La fiesta a la que nos llevo Leon fue buena, había todo lo que se necesita para que la noche sea inolvidable.
Alcohol, chicas, música que iba acorde con el ambiente y más alcohol.
Fue divertido, no me emborrache como otras veces, pero al menos me la pase bien.
Los días pasaron más rápido de lo esperado, y ahora sólo faltaban cuatro días para que me fuera a la universidad.
Así que ahora estoy tratando de aprovechar los últimos días que me quedan.
- ¡Dale!- grita Cassian.
- ¡¿Qué crees que hago idiota?!- contesto en el mismo tono.
Nos encontramos jugando videojuegos en su casa, él es el único que tiene más dinero que nosotros tres.
Su padre es ingeniero en sistemas y su madre es detective.
Así que ganan demasiado bien, y estamos jugando en la sala de juegos de él.
Es grande, el piso es de madera, la televisión que tengo en frente es enorme, la alfombra que esta bajo mis pies es suave, hay una mesa de billar a mi izquierda y un futbolito a su lado.
- Llego la pizza, iré a abrir.- informa Leon.
La verdad no le estoy poniendo atención, ya que estoy más concentrado en matar a mi oponente.
He perdido practica, ya que por un tiempo deje de jugar Call of Duty
Presiono los botones del control hasta que siento que en cualquier momento los romperé.
- ¡Ahí está!- grito.- Te dije que conmigo ganarías.
- Sí, después de tres partidas perdidas imbécil.- deja el control en la mesa que está frente a nosotros.
- Olvídenlo chicos, sólo es Elena.- informa Leon mientras entra.
- ¡Hola!- saluda animadamente la chica.
- Elena.- digo poniéndome de pie.- Hasta que te dejas ver.
- Nos vimos antier.- me sonríe de lado.
Veo como sus ojos se hacen más pequeños por su sonrisa, su cabello castaño es largo y llega hasta por debajo de sus pechos, sus labios están pintados ligeramente, en sus párpados tiene un delineado bien hecho.
- Cassian.- dice ella.
- Hola.- le sonríe.- ¿Qué tal te va?- se pone de pie para estar frente a ella.
- Bien, un poco cansada por el entrenamiento, pero fuera de eso estoy excelente.- deja caer su mochila enorme sobre el suelo sin preocuparse.
- No sé porque te gustan las artes marciales.- digo.
- ¿Qué tiene de malo? Es divertido golpear gente.- se ríe.
- Sí, además es la única que podría defendernos.- dice Leon mientras se sirve un poco de refresco.
- Cierto, es nuestro Jackie Chan personal.- hablo entre risas.
- Que graciosos, mejor sírvanme un vaso de agua y dejen de decir estupideces.
- Claro.- dice Cassian.
Elena toma asiento en el sillón, se quita el cabello de la cara y deja escapar un suspiro.
- Es increíble que en cuatro días estemos en la universidad.
- Lo sé.- preparo la siguiente partida.
- Afortunadamente iremos a la misma escuela.- me sonríe de lado.
- ¿Afortunadamente? Mejor dicho, lamentablemente para mí.- me da un golpe en el brazo.
- Que idiota eres.- pone los ojos en blanco.
Las horas pasan entre risas, comidas, juegos, charlas sin sentido y unos cuantos golpes por parte de Elena.
Ella ha sido mi mejor amiga desde prácticamente toda la vida, nuestras madres son muy buenas amigas desde que estaban en secundaria.
Así que nos juntaron desde que nacimos.
- No quiero ir a la universidad.- dice Leon mientras come una rebanada de pizza.
- Ni yo, pero tenemos que ir.- dice la chica.
- Tal vez haya chicas lindas.- contesta Cassian.
- Si es así, sí me dan ganas de ir eh.
- Que patéticos.- pone los ojos en blanco ella.
- ¿Qué? ¿Acaso tú no vas a ver a chicos guapos?- la reto.
- Claro que sí, pero ese no es motivo suficiente para que vaya a la universidad.- toma agua.
- Ah si claro, se nos olvida que no te enamoras y piensas que eso es patético.- dice el rubio en un tono burlón.
- Así es, el amor no existe. Punto.
- Ya quiero ver cuando te enamores y andes detrás de un hombre.- digo.
- Jamás estaré detrás de un hombre, siempre iré al frente.
Seguimos molestándola hasta que habla Leon en un tono emocionado.
- Chicos.- nos mira.- ¿Qué harán mañana?
- ¿Por qué?- pregunto con el ceño fruncido mientras sacudo mis manos.
- Mi novia me invito a acampar mañana por la noche.
- ¿Y quieres que vayamos?- dice Cassian.
- Sí, dijo que podría llevarlos. Además no iremos sólo nosotros, irán más amigos de ella.
- ¿Dónde sería?- hablo.
- Mmm, déjenme preguntar.- dice mientras regresa la vista a su celular.
- Nunca he ido a acampar.- dice la chica.
- Ni yo.
- Yo sólo una vez, cuando tenía diez años.- me rio.
- Será en Core Arboretum.
- No esta lejos.- informa el rubio.
- ¿Entonces qué dicen?
- Me parece bien.- hablo.
- Igual.
- Sí.
- ¡Genial! Se supone que tenemos que estar temprano allá. Para que hagamos un recorrido por el bosque y todo eso.
- ¿A qué hora?- pregunto.
- Mas o menso a las diez tenemos que estar allí.- se queda callado un momento.- ¡Ah! Se me olvido decirles que serán tres días.
- Estaremos hasta el domingo.- concluye Cassian.
- Sí.
- De acuerdo. Vayamos a acampar.
No me gusta mucho ir a bosques, sin embargo, sólo lo hago porque mis amigos aceptaron ir.
¿Qué podría pasar ahí?