𝗦𝗒𝗙𝗧𝗖𝗒π—₯π—˜ ━━━ ashtray.

By fvckdiggory

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𝗦| ✦ ❝ are we too young for this? ❞ donde ash y may fingen no soportarse pero en realidad sienten cosas por... More

𝗦𝗒𝗙𝗧𝗖𝗒π—₯π—˜
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act one
01. holy shit
02. the cursed short boy
03. damn school
05. chase
06. carnival bby
07. sisters troubles
08. get lucky
09. maylea, ceo of issues
10. never say never
11. the unconsciousness of the mind
12. maybe
13. formula
act two
14. truth
15. fear
16. happy new year
17. fez's punches
18. now u can go
19. pretty
20. i've got my eye on you
21. bitch you're better be joking
22. the price of success
23. maddy's birthday
24. nowhere
25. howard traitor
26. things change
27. the swan lake
28. softcore
alternative chapter. tv

04. hoodie

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By fvckdiggory

𓄼 ❪   𝙲𝙷𝙰𝙿𝚃𝙴𝚁 ⁰⁰⁴ . . . . .
            𝗁𝗈𝗈𝖽𝗂𝖾 ! ❫ 𓄼








   —DE VERDAD CREO QUE ESTO no es una buena idea.

Intenté frenar a Rue. De verdad que lo hice, pero era demasiado tarde. Debí imaginarme que eso de buscar cosas, implicaba un iré de Fezco a comprarle drogas. Pero mi mente, a esas alturas del día, ya no maquinaba con normalidad por lo que ni siquiera se me cruzó por la cabeza.

—Oh, créeme, May. Esto es una grandiosa idea—aseguró la de rizos provocando que bufara por lo bajo. Ésta continuó golpeando la puerta con fuerza—, ¡ábreme mocoso! ¡nos estamos haciendo sopa aquí!

—¿Qué quieres?—me sobresalté al escuchar la voz de Ashtray. Era la primera vez que iba a su casa y claro que también debí suponer que tenían cámaras por todos lados, mierda—, ¿qué haces con esta insoportable?

Le mostré mi dedo del medio al foco de la cámara para que pudiera verme por las pantallas.

—¡Sólo ábrenos!—insistió Rue.

Escuchamos una queja antes de que la puerta fuera abierta, mostrándonos la característica amable expresión de Ashtray. Siempre era tan grato verlo, con esa sonrisa y gentileza.

Espero no tener que aclarar el sarcasmo en esta última frase, ¿verdad?

—¿Qué diablos haces en mi casa?—preguntó sin pudor alguno en el momento en que la morena se adentró primera, obligándome a hacer lo mismo.

No me apetecía quedarme bajo el diluvio a pesar de detestar al chico.

—No fantasees, enano. Quiero menos que tú, verte la cara—aclaré. Maldijo detrás mío, no sabía con exactitud porqué. Si porque estaba ahí o porque habíamos hecho un desastre con el agua.

Quizás ambas cosas.

Observé un poco la casa. Era acogedora, nada del otro mundo. Con un aroma a hierba que podrías drogarte de solo aspirar el aire, música de Snoop Dogg y el ruido de una máquina extraña. Sumando a la voz de Fez discutiendo con Rue acerca de que no teníamos que estar allí.

Yo se lo dije.

—Wao, ¿este es tu lugar de trabajo?—cuestioné observando una computadora con un extraño programa abierto en ella, junto a la pantalla con todos los panoramas a los que alcanzaban a enfocar las cámaras.

—No toques nada, maldita sea—me agarró de la muñeca para que me alejara de sus jueguitos tecnológicos, gesto que hizo que me molestara aún más.

¿Quién se creía que era para tocarme así?

Oh, claro. El niño tatuado que vende droga y es súper malo. Ese personaje que se formó solito en su cabeza hizo que se le subieran los humos y sea insoportable, ahí estaba la clara respuesta de todo.

—Hey, a mí no me toques así que no soy ningún juguete, ¿estamos claros?—le di un manotazo para zafarme de su agarre y sin esperar respuesta alguna de su parte, me di la vuelta haciendo que mi cabello húmedo chocara con su rostro a propósito y me encaminé hacia donde Fez se encontraba. Escuchando insultos a mis espaldas, claro.

El pelirrojo continuaba intentando de convencer a Rue que nos fuéramos ya que no era un buen momento para estar allí y sinceramente prefería no preguntar la razón. A veces era mejor quedarse con la duda.

