Vidas cruzadas: El ciclo. #2...

Por AbbyCon2B

336K 42.6K 96.5K

Su amor ha demostrado ser más fuerte que aquellos obstáculos en el camino, pero su historia apenas comienza... Más

NOTA DE LA AUTORA Y MÁS.
113
114
115
116
117
118
119
120
121
122
123
124
125
126
127
128
129
130
131
132
133
134
135
136
137
138
139
140
141
142
143
144
145
146
147
148
TRAILER OFICIAL.
149
150
151
152
153
154
155
156
157
158
159
160
161
162
163
164
165
166
167
168
169
170
171
172
173
174
175
176
177
178
179
180
181
182
183
184
185
186
PERSONAJES.
187
188
189
190
191
192
193
194
195
196
197
198
199
200
201
202
203
204
205
206
207
208
209
210
211
212
213
214
215
216
217
218
219
220
221
222
223
224
225
226
227
228
229
230
231
233
234
235
236
237
238
AGRADECIMIENTOS.
Un trailer que tenía guardado.
Cuarto libro de Vidas Cruzadas: El ciclo (Disponible)

232

1.6K 299 1.4K
Por AbbyCon2B

Olivia observó desde la mesa como los tres duendes recorrían los libreros, indagando entre todos los frascos. Desaparecían y aparecían en distintas zonas de la casa, recogiendo todo lo que necesitaban para dejarlo otra vez en la mesa frente a ella. Era difícil seguirles el ritmo, pero al menos la entretenían con sus constantes peleas.

Le recordaban a alguien, solo no conseguía identificar a quién.

—¿Y qué es exactamente la gema? ¿Cómo funciona?

Odo fue quién respondió a su historia, sentándose sobre la tapa de uno de los frascos que habían traído hacia la mesa y de algún lado parecía haber sacado una galleta de chocolate, de la cual comía una miga grande como sus manos.

—Son fuentes poderosas de energía, de las más poderosas que existen. Como la nuestra —. Mordió la miga metiendo cuanto pudo en su boca y acarició su barriga—. Algunas energías necesitan de un tercero que las manejen y otras como tu gema tienen vida propia. Es consciente de su entorno y su objetivo y por eso te protege solo a ti e interviene cuando es necesario.

—¿O sea que está viva?

Odo asintió y Lirp apareció a su lado con una enorme galleta que intentaba sostener. El peso fue demasiado y lo hizo caer del frasco hacia la superficie de la mesa.

—Tan viva como se puede estar, pero en mi experiencia, son muy malhumoradas —. Se enderezó, acomodándose su sombrero e intentó levantar la galleta—. Solo se quejan y quejan todo...el...día...

Olivia tomó la galleta por él y la dejó sobre su pequeña mesa. Las mejillas de Lirp se sonrojaron y se quitó el sombrero para agradecerle.

—Aún me cuesta entender como una gema puede estar viva.

—No es la gema en sí, viajera, es la energía en su interior. Ha habido casos donde la energía se ha materializado en forma humana —explicó Odo—. Cuando su viajero está en gran peligro y no tiene otra forma de protegerlo, la gema puede hacer eso.

—¿Tiene una forma humana?

—Todos la tenemos, hace que hablar con los humanos sea más fácil, porque si no gritan y lloran como Lirp cuando le pegas en las pompas —. Kuch apareció solo para darle una buena patada a su amigo y desapareció mientras este se quejaba y sobaba sus nalgas—. Así mismo. La forma humana nos ayuda a interactuar con el mundo mortal y también a intervenir cuando es necesario.

—¿Y ustedes por qué no usan su forma humana?

—Los duendes no podemos mantenerla por mucho tiempo, nos agota demasiado.

—Tenemos batería como un celular de esos graciosos que tienen en el futuro —explicó Lirp y apareció unos cubiertos pequeños en sus manos para empezar a comer la galleta. Su boca se aguaba solo con verla—. Podemos hacer muchas cosas, pero convertirnos en humanos es de esas que nos cuesta demasiado.

