Aviso Posterior al Entrenamie...

By EisowlKoi

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Versión del inglés al español. Traducción autorizada. Título original: 国家一级注册驱魔师上岗培训通知 || 明王幻世录 Autor: Fei T... More

Ficha informativa
|| Volumen uno: Chi Wen[1] || Capítulo 1: Demolición
Capítulo 2: Cita a ciegas
Capítulo 3: Primavera
Capítulo 4: Introducción al trabajo
Capítulo 5: Encuentro con demonios
Capítulo 6: ¿Qué es esto?
Capítulo 7: Consecuencias
Capítulo 8: Un hombre heterosexual
Capítulo 9: Flores de durazno
Capítulo 10: Guiche
Capítulo 11: Mudanza
Capítulo 12: Viviendo juntos
Capítulo 13: Lihun
Capítulo 14: Recuerdos
Capítulo 15: Luz brillante
Capítulo 16: El Comité de Exorcismo
Capítulo 17: Liwan
Capítulo 19: Sometiendo demonios
Capítulo 20: Quienquiera que haya comenzado las cosas, debe terminarlas

Capítulo 18: Brisa marina

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By EisowlKoi

"La garganta del monstruo emitió un sonido entrecortado".

• ────── ✾ ────── •


El celular descendió en espiral, cayó en el lodo y se atascó ahí mientras continuaba enterrándose lentamente. La mente de Chi Xiaoduo bromeó con esa escena, era similar a cuando alguien iba al baño, recibía una llamada y justamente cuando quería contestar, el aparato se deslizaba hacia el excusado, hundiéndose.

«AAAAAAH. ¡¿EXACTAMENTE QUÉ ESTOY IMAGINANDO?! EL MONSTRUO DESPERTÓ, ¡AAAAAH.

El joven se encontraba loco del miedo, pero la situación no le permitió pensar en nada más. Con la dolorosa explosión en sus tímpanos, su alrededor comenzó a dar vueltas. La criatura corrió a la escalera; a su vez, Xiang Cheng se soltó y voló hacia abajo.

Giró en el aire y tiró del lazo de su bolsa de lona. Tan pronto como su cabeza apuntó al suelo, el paquete de soya salió disparado. Posteriormente, tomó la bolsa Ziploc de una esquina con los dedos y la arrojó en el aire.

Con un sonido, las semillas se esparcieron por todo el cielo. Chi Xiaoduo miró hacia abajo, topándose con su compañero correr ágilmente a lo largo del muro. El monstruo golpeó su cabeza contra la pared, y Xiang Cheng giró mientras recitaba un hechizo. La soya voló por todo el lugar como una lluvia de meteoritos, emitiendo una luz dorada y rebotando en el aire.

En el momento en que Xiang Cheng aterrizó en el suelo, se apresuró hacia su celular, lo guardó en el bolsillo del pantalón y se dio la vuelta hacia el monstruo, quien rugió ferozmente, provocando una potente ventisca.

Chi Xiaoduo tuvo un amplio panorama de la criatura: tenía una cabeza espantosa, sus colmillos superiores e inferiores medían casi un metro de largo y su cuerpo se encontraba cubierto de escamas negras. Sus cuatro patas estaban posicionadas firmemente en el piso, al mismo tiempo que su dentadura se abría y cerraba simultáneamente como una guillotina. Sus garras brillaban fríamente, muchas de sus escamas se habían caído, exudando sangre oscura.

Su complexión era similar a la de un dragón, que medía unos cinco o seis metros de largo. Su cola era la de un pez, y sus aletas blindadas relucían en ambos lados de su organismo. Cuando las abrió en abanico, parecía que cortarían a Xiang Cheng en cualquier momento. Giró, queriendo perseguir al hombre; fue entonces cuando Chi Xiaoduo descubrió que uno de sus ojos estaba ciego, ¡y el otro era la luz verde que distinguieron con anterioridad!

¿Qué era eso? ¿Dónde lo había visto?