—A mí no me mires así que yo no sabía que veníamos aquí—me adelanté a aclararle al mayor cuando noté su expresión de fastidio. Se ve que venía de familia eso—, e incluso antes de entrar le dije que era una mala idea.

Suspiró frustrado llevándose las manos a la cabeza. La morena volvió de no-sé-donde completamente cambiada y terminándose de colocar unos calcetines blancos.

—Ash puede prestarle ropa a May, total ambos miden lo que un niño de diez años—sugirió provocando que entrecerrara los ojos en su dirección en forma de amenaza.

No era enana, solo que mi crecimiento era un poquito más lento. Aparte estaba muy conforme con mi metro cincuenta y seis.

En cambio Ashtray si lo era. Era un enano maldito, egocéntrico, idiota y maleducado.

—Pueden volver en unas horas, pero ahora te juro que no tengo nada Rue—explicó harto, por la vez ya no sabía cuál. Debo admitir que lidiar con una adicta no era para nada fácil y menos si era alguien como la rizada—, ahora deben irse o...

Un celular vibró.

Ok, ¿pero por qué todos lucían como si esto fuera una película de suspenso de Alfred Hitchcock? ¿Se supone que debíamos preocuparnos?

Fezco le dio una mirada cómplice a Ashtray, quién en algún momento se acercó a nosotros, y este cazó la indirecta ya que fue hasta una desconocida habitación para volver con un arma.

Bien, este era el momento en que corría de vuelta a mi casa. No me gustaban las armas, las odiaba. Me daban miedo. Comenzaba a querer hiperventilar y a odiar demasiado a Rue. No debí haberla seguido, quizás caminar más de treinta cuadras bajo la lluvia era mucho mejor que esto, pero ya estábamos allí y por el momento era linda, inteligente, agradable y sociable pero rebobinar el tiempo no podía así que tenía que hacer algo al respecto.

—Debes saber que quiero matarte, Rue—exclamó Fez agarrando su celular y texteando alguna respuesta al desconocido.

—Concuerdo con el cabeza de fósforo—lo señalé asintiendo. La morena se encogió de hombros sentándose en el sofá.

Ni siquiera con armas de por medio se iba a dar por vencida, que pereza de verdad. Aunque si vi su expresión de miedo, no era muy difícil reconocer sus emociones ya que no se esforzaba por ocultarlas.

—Ash, lleva a May a tu habitación.

—¿Qué?—exclamamos ambos al unísono. ¿La cueva del enano gangster? No, gracias. Creo que eso era más peligroso que toda esa mafia que probablemente vendría a la casa de ellos.

—No voy a dejar que una niña de catorce años se quede aquí con Mouse presente—murmuró por lo bajo, aunque llegué a escucharlo y si antes el tatuado quería aniquilarme, ahora quería enterrar mi cuerpo diez metros bajo tierra.

Nuevamente repito que nada de esto era mi culpa.

—Tengo dieciséis.

Silencio.

—Bro, por favor. Solo será un rato—insistió.

Crucé mis brazos, a lo que Ashtray bufó y sin decir más nada comenzó a caminar por el pasillo, obligándome a seguirlo. No era mi mayor deseo en la vida pero mientras más lejos me encontrara de esa situación, por mí mejor.

—No mires, no toques, no revuelvas nada y no te sientes en mi cama—ordenó abriendo la puerta. Para mi sorpresa no se parecía en nada a como me la imaginaba.

Estaba limpia, ordenada y no había nada fuera de lo común que indicara que alguien como Ashtray durmiera allí. Lucía... acogedora y definitivamente no tenía ningún problema en quedarme allí.

Claro—alargué la a sin prestarle mucha atención a lo que acababa de decirme ya que me encontraba más concentrada en estudiar mi alrededor—. ¿Puedo respirar acaso?—volteé sobre mis talones para observarlo con una sonrisa socarrona.

—Sería mejor que no—contestó de forma burlona pero sin quitar su seria expresión.

Debido a la cercanía pude notar algo que me dejó descolocada en el mal sentido.

Ashtray si era más alto que yo.

—Te salvas de que te conteste esta vez porque valoro mucho mi vida—carraspeé observando la escopeta en su mano derecha. La agarraba con tanta normalidad como si fuera una jodida botella de agua y no quería imaginarme como es que había adquirido tanta experiencia en su manejo.

—Me caes mal pero tampoco como para dispararte, dramática—rodó los ojos sin moverse un centímetro. Esto era nuevo, la primera vez que teníamos una conversación de más de cinco minutos sin querer ahorcarlo de por medio.

Por razones legales lo que acabo de decir es una broma.

