondían.
Era como un títere.
Su gigantesca mano, aun sosteniendo a Porco, se acercó a su hocico.
Era el fin.
-Ver tu rostro al despertar cada mañana fue una recompensa que no merecia, y aun asi me la diste. Te amo, TN...
-¡PORCO!
El portador del mandíbula caminaba con la cabeza gacha, avanzando entre el gentío. Se dirigía rumbo al hospital, en su diestra sostenía un ramo de rosas rojas.
La gente murmuraba cosas, pues ese no es el Porco Galliard que la población conoce, aunque a él no le interesaba lo que dijeran de él. Que se jodan
-Galliard-san no nos podrá proteger en ese estado...
-Debería rendirse, esa muchacha no despertará-bufó una mujer anciana sosteniendo sus compras mañaneras
Porco se detuvo en seco, dedicándole una mirada severa a aquella mujer, para después continuar caminando. Aquella mujer tan solo se limitó a bajar la mirada apenada y siguió caminando.
Llegó al hospital saludando a las enfermeras con un asentimiento de cabeza. No se detuvo, camino directamente a la habitación de su amada, sin esperar algún otro resultado diferente, abrió la puerta.
Grande fue su sorpresa al no encontrarla en la cama.
-TN...-murmuró incrédulo
Su amada se encontraba parada frente a la ventana, apoyándose del marco para no caer. Se notaba como sus piernas temblaban.
Sus ojos azules se enfocaron en Porco. Sonrió.
El varón juraba que en ese momento, su amada parecía un ángel. Detrás de ella, el sol se escondía y eso mismo le daba un toque mágico al momento. El viento se colaba por la ventana y agitaba el cabello negro de TN.
El ramo que él sostenía cayó al suelo al mismo tiempo que sentía sus ojos aguadarse. Corrió a ella, abrazándola fuerte contra su cuerpo.
-Despertaste-murmuró contra su cabello. Aspiró su aroma.
Los brazos temblorosos de la muchacha rodearon el torso de su amado. Sintió como Porco besó su cabeza.
-Estas bien, Porco-se aferró a él lo más que pudo, negándose a soltarlo- Estas aquí..., estas aquí...
-Estoy bien ahora. Nunca me iré, preciosa-musitó de vuelta, besando la cabeza de su chica.-Lo siento mucho. Perdóname, TN, yo...-su salió quebrada.
-Shhh...-murmuró ella- No, Porco. No tengo que perdonarte nada
Galliard negó con la cabeza, pero en realidad ya no quería seguir hablando, pues la voz se le quedaba atorada en la garganta.
-¿Cuánto tiempo...?
-Eso no importa, TN.-interrumpió él
La muchacha rompió el contacto. Mirando con intensidad a Porco.
-Dime, por favor...
Galliard tragó saliva y bajó la mirada.
-Poco más de cinco meses-contestó-Temía que no despertaras-añadió tras ver el rostro lleno de sorpresa de la muchacha
-Fue como dormir-admitió ella queriendo restarle importancia- Pero escuchaba lo que pasaba a mí alrededor
Porco prestaba atención a lo que la mujer le decía.
-Escuché tu voz...-sonrió acariciando la mejilla de Porco- Escuché todo lo que me dijiste. ¿Qué tenías que preguntarme?
Las mejillas de Galliard se tiñeron de rojo. Buscó en sus bolsillos y palpó una cajita cuadrada, siempre la llevaba consigo.
-Quería preguntarte esto en circunstancias diferentes...-rio- Pero...temo que otra cosa pase. Esta espera se me hizo eterna y no pienso esperar más para preguntarte...-sacó aquella cajita aterciopelada- ¿Quieres casarte conmigo?
Puede que el lugar y el momento no fueran los adecuados, sin embargo, lo único que necesitaban para que el momento fuera especial eran ellos dos. El completaba su mundo, así como ella el suyo.
Mostró un anillo con un pequeño diamante incrustado.
TN soltó una exclamación. Mirando aquel anillo con sorpresa y felicidad.
Porco sudaba en frio. Fue un poco más sencillo de lo que pensó. Ahora todo dependía de la respuesta de ella, aunque confiaba plenamente en recibir una respuesta afirmativa.
TN se arrodillo también, soltando una pequeña lágrima que rodó por su mejilla.
-¿E-Estas seguro que quieres que me case contigo?
Galliard asintió sin dejar de sonreír.
-Estoy seguro que quiero pasar el resto de mis días contigo-contesto sin titubear
¿Aun cuando me valla, seguiremos unidos por este lazo? ¿Seguiré siendo tu esposa? Seria egoísta de mi parte aceptar, pero deseo tanto esto como tú.
Fijó su mirada en los ojos oliva de Porco, los cuales brillaban con intensidad.
¿Por qué no ser feliz aunque sea por un poco tiempo?
A veces es mejor vivir en una linda mentira. Pretender que nada pasa y dejarse llevar.
-Si quiero casarme contigo- contestó finalmente
Galliard dejó escapar un suspiro de alivio. Dejó el anillo en el suelo y tomó a su, ahora, prometida, de las mejillas y la acerco para besarla, siendo correspondido al instante.
-Ver tu rostro al despertar cada mañana será una recompensa que no merezco.
Tsss...¿Si quieren un final feliz? JASJKAS Tal vez si haya o tal vez no.
Depende que como me sienta ese dia >:)