El joven no lograba recordar, su memoria era un desastre, más aún porque fue perturbada por Xiang Cheng capturando al guiche. ¡En un segundo, evocó al monstruo en el tablero de anuncios que vio en el Callejón Magnolia!

Era similar, pero no exactamente igual. ¿Cómo se llamaba? ¿Chi Wen[1]? ¡Sí! ¡Era Chi Wen! Pero, ¿cuáles... eran sus debilidades? ¿Podía ayudar a Xiang Cheng? Sacó su celular y entró a Baidu.

«¡Baidu lo sabe todo!».

No obstante, no había señal en la alcantarilla...

Chi Wen se detuvo, de repente alzó la cabeza. Dejó escapar un largo rugido, el cual resonó en la zona.

Xiang Cheng no consiguió recitar más hechizos, por lo que sacó el Estandarte de Encarcelamiento Yao y lo agitó para abrirlo en el aire. ¡En un instante, el guiche salió del artefacto y vociferó ferozmente! Los tímpanos de Chi Xiaoduo casi se rompieron por aquel sonido, y los gritos de ambos monstruos por poco le dieron ganas de vomitar sangre. Sin embargo, el hombre parecía interferir entre sus bramidos.

Posteriormente, el pájaro monstruo trató de huir. Xiang Cheng tiró hacia atrás el estandarte, estrujando el pecho y el vientre de la criatura, y con un salto, ¡se posicionó en la parte posterior del yao! El guiche se movió caóticamente, estrellándose contra los muros mientras que la otra parte rugía encima de él—: ¡Arriba!

Xiang Cheng guio al guiche en círculos, dirigiéndose hacia el lugar donde se ocultaba el joven. El chillido de Chi Wen se hacía cada vez más fuerte; Chi Xiaoduo miró con ansiedad, encontrando a su acompañante gritarle frenéticamente.

Al mismo tiempo, los canales de agua zumbaban y vibraban, como si algo se acercara rápidamente a lo largo de la tubería hacia el área central.

—¡¿Qué?! —Chi Xiaoduo no lograba oírlo; su conversación era interferida por los rugidos de Chi Wen.

Xiang Cheng articuló sin voz, solamente movió sus labios—: Salta.

La otra parte recuperó el sentido y brincó.

En el momento en que lo hizo, las doce tuberías detrás de él lanzaron lodo negro, ¡y miles de pequeños monstruos negros aparecieron! Eran como monos en descomposición, que suspendidos en el aire, arañaron brutalmente a Chi Xiaoduo.

Si Gui, radiante de fulgor platinado, salió repentinamente de la capucha del chico. Voló con gracia alrededor de Chi Xiaoduo, dispersando puntos de luminosidad mientras formaba un círculo de luz, ¡bloqueando a todos los monos de agua negra!

Xiang Cheng alcanzó con una mano a Chi Xiaoduo y giraron en el aire. El hombre pateó la espalda del guiche, quien gimió mientras caía al suelo.

¡El joven comenzó a gritar al mismo tiempo que la otra parte movía el Estandarte de Encarcelamiento Yao y capturaba nuevamente al pájaro monstruo!

La escena fue caótica, el chico se calló cuando el ejército de monos de agua, suficientemente grandes como para derribar montañas y volcar los mares, se precipitó hacia ellos. Xiang Cheng empujó a Chi Xiaoduo detrás de la pared, se posicionó firmemente de pie con las manos juntas; su palma izquierda estaba plana, apuntando con su dedo índice y medio hacia el cielo, ¡al mismo tiempo que rugía ferozmente!

Los granos de soya que se dispersaron por la zona, comenzaron a volar, y destellos de luz dorada se entrecruzaron mientras cada semilla centellaba con la luminosidad de la matriz, rebotando salvajemente y encandilando los ojos del joven, que a su vez se hallaba tan emocionado que comenzó a gritar.

Tan pronto como los monos de agua se abalanzaron hacia ellos, fueron atravesados por las semillas que irradiaban luz; estas criaturas lloraron al mismo tiempo que se convirtieron en humo.

