Aventuras de un heredero

Bởi Anaisbvm

58.2K 3K 932

Miles Campbell Jones, uno de los chicos más reconocidos de toda Europa por ser hijo de un joven empresario ex... Xem Thêm

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42

Capítulo 4

2.4K 101 13
Bởi Anaisbvm

Miles

Estos últimos días he tenido el privilegio de faltar a clases y quedarme en cama. Maya me consintió como siempre y las cosas dulces no faltaron. Estuve en un paraíso de queques, galletas, tartas y mimos de su parte por lo que no me sentí para nada solo. Aunque en el fondo pero muy al fondo quería recibir un poco de cariño de otra persona.

La cabeza aún me duele pero no tanto como ese día, las mis heridas sanaron en su mayoría pero quedaron unos moretones que tardarán un poco en desaparecer.

—¿Qué haces fuera de la cama? —Di un brinco cuando me sorprendió papá a mis espaldas.

—Nada —respondí susurrando—, nada que te interese.

Acumulación de rabia ¿Qué esperaba?

No lo veo nunca en casa, pareciera que no existe una relación padre e hijo en aquí. Siento que me ignora, pasa absolutamente todo el jodido día en su despacho o saliendo a juntas que para él son importantes. Es más, escuché hace unas horas que tiene un viaje mañana y no ha podido decírmelo.

—¿Es necesario responderme de esa forma, Miles?

—Muy.

—Deja ese comportamiento —habló agotado—. Ve a la cama y apaga las luces que es tarde. No olvides tomarte los medicamentos.

— ¿Ahora te importo? —dije desafiante— ¡Pues que te valga mierda como estoy, me quedo aquí y punto!

—Escúchame bien jovencito, aquí nosotros dos no hemos hablado por una clara razón, espero que obedezcas mis órdenes y las del médico así que te vas a dormir pero ya.

—¡Son las nueve de la tarde, no tienes derecho!

—Que sean las diez —apreté los dientes—. A dormir dije.

—¿Por qué tienes que ser tan molesto?

—No te mandas solo, si te digo algo es por su bien —Maya apareció en el pasillo y me quedé en silencio.

— Miles, ¿Qué haces aquí?

—Lo mismo le pregunto yo —sonrieron.

No entiendo el por qué se pone de su lado, debería ser todo lo contrario. Mirando el piso y sintiéndome como un perro regañado pasé por el lado de ambos en dirección hacia la sala.

Si esperaba que siguiera sus estúpidas órdenes se equivoca.

— Señor Alexander, hice lo que me solicitó. Le dejé organizado el horario semanal de las comidas por si acaso esta semana, también lo del calendario, está en la cocina con cada examen que rinde Miles en el mes y una copia en su despacho.

—Te pasaste Maya, muchas gracias. Disfruta las semanas de vacaciones que te las mereces.

—Gracias —abrí la boca sin creer lo que estaba escuchando.

—¿Qué tonterías? —corrí escaleras abajo— ¡Quieren controlar mi vida!

—¡Miles Campbell vuelve a la cama en este instante!

Desesperado fui a ver el supuesto calendario y efectivamente era verdad. Descubrieron todo lo pendiente maldita sea, llevo alrededor de ocho exámenes atrasados y esas citaciones las había estado escondiendo todo este tiempo.

Me acaban de traicionar, repito, Maya me acaba de traicionar.

Mi mochila estaba en la mesa con todas las comunicaciones, debí botarlas, no alcancé y ahora estoy condenado.

—Lo repito una vez más y te vas a dormir calentito si sigues.

—Puedo explicarlo.

—Mañana lo hablamos, a dormir.

—¡Joder Alexander! —le grité sin medir mi tono—. Bueno puede que me haya...

—¿Siempre tiene que ser una pelea contigo?

En dos segundos, ni tuve tiempo de reaccionar y ya estaba ubicado en sus rodillas. De por si era humillante y peor con Maya cerca, quise soltarme pero fue imposible.