—Solo los superiores pueden hacerlo y permanecer en esa forma por mucho tiempo, el resto de los reinos están muy limitados. Pero somos buenos con los números —comentó con cierto orgullo y sus ojos brillaron ilusionados.

Olivia sonrió y su corazón se encogió de ternura.

—Deben ser los mejores con los números, según tengo entendido la administración es una carrera muy difícil.

—Uh, sí, lo es, viajera. Agotadora. Papeles por todas partes —. La habitación se llenó de pilas de papeles mientras Odo hablaba y luego desaparecieron—. Es frustrante y no nos valoran lo suficiente. Ni siquiera nos pagan.

—Es verdad —confirmó Lirp con su boca llena en galleta.

—Pues en nombre de todos los humanos, les agradezco por su excelente trabajo.

Ambos le sonrieron e incluso Kuch apareció con su sombrero estrujado entre sus manos y una enorme sonrisa.

—Es verdad lo que dicen de ti, viajera, eres muy buena hasta sin memorias.

La mesa se llenó de distintos frascos con hierbas y polvos extraños, solo Odo y Kuch parecían concentrados en la tarea, pues Lirp se encontraba enfocado en terminarse su enorme galleta. Parecía ser casi de su tamaño y Olivia no veía como podría terminársela toda, pero lo hizo. A los duendes les encantaba el azúcar.

—¿Y de dónde viene la gema? —preguntó cuando volvieron a aparecer y ya no se marcharon otra vez.

Odo y Kuch se limpiaron el sudor de la frente y fueron a sentarse en el aire, pero antes de caer unas pequeñas sillas aparecieron sobre la superficie de la mesa.

—Es una larga historia ¿palomitas?

Miró a su alrededor en busca de las mismas y aparecieron en un tarro frente a ella. Un tarro adecuado para su tamaño. Se rio y también apareció un refresco de coca cola. La coca cola ni siquiera existía por esas fechas.

—Todo comenzó hace mucho tiempo...Aunque bueno, al menos así lo vemos nosotros. Es difícil saber cuál es el comienzo —aclaró Odo—. Dos viajeros como tu empezaron el legado en una época donde los seres como nosotros y los humanos vivían en armonía. Oh, vaya tiempos, podemos caminar por las calles, charlar con nuestros amigos los gigantes...

—Amigos —. Lirp escupió hacia una pequeña cubeta que luego desapareció y gruñó—. Siempre me aplastan con sus gigantes pies.

—Siguen siendo nuestros amigos y familiares lejanos.

—Muy lejanos —murmuró Kuch.

Odo rodó los ojos y continuó.

—Como decía, eran tiempos armoniosos y estos dos increíbles viajeros lograron dominar la energía de las gemas como ningún otro. La internalizaron para que se volviera suya, podían viajar en el tiempo a sus antojos y hacer mucho más. Son muy buenos con nosotros y su hogar era el mejor hogar de todos. Hasta los Dioses visitaban desde los siete reinos y convivían con los mortales, ayudándoles con sus preocupaciones y asistiendo en las complejas construcciones.

—¿Pero ¿Qué sucedió?

—Ambición —gruñeron por lo bajo—. Los humanos empezaron a complotarse para robarse el poder de las gemas y los viajeros tuvieron que encerrarnos lejos del mundo de los mortales. Nos enviaron a los siete reinos para protegernos y ellos huyeron con las gemas, las resguardaron y sellaron las cuevas para que solo aquellos portadores de su sangre pudieran verlas. De esa forma siempre estarían protegidas de los mortales.

—¿Y los viajeros? ¿Murieron?

—Oh, no, por su valentía el gran Señor les visitó... ¡Fue todo un evento! Oh, por los gigantes, lo recuerdo como si fuera ayer.

Kuch se inclinó hacia Odo y murmuró.

—Sí fue ayer, todavía me duelen las manos de aplaudir tanto —. Extendió sus palmas hacia Olivia y señaló—. Todavía están rojas ¿ves?