Cunado las manos de Xiang Cheng se separaron, cientos de granos dorados atacaron al unísono, como una lluvia de meteoritos, girando y llenando todo el lugar. En el momento en que el hechizo de lanzar y esparcir el grano perdió su efecto, el hombre desplegó la Vara para Someter Yaos.

En un instante, Chi Wen abrió su aterradora dentadura y se encaminó hacia ellos. Xiang Cheng no se inmutó, agarró con su mano izquierda a Chi Xiaoduo mientras que con la derecha portaba la vara de metal. El arma brilló: el cuello del monstruo se encajó directamente contra el artefacto, y el peso de mil jin[2] lo empujó hacia abajo. Repentinamente, el hombre retrocedió. Con los pies en la pared, hizo todo lo posible para soportar la carga de ese gigante, que se inclinaba en un arco.

Chi Xiaoduo—: ...

Todo ocurrió muy rápido, el joven prácticamente no tuvo tiempo de reaccionar. En ese segundo, Chi Wen rugió de rabia hacia ambos, abriendo su boca y extendiendo su lengua enroscada, en la cual, en la punta se encontraba una persona cubierta de algo negro con cicatrices como si fueran perlas de un collar.

La mitad del cuerpo de esa "persona" se conectaba a la lengua de Chi Wen, como si fuera un monstruo que se creó en su boca. Chi Xiaoduo absolutamente no pudo haber imaginado esa apariencia, e inmediatamente se sintió aterrorizado.

—¡AAAAAAH! —Finalmente gritó.

La persona en las fauces de Chi Wen estaba gravemente mutilada, su rostro y cabeza tenían cicatrices; luego, extendió los brazos, tratando de agarrar a Xiang Cheng. Chi Xiaoduo corrió y bloqueó aquellas manos.

Sin embargo, en el momento que hicieron contacto, la pupila del ojo izquierdo del yao se contrajo repentinamente en una línea vertical.

Con un fuerte estruendo, Chi Wen retrocedió y rodó por el suelo, con su vista clavada en Chi Xiaoduo. Xiang Cheng quería perseguirlo; el monstruo aún tenía clavada la Vara para Someter Yaos pero todavía así escapó por la tubería de drenaje. En un parpadeo, las decenas de miles de monos de agua desaparecieron junto con el yao.

El túnel quedó tranquilo y el lodo estaba por todas partes, como si nada hubiera pasado.

La voz de Lady Gaga aún resonaba: [Gaga, ooh-la-la...]

El hombre buscó a tientas su celular y apagó la música.

Chi Xiaoduo—: ...

Xiang Cheng—: ...

—¡Mierda! —El chico volvió a sus sentidos y exclamó—. ¡La Vara para Someter Yaos!

—No vayas tras ella —El contrario habló—. Hemos encontrado al verdadero culpable de esto.

A Chi Xiaoduo no le quedaba fuerza en su cuerpo, y Xiang Cheng se inclinó—: Te llevaré.

El joven no lo rechazó, simplemente se subió a su espalda.

Xiang Cheng caminó al hoyo de la tubería, donde había escapado Chi Wen; inspeccionó la zona y se aseguró que no hubiera peligro. Luego entró y se fue lentamente cargando a Chi Xiaoduo en su espalda.

Ambos se hallaban cubiertos de lodo y suciedad, aparte que estaban apestosos de la cabeza a los pies.

Xiang Cheng continuó por el caminando por el canal.

—Acaba de huir, ¿no dañará a nadie?

—No, casi amanece. El sol debilitará su magia.

—¿Y si aparece de nuevo por la noche?

—No sobrevivirá hasta la noche. Mientras sea obligado a salir, el Comité de Exorcismo lo acorralará y contendrá.

—¿Y si se esconde?

—La Vara para Someter Yaos está clavada en él, y también incrusté un talismán en su cuerpo, por lo que será fácil encontrarlo. —respondió Xiang Cheng.