—Que no me quieras matar es un paso importante para nuestra amistad entonces—observé con más detalle sus tatuajes. Por lo general prefería no mirarlo demasiado ya que me intimidaba y no quería que se la diera de fantaseoso luego, pero debo decir que esta vez no me importó. Tenía demasiada curiosidad como para no hacerlo.

—Jamás querría ser tu amigo, niña—contestó el desalmado y no tuve tiempo de responder ya que el sonido de la puerta principal abriéndose nos interrumpió, y creo que mi miedo fue bastante notorio ya que éste suspiró y comenzó a alejarse de su habitación—, solo quédate quieta y no hagas ruido.

Tampoco quería ser tu amiga, enano maldito.

Resoplé por lo bajo y me quité el hoodie que seguía goteando a más no poder para colgarlo en una silla. Observé mi vestimenta y no había peor momento para llevar las mayas de danza que ese, luego recordé que en mi bolso traía la ropa con la que fui a la escuela.

El bolso que dejé en la sala de estar donde toda la mafia de Fezco de encontraba.

Genial, simplemente genial.

Me até el cabello de nuevo para evitar hacer un reguero en la habitación del chico y la seguí escaneando. Había un pequeño portarretratos en la mesita de noche. Un niño pelirrojo cargando a un bebé y junto a ellos, una mujer rubia. No hacía falta ser Sherlock Holmes para darte cuenta de quiénes se trataban, no obstante, no tenía idea de la identidad de la mujer. Tenía entendido que solo eran ellos dos, Fez nunca me había nombrado acerca de una madre o algo por el estilo. Tampoco creo que fuera un tema del cual hablas a menudo pero si debo decir que me generó intriga.

Dejé la foto donde estaba y noté que en la punta de la cama había unos guantes negros de boxeo. Vaya, esto tampoco me lo imaginaba. ¿Ashtray como peleador?

Es extraño lo poco que sabía de él por el simple hecho de no aguantarnos. Todo el tiempo me quedaba con su faceta de imbécil pero, ¿habría algo más debajo de eso? ¿tendría un lado amable?

No iba a decir que siempre me cayó mal, porque eso sería mentir despiadadamente. La primera vez que fui sola a la tienda tenía como ocho años, Maddy me esperaba en la esquina porque yo había insistido demasiado en que estaba grande como para que me acompañara y me atendió Fez, pero a su lado se encontraba Ashtray.

Dijo que mi camiseta de hadas era ridícula.

Sin filtro alguno y con muy poco interés. En ese momento era alguien muy sensible y no me contuve, había herido mis sentimientos porque esa remera la deseé tanto que el que alguien me dijera que fuera fea me entristecía por completo.

Estuve meses sin poder usarla por miedo a que otra persona también me lo dijera. Creí que de verdad era ridícula y que tendría que ponerme otra cosa mejor, pero ahí fue cuando Maddy me regañó y me dijo que no debía hacerle caso a lo que los demás pensaran de mí. Después de todo, era mi vida y si quería usar una jodida bolsa en la cabeza, que lo hiciera. Los demás no podían ver que me afectaba su opinión y así fue como construí esa personalidad indiferente con las personas, aunque por dentro siempre seguiría siendo esa niña de ocho años con miedo a ser criticada.

Cuando tomé coraje en volver a la tienda, intenté poner mi mejor cara y sacarle conversación al chico. Pensé que quizás había tenido un mal día y por eso se la había agarrado conmigo. Sabía que pasaba su tiempo en la tienda, nunca lo veías con alguien o jugando en algún lugar, mi madre hablaba con las vecinas acerca de que no iba a la escuela y era preocupante.

Creí que quizás solo necesitaba una amiga o una compañía que no fuera su hermano.

Pero me equivoqué, porque nuevamente me trató mal y esa fue la gota que rebalsó el vaso supongo. Fue hace tantos años que seguro ni siquiera lo recordaba pero aunque lo negara, sabía muy bien que esa fue la verdadera razón por la que lo trataba mal.

Por más que en un principio dijera que simplemente porque . Era resentimiento puro.

Maldito Ashtray.

Me senté en el suelo porque si bien lo detestaba, sabía que la cama era sagrada y no sería tan perra como para mojarla toda. En lo personal odiaba que se subiera cualquier persona, tenían que estar limpios y sin tenis porque me daba mucho asco.

Él no me disparaba y yo no le arruinaba la cama. Era un buen trato a mi parecer.

Y de tanto esperar... me quedé dormida.































   —HEY, NIÑA.

—Duerme como una morsa.

