Rick había estado en lo correcto. La lluvia acabó luego de casi una hora, pero logramos recolectar una buena cantidad de agua.
— ¿Es necesario seguir caminando? — Tara se sentó a mi lado en el suelo. — Tenemos todo aquí.
— Necesitamos un buen lugar para establecer una comunidad. — Rick hablaba en el centro del círculo improvisado que habíamos formado.— Mira el techo, una lluvia más y no aguantará. Caerá sobre nosotros.
— ¿A dónde planeas llegar exactamente? — mantuve mi boca cerrada mientras Abraham hablaba.
Rick miró por un momento a Eugene.
— A Washington. — abrí los ojos un poco más de lo normal.— Sé que algunos...— desvió su mirada al pelirrojo. — viajaron allí a base de una mentira, pero sigue habiendo posibilidades de encontrar algo mejor.
— Entonces deberíamos irnos ya. — hablé observando el gran agujero en el techo. — Tiene que ser mediodía, tendremos al menos siete u ocho horas de luz más.
— Ya escucharon. — elevó las cejas.— Tomen lo que necesiten y los veo en la entrada.
Agarré mi bolso y revisé que tuviera todo lo que necesitaba.
Enfundé mis cuchillos y guardé uno en mi bota, y otro en el bolsillo trasero de mi pantalón, cerca del arma que escondí en mi cinturón.
— Amelie.— le presté atención a Carl.— ¿Podrías guardarlo, por favor? — me tendió su cómic.— No sé dónde está mi bolso, creo que lo tiene Michonne o mi papá, no lo sé.— fruncí un poco el ceño.
— Yo lo guardo, no te preocupes.— lo acepté y le hice un espacio en mi mochila.
— Gracias. — me sonrió. — Te veo afuera. — asentí y lo vi salir de la casa.
Me coloqué la mochila sobre los hombros y también salí. El sol pegó de llenó sobre mi rostro y mi cabeza, por lo que cerré un poco mis ojos, tratando de acostumbrarme a la luz.
Rick comenzó a avanzar mientras miraba un mapa.
— Estamos cerca de un pequeño pueblo. — Michonne se acercó a él para apreciar el pedazo de papel.
— Debemos ir, seguro hay comida. — dijo convencida. Rick asintió y guardó el mapa en su pantalón.
Caminamos por el bosque hasta llegar a la carretera principal, que estaba tan desolada como el momento en el que la dejamos.
Sin dejar de caminar, abrí mi botella de agua y bebí de ella, para luego derramar un poco sobre mi cabeza, dejando que cayera por mi cuello y se distribuyera.
Todos caminábamos en silencio, hasta que unos gruñidos se hicieron oír. Volteé para ver al caminante que nos seguía, pero grande fue mi sorpresa al ver que no era uno, sino al menos unos veinte.
— Mierda.— susurré.— Tenemos problemas. — alcé la voz.
El grupo se giró por completo para observar a los muertos.
— ¿Qué vamos a hacer? — preguntó asustado Gabriel.— Son muchos.
— Vamos a seguir caminando.— levanté mis cejas ante las palabras de Rick.
— Supongo que en algún momento se irán. — Abraham le restó importancia. — No estarán todo el tiempo detrás de nosotros.
— No van a irse, tienen un buen botín de carne fresca al frente.— Daryl sacudió su cabeza y volvió su vista al frente.
— Lidiaremos con ellos cuando podamos, ¿bien? Desde algún lugar alto. — Rick observó al ballestero.— Enfoquémonos en llegar al pueblo.
Miré por última vez a los caminantes que se hallaban lejanos, pero tomarían una gran ventaja si nos deteníamos a descansar.
— Podemos con ellos. — la voz de Sasha llamó mi atención. — Podemos matarlos.
— Apenas tenemos fuerza. — admití y Michonne estuvo de acuerdo.
— Tiene razón. No tiene sentido gastarlas todas ahora.— Sasha sacó su cuchillo y lo empuñó.
— ¿Qué haces? — me interpuse en su camino. — ¿Escuchas algo de lo que decimos?
— Estás enfadada. Lo entiendo. — Michonne habló. — Pero eso te vuelve estúpida y no estás pensando bien esto.
— Al demonio. — nos esquivó y se lanzó a matar a los caminantes.
— ¡Sasha, maldición! — apreté mis dientes y saqué un cuchillo, atrapando el cuello de un caminantes que se acercaba peligrosamente a ella y lo clavé en su cabeza. — ¡Necesitamos ayuda!
Por el rabillo del ojo vi a todo el grupo sumarse a la pelea.
Seguí matando a los caminantes para acercarme a Sasha e intentar detenerla.
— ¡Sasha, no! — grité cuando la vi decapitar a un caminante con su cuchilla, pero el filo se deslizó y alcanzó a cortar el brazo de Daryl.
