[George Weasley]
Yo realmente pensaba que ese almuerzo iba a salir bien. Me sentía realmente estúpido por llevarla al lugar donde coqueteaba constantemente con alguien. Eso era lo malo de coquetear por diversión y tanto tiempo con la chica de los almuerzos.
A penas llegamos juntos ella le pregunto quién era y la barrio con la mirada, nos atendió muy molesta y Amy cada que ella le daba una mala mirada me la devolvia a mi. Amy se molesto y con razón, ella la trato mal pero lo que no entendía era porque se molesto conmigo.
Cuando estábamos esperando me dijo que no iba a querer nada porque no soportaba esto, le dije que no fuera dramática pero fue peor... Se molesto más y simplemente negó para volver a decir que estaba incómoda y finalmente marcharse.
¿Yo? Yo me había imaginado todo lo que iba a pasar y esto me cayó como un balde de agua fría. Había imaginado que íbamos a comer y que ella me iba a invitar a su piso o yo al mío para ir a conversar con una copa de vino y por fin cortar la tensión para besarnos de forma loca y apasionada como en todas mis fantasías. Sabía o al menos estaba seguro de que yo no era el único que tenía ganas de besarnos y lo notaba en su mirada.
No entendía como me demoraba tanto en besarla, ni en Hogwarts me costó tanto besar a una chica como ahora. La he abrazado, le he coqueteando, me he acercado y me he insinuado, ¿Que más esperaba para entender que moría por besarla?
No entendía como en estos cuatro días que habían pasado ella no estaba desesperada por verme o hablarme de nuevo.
Era martes y tenia que sacar la basura.
Amy trabajo el lunes y en la noche pude ver cómo se sentaba en la entrada, si que quería mucho a ese gato porque había hecho esto más de una vez en la noche.
Tome la bolsa de basura y camine hacia atrás. Con Fred solíamos dejar la basura en un callejón que tenía contenedores verdes, había una puerta que daba a ese callejón que al parecer su única función era tener esos contenedores y-
Un maullido.
¿Que carajos? ¿Un maullido? Me acerque a los contenedores y habían unas bolsas negros a los lados.
—¿Michi? ¿Chuchu?— Merlín, ni siquiera recordaba el nombre del gato de Amy, sin embargo volvió a sonar como un llanto. Me acerque más y pude ver al gato, creo que si era el de Amy porque era plomo, aunque estaba bien sucio.
Estaba acostado sobre las bolsas y oh no... En su estómago tenía sangre, como si... Agh, era desagradable de ver ya que tenía una herida. Corrí hacia adentro y tome una tela junto al cartel de la tienda, lo lleve y miré la foto y luego al gato el cual definitivamente era el gato de Amy, no demore en tomarlo con la tela procurando hacer un poco de presión para que no se desangrara.
Corrí hacia adentro donde estaba Fred.— dile a Amy que encontré al gato, que vaya al veterinario que queda cerca de San mungo. ¡Me llevo el auto!— grite tomando las llaves para irme, subí al auto aún con el gato en la mano, carajo, si se me moría en el camino Amy me mataba.
Maneje lo más rápido que pude mirando de vez en cuando el gato que ahora maullaba pero no le sonaba el maullido, me dio pena, quizás ocupo sus últimas fuerzas para llamar a quien estuviera cerca. Me estacione mal, pero no importaba en este momento, me baje y entre por urgencias, una mujer que estaba ahí corrió.
—¿Que le pasó?
—no es mío el gato, lo encontré en el basurero con todo... Así.— lo dejé en una mini camilla que era como una caja (casi como la de los bebés recién nacidos).
—esta bien, le daremos noticias a penas sepamos que le pasó.— sin más se lo llevaron de forma rápida e inspeccionandolo.
Suspire y camine al auto para ahora si estacionarme bien y salir de en medio de la calle. Cuando conseguí estacionamiento me estacione derecho y me baje, justo venía Amy pero en escoba, fue muy rápida y ahí recordé que ella jugaba en el equipo de quidditch, al menos cuando nos expulsaron ella entró al equipo. Amy se bajó de la escucha y la dejó guardada.
—¡Amy!— la llamé fuerte y pronto volteo con rostro ligeramente distraído. Su mirada me analizó y jadeo acercándose.
—¿Que te ocurrió George?— tomo mis manos con el ceño fruncido para mirarme.— ¿Estas bien? ¿Estas lastimado?— y ahí estaba la Amy dulce y preocupada... Me dieron ganas de realmente tener una herida para que ella se preocupara por mi y me curara.
—en realidad... Es sangre de tu gato Amy.— ella me miró confundida.— lo encontré en la basura hoy, el estaba encima de la basura y tenía una herida en el estómago. Lo tomé rápido y lo traje hasta acá... Creo que hubiera sido un error llevarlo hasta donde ti sin antes traerlo, en serio lo lament-
Ella me abrazo de forma rápida dejándome sorprendida.