—Calla, Ash. Pst, niña. Despierta.

Abrí mis ojos con lentitud al escuchar molestas voces interrumpiendo un hermoso sueño con Draco Malfoy. ¿Quién osaba a hacer semejante desgracia?

Solté un quejido cuando un dolor punzante atravesó mi cuello, provocando que llegaba la mano hasta el sector para masajearlo. ¿Dónde carajos estaba y qué había pasado?

Los ojos azules de Fez me inspeccionaron con sutileza. Se encontraba agachado a mi altura y notaba que quería decirme algo pero no lo hacía por alguna extraña razón, y a un par de metros de nosotros, Ashtray nos observaba sin expresión alguna con los brazos cruzados.

Luego recordé. Estudio de danzas, Rue, lluvia, casa de Fezco, mafia desconocida, habitación del tatuado y una profunda siesta. Mierda.

Me reincorporé en mi lugar sentándome y observé por la ventana que daba a la calle y noté que estaba por anochecer por lo que supuse que tampoco había dormido tanto tiempo, teniendo en cuenta que vinimos por la tarde, pero de igual forma desbloqueé mi celular rápidamente.

—¿Y Rue?—cuestioné confusa. El dolor de espalda y cuello era porque me había quedado dormida en el suelo así que eso no era para nada bueno.

—Se fue, bueno... La tuve que llevar a la casa de Jewel—explicó el pelirrojo parándose de nuevo para tenderme la mano y ayudarme a imitar sus acciones—, te hubieses acostado en la cama, niña. Ahora te dolerá por una semana.

—Estaba empapada—me excusé encogiéndome de hombros, tratando de evitar la penetrante mirada de Ashtray que ya comenzaba a ponerme nerviosa y concentrándome en lo importante. Rue se fue y me dejó sola—, ¿quién es Jewel?

—Una amiga de ella, que viste como Sailor Moon—aclaró con su típico tono lento—, pasó una mierda con Mouse y terminó tomando una droga fuerte por lo que la llevé con ella así se le pasaba el efecto—asentí comprendiendo. Por alguna razón, no quise preguntar más. Solo esperaba que la morena se encontrara bien y dejara de meterse en situaciones complejas como hoy—, preferí llevarla primero y luego a ti. ¿Quieres irte ahora?

Asentí.

—Mi madre me matará—me dirigí rápidamente al chat con Gia para escribirle. Tenía varios mensajes pendientes de ella acerca de nuestro paradero y porque tardábamos tanto, eso me hizo sentir culpable porque iba a mentirle descaradamente.


iMessages:

you
hey gigi
perdón
mi mamá tuvo un
inconveniente y me pidió
que volviera a casa
nos podemos ver otro día mejor

gigi<3
Hey!
me asusté mucho
está bien, sin problemas
sabes algo de Rue?

you
creo que mencionó irse con una
compañera de la escuela
jewel o algo así
no te preocupes
nos vemos mañana en la escuela

gigi<3
nos vemos, te quiero






Luego le escribí a Maddy y a mamá que estuve con Rue y que al final no iría a la casa de las Bennett porque se nos hizo demasiado tarde y mañana debíamos despertarnos temprano.

Me sentía terrible mintiéndoles, pero no podía decirles la verdad sin esperar a que enloquecieran por completo. Preferí mil veces eso.

—¿Ya estás lista?—cuestionó Fez desde el living. Ni siquiera me di cuenta en que momento se había ido, solo que Ashtray no despegaba los ojos de mi persona, lo que logró que enarcara la ceja en su dirección.

—¿Te gusta lo que ves?—una sonrisa se iba dibujando en mi rostro al notar la expresión de fastidio en la de él.

—¡Bro, llévatela ahora!—alzó la voz en forma de una orden así que reí por lo bajo saliendo de la habitación, y justo cuando le pasé por el lado, su voz me detuvo—, espera.

Noté que caminaba hacia su armario y de allí sacó una sudadera gris con capucha. Desde su lugar me la tiró bruscamente y con mis reflejos logré atraparla en el aire.

—¿Acaso esta es tu buena acción del día?—cuestioné con curiosidad observando la prenda de algodón. Se veía limpia, lisa y prolija.

Este chico era más ordenado que yo.

—Solo esfúmate de mi casa, Pérez.

Escondí una sonrisa por su respuesta y me coloqué el hoodie antes de caminar hasta el living, tomar mis cosas y seguir a Fez al auto.

Que día.
























LUEGO DE HACER DEBERES, tomar una ducha de agua caliente, cenar y contarle a mi madre acerca de mi día mientras mi padre destapaba una cerveza y se sentaba en el sofá como de costumbre, por fin pude acostarme.