Olivia frunció el ceño.

—Esperen ¿Cómo puede haber sido ayer? Dijeron que habían pasado años.

—Ah eso, no estamos atados a ningún tiempo terrenal, podemos ir y venir entre los años como queramos y visitar las mismas fechas una y otra vez. Repetirlas como una película.

Lirp se rio.

—Películas...Nunca entenderé esas cosas.

—La ceremonia de los viajeros fue hace miles de años, pero nosotros viajamos en el tiempo y la vimos ayer —aclaró Odo—. El gran Señor les permitió ingresar a los siete reinos... ¡Ningún mortal nunca ha sido concedido tal permiso! Y una vez en los siete reinos les otorgó su propio reino, el reino de los Guardianes.

» Con ellos nació una nueva era y cuando este séptimo reino creció en la cima del monte de las Lágrimas Doradas, cientos de gemas aparecieron en su interior y todas con un nombre. Fue impresionante. Nunca habíamos visto tantas gemas, más de cientos, eran billones.

—Veintiocho mil trecientos ochenta y cuatro mil novecientas tres billones de gemas. Las conté —dijo Lirp con orgullo.

—Y durante años los duendes nos hemos encargado de colocar las gemas en su lugar. Somos los más rápidos y pequeños del reino, así que somos los mejores para la tarea. Metemos la gema en un bucle, la lanzamos frente a un viajero, se la enviamos por correo ¡cientos de formas! Y cuando el viajero queda a solas con la gema y la toca ¡Boom! —. Un destelló de luz la hizo cerrar los ojos—. Viajan en el tiempo hacia donde deben ir.

—Cada gema tiene las identidades del viajero y la fecha exacta a la que debe viajar con su ubicación. Algunos pueden aparecer en el mismo lugar años al pasado y otros pueden moverse kilómetros hacia nuevas tierras. Pero todos viajan.

—Y solo hacia el pasado —agregó Lirp y se terminó su galleta—. Las gemas no sirven para ir de regreso. Solo un viaje de ida.

—¿Entonces como vuelven?

—Pues no se supone que deban volver, pero los primeros intentos (eliminados de la faz del Universo) demostraron que los humanos se deprimían al ser separados de sus familias, así que crearon las cuevas. Cualquier persona puede usar las cuevas, siempre y cuando tengan sangre descendiente de viajeros. Y pues las familias de los elegidos casi siempre tienen sangre, de esa forma todos pueden reunirse así sea por un rato.

—¿Y cómo es que algunos tienen sangre de viajeros y otros no?

—Oh, eso es una clase de evolución. Mi favorita —. La silla de Odo desapareció y en su lugar llegó una pizarra con su marcado que Odo usó para dibujar—. Hay dos ramas de humanos; los que evolucionaron de una sopa de organismos y los que descienden de viajeros del futuro que viajaron hacia el comienzo del tiempo. Los viajeros de los que te hablé antes. En total la población de viajeros mundial equivale al 0,0123% de la población total, así que podríamos considerarte una especie única e inigualable. Felicidades. El resto de los humanos son simples y aburridos. Puaj.

Los tres hicieron una arqueada y Olivia se rio.

—Pero no todos los descendientes de viajeros son elegidos, se necesitan ciertas cualidades para recibir una gema. Tener ciertos conocimientos, ciertas habilidades o cierta personalidad. Todos los viajeros hacen historia y por ello deben ser especiales. Otra vez, felicidades. Eres especial.

Olivia miró hacia su collar y sujetó la gema.

Esperaba poder recuperar sus recuerdos para que todo ese remolino de ideas y pensamientos se aclarara. Sentía que estar allí sentada no era lo correcto, debía estar afuera intentando ir a alguna parte ¿pero hacia dónde? Claramente no era volver a su tiempo, por algún motivo estaba muy cómoda estando en el siglo diecinueve.

—Hay otra cosa —. Regresó su atención hacia los duendes y descubrió que ahora los tres estaban sentados en un sofá miniatura y Lirp se sobaba la panza inflada—. El amor. Todos los viajeros están destinados a encontrar una pareja y enlazarse de por vida.

