VIOLET
«No es la primera vez».
Quisiera decir que lo es, al encontrar a Black ahí de pie con una chica... con Blue. Y es obvio que acaban de hacer algo, ambos tienen la ropa desorganizada y los labios hinchados. Sin mencionar, las expresiones que portan, esas caras de que han sido atrapados después del acto. Mi pecho se hunde y tomo una respiración profunda para poder fingir una sonrisa.
Porque no es la primera vez, pero duele como si lo fuera, porque es Blue: una amiga con la que me he empezado a encariñar, no una chica que ni conozco. Y porque con el regreso de Black de verdad creí, tuve la esperanza de que esta vez sería diferente... que quizás este año separados le hizo ver que yo soy la que él quiere, que él sería diferente. Y con todos estos días que hemos pasado juntos, de verdad, me lo creí.
«¿Qué tan ingenua puedes ser, Violet?».
Black siempre ha sido un mujeriego, un infame fuckboy como lo llama Amber. Un chico que me empeño en querer cambiar, al que le sigo permitiendo hacerme daño de esta forma una y otra vez. Y el hecho de que él esté haciendo esto con Blue, alguien que él sabe es mi amiga, demuestra lo poco que le importo.
Recuerdo todas esas veces antes de que él se fuera hace un año, cuando salíamos de fiesta todos y que Black se iba con alguna chica, sin preocupación alguna, todos sabíamos que iban a follar. Él no se molestaba en ser sigiloso al respecto. Lo he visto tantas veces coquetear descaradamente frente a todos.
Y es como si me cayera un balde de agua fría encima. Su poco cuidado, su desdén al saber que me daría cuenta de cuantas chicas se llevaba a la cama, de que coqueteara, incluso frente a mí, pone todo en perspectiva, no es que yo no le importe del todo, es que... sabe que siempre estaré ahí.
Black sabe que, sin importar lo que haga, la idiota de Violet estará a su lado siempre, le limpiará las heridas de las peleas, le animará, le dará cariño porque lo quiere. Está tan seguro de mí que ha llegado a este punto, a follarse a una de mis amigas sin lucir arrepentido o culpable.
Y estoy clara de que no somos pareja, pero ambos sabemos que había algo aquí, siempre ha estado. Y quizás sea momento de tener la conversación que he evitado porque sé que me romperá el corazón.
Blue me sonríe y me pasa por un lado para salir del estudio, cerrando la puerta. Nos quedamos solos y Black me da esa sonrisa inmensa que le ilumina toda la cara.
—¿Cómo está la fiesta? —dice relajado—. Deberíamos ir a bailar.
Mantengo mis ojos en otro lado. Black se acerca y me toma de la mano. Y reuniendo fuerzas, me suelto de un tirón.
—No.
Puedo sentir su mirada sobre mí, pero no levanto la vista.
—¿Qué pasa, Vi?
Odio la calidez que me envuelve al escucharlo llamarme 'Vi' porque me hace recordar todo lo que hemos vivido juntos. Cada risa, cada abrazo... nuestras locuras, nuestras caras al comportarnos como unos inmaduros juntos. Me cuesta hablar.
—Ya no puedo seguir con esto —murmuro, dando un paso atrás para poner distancia entre nosotros.
—¿Con qué? —Silencio—. ¿Violet?
Finalmente lo miro, y me desarma un poco. Ahí está él con su cabello negro desordenado, con esa profundidad en sus ojos, esperando. No sé que decir así que solo me dejo llevar.
—Te quiero.
Black se tensa por un segundo, pero luego se esfuerza por sonreírme.
—Yo también te quiero.
—No como un amigo... es más que eso... para mí. Y lo sabes.
—Violet.
—Y con el pasar del tiempo... pensé... creí... que llegaría a ser algo mutuo, que si seguía a tu lado, un día te darías cuenta de que me quieres de la misma forma o que sé yo. Fui idiota, lo sé. —Él abre la boca y levanto la mano para callarlo—. Y lo único que obtuve fue heridas, Black, verte irte a follar o coquetear con otras todo el tiempo. Y sé que solo somos amigos, no me debes nada, pero... —mi voz se quiebra un poco—. Me duele... me duele mucho y ya no puedo más.
Observo la pared a un lado con la vista nublada de lágrimas. Cierro los puños a mis lados con tanta fuerza que se me clavan las uñas en las palmas.
—Violet... —Su voz adquiere un tono de desesperación mientras se acerca a mí—. Lo siento... jamás te haría daño a propósito, lo sabes, eres una de las personas más importantes en mi vida, por favor, mírame.
Sus manos toman mi cara y me gira para verlo a los ojos, lo veo a través de las lágrimas, su expresión contraída en preocupación, en miedo.
—Escúchame bien, tú eres... sin ti, no puedo —Él traga, duda, se desespera—. Eso fue solo sexo, Violet, folladas y ya. No significan nada, en cambio tú...