—¿No levantarás las semillas de soya? —El joven formuló otra pregunta—. ¿Qué tal si las necesitas esparcir en otra ocasión?

—Compraré otro medio jin. Las semillas de soya solamente se pueden usar una vez.

—Mientras más tengas, ¿más poderosas son? —Chi Xiaoduo interrogó con curiosidad.

—Hmm. —afirmó el contrario.

—En ese caso, ¿por qué no compras un saco entero y lo llevas cuando captures yaos?

Xiang Cheng rio sin mirarlo. En cambio, su vista permaneció al final del túnel, caminando lentamente. Allí había una brillante luz.

—Porque no podría cargarlo.

Chi Xiaoduo rio, y el hombre suspiró—: Sujétate fuerte, te enseñaré un truco.

La otra parte rodeó firmemente el cuello ajeno mientras se recostaba contra su espalda. Xiang Cheng liberó una de sus manos e hizo un movimiento de "atrapar" algo en el aire. Las semillas doradas brillaron deslumbrantemente cuando llegaron a su lado en el pasadizo, como una lluvia de meteoritos áureos.

¡Wow! —Chi Xiaoduo observó los granos de soya centellar como las estrellas, girando a su alrededor. Xiang Cheng miró los ojos del chico, rio entre dientes y luego extendió la mano. Las semillas aterrizaron una por una en su palma; posteriormente, las guardó en la bolsa.

—Me hiciste una broma. —concluyó.

—Las semillas de soya son muy caras, no puedo adquirirlas con facilidad —explicó Xiang Cheng—. La próxima vez, te daré una como recuerdo.

Chi Xiaoduo suspiró.

El hombre comentó—: Hoy ha sido muy duro para ti. No debí haberte traído, pero me preocupaba dejarte en casa; no me sentía cómodo con ello. Afortunadamente, me acompañaste y averiguamos el paradero de ese sujeto.

—Hmm, está bien. No fue nada difícil, me estás protegiendo. —Sabía que ese recuerdo sería eliminado tarde o temprano, pues cuando terminaran con este caso y se hiciera el exorcismo, le darían a oler una botella de rapé. Por lo que no dijo nada al respecto; incluso si hablaba de ello, no serviría de algo. Así que estaba bien así.

Por el momento, al menos era maravilloso.


• ────── ✾ ────── •


El túnel se iluminó gradualmente, ya era de mañana.

Ambos estaban sucios y parados en la desembocadura del río de las Perlas.

Xiang Cheng hizo que Chi Xiaoduo se aferrara fuertemente a su espalda mientras trepaba por la escalera de acceso.

Afuera de la explanada Haizhu, había ancianos y mujeres haciendo ejercicio matutino, y al ver a esos jóvenes malolientes, se asustaron tanto que estuvieron a punto de sufrir un infarto.


• ────── ✾ ────── •


—Perdón, lo siento... —Ambos entraron al vagón del tren y automáticamente, todos los pasajeros se alejaron de ellos al menos diez metros.

Xiang Cheng miró a Chi Xiaoduo con el rostro manchado de lodo y simplemente movió la cabeza con impotencia.

El joven se encontraba deprimido. «Bueno, de todos modos, acabamos casi de salvar al mundo. Apestamos un poco, pero no sean así de malos con nosotros».

Xiang Cheng miró hacia abajo e iba a enviar un mensaje a Kuang Desheng.

Chi Xiaoduo repentinamente recordó las palabras del comité, sobre que no podía afiliarse a ninguna sucursal porque no contaba con los requisitos solicitados, y susurró—: Huyó, pero el director Li no te castigará, ¿verdad?

El hombre dudó por un momento y al final no mandó el mensaje.

Una idea brilló en la cabeza de Chi Xiaoduo—: ¡Lo tengo!


• ────── ✾ ────── •


A las ocho en punto, el sol brillaba sobre el río de las Perlas, la gente transitaba y los barcos se alejaban haciendo sonar sus bocinas.