—Un ancla le llamamos —agregó Kuch.

—¿Qué significa eso?

—Es una forma de evitar que los viajeros enloquezcan, de esa forma y con un compañero de vida, todos consiguen formar una familia e instalarse en la época a la que han llegado sin importar las adversidades.

—No se sienten tan solos y las noches son cálidas. Oh, el amor... ¡Abrázame, Odo, voy a llorar!

Kuch y Odo se fundieron en un gran abrazo y Lirp eructó por un largo minuto.

—Cuando un viajero y su ancla se encuentran conectan al instante, sus energías son compatibles y el amor es fuerte, pero cuando intiman...Oh, esa es la forma completa de conexión, viajera. Después de ese momento sus sentimientos y mentes pueden fusionarse en una. Algunos sin saberlo hasta se comunican telepáticamente o pueden sentir cuando el otro se encuentra en peligro. Es la unión más fuerte en la tierra y es lo que ha mantenido a los viajeros con vida durante siglos. Eso y que tienen una gema protectora.

—Entonces yo... ¿Podría ser que yo tenga un ancla? ¿Suponiendo que esté casada ¿podría ser él mi ancla?

—Sin duda, no hay viajero que llegue a una nueva época donde no tenga a alguien esperándole. Las anclas normalmente también descienden de viajeros así que deberías saber que pueden ver la cueva e incluso viajar a través de ella.

—Pero no todas las anclas y viajeros se encuentran fácilmente. Oh, las historias desgarradoras que hemos presenciado —. Kuch se limpió las lágrimas con un pañuelo y sonó su nariz ruidosamente—. A veces les cuesta estar juntos, a veces se niegan al fuerte amor que sienten entre ellos o las circunstancia les separa y forman vidas apartes.

—Pero siempre vuelven a reunirse, viajera. El destino se asegurará de que así sea.

—¿Y si uno muere?

—Pues los viajeros no pueden morir hasta que sea su momento, de estar al borde de la muerta, la gema intervendría o algún tercero. Y en el caso del ancla, ellos mueren cuando muere el viajero. Es casi como si sus vidas estuvieran conectadas. Pero mientras el viajero viva, el ancla es prácticamente inmortal, puede desangrarse durante horas que seguirá con vida...Sufriendo, pero vivo.

—¿Y hay algún viajero que no tenga ancla?

Los tres duendes pensaron una respuesta y negaron.

—Nop, todos tienen un ancla, aunque supongo que podría no ser una pareja...Tal vez sea un amigo o una mascota. Algún tipo de amor muy fuerte. O a veces puede que no conozcan a su ancla hasta muchos años después. Las opciones son infinitas, pero todos necesitan un ancla. Es lo que les permite mantenerse cuerdos ante los cambios de escenario.

Olivia lo comprendía y se preguntaba quién sería su ancla.

Si miraba hacia sus manos, podía notar que tenía la marca de un anillo en el dedo, como si hubiera estado casada. ¿Se lo había quitado voluntariamente? ¿Había terminado su matrimonio? ¿O le habían robado? Las posibilidades eran infinitas, pero si lo que los duendes le decían significaba que tenía una vida en mil ochocientos ochenta y una familia que la esperaba en alguna parte...entonces quería encontrarlos. Necesitaba encontrarlos cuanto antes.

—Y esa es parte de la historia, pero ahora sabes mucho sobre las gemas y los viajeros.

—Pero quiero saber más.

—Más lento, viajera, debemos enfocarnos en sanar tus heridas.

Suspiró y supo que tenían razón.

Doroteia entró en la habitación justo cuando los duendes empezaban a preparar una bebida con las cosas que habían recogido. Ella traía una bandeja con té y galletas que dejó frente a Olivia.

—¿Cómo lo llevas? Espero que no te hayan aturdido con información.

—No, son excelente compañía. Yo espero no estar molestando con mi presencia.