—¿Yo qué? —Me quito sus manos de la cara—. ¿Siempre voy a estar ahí para que vengas a darme cariño con las manos que acaban de tocar a otra?
Él sacude la cabeza.
—No, claro que no.
—¿Entonces?
—Yo... —Él pasa la mano por la cabeza, se da la vuelta y camina hacia la mesa del estudio antes de volver a girarse hacia mí—. No puedo perderte, Violet. Solo imaginarlo me deja sin aire.
Y eso me enoja aún más.
—¿Y eso que significa, Black? ¿Me quieres o no? ¿Puedes ser honesto y directo conmigo de una puta vez? —Él se sorprende al escucharme decir una mala palabra, no soy ese tipo de persona, pero no me contengo, ya no más—. Solo dilo.
—¡No lo sé! —responde agitado—. Sé que te quiero, sé que quiero estar contigo, sé que te necesito, pero no sé de que forma te quiero... a mi lado. Por eso no... he intentado nada más... después de aquel beso en el garaje el año pasado. No quiero ser un idiota que intenta descubrir que es lo que siente al tener algo contigo y darte esperanzas sin saber a donde nos llevará. No puedo hacerte daño, Violet, no a ti.
Bufo, lágrimas cálidas en mis mejillas.
—Hemos estado juntos por años, Black. Si a este punto aún dudas, es porque no me quieres de la forma en la que yo te quiero, punto. Deja de darle tanto rodeo a lo inevitable.
—No todo es blanco y negro, Violet.
—¡Sí lo es cuando se trata de querer a alguien! Los quieres o no, punto. Ya no puedo seguir así, por favor, no me busques más, aléjate de mí, déjame—
—No, no, no —Black se acerca de nuevo y me agarra de los hombros—. No me apartes, por favor, Violet, por favor, no me dejes solo, te necesito.
Sus ojos se enrojecen y me duele en el alma porque vuelvo a ver a ese chico que no quiere que lo echen a un lado, que no quiere estar solo, que lucha por mantener la poca gente que lo quiere a su alrededor. Y arde en mi pecho, pero finalmente me doy cuenta de que yo también importo... yo también siento... yo también merezco estar en paz.
Acuno su mejilla en el momento que una lagrima cae por ella.
—No soy tu centro de rehabilitación, Black.
Él me abraza.
—Por favor, por favor.
Mis brazos se mantienen a mis lados porque no le respondo el abrazo. Él se aferra a mí con una fuerza que solo le agrega sal a la herida. Y aunque todo duele demasiado, siento como si me hubiera liberado... de alguna forma. Me separo de Black y su expresión es un desastre: Ojos rojos, mejillas húmedas. Debo verme igual.
—Cuídate mucho —digo y me doy la vuelta.
Él me agarra del brazo y me suelto, lo vuelve a hacer hasta que me giro a él y le grito:
—¡Basta! ¡Yo también tengo sentimientos! ¡Yo también tengo problemas! ¡Necesito paz! ¡Ya no quiero seguir sufriendo por ti!
Él recibe cada palabra como si fuera un golpe, su expresión se contrae en agonía.
—Por favor.
Esta vez me doy la vuelta y salgo de ahí tan pronto como puedo. El pasillo está lleno de gente, en la semioscuridad rojiza, nadie nota mis lágrimas así que me las limpio tan rápido como puedo, pero más siguen cayendo y llega un punto donde solo dejo de limpiarlas.
Me estrello contra un pecho y levanto la mirada para encontrarme a Red. Él me abraza de lado y me guía a una puerta, me lleva dentro y está a punto de hablarme cuando Black aparece a su lado. Me ha seguido. Black hace ademan a entrar, pero Red le pone la mano el pecho.
—No.
—Esto es entre ella y yo —dice entre dientes Black.
Red me mira y sacudo la cabeza.
—Sigue caminando.
—¡Qué no te metas en esto! —Black alza la voz y Red le da un solo empujón con palma abierta en el pecho. La voz de Red se vuelve fría y amenazante:
—Qué sigas caminando.
Black hace una mueca antes de rodear a Red e irse por el pasillo. No sé que decir. La expresión fría de Red desaparece y me da una sonrisa cálida.
—Toma todo el tiempo que necesites —asiento—. ¿Puedo hacer algo más por ti?
—¿Puedes decirle a Amber que venga? —Red asiente y antes de que se vaya, agrego—: Y a Blue... ambas... por favor.
Sin decir nada más, él cierra la puerta y me deja sola en esta habitación. Me siento en la cama para llorar con todas las ganas y dejar salir todo este dolor, esta liberación ha sido necesaria, pero eso no la hace menos dolorosa.
Tocan la puerta y Amber entra, seguida de una confundida Blue. Las dos se quedan ahí paradas frente a mí, sus ojos pasando por mi rostro lleno de lágrimas.
—Eh... —mi voz se rompe—. Me rompieron el corazón, así que... —me encojo de hombros—. Necesito a mis amigas.
La primera en moverse es Blue, da grandes pasos hacia mí y me abraza.