En el fondo del río, Chi Wen nadó dolorosamente, emitiendo humo negro con el zumbido de los motores; pero a medida que se movía, la Vara para Someter Yaos se incrustaba más y más.

Con un rugido reprimido, Chi Wen abrió la boca. Dentro de sus fauces, la persona parecida a un monstruo, salió proyectada a lo largo de la corriente de las aguas subterráneas, soltando burbujas y nadando hacia la superficie.


• ────── ✾ ────── •


Una hora más tarde, en la sala de conferencias del estudio de Wang Ren:

Wang Ren—: ...

Chi Xiaoduo—: ...

—Chi Xiaoduo, ¿qué tipo de actividad erótica jugaron anoche? Esto es demasiado exagerado.

—Es una larga historia, te la contaré más tarde. Primero deja que Xiang Cheng firme el contrato.

Uno de los responsables de recursos humanos firmó un contrato con Xiang Cheng, le sacó copias a su identificación mientras Chi Xiaoduo regañaba a Wang para que lo ayudara a conseguir la constancia laboral.

Su amigo comentó—: Oye, Pez Luna, ¿psicológicamente estás perturbado? No te diré nada respecto a que vengas aquí temprano cubierto de mierda, pero ahora has metido a un prostituto para que trabaje como guardia de seguridad en nuestra empresa. ¿Tienes problemas mentales?

—No, no —Chi Xiaoduo explicó—. Xiang Cheng es un gran héroe que salva al mundo. Créeme, no perderás nada. ¡Nos vamos, adiós!


• ────── ✾ ────── •


A las 10:30 a. m., Xiang Cheng viajo en bicicleta hacia la tienda Shaxian Snacks. Kuang Desheng estaba abriendo el negocio y los miró detenidamente.

Xiang Cheng alzó la mano, indicándole que no dijera nada. Fue hacia la cocina y ambos jóvenes entraron al Callejón Magnolia.

Bajo la mirada de un grupo de exorcistas, ingresaron a la oficina, pusieron el contrato de trabajo y la constancia laboral en el escritorio de otra autoridad.

—Xiang Cheng —El director Lu se acomodó sus lentes y preguntó—. ¿Encontraste un empleo?

Xiang Cheng comentó—: Primero necesito estar afiliado y solicitaré el certificado de calificación temporal de exorcista.

El director Lu presionó los documentos y dijo—: Explica cómo es que estás tan sucio.

—Me caí mientras investigaba. Ahora sé lo que es esa cosa.

El director Lu asintió, le entregó al joven un certificado y estampó el sello oficial.

Xiang Cheng bajó las escaleras para completar unos formularios y tomarse unas fotografías, le indicó a Chi Xiaoduo que lo esperara en el patio.


• ────── ✾ ────── •


El Mayor Qu miró al joven, Chi Xiaoduo le sonrió y saludó.

—Anciano Qu, ¿ya desayunaste? —preguntó mientras cargaba leche de soya y palitos de masa fritos.

El contrario no respondió.

Chi Xiaoduo comenzó a comer. El lodo que tenía sobre él ya se había secado.


• ────── ✾ ────── •


Xiang Cheng pegó su foto a blanco y negro en la solicitud, la entregó y recibió su certificado de exorcismo temporal para miembros ambulantes. Dobló el documento, lo guardó en el bolsillo, salió de las oficinas, bajó las escaleras y se reunió con Chi Xiaoduo.

—Vámonos.

—¿Eso fue todo? —preguntó.

—Iremos a casa para que te bañes y descanses. Han sido informados y el Comité de Exorcismo hará una junta de inmediato. No tengo que asistir.


• ────── ✾ ────── •


En la parte más baja del río de las Perlas, en las profundidades del otro lado de la tubería de drenaje:

El humo negro voló, extendiéndose por el aire y revelando a un hombre arrodillado en el suelo, rugiendo de dolor y rabia.

—Ah...

La voz del sujeto resonó en la alcantarilla.


