Luego de entregarse en cuerpo y alma, se tumbaron de lado en la cama. Una frente a la otra. Mirándose. Porque podrían pasar toda la vida en esas, mirándose.
Tratando de acertar qué pensamiento pasa en ese momento y que aunque no salga en palabras, probablemente los ojos lo dirían.
Las manos recorrían el cuerpo de la otra muy suavemente por el brazo, el costado, el filo de la cadera, la nalga, hasta el muslo. Sus piernas estaban entrelazadas.
-"Sabes una cosa?" dijo Luisita casi en un susurro. "A mi vida le faltaba algo, como un eslabón, o una pieza de rompecabezas, y la verdad es que no sabía cómo ni cuando ni donde ni qué o quién sería..." la miraba colocando una mano en su mejilla. "...y eras tú Amelia. Yo te esperaba y tú llegaste. Y eso me hace muy feliz" dijo con tanta emoción que sus ojos se aguaron.
-"Cariño, no te pongas así" le dijo limpiando sus lágrimas. "Y si yo te dijera que pensaba que en mi vida no encontraría más la alegría, que viviría sumida en un recuerdo, que no podría llegar a querer a alguien más, a poderme entregar y hacer el amor, a tener ganas de vivir y volver a sentir, a darme una oportunidad..." ahora ella quien ponía su mano acariciando el pelo y la cara de la rubia, "...y cuán equivocada estaba, hasta que te vi, y miré esos ojos marrones que me derriten" decía dándole un tierno y prolongado beso.
Luisita se tumbó boca arriba mientras Amelia seguía en ese beso que ahora bajaba al cuello de la rubia para acurrucarse momentáneamente en él. A la rubia le llegaban a la mente ciertos temores.
-"Amelia, yo no quisiera que esto fuera una aventura de viaje nada más...porque...es que..." decía pero estaba muy dudosa de seguir con aquello que la atormentaba.
-"Pooooor...queeee" Amelia trataba de ayudar a completar la oración separándose del cuello y mirándola ahora a los ojos a ver si encontraba aclarar el pensamiento de la otra.
-"Ufff.. es que..." inhalaba y exhalaba profundamente como para armarse de valor.
-"Luisita, dilo, sin rodeos, lo que sea!"
-"Joder Amelia! Que no es fácil tratar de decirte que me gustas, que me encantas, que me estoy enamorando de ti coño!... bffff" dijo botando todo el aire y esperando la peor respuesta a eso que acababa de confesar.
-"Escúchame Luisita" comenzó en tu tono suave tratando de bajar la tensión de Luisi y del momento.
-"Yo no he venido de viaje buscando tener sexo o una noche descontrolada con alguien, porque no hago eso y no soy así tampoco. Yo siento que te conozco de toda la vida. Es que es algo que yo misma no puedo explicarte. Sí te confieso que tengo temor, porque la partida de Antonella me tocó muy duro, yo sentía que todo se acababa, todo. No me interesaba conocer gente, me encerré en mi misma y en mis recuerdos..."
"...Pero luego te vi, y sentí cosas que no sabía que podía volver a sentir porque no me las permitía. Me has devuelto la ilusión, la esperanza de poder tener a alguien en mi vida que me haya hecho renacer, que me haya borrado la tristeza, y que vuelva a creer en el amor. Y sí, es cierto que quizás esto sea muy rápido, sí es cierto que tengo miedo de que esto sea una locura, pero sabes?..." se acomodó en la cama y tomó de las manos a Luisita, "cuando tuve temor de saltar, alguien muy sabia me dijo unas palabras..." Amelia se emocionaba por todo aquello que salía de su corazón y Luisita la miraba con lágrimas.
- "...una joven muy guapa y sabia me dijo: Mírame y Confía, y es lo que te quiero decir ahora Luisita. Porque sin quererlo y sin esperarlo, me estoy enamorando de ti también" confesó aquello que su corazón le dictaba. "Confiemos en lo que dicen nuestros ojos cuando nos miramos; confiemos en lo que sentimos, en lo que nos decimos. En lo que nuestros corazones y nuestra piel nos pide a toda costa" Amelia le decía.
Se acercó nuevamente a Luisita para besarla apasionadamente.
-"mmmmmm... per.. pero Am..Amelia es..." ella trataba de hablar entre aquel intercambio de besos, labios y lenguas. "Amelia, pero es que tenemos que hablarlo, no crees?" dijo tomando un poco de aire.
-"Sí, claro, pero ahora mejor hablemos de otra cosa y de otra forma" dijo lanzándose encima de Luisi tomando el control esta vez.
Si la noche anterior comenzó todo muy despacio, sutil y delicado, esta vez era todo lo contrario: salvaje, descontrolado y apasionado.
Amelia tomó el mando sentando las pautas de como se hablaba sin hablar. Deseaba con toda su alma poder demostrarle desesperadamente todo lo que había despertado en ella. Seguramente sería el principio de muchas noches salvajes y mañanas placenteras.
Besaba con desespero los labios de la rubia y bajaba al cuello recorriendo todos sus lunares. Besos mojados. Su lengua paseaba desde el centro del cuello hacia arriba, pasando por la barbilla, llegando a la boca de la rubia, y comenzaba un nuevo duelo de lenguas, besos y mordiscos.
-"Puedo morir en tus labios Amelia"
-"Y yo quiero vivir en los tuyos Luisi"
Luisita estaba en éxtasis. Se dejaba hacer todo lo que la morena tocaba y besaba. Sentía cómo en cada beso, en cada caricia, su piel y su cuerpo reaccionaban. Amelia notaba a leguas toda esa tensión muscular.