—no importa.— rodeo mi cuello apegandome a ella y yo tomé su cintura haciéndola suspirar.— muchas gracias George... En serio te lo agradezco. Eres un ángel Georgie.
Un ángel...
Este era un momento que debía ser silencioso. Iba a disfrutar lo que más pudiera este abrazo y la apreté cerrando los ojos, suspiramos los dos juntos a diferencia que ella suspiraba de alivio y yo por ella.
—no es nada Amy... Es lo que debía hacer.— ella acarició mi espalda y me sentí tan jodidamente bien.
—y muchas gracias por hacerlo.— se separó y sus brazos seguían en mi cuello.— eres muy bueno, no puedo dejar de agradecer.— sus ojos cafés estaban sobre mi y me sentía realmente paralizado con sus manos en mi cintura.
—no es... Nada.— susurré como pude para bajar mi mirada a sus labios. Sus labios eran gorditos y se veían increíblemente apetecibles.
—ven conmigo.— tomo mi mano para llevarme hasta donde la chica de recepción.— ¿Donde esta el baño?
—al fondo y a la derecha.
¿Que planeaba? No lo sabía.
La seguí aún así. En el baño me metió con ella y cerró con llave.
—Amy... Yo-
—shh... Es solo...— tomo mis manos y arremango mis mangas de la camisa para acercarme al lavamanos y lavarme las manos. Sus manos eran muy delicadas y lo hacía de forma suave. En lo único que podía pensar era en no oler mal ya que había trabajado todo el día, había durado y podía tener olor a basura o sangre.— no puedes estar así.
—muchas gracias. Estoy muy cansado.— confesé cerrando los ojos.— demasiado.
—yo creo que deberías ir a dormir, ya has hecho mucho por hoy asi que ve.— susurró en un tono dulce, aún así solo negué porque prefería quedarme con ella. Tomo mi otro brazo y al jalarlo me tuve que apegar a ella y me odiaba por no pensar en algo romántico porque quería arrinconarla más.
—¿Y dejarte aquí sola? Claro. ¿Viniste en escoba?
—si, soy muy buena.
—mmm algún día tenemos que jugar quidditch. Te llevo a tu piso, es muy peligroso que vayas sola en escoba.
—deberias dormir, te caes del sueño George, por favor ve a descansar.— pidió en un tono preocupada. Era tan linda cuando quería.
—¿Y tu? ¿Estas cansada?
—un poco la verdad... Pero casi nada.— sentí como tomaba mi camisa.— déjame lavar tu camisa, en mi piso claro, te la devuelvo sin sangre.
—no te preocupes, me compro otra y ya.— ella negó.
—esta en realidad se te ve muy bien...— confesó tomando toallas de papel para secarme y se dio vuelta.— hey... Enserio ve a descansar, me sentiría muy mal si te quedas aquí conmigo.
—no te sientas mal...— susurré en un suspiro, me levanté y ella se notaba cansada. Me daba tristeza su aspecto de cansancio, pase mi pulgar por sus ojeras y ella cerró los ojos apartando mi mano y dando un bostezo.
—cuando me hacen cariño me da más sueño.— río para darse vuelta y mojarse el rostro, se lo seco y suspiro.— vamos.
—vamos.— la seguí y ella se sentó casi de inmediato relajándose y en ese instante salió la veterinaria, le tome la mano y la levanté.
—aquí estas. El gato... Está mal, seré sincera, tiene un tumor en el estómago que probablemente tuvo una pelea y en esta se le reventó, la operación sale bastante costosa y si no lo operan ahora... Tendré que dormirlo que eso ya sale 50 galeones.
—no puede ser.— se quejó Amy a mi lado, paso las manos por su rostro frustrada.— ¿Cuánto sale operarlo?
—aproximadamente... 300 galeones la operación. Con la sangre que perdió tendremos que transferir más lo que serían 50 galeones, el chaleco que le quedará cuesta 10 más los medicamentos como 5, los días post operatorio serían 22 galeones y se quedaría 3 días... Lo que daría un total de 431 galeón.
Auch.
La mire hacia al lado y estaba pálida, cualquiera con todo lo que tenia que pagar.
—¿S-se puede... Pagar en cuotas?— pregunto para morder su labio.
—mmm... No, solo si el gato ya es paciente de acá. Necesito una respuesta de acá a las...— miró el reloj.— las 9 o lo dormiré.
Sin más se fue, Amy retrocedió y se sentó en la silla y miró hacia otro lado, me senté a su lado y la mire.— ¿Estas bien?— negó sin mirarme.
—lo tendré que... Merlín, no quiero.— sollozo poniendo sus manos en su rostro. Lo entendía era mucho dinero.
—Amy... ¿Cuánto dinero tienes?— pregunté acariciando su cabello, ella negó.
—lo tendré que dormir.— repitió nuevamente, no tenía dinero.
Sabía lo que era no tener dinero, venía de una familia sin dinero y era horrible, jamas le quise preguntar porque se fue de su casa y está trabajando tanto... Me recordó a mi y a Fred, pero ella estaba sola completamente, yo ganaba 900 galeones al mes, este mes me tocaba pagar la luz que eran 200... Le compraría mercadería a mamá y para el piso y me quedarían 450 galeones, tendría que almorzar este mes lo que cocinaran en la tienda lo cual no era malo.
—no lo harás Amy... Te lo prometo.— la pegue a mi pecho y ella sorbeteo su nariz.
¿Estaba loco? Probablemente.
Pero cuando era pequeño y me faltaron cosas creo que me hubiera gustado que alguien hiciera algo por mi, aparte tenía ahorros guardados y tampoco era... Que me costará tanto.
—George... Tu no lo entiendes.
—claro que lo hago, ¿Recuerdas con que molestaba Draco a Ron?— ella negó.— con que éramos pobres Amy, no me da vergüenza ahora pero en ese tiempo si lo que era estúpido.— bese su cabello.— yo pago.
—no George, estás loco si crees que-
—¿Te pondrás terca ahora? Mira Amy, seré claro, si no aceptas mi ayuda tu gato morirá, no quieres eso ¿Cierto?— ella negó.— entonces, con esa vacuna no despertara ni por milagro, vamos Amy... ¿Vas a rechazar mi oferta?
—es que... Yo...— suspiro y limpie sus lágrimas, notaba la vergüenza que tenía, estaba a punto de convencerla.
—si pudieras ¿Harías lo mismo por mi? Amy lo pagaré aunque no quieras, yo encontré al gato, si hubiera sido uno callejero lo hubiera pagado y me lo hubiera dejado.
—pero George-
—George nada, solo déjame salvarlo.— me levanté y camine a recepción donde estaba la veterinaria.
[Amy Abbott]
No podía creerlo.
George... George iba a pagar la operación de mi gato y me sentía tan avergonzada que me daba pena verlo a los ojos, cuando volvió aún no podía mirarlo.
—debemos irnos, lo van a operar y recién mañana en la tarde lo podemos ver, cualquier cosa me llamarán a la tienda.— tomo mi mano y me hizo levantarme.— hey... relájate.
—lo siento George, te juro que te pagaré todo-
—¿En carne?— bromeó, pero está vez si me dio risa. Me limpio las lágrimas por 6ta vez en la noche.— creo que es mejor que te vaya a dejar.
—esta bien, deja ir por mi escoba.— aún así el me siguió y paso su brazo por mis hombros.
—ni un chaleco trajiste.— me regaño para abrirme la puerta, pase y George rodeo el auto, se veía tan sexy para el trabajo, sin darme cuenta mordí mi labio. Era un caballero, pero, me gustaría que fuera más rudo conmigo.— ¿Que ocurre?
Solté mi labio rápidamente y negué para ver hacia al frente.
—nada, un poco cansada nada más.— mentí y el atrajo mi cabeza a su hombro.
—duerme un rato, te aviso cuando lleguemos.— susurró prendiendo el auto, me acomode y miré como manejaba. Grandes manos, muy grandes y el era muy sexy.— Amy... ¿Te gusta Viktor?
—¿Viktor Krum?— George asintió y reí.— es un idiota, no me gusta nada el.
—¿Estas molesta por lo del almuerzo?
Rode los ojos sin que me viera, ¡Claro que sí! El coqueteaba con esa chica y ella me trató super mal, yo solo iba a almorzar con el y no tenían porque meterme en sus cosas.
—no.
—no parece... Me dejaste almorzando solo después.
—ella me estaba tratando mal, no podía comer ahí.— respondí intentando sonar normal, George Asintió y noté como estábamos cerca de llegar.— ahora no eres un viejo pervertido, eres... Uno que me cae bien.
—¿Sigo con lo pervertido?
—quizas... No lo sé.— el se estacionó frente a mi piso y me dio tristeza bajarme, quería estar con el.— George...
—Amy.— respondió mirándome hacia el lado, lo mire y el suspiro.
—creo que Suggar Daddy te queda mejor.— el sonrió.
—¿Sabes que tendrías que hacer si fuera el tuyo?... Besarme.
—osea que no era broma lo de pagar en carne.— sonreí y el asintió, sin vergüenza puse mis dos manos en su muslo para alzarme más y quedar más cerca de su rostro.
—adelante... Bésame.
—¿Crees que no lo haría?
—bueno... No siento que lo estés haciendo.
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Hola, este CAP lo iba a publicar ayer pero no pude por trabajo, lo siento y disfruten