—Si he hecho algo que ha contribuido con que estés así, lo siento mucho, Violet, lo siento.
—No, —digo al descansar mi cara en su hombro—. Esto no se trata de ti, es él... siempre ha sido él. Y yo con mis esperanzas absurdas.
Amber se sienta a mi lado y se une al abrazo, descansando su cara sobre mi hombro mientras me da palmadas en la espalda.
—Esto también pasará, Violet —susurra Amber—. Puedes llorar, puedes insultarlo, aquí estaremos.
Me separo del abrazo y las miro. Ambas se ven genuinamente preocupadas por mí.
—¿Puedo desahogarme?
—Claro que sí.
Cada una me agarra una mano.
—Siempre he estado para él, por años, siempre he puesto primero su bienestar, buscando formas de hacerlo sentir menos solo, de que se cuenta de que vale tanto como los demás, de que deje de menospreciarse... y no me arrepiento porque como su amiga siempre querré lo mejor para él, lo quiero mucho. Sin embargo... —tomo una respiración profunda—. He dado tanto... —mi voz me falla—. Le he dado tanto que estoy exhausta... me siento... tan cansada... como si estuviese drenada. Y cuando esa amistad se convirtió en amor, fueron solo altibajos, me encontraba dándole importancia y significado a cada detalle, a cada cosa mínima que él hacía mientras él seguía por ahí estando con chicas como si nada. Me creí especial... me creí... que al final estaríamos juntos.
Lloro un poco por lo bajo y Amber aprieta mi mano. Y rota, les pregunto:
—¿Por qué no ha sido suficiente? ¿Por qué no he sido suficiente para él? Cuando lo he dado todo.
Amber me suelta la mano y me agarra el rostro.
—No, no vas a dudar de tu valor como persona, por él. Eso no lo voy a permitir. Eres una chica increíble, Violet. Si los sentimientos no son mutuos, no tiene nada que ver contigo, tú no has hecho nada malo, ni tienes que hacer malabares para ganarte el amor de alguien. Así no es como funciona.
—Creí que sería como en mis dramas coreanos —aspiro, mi nariz tapada de tanto llorar—. Que el chico al final me diría que yo era la que él ha amado todo este tiempo, que por lo menos esa parte de mi vida sería bonita, feliz. Perdón, estoy siendo dramática, ¿no? Lo siento.
—No te disculpes —Blue me da una sonrisa triste—. Nunca te disculpes por expresar lo que sientes.
—Ah, Blue, apenas empezamos a ser amigas y ya me ves en estas condiciones. —Me limpio las mejillas.
—Gracias. —Su respuesta me sorprende—. Por confiar en mí, por llamarme a mi también, por ser vulnerable y dejarme ser tu amiga. No he tenido amigas... —Una expresión de dolor le cruza la cara—. En mucho tiempo.
Amber la abraza de lado.
—Ya has visto los mocos de Violet —Amber bromea y me rio entre lágrimas—. Así que ya estás atrapada con nosotras.
Blue nos sonríe ampliamente.
—Es un honor.
Nos reímos y ellas me escuchan, me consuelan, se quedan conmigo a pasar este momento. La idiota enamorada de Violet se ha ido. Ahora queda la del corazón roto, lo único bueno es que un corazón roto puede sanar... puede seguir adelante, no se guinda de la mínima esperanza como la Violet idiota lo hacia. Aferrarse a lo imposible es mas doloroso y se alarga con el tiempo... en cambio cortar el lazo, es un dolor profundo, pero es uno que abre el camino a superar, a sanar.
A tener paz.
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Nota de la autora: Se me metió un VioletxBlack en el ojo.
Este capítulo me dio mucha tristeza. Creo que muchas veces hemos sido Violet, dándolo todo por personas, no solamente en el amor, y conformándonos con migajas, con destellos de cariño. Sin recibir ni la mitad de lo que damos hasta que llega un punto que nos damos cuenta de que hemos quedado vacíos, sin nada que dar y llega un cansancio emocional que nos deja sin aliento y que es doloroso.
Tampoco tengo resentimiento con Black porque él tiene sus propios problemas internos con los que lidiar. Y la mayoría de las veces, él no sabe manejar o enfrentar las cosas. En fin, falta mucho crecimiento en él.
El lado protector de Red es uno que siempre sale a la luz en este tipo de situaciones, como lo ha dicho Blue varias veces, Red es el tipo de persona que te pregunta: ¿qué necesitas? , que busca solucionar o ayudar de alguna forma y te deja en tu espacio si así lo quieres.
Bueno, hablemos del trio poderoso Violet x Blue x Amber. Las amo, me gusto mucho que Violet también llamara a Blue, cuando estaba escribiendo esa parte, al principio solo escribí que buscara a Amber y sentí que la misma Violet me dijo que también necesitaba a Blue. Para ella no solo es claro que no culpa a Blue, sino que también simboliza dejar ir a Black, porque ya no piensa en quien ha estado con él y quien no.
Muakatela,
Ariana G.