Estaba tapada hasta la cabeza, viendo Keeping Up with The Kardashians cuando Maddy se adentró a mi habitación cerrando la puerta tras de sí. No debía mirar ni siquiera en su dirección para saber que se trataba de ella, conocía la forma en que cada integrante de mi familia abría la puerta y mi hermana, como si fuera poco, era la única que no tocaba antes de entrar.

—No estoy—murmuré concentrada en envidiar la mansión en la que vive Kris Jenner. La verdadera mujer de negocios, ¿uh? ya quisiera yo comenzar trabajando como vendedora de donas y terminar siendo toda una señora multimillonaria.

—Ups, demasiado tarde. Hazte a un lado—bufé cuando ella me empujó para acostarse a mi lado y envolverse con las mantas. De niñas siempre dormíamos juntas porque a mí me daba mucho miedo la oscuridad y una vez que crecimos, dejamos a un lado esa vieja tradición—, debes contarme ya que hiciste hoy—abrí la boca para responder pero fui interrumpida—, y ni te atrevas a mentirme. Soy tu hermana, te conozco más que a ti misma. No te creo nada eso que estuviste con Rue corriendo por los prados, ¿qué pasó?

No era de ocultarle cosas a Mads realmente. Es decir, no es que le contaba absolutamente todo pero tampoco tendría problema en hacerlo. No es como si ella fuera un ejemplo de persona correcta así que nunca me juzgaría, pero no quería que se pusiera demasiado alterada o se le escapara frente a mamá porque la cosa se pondría áspera.

—Y mira que he sido buena en no decirle a mamá que no te creía nada, estúpida—exclamó al notar mi indecisión con respecto al tema—, no diré nada, lo prometo.

Volqué los ojos, ya había sucedido. ¿Qué más podía hacer?

—Fui con Rue hasta lo de Fezco, pero en un principio no sabía que iríamos—aclaré con un tono de voz considerablemente bajo por miedo a que alguno de mis padres me oyera—, quería buscar drogas, ya sabes.

—Pero, ¿no salió de rehabilitación hace unos días?—inquirió confusa.

—Bueno, Maddy, sorpresa para ti. Que no todas las personas que van a rehabilitación, se rehabilitan—musité obvia a lo que ella se encogió de hombros invitándome a proseguir con la historia—, resulta que justo una gente peligrosa de Fez llegaba a su casa, quizás para venderle productos, no quise preguntar mucho realmente.

Maddy arrugó el rostro disgustada y preocupada, sabía que reaccionaría así pero lo estaba tomando con mucha más calma de lo que imaginé, así que punto para ella.

—Me encerré en la habitación de Ashtray y Rue quedó con ellos. Se ve que tomó drogas y la llevaron con una tal Jewel—agregué bostezando en el proceso. Fueron demasiados sucesos para un solo día que de solo pensarlo me sentía agotada—, me quedé dormida y luego Fez me trajo hasta aquí.

—Mierda, May—susurró en español en un tono acusatorio—, debes tener cuidado. Ya sabes, Fezco me parece agradable pero anda metido en mucha mierda y creo que no tendrías que involucrarte tanto—recomendó la chica con un novio tóxico y traumado—. Me imagino que la sudadera que trajiste hoy era del mini narco, a que sí.

No empieces—advertí por su expresión pícara. Ella alzó sus manos en señal de paz, haciéndose la desentendida—, nos caemos mal. El sentimiento es mutuo.

—Yo no le presto ropa a alguien que detesto—canturreó. Tampoco entendí ese buen gesto que tuvo ya que desde que nos conocíamos no había sido más que un patán conmigo pero no iba a darle tantas vueltas de todas formas—, quizás la equivocada soy yo, como sea.

Sí, claro. Madeleine Pérez diciendo que estaba equivocada, ni ella se lo creía.

—Púdrete—la codeé logrando que soltara una risita por lo bajo—, tendré cuidado, no te preocupes.

—Lo sé, por algo eres mi hermana—halagó en su faceta más narcisista y se acomodó en el colchón—, te quiero, May. Qué descanses.

—Yo también, Mads.







before u go !!




holii, ¿cómo están? <3

cuarto capítulo publicado🦋

q opinan sobre estas interacciones con ash? 7u7 hsjsjss

pregunta, ¿de que signo creen que es may? 🤨

anyways, espero que les guste. gracias por darme una oportunidad y leer la historia, significa mucho para mí<3

comenten que les pareció ¡!

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