—¿Te lo dije? —apreté mis labios sin querer emitir ninguna palabra—. Sabes que sí, ya no te daré advertencias. Asumirás las consecuencias porque estas bien grandecito para entender lo que está bien y lo que está mal.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

Una semana sin castigo había sido un reto pero aquí estoy de nuevo, los azotes no son suaves, para nada, su mano pesa muchísimo y te pican para que te arrepientas pero no será tan fácil.

—¿Hasta cuándo serás así de irrespetuoso Miles?

—Hasta cuando yo quiera.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

Admito que esas si me dolieron.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

No, ya es tortura, por supuesto que me duelen, va demasiado rápido y firme. Me retorcí en su regazo como un pez fuera del agua pero con su pierna logró inmovilizarme.

—¡Déjame tranquilo Alexander, no te metas!

—Que quede claro que este no es el castigo por ocultarme las reuniones a la escuela y tus notas del primer semestre. Espero que reflexiones un poco.

—¿Para qué reflexionar mierdas que no valen la pena?

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

Lo hice enfadar porque ni me percaté cuando mis pantalones de pijama ya no estaban en su lugar y las nalgadas se sentían muy fuertes como si me prendieran fuego allá atrás.

—Cuando te diga que hagas algo, lo haces y sin rechistar.

PLAS PLAS PLAS PLAS *Ayy* PLAS PLAS PLAS PLAS *Au* PLAS

—Porque lamentablemente vives aquí y bajo mis reglas ¿de acuerdo?

—¡Vete al carajo!

—No voy a permitir otro insulto de tu parte Miles, ya es hora de que entiendas las cosas y no todo es como tú dices. No sacas nada con esa actitud rebelde porque estas charlas seguirán si no cambias...

PLAS PLAS *Oww* PLAS PLAS PLAS *Arde* PLAS PLAS PLAS

—¡Bueno, ya entendí!

Quise terminar con todo pero al parecer papá no tenía el mismo pensamiento que yo. Estaba siendo duro, si, ¿he tenido peores? también pero no es el punto.

Para mi mala suerte con el pie encendí el televisor y mi propia imagen apareció en pantalla pausando todo el infierno que vivía mi trasero ahora mismo. Decían mentiras, ¿Cómo no? Si la prensa dice y hace lo que quieren que las personas vean en los medios de comunicación.

"Aquí podemos ver como el hijo menor de Alexander Campbell, un empresario exitoso y con gran fama en Europa, provoca una pelea en el parque de diversiones agrediendo a otros jóvenes de su misma edad. Aquí viene John con el reporte, te escuchamos"

"Así es Carla, pudimos presenciar este desagradable momento y como el chico fue llevado al hospital horas después, no creemos que tenga la culpa de aquella pelea pero no se sabe lo que realmente pasó. Las fotos que se muestran en pantalla..."

Se apagó la televisión y fue papá quien lo hizo. Dejó el control remoto al lado dando un fuerte suspiro.

—Ve a la cama, Miles —sentí su decepción—. Mañana tienes escuela.

Mis ojos se cristalizaron.

—Ellos mienten... —quise justificarme—, no puedes creerles. Tu viste como esos hijos de puta me golpearon y...

—Hazme caso.

No soporté más y se me salió involuntariamente el sollozo frente a él, me miró sorprendido sin decir nada. Salí lo más rápido que pude a encerrarme en mi habitación. No quiero que vea mi debilidad y que sepa que me hieren sus palabras, no quiero darle la importancia que no se merece.

No es justo.

Me acurruqué en las mantas, coloqué mis audífonos con volumen a tope y llorando me aferré a una almohada como si fuera capaz de darme la compañía que me hace falta.

Alexander

Las maletas del viaje a Australia me tenían agobiado, no podía terminarlas porque quería dejar todo listo en la empresa antes de partir al aeropuerto. Hice todo rápido en el despacho mientras que los guardaespaldas de Miles lo llevaban a clase, me suplicó esta mañana que lo dejara en casa y tuve que mandarlo sin opciones, ha faltado mucho, no quiero que se atrase en la escuela más de lo que está.