-"Siempre te gusta hablar así?" preguntaba Luisita entre jadeos.
-"Es que hablando se entiende la gente, no?" le dijo en un susurro muy sexy en el oido. "Y puedo yo hablarlo todo y tu no decir nada también" le dijo lamiendo muy suave la oreja.
Y en ese momento la mano de la morena bajó acariciando los pechos, deteniéndose para brindarles especial atención, agarrando los pezones y masajeándolos. Luego su mano siguió su camino hacia el abdomen hasta que comenzó a explorar el sexo de la rubia que estaba muy húmedo, al igual que el de ella.
-"Sigue hablando...todo lo que quieras...que me callo" dijo soltando el aire al sentir aquellos dedos introduciéndose en ella.
Movía sus caderas buscando más placer del que estaba recibiendo. Amelia seguía a su lado atacando sin misericordia el cuello y la vagina de la rubia mientras la otra masajeaba los senos de la morena como podía, pues se sentía en descontrol total.
Abría sus piernas de par en par invitándola a quedarse y no irse. Amelia entendió aquella señal y aceptó adentrarse a su intimidad. Sus besos y lametazos en los labios exteriores llegaban avisando que lo mejor estaba por ocurrir.
Comenzó a chupar su clítoris, a moverlo en forma circular con la lengua, y Luisita estaba llegando al estallido final. La rubia jadeaba agarrando la cabeza de Amelia y presionándola con fuerza porque quería más. Amelia mientras chupaba y lamía, movía sus dedos rítmicamente, marcando el paso.
-"Amelia por Dios...me estás matando!...ufff... siiií, sííí...joder!"
Amelia se acomodó de rodillas al lado de Luisita y ella introdujo también sus dedos en la morena. Ambas se acariciaban dándose placer mutuamente, estaban en extasis total. Se volvieron a entregar, y aunque casi no hubo palabras, se lo dijeron todo. Sus ojos hablaban por ellas, sus pieles reaccionaban a cada contacto, sus besos saboreaban sus almas, y se entregaron nuevamente, explotando en un orgasmo simultáneo.
Se fundieron en un abrazo tembloroso mientras sus latidos trataban de conseguir un solo ritmo. Al oído, con toda la sinceridad y con los sentimientos a flor de piel que el momento propiciaba, en aquel cuarto, en aquella cama y entre sábanas, se confesaron mutuamente.
-"Te quiero"
-"Te quiero"
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-"Donde estará Amelia que la llamo y no me contesta" se preguntaba María con curiosidad y tratando de recordar la noche anterior, pero solo tenía vagos recuerdos.
-"Ignacio! Haz hablado con Amelia? Que le llamo al celular y no hay signos de ella?
-"No amor, no me ha llamado ni mensaje tampoco. Yo solo le escribí anoche cuando llegamos para decirle que te querías trepar en la barra del hotel para bailar "Calypso" de Luis Fonsi y beberte una botella de tequila. De hecho, me parece que estaba muy entretenida y ocupada con una rubia dueña de un restaurant" le dijo Ignacio terminando de vestirse pues iban de paseo.
-"Madre mía, la perdimos. Bueno, sigo intentando de camino por si quiere acompañarnos".
~~~~~
Las chicas habían descansado un poco luego de haber tenido una mañana un tanto agitada. A lo lejos sonaba un celular.
-"Amor..." dijo Luisita dejando besos en la mejilla y acariciando con su nariz, "ese es tu teléfono porque el mio está en la mesa. Debes cogerlo que deben ser tus amigos y probablemente estén preocupados por ti".
-"Sí, deben ser ellos. Creo que íbamos a visitar algo hoy, no se" contestó. "Y una pregunta, tú no abres hoy el restaurant?" le preguntó acariciando la espalda a la rubia.
-"Sí, pero Naya a veces se encarga los domingos de abrir. Y ya le dejé saber que llego más tarde o no llegue" le dijo sonriente entre los labios. "Te apetece comer algo por aquello de recuperar las energías?"
-"Recuperar las energías y calmar el estómago porque estoy que me muero del hambre".
-"Pues no se diga más. Voy a preparar algo mientras hablas con ellos." le dijo dándole un beso, esta vez más prolongado.
Luisita se levantó, se puso un camisón por encima y le dejó otro a Amelia. Se dirigía hacia la cocina para preparar café y unos emparedados de pavo con ensalada de granos como acompañamiento. Amelia, en cambio, trataba de localizar su móvil entre medio de la ropa tirada en el suelo.
-"Nueve llamadas sin contestar!! cinco mensajes por texto!! siete mensajes por whatsapp!! Y no se nada de ti cabrona!!!" gritó María al otro lado. "Solo espero que tengas una muy buena excusa para esto, Amelia Ledesma, esto no se hace!"
Amelia dirigió su mirada hacia la cocina donde estaba Luisita mezclando los ingredientes de la ensalada de granos.
-"Bueno...es que anoche tuve una gran conversación".
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Capítulo escrito junto a mi partner in crime Luciana Caporale, que ha puesto su sello personal❤️ Gracias Guapa por estar!! TQM! ❤️🧡💛💚💙💜🤍
Gracias también por la foto a principio de este capítulo, que es cortesía de una de nuestras fan de "Entre Mares" Chelona05. Sorpresa! Lo prometido es deuda😁 Chelona05
Gracias por sus ⭐️, por sus comentarios, preguntas, en fin, por leer, comentar y ser parte bonita de esta aventura🙏🏻😊
Un abrazo caluroso y lleno de mucho cariñito 🌊😎