• ────── ✾ ────── •


Chi Xiaoduo tenía tanto sueño que no podía pensar con claridad. Después que regresaron a casa, cayó directamente en el sillón con su cuerpo cubierto de lodo.

Xiang Cheng dio la vuelta y tomó al joven por la cintura en una posición clásica de tango, luego tiró de él.

—Báñate primero. —Xiang Cheng lo llevó al baño, lo desnudó y abrió el agua caliente.

Chi Xiaoduo—: ...

Inmediatamente despertó. «¿¡Vamos a bañarnos juntos!?».

El hombre agarró las prendas del contrario y luego salió del baño. Chi Xiaoduo estuvo a punto de sufrir un derrame cerebral y morir. De pie, debajo de la regadera, sintió que el agua se hallaba caliente, por lo que Xiang Cheng debería estarla hirviendo para mojar su ropa y lavarla.

Luego de unos momentos, Xiang Cheng ingresó al baño completamente desnudo.

El joven quedó estupefacto.

Su rostro se volvió rojo, pero gracias a que el baño estaba lleno de vapor, el recién llegado no lo notó. Chi Xiaoduo se apartó y dejó que Xiang Cheng entrara en la regadera.

—Voy a lavar tu espalda. —murmuró Xiang Cheng.

La otra parte se avergonzó hasta la muerte y no dijo nada. Sintió las manos ajenas frotar su dorso con una toalla, formando mucha espuma. Chi Xiaoduo ya se encontraba tan excitado como para explotar. Bajó la cabeza, estando de espaldas hacia el hombre; su cráneo palpitaba con oleadas de sangre, como aquellas veces cuando se emborrachaba, su mente incluso zumbaba.

Algunas veces su amor era grande y otras pequeño, al igual que los latidos de su corazón resonando en su cabeza.

El baño quedó en silencio, solamente se apreciaba el sonido de la corriente de gotas al caer. Ninguno habló. El agua caliente, la piel, los pliegues de la dermis en la mano, la espalda de Chi Xiaoduo y el olor a menta proveniente del gel de ducha moviéndose sobre él era lo único que existía en aquel cuarto.

—¿Estás cansado? —La voz de Xiang Cheng zumbó a sus espaldas.

—No —Su respiración era ligeramente pesada—. Solamente hay poco... oxígeno.

—Más tarde te daré un masaje. Relájate y límpiate primero.

Chi Xiaoduo se sintió mareado y cerró los ojos. No sabía la razón, pero un pensamiento surgió en su mente: «Al final, ¿también me borrarán este recuerdo?».

El vapor que se elevaba en el baño era como la lluvia repentina afuera de la ventana, cubriendo toda la ciudad. El cielo y la tierra se volvieron grises; el joven giró la cabeza para observar, encontrando las gotas caer lentamente por el cristal.

—Ah, está lloviendo. —murmuró.

Xiang Cheng volteó la cabeza para mirarlo.

—Está lloviendo. —contestó. Ayudó a lavar el cabello de Chi Xiaoduo. Ambos se encontraban parados debajo de la regadera; los dedos del hombre recorrieron los mechones mojados del chico.

Chi Xiaoduo experimentó entumecimiento por todas partes, la sensación era tan placentera que llevó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos.

—Te lavaré la espalda. —Chi Xiaoduo seguía erecto, pero en ese instante se encontraba mejor. En lugar del sentimiento erótico al principio de su relación "abierta y directa", por primera vez, ahora había una especie de atmósfera gentil y hermosa.

Xiang Cheng se dio la vuelta. Chi Xiaoduo sintió que esa parte rozó en él cuando se giró; estaba dura.

El joven—: ...

Chi Xiaoduo se metió debajo de la regadera para quitarse la espuma y luego se posicionó detrás del hombre, trabajando arduamente para tallar su espalda. Los músculos desnudos del dorso de Xiang Cheng se hallaban enlazados, sus hombros denotaban un aire de masculinidad, su figura era simétrica, cada centímetro de su musculatura era firme y delgada.