Saqué las llaves de la casa, di un paso al jardín y recordé que Maya tenia vacaciones por lo que significa que no tengo con quien dejar a mi hijo. Por supuesto que no es un problema, lo llevaría conmigo pero con su rebeldía últimamente no debería darle un premio.

—Lucas —hablé por teléfono—, ¿Puedes traerlo de vuelta?

—¿Pasó algo señor?

—Nada, no te preocupes.

—Acaba de ingresar, iremos por él —cortó la línea.

Fui directo a su cuarto a sacar las cosas que podría llevar al viaje, no hay tiempo así que se tendrá que conformar con lo que le alcance a echar en la maleta. Comencé con abrigos por el frío, zapatos también abrigadores que nunca se pone y un par de gorros porque allá es invierno. No quiero que sea enferme ni se congele. Hoy es el último día de sus medicinas y las dejó tiradas en la mesa antes de irse a la escuela.

Su cuarto pasa desordenado a pesar de que se lo limpien diariamente, ya tendrá que hacerlo él mismo. No puede depender de los demás.

Bajé con todo hacia la sala y fui a la cocina a preparar un par de sándwiches para la espera en el aeropuerto. La mantequilla de maní es su favorita y sé que sería un sueño para él comerla con mermelada de frambuesa pero es alérgico. Nunca puedo hacer estas cosas porque en realidad me paso trabajando la mayor parte del día.

Un llamado me desconcentró en lo que estaba haciendo y respondí rápidamente.

—¿Si? ¿Quién habla? —limpié el desastre de la encimera y me llevé un trozo de pan a la boca.

—Alexander, habla Jamie —me atraganté y tosí en medio de su conversación—. ¿Te encuentras bien? ¿Hola?

—Dime —respondí seco.

—¿Cómo has estado?

—Habla de una vez Jamie, ¿Qué quieres? —es la madre de mis dos hijos, es raro que llame sin pedirme algo con la excusa que es para Milan.

Estaba por preguntarle por él y lo nombró.

—Milan quiere volver por un tiempo.

—¡No es cierto mamá! —se escucharon sollozos del otro lado de la línea y levanté una ceja— ¡Por favor déjame aquí!

—Se nota muy convencido —dije y luego analicé lo que acaba de decirme—. ¿Cómo dices?

Abrí los ojos en grande y puse una mano en el refrigerador para apoyarme.

—Volver, estar con ustedes Alex.

—¿Qué pasó con tú te quedas con uno y yo con el otro? —cité sus palabras de la última conversación que tuvimos hace un par de años.

—Olvídalo y pasa la página —rodé los ojos—. De verdad Milan debe volver.

—No seguiré tus jueguitos Jamie, nada de intercambios de hijos, piensa en la estabilidad de cada uno por lo que no te pongas infantil...

—Me refería a que estés con los dos.

—¿Por qué? ¿Qué hay de ti?

—Surgió una nueva oportunidad en Alemania y pienso tomarla.

—¿Volviste a las apuestas? ¿No aprendes? —negué guardando los refrigerios en una lonchera para Miles—. Ese mundo de mierda te arruinará.

—¿Vas a venir por él? Porque lo puedo dejar con su tía aunque tú eres su padre así que...

—¿Te estas escuchando?

—Te espero hasta mañana, estamos en Dinamarca, te enviaré la dirección por mensaje —cortó sin más.

Necesito un respiro y pensar acerca de esta situación. Me va a entregar a Milan después de casi cuatro años y no sé qué haré con dos adolescentes en la misma casa. De por si el menor se comporta como si tuviera tres años y con alguien un año mayor que él será el triple su actitud berrinchuda.

No puedo dejar a mi hijo en la nada en Dinamarca y no me preocupa que no quiera venir, debe hacerlo. Aun cuando no esté de acuerdo tendrá que adaptarse a este país. Tiendo a ser estricto y nada será distinto con él.

¿Ahora qué hago? