𝐒𝐢𝐧 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐞𝐫 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨- 𝐆𝐞𝐨𝐫𝐠𝐞 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]

14. solo necesitame.

—dijiste que casi ni iba a sentirlo.— reí ligeramente. No estaba enojada.— que mentiroso eres.

—lo siento linda.— George me acarició. Estábamos en cucharita solo porque después del almuerzo me vinieron más dolores. George se había quedado porque la varita la tenía quizás Fred y había cocinado y me había consentido.

—¿Sigue lloviendo?

—a parado un poco... Pero casi nada. El aluvión sube, pero por la ventana logré ver que por lo menos Fred y Lea llegaron bien. El auto casi ni se ve, me preocupa que se vaya.

—seguro no... No creo George.— asegure antes de suspirar.— ¿Te molesta si duermo un poco?

—¿Molestarme? Para nada, estoy cansado igual.— confesó acomodándose. Se apego bien a mí y cerré los ojos sintiéndome bien con el, tranquila.

Tenía tanto sueño.

...

—entonces jamás lo hiciste... Es que me parece extraño.— confesó mirandome mientras su mano seguía paseando por mi brazo.

—que tú hayas tenido sexo desde adolescente no significa que todos te seguimos. Aparte tengo 18, muchas chicas no han tenido sexo a mi edad.— expliqué molesta para acercarme a el, George se tenso. La única razón por la que me molestaba era porque hablaba como si fuera extraño.

—no te acerques así...

—¿Por qué no? ¿Que tiene de malo?— pregunté acercándome un poco más, él trago haciendo una mueca como si le diera lo mismo.— ¿Fue algo de una vez?... Porque podemos ser amigos.

—amigos.— bufo tomando mi cintura y me pego a su cuerpo.— puedo ser lo que tú quieras, menos un amigo.— me miró a los ojos tan directamente que me sentí nerviosa.— ¿O quieres ser mi amiga?

—la verdad...

—no quieres.— acarició mi mejilla y no me aguante más. Junte nuestros labios abrazándolo mientras él acariciaba mi cintura. Me sentía con mucha confianza a su lado y lo que más me aterraba era que me estaba gustando mucho George. Sin pensarlo subí mi pierna a él para apegarlo a mí, él sonrió en el beso y sus dedos se enredaron en mi cabello para acercarme más a él. Sentí otra de sus manos subir por la pierna que había subido encima de él recorriendo hasta llegar a mi trasero.

Buena idea quedarme desnuda solo con sábanas, y buena idea la de él de quedar en solo boxer, porque se veía muy sexy.

Mis manos aprovecharon de tocar su pecho tan firme. Daba gracias al diluvio porque lo podía tener en mi apartamento y en mi cama.

—¿Que quieres George?— pregunté aún en sus labios. Lo vi negar con una sonrisa.

—¿Que quiero yo? Mejor dicho, ¿Que quieres tú?... Tu pierna me acerca a ti y eso no ayuda con mis ganas de follarte de nuevo... Solo dime ¿Sigues adolorida?

—puedo soportarlo.— respondí bajando a su cuello. Él gruño ahora llevando sus dos manos a mi trasero, sus manos recorrían mi cuerpo apretándome lo que más pudiera.

—¿Segura? No quiero ser delicado esta vez...

—¿Te pedí delicade-

El teléfono a su lado comenzó a sonar, y en muy mal momento.

—espérate un poco...

—no señorita, no voy a parar.— susurró subiendose a mi.

—vamos George, por favor.— pedí acariciando su cabello. Él negó bajando la sábana de mi pecho y mordió su labio al ver mis senos. Realmente no quería parar y menos pararlo, pero podía ser algo importante.