Chi Xiaoduo frotó vigorosamente por un tiempo y casualmente tocó su cintura, e inmediatamente Xiang Cheng le tomó la mano.

—Haces cosquillas. —comentó.

El joven rio. Xiang Cheng sostuvo su muñeca; ambos balancearon un par de veces sus manos unidas. Chi Xiaoduo temía que si seguían así, no podría controlarse y se acercaría a él para abrazarlo. Pensando en ello, no pudo evitar excitarse.

—Ya terminé de tallarte. —murmuró.

Xiang Cheng lo soltó; el contrario dio media vuelta y huyó. Salió a secarse el cabello, se retiró el agua de los oídos y, después de un gran esfuerzo, logró contenerse.

—Xiaoduo —El hombre abrió la cortina de la ducha y pidió—, tráeme mi ropa interior.

El joven tomó la prenda y se la pasó, luego fue a la habitación sin decir ni una palabra.


• ────── ✾ ────── •


Después de terminar su baño, Xiang Cheng entró al cuarto y vio a Chi Xiaoduo en pijama, sentado en la cama con las piernas cruzadas. Estaba apoyado en la cabecera, mirando su celular. Afuera, la lluvia caía por el cristal de la ventana.

—¿En qué piensas? —curioseó Xiang Cheng.

—En nada. —Su rostro estaba rojo, lo miró y rio.

Chi Xiaoduo se preguntaba si podía crear una cuenta de correo electrónico, anotar todos los recuerdos que tuviera en compañía con Xiang Cheng, enviarlos a ese correo y establecer un horario para que la cuenta mande un mensaje a su celular. Por ejemplo, dentro de tres meses o medio año después, su futuro yo recordaría todas las cosas que pasaron juntos.

De esa manera, incluso si borraban su memoria, lograría recuperar estos sentimientos que experimentaba.

No obstante, ¿de qué serviría aquello? A lo mejor, Xiang Cheng solamente lo veía como un buen amigo; un miembro de la familia con el que podía hablar, compartir sus problemas y felicidad, un compañero que aliviaba su soledad y en quien confiar.

El hombre se sentó.

Inmediatamente, Chi Xiaoduo abrió una página web en su celular.

—¿Estás malhumorado? —preguntó Xiang Cheng.

—No —contestó la otra parte con una sonrisa—. ¿Así me veo? ¿Se siente así?

—¿Por qué no dices nada? No has hablado mucho desde que volvimos a casa.

—Tengo un poco de sueño.

—Duerme boca abajo. Te daré un masaje con aceite.

Chi Xiaoduo se acostó y Xiang Cheng, sin su camisa y con el pantalón de pijama, se agachó para buscar los aceites esenciales. El joven lo inspeccionó fijamente; si en este momento, tenía la idea de encontrar pareja, tal vez no podría porque ahora dicho pensamiento fue arrojado por la ventana debido a la expresión seria y cálida de este hombre.

El celular de Xiang Cheng sonó. Chi Xiaoduo se lo pasó; el contrario contestó y salió de la habitación.

Chi Xiaoduo lo escuchó decir—: Bien, estaré ahí de inmediato.

Efectivamente, Xiang Cheng entró y avisó—: Tengo que salir.

—Llévate un paraguas. Está lloviendo.

Él asintió. Ambos se miraron por un momento.

Chi Xiaoduo dijo—: Te acompaño.

Xiang Cheng rechazó con un gesto de mano—: Se están preparando para ir a una misión.

El corazón del joven dio un brincó.
—Entonces... asegure de mantenerte a salvo.

La otra parte se cambió de ropa. Era reacio a usar las prendas que Chi Xiaoduo le compró, así que se puso su atuendo de migrante que había vestido para capturar yaos, se quitó las pantuflas, se acomodó un bolso y comentó—: Volveré en la tarde.

El cielo comenzó a retumbar, Chi Xiaoduo lo acompañó hasta la puerta. Xiang Cheng le acarició la cabeza vigorosamente, cerró los ojos y acercó su mejilla a la sien del chico.

—Duerme.

—Cuídate mucho, ah. —susurró Chi Xiaoduo.

—No te preocupes. —Xiang Cheng afirmó y luego ingresó en el ascensor.

El joven cerró la puerta y comenzó a escribir sus recuerdos en la sección de entradas del correo electrónico.

—Mi nombre es Chi Xiaoduo... —pronunció mientras tecleaba—. No, por supuesto que soy Chi Xiaoduo, que estoy anotando para mí mismo, hmm, no es necesario presentarme.

Luego escribió una línea: [Hola, soy el tú del pasado.]

Independientemente de cómo se miraba, estaba lleno de pánico y suspenso como una película de ciencia ficción; así que lo borró y lo remplazó con: [No preguntes quién soy.]

Aquella frase sonaba más aterradora, por lo que decidió no perder el tiempo con una introducción y fue directo al grano.

—Xiang Cheng... él es un exorcista —murmuró mientras anotaba lo que decía—. Aunque sea difícil de creer, es verdad. Él te lo ha ocultado durante mucho tiempo. Espera, ¿debería escribir en segunda persona o usar "yo"...? Aaaaah, Dios mío, ¿qué estoy haciendo?

Chi Xiaoduo se sentía como dos personas esquizofrénicas que intentaban redactar un autoanálisis de su enfermedad. Escribió menos de doscientas palabras, luego dejó de teclear y puso el celular a un lado.

Se quedó dormido. Vagamente tuvo un sueño.

La marea subía y bajaba, la brisa marina soplaba y, cuando la ola golpeó el arrecife, se rompió en decenas de millones de cristales luminosos, alejándose mientras flotaban.

Cada trozo reflejaba un mundo sin fin, conteniendo el tiempo que fluía y los recuerdos de su infancia. El pequeño Chi Xiaoduo se arrastró por el arrecife, giró la cabeza para llamar a sus amigos.

Sus compañeros de juego se encontraban tan lejos que nadie lo escuchó.

Vio una cueva marina sin fondo y se metió en ella lentamente.

En la caverna yacía un gran pez negro, que se movía pausadamente sin aliento. Desde la perspectiva del pequeño Chi Xiaoduo, era casi tan grande como un barco varado.

«¿Qué es eso?», pensó, al mismo tiempo que caminaba hacia el frente y tocaba su cola.

La aleta caudal se agitó, el niño se asustó y cayó al suelo.

—Au... —La voz del monstruo resonó en la cueva como una alarma. Con esa acción, sus escamas se cayeron y la sangre brotó.

En su cabeza, apareció un resplandor, volviéndose de un punto tenue a una luz verde del tamaño de una ventana. Eso era el ojo del monstruo abriéndose.

Chi Xiaoduo tembló de miedo mientras se daba vuelta, haciendo todo lo posible por descubrir qué era; sin embargo, se dio cuenta que tenía otro ojo, el cual estaba apagado, sin vida, completamente nublado, emitiendo humo negro con el parpado medio entrecerrado en su vista ya cegada.

—T-T-Tú, ¿qué eres? ¿Tienes nombre? —preguntó.

El monstruo no respondió y cerró lentamente su ojo.

Chi Xiaoduo interrogó con nerviosismo y emoción—: ¿Eres un yaoguai? ¿Estás varado, perdido? Tú...

La garganta del monstruo emitió un sonido entrecortado, como un enorme rugido.


═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════

Notas de traducción:

[1] Chi Wen: Ya lo he puesto en notas anteriores, pero igual lo vuelvo a agregar para recordarles. Es uno de los Nueve Hijos del Dragón y le gusta tragar, se alimenta de las influencias malignas, protege contra los incendios (todo lo relacionado con el fuego), inundaciones y tifones.

[2] Mil jin: 1 jin es 0.5 kg, entonces en este caso 1000 jin son 500 kg. 

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