—En lo absoluto, enfócate en sanar y recuperar tus recuerdos, nosotros nos encargamos del resto.

Doroteia se marchó y los duendes agregaron la sustancia que habían preparado al té.

—¿Qué era eso?

—Te ayudará a sanar más rápido, aunque aun así tendrás que pedirle a la gema por un poco de asistencia. Nosotros solo podemos sanarte desde afuera, pero las heridas internas son cosas complejas.

Olivia miró hacia su collar y tomó el té.

—¿Cómo le pido a la gema?

—Hablando —contestó Lirp—. A menos que domines las artes de la comunicación interna...Oh, enséñame, viajera.

—Me temo que no sé cómo hacer eso —rio—. ¿Pero puedo simplemente preguntarle?

—Así es, responderá si considera necesario hacerlo.

—De acuerdo...Eh...Hola, gema... ¿Podrías...Esto...Eh... ¿Ayudarme a sanar mis heridas?

Miró hacia los duendes en silencio, esperando que algo sucediera y ellos se encogieron de hombros y regresaron a jugar a las cartas.

—Les dije que eran malhumoradas —murmuró Lirp.

Olivia continuó tomándose su té y pasaron algunos minutos hasta que notó que la gema se entibiaba contra su piel. Se enderezó bruscamente, sobresaltada por la extraña sensación y los duendes se acercaron curiosos para ver. Treparon por su brazo hasta llegar a su hombro y se dejaron colgar de su vestido para llegar a tocar la gema.

—Oh, está funcionando —señaló Odo—. Es de gran importancia que no te la quites ahora que ha empezado a sanarte. Estarás lista en cuestión de días.

—¿Y luego podré recuperar mis recuerdos?

—Así es, viajera. ¡Volverás a casa!

No podía emocionarse del todo por esas palabras, porque ni siquiera sabía donde quedaba su casa, pero les agradeció y los duendes desaparecieron, llevándose cualquier rastro de que los había visto en primer lugar.

Si no tuviera una gema magia en su cuello o se encontrara en otro siglo, jamás habría creído nada de lo que veía, pero ahora las posibilidades eran infinitas. Todo un universo de criaturas mitológicas existía y ella se preguntaba que tan lejos llegaría. ¿Qué tanto ocultaría la naturaleza? Pero incluso ante su fascinación por la información descubierta, su mente seguía enfocándose en una cosa y solo una cosa.

Un nombre.

Un hombre.

Jonathan. Sentía otra vez que las respuestas estaban con él. ¿Y si era ese su marido? ¿Tal vez era a quién debía buscar?

Se fue a sentar en el sofá, pero se detuvo cuando escuchó un golpe brusco en el exterior. Vio unas figuras desde la ventana y su sangre se congeló. ¿Había sido eso un disparo? 

Seguir leyendo

También te gustarán

130K 23.2K 20
Séptima entrega de la Saga Ordinales
11.8K 897 15
"𝙈𝙮 𝙝𝙚𝙖𝙧𝙩 𝙞𝙨 𝙗𝙧𝙤𝙠𝙚 𝙗𝙪𝙩 𝙄 𝙝𝙖𝙫𝙚 𝙨𝙤𝙢𝙚 𝙜𝙡𝙪𝙚 𝙃𝙚𝙡𝙥 𝙢𝙚 𝙞𝙣𝙝𝙖𝙡𝙚 𝙖𝙣𝙙 𝙢𝙚𝙣𝙙 𝙞𝙩 𝙬𝙞𝙩𝙝 𝙮𝙤𝙪" Fama, d...
5.3K 540 5
Shoto no entiende muchas cosas, nadie le dice nada y todos parece querer decirle qué hacer. Habrá que mirar al pasado para comprender.
8.6K 1.5K 5
🗡️❪ Male! Oc ❫ ᶻ 𝘇 𐰁ᵎᵎ-❛Percy Jackson and The Olympians 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻❜ 𝗪𝗢𝗟|| ❝¿Salvar a todo el Olimpo y los Semidioses? o ...