TaeEun;
Recorríamos un puente, que se encontraba en la ruta del Sara Oreum. Yo iba junto a Lisa, el príncipe Eunwoo y también venía el príncipe Jaehyun.
Dahyun, Rosé y el príncipe Jungkook iban atrás. Yo me detuve apoyandome en una de las barandas del puente mientras observaba la bonita agua clara y transparente que estaba debajo de este.
Desvié por unos segundos la mirada hacia atrás (donde venía Jungkook con los demás), arquee una ceja cuando se estaba riendo debido a algo que Rosé al parecer le había dicho. Es totalmente un mujeriego. Le habla muy lindo a las demás, y así mismo al día siguiente se ríe con otra.
—Eun ven, tiremonos fotos —Lisa me saca de mis pensamientos y me toma de la mano para sacar su celular y hacernos fotos.
La idea era recorrer el puente hasta el otro lado —el cual quedaba bastante lejos— y luego regresar. Luego de dos horas si acaso llegamos al otro lado del puente; me senté en uno de los banquitos que había bajo un techo que había exactamente ahí para descansar. Sentía mis pies doler, sobre todo el que hace unos días me había lastimado.
—Y son dos horas más de vuelta —el príncipe Jaehyun se tira en el piso.
—Hay rutas más largas que este, así que los demás deben de estar más cansados que nosotros —ríe Dahyun sentandose también.
Abrí mi botella de agua y tomé un poco de esta. Aún me quedaba la mitad.
—Odio estar sudada —murmura irritada Rosé.
—Entonces no hubieras venido —contraatacó Lisa mirandola.
Ella rodó los ojos. Yo levanté mi pelo en una coleta y agité mi mano en la parte del cuello intentando refrescarme. O bueno, haciendo el intento.
Luego de media hora de descanso, ya nos regresaríamos. Me levanté y sentía mi pie doler aún.
—Te ves cansada —me miró Eunwoo levantandose.
—Y lo estoy —le sonreí cortamente y pasé mi mano por encima del zapato en la parte donde sentía que me dolía.
El arqueó una ceja —¿Te duele el pie?
—No. Solo...me acalambré —musité.
—¿Segura? —me vió sin creerselo.
—Mhm —sonrío cortamente—. Ve caminando, yo iré ahora.
—Vale... —dice no tan seguro—. Si crees que no puedes andar no me importa llevarte cargada.
Eso me hizo reír un poco y negué —No te preocupes.
—Está bien —asintió despacio y comenzó a caminar.
Yo tomé un poco de agua y me levanté por fin. Comencé a caminar despacio mientras trataba de no sobresforzarme.
—Le hubieras dicho a tu príncipe azul que te llevara cargada —comenta Jungkook apareciendo a mi lado.
Lo observé en seguida arqueando una ceja —Eunwoo no es mi príncipe azul –contesté.
—¿Ah no? —se puso a mi lado—. ¿Soy yo entonces?.
Fruncí mi ceño.
—Verdad —continúa sin dejarme hablar—. Nunca estarías conmigo.
Raspé mi garganta —Seguiré caminando –no dije nada y me dispuse a continuar mi camino pero él me detuvo–. ¿Que?
Se pone delante de mi y se agacha de espaldas —Sube.
—No. Puedo andar sola —contesté.
—¿No ves que no? Sube de una vez y ya —ordena serio.
—Si te rechacé no creo que quieras que me suba a tu espalda —arquee una ceja viendolo mientras también cruzaba mis brazos.
—La espalda no es el único lugar al que quiero que subas —dijo y sentí mi rostro arder—. Y no te preocupes...no soy rencorista asi que hazlo.
Me tomé unos segundos antes de subirme a su espalda. El pasó sus brazos por debajo de mis piernas y me elevó un poco acomodandome mejor. Porque no me quedaba otra opción, rodee con mis brazos su cuello.
—No era necesario que dijeras lo primero que dijiste —dije.
—¿Que cosa? ¿Que la espalda no es el único lugar al que quiero que subas? —preguntó ladino.
—Sí... Eso —murmuro.
—¿Que pensaste TaeEun? —preguntó con una sonrisa divertida—. No creí que fueras tan mente sucia.
Lo miré indignada —Yo no soy de mente sucia.
—Claro que lo eres —rió—. Pero bueno... entiendo que pienses muchas cosas así cuando se trata de mi.
—Además de orgulloso eres egócentrico —dije y miré disimuladamemte y porque me llamó la atención el lunar de su cuello.