Él mató al último de los muertos y luego pasó sus ojos desde su brazo a la mujer, haciendo una pequeña mueca.
— Te dijimos que no lo hicieras. — me quedé en silencio cuando Michonne enfrentó a Sasha.— Vete de aquí.
Las observé a ambas con atención hasta que la nombrada apretó su mandíbula y caminó hacia otro lado, pasando por mi lado.
— Amelie.— me giré al escuchar a Rick.— No luce bien. ¿Podrías revisar su brazo?
[...]
Arrastré mis pies sobre el asfalto debido al cansancio.
— Miren eso.— asfixiada por el calor, entrecerré mis ojos para ver lo que Abraham apuntaba.
— ¿Estás seguro de que no es un espejismo?— el pelirrojo me miró mal.— Quiero decir, llevamos horas con el sol sobre nuestras cabezas.
— No es eso. Es un letrero. — Carl llegó a mi lado. — Hope Hill. — leyó. — Dice que está a medio kilómetro. — se giró hacia su padre.
— Es poco. — Rick asintió, con Judith en sus brazos. — Llegaremos en menos de diez minutos.
Volvimos a caminar y poco a poco la vegetación de la ruta fue desapareciendo, presentando ante nosotros una pequeña parada de autobuses y una cabina telefónica antigua.
— Aquí hay como cinco casas.— se quejó Tara.
— Dijeron que era un pueblo pequeño, pero no imaginé que tanto.— contesté y me adelanté en el camino, mirando las pocas casas que habían en la calle.
Todas tenían las puertas en el suelo y sus ventanas estaban completamente destruidas, como si un gran grupo de personas las hubiera saqueado con la fuerza suficiente para derrumbarlas.
— Aquí no hay nada. — Daryl negó entrecerrando sus ojos por el sol.
— No lo sabremos hasta registrarlo.— Rick puso a su pequeña en brazos de Michonne antes de comenzar a hablar.— Formen los mismos grupos de ayer y que los que se quedaron en el refugio se dividan.
Siguiendo las órdenes, nos agrupamos, pero ahora con Noah y Carol a nuestro lado.
— Quince minutos, solo eso. Luego volvemos y nos reencontramos en este punto.— asentimos hacia nuestro líder.
— ¿Dónde iremos primero? — preguntó Carol.
— A ese almacén. — Daryl señaló uno de los edificios. Comenzamos a avanzar.— Nada de peleas.— me advirtió.
— Nos adelantaremos.— asintió hacia la mujer de cabello canoso.
— Díselo a él, no a mí.— me encogí de hombros señalando a Abraham con mi mentón. — Él comenzó.
— Ajá. — elevó sus cejas al decir aquello.
Con una pequeña sonrisa, ignoré el sarcasmo en su voz y nos encaminamos hacia el almacén. Aplasté la cabeza de un caminante sin piernas que se atravesó en mi camino, ensuciando mi calzado con el líquido verdoso y rojizo que salpicó fuera de su cráneo.
Iugh.
Me adentré en el lugar siendo seguida por Daryl. Por dentro se veía como si hubiese sido algún tipo de mercado, con estanterías en todas sus paredes.
— ¿Encontraron algo? — lo escuché preguntar.
— Todavía nada.
Me acerqué a uno de los muebles y revisé los cajones. Tenía tres, pero logré encontrar algo en el último.
Agujas e hilo.
Tomé unas cuantas unidades y las guardé. Las necesitaría.
— Oigan.— volteé para ver a Noah.— Miren esto. — Abraham lo ayudó a correr una de las estanterías, revelando un gigantesco agujero en la pared, que a su vez nos mostraba la fachada de un granero.
— ¿Debemos ir a ver? — Carol se asomó por la pared.
— No. No debe haber más que solo forraje y comida de animales.— Daryl arregló su ballesta.
La mujer lo miró por unos segundos y terminó por aceptar su decisión.
Luego de eso, hicimos un recuento de lo que habíamos encontrado, lo que fue un poco de ropa, un par de mantas y latas vacías. Con eso en nuestras manos, volvimos a la calle.
Observé al resto de nuestro grupo esperar alrededor de algo.
— ¿Qué es eso? — pregunté haciéndome espacio hasta lograr ver una caja con comida hasta el tope.— ¿La encontraron en una de las casas?
— No.— Rick negó y le entregó una hoja a Daryl.
— "De parte de un amigo". — miró hacia todos lados, arrugó el mensaje y tomó su ballesta.
Observé todo lo que había en la caja.
— ¿Qué vamos a hacer con esto? — preguntó Glenn.
— No lo tocaremos, no sabemos quién lo dejó. — Rick también empezó a observar entre los árboles, buscando alguna pista.
— Bueno, — Eugene habló.— si es una trampa, ya caímos. — su mirada estaba en unas galletas dentro de una bolsa.
— Pueden tener algo dentro.— Michonne apoyó a Rick.
— Pero, ¿y si no? — cuestioné.
— Oye, oye, ¿qué haces? — Rosita frunció el ceño al ver a Eugene tomar una de las galletas y llevarla a su boca.
— Control de calidad.— intentó morderla. Digo intentó, porque Abraham se acercó a él y lo golpeó en la mano, haciendo que la comida cayera lejos.
— ¿Estás loco? — habló frente a su rostro.
Apreté mis labios antes de hablar.
— Yo digo que si él quiere probarlo, que lo haga.— me miraron.— Nos sacaríamos una gran duda de encima.
— Amelie.— Tara me miró con reprimenda.
— No podemos. — Rick insistió.
Me quedé callada, igual que todos, tratando de entender qué haríamos con esto.
— ¿Sintieron eso? — Noah miró al cielo.
No hubo de tiempo de preguntar, porque de nuevo estábamos completamente mojados. Otra vez había comenzado a llover.
— ¿Dos días de lluvia? Hace mucho no veía eso.— Abraham colocó su mano sobre sus ojos.
Llevé mi cabeza hacia atrás, sintiendo el agua caer sobre mi rostro y piel, opacando el calor que desprendía mi cuerpo, producto del sol.
El cielo tronó, obligándome a dejar de disfrutar la lluvia.
— No suena bien.— Daryl habló.
— ¡Debemos entrar a una de las casas!— Rick alzó la voz por encima del ruido del agua.
— ¡Están en ruinas!— Glenn negó.
Me acerqué a Daryl para que pudiera oírme.
— El granero.— le dije.— Podemos ocuparlo.— asintió mirándome.
— ¡Síganme, sabemos dónde podemos refugiarnos! — Daryl empezó a caminar, dirigiéndonos.
Rodeamos el almacén y encontramos el granero. La mitad del grupo entró a revisar y los demás nos quedamos fuera, esperando que nos dieran una señal para entrar.
— Todo en orden.
Fue aliviante sentir el techo sobre mi cabeza, dado que la lluvia se hacía cada vez más brava.
Me detuve a observar el interior y me quité la mochila, dejándola en el suelo. Los demás no tardaron en hacer una fogata y acercarse a ella para secar un poco su ropa. Excepto por Daryl, quien estaba sentado en una esquina, lejos de la conversación que se había creado.
Miré la venda en su brazo y tomé un hilo, una aguja y una botella de agua. Me acerqué a él y levantó la mirada cuando mis botas quedaron frente a sus ojos.
— ¿Qué?
— Necesito suturar eso. — me arrodillé a su lado.
— Rick dijo que eras alguna especie de enfermera.— dijo mientras le limpiaba el corte, el cual era bastante profundo.
— Similar.— enhebré la aguja y de mi bolsillo saqué la caja de fósforos para calentarla. — Esto va a dolerte.
— No lo creo. — negó y elevé una de mis cejas.
— Pues bien, pero no digas que no te avisé. — enterré la aguja en su piel y pasé el hilo de un extremo a otro.— Tienes que dejar de moverte o quedará torcida. — no respondió, dado que apretaba su mandíbula en cada puntada que daba.
Hice algo de fuerza para cortar el hilo, estirando un poco su piel.
— Menuda mierda. — logró articular cuando terminé. Le dio un vistazo a la sutura.— No quedó mal.
— Claro que no.— me senté a su lado.— Quedó perfecta.— volví a limpiar la herida, quitando la sangre que había escurrido.
— Yo...ah, gracias.— se removió un poco y me di cuenta de que estaba lo suficientemente cerca para apreciar el azul en sus ojos.
Los observé unos momentos y luego reaccioné, sacudiendo mi cabeza.
— Sí, no hay de qué. — me puse de pie para no incomodarlo más de lo necesario, suficiente tenía con el hecho de que le di pequeñas puñaladas a su piel. — Vendré cada tanto para revisar eso y darte algo para el dolor.
— Ya.
Me alejé y caminé hacia el grupo. Me percaté de que Carol tenía sus ojos sobre mí, así que le sonreí y ella me devolvió el gesto.
Tomé asiento a una distancia de la fogata, cerca de una pared, donde podía sentir el calor pero sin sentir que podía quemarme. Recosté mi cabeza y cerré mis ojos, suspirando.
¿Quién habrá dejado aquella caja?
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Y bueno, hoy volvimos con una nueva actualización, cada vez estamos más cerca de Alexandria y todo.
Espero que les guste.
Ah, y también quiero invitarlos a pasarse por mi perfil porque subí el primer capítulo de un fanfic con Rick Grimes, es algo diferente, así que si pueden ir, sería increible.