—Me lo dicen todo el tiempo —responde naturalmente y gira su cabeza en mi dirección.
Yo que aún miraba su lunar curiosa, y el que giró su rostro hacia mi lado, hizo que estuvieramos demasiado cerca.
—¿Que...me miras? —pregunto en un susurro.
—¿Que me estabas mirando tú? —me preguntó de la misma forma. Lo que la voz le salió más ronca.
—N-nada. Solo...que tienes un lunar —respondí restandole importancia y tratando de que mi voz no me delatara ya que me sentía nerviosa al tenerlo mirandome de tan cerca.
—¿No has visto el del labio inferior? —arquea una ceja y bajo levemente mi mirada hacia su labio inferior.
Viendo más abajo el puntito (su lunar), que estaba ahí.
—¿Cuál es mejor? —indaga.
—¿Y porque me p-preguntas eso? —titubeo—. Sabrás tu que eres el que los tienes –a penas digo y miro hacia el frente porque podía sentir que iba a explotar de los nervios si seguía con mi rostro cerca al de él de esa forma.
—Tu eras la que los estaba mirando —respondió.
—Bájame. Voy a caminar sola a partir de aquí —pido porque si seguía de esa esta forma.
—No. Quedate ahí —contestó.
【...】
Jungkook se agachó y yo me bajé con cuidado.
—No era necesario que me cargaras durante todo el viaje —dije mientras lo miraba hacer una pequeña mueca al enderesarse.
—Esto costará TaeEun... no fue gratis —me mira y comienza a caminar dirigiendose a la entrada.
Fruncí mi ceño y me apresuré en seguirlo.
—¿Por qué llegaste de última con el príncipe Jeon? —Rosé se mete en mi camino mientras cruzaba sus brazos y me miraba seria.
Elevé una ceja —Creo que eso no te importa.
Y sin dejarla hablar la esquivé para continuar mi camino. Subí al autobus, y el príncipe Eunwoo movió su mano indicando que me sentara con él. Eso hice.
—Te tardaste —me mira.
—Es que me dolió el pie y tuve que parar varias veces —respondí.
No le iba a decir que Jungkook me había traído en su espalda todo el camino. Lo haría sentir mal.
—Te dije que podía traerte —añadió.
Exactamente por eso.
Jungkook venía pasando por al pasillo y escuchó eso. Me miró fijamente y continuó con su camino.
—Lo sé. Pero no quería...molestarte.
—No me molesta Eun....tu sabes ¿no? —entendí que se refería a que yo le gustaba—, por lo tanto tu no me molestas.
No supe que decir. Solo asentí.
—Vale.
Él asintió despacio y yo me acomodé en el asiento viendo por la ventanilla.
Luego de una hora y larga de vuelta, por fin regresamos al palacio. Bajamos todos y estiré mis brazos hacia arriba ya que me sentía bastante cansada.
—Estoy muerto —suspira el príncipe MinGyu.
—Necesito un baño y largas horas de sueño —musita Binnie.
—TaeEun vamos juntas —Lisa me toma del brazo para dirigirnos a las habitaciones.
Subimos las escaleras.
—Por cierto, te vi muy sonriente con el príncipe Jaehyun —digo sonriendole.
Ella sonrió ampliamente —Sí. Es que...te lo voy a decir porque confío en ti pero no se lo vayas a decir a nadie –me señala mientras entre-cierra sus ojos y me observa.
—Lo prometo —le enseñé mi meñique.
Ella hizo la promesa conmigo y me lo contó bien bajo.
—Durante el viaje, yo me senté en uno de los últimos asientos —comienza a contar y yo asiento curiosa mientras la escuchaba—, y el se sentó conmigo.
—¿Y que pasó? —intrigué llena de curiosidad.
—Pues...¿recuerdas que te dije que te iba a contar con que príncipe me habia encontrado en la primera fiesta? —asentí—. Pues era él.
Me puse las manos sobre los labios asombrada.
—¿Y entonces?
—Pues se sentó conmigo y comenzamos a hablar y me dijo que yo le gustaba. Y también me dijo otras cosas muy hots —dijo sonriendo pícara.
—Wow —reí—. ¿Entonces todo va bien?
Ella asiente una y otra vez —Sí. Eso creo –hizo una pausa–, y espero también que siga yendo así. No me gustaría decepcionarme en el ultimo momento.
Negué en seguida —No te preocupes. Veras que todo irá bien.
—Eso espero —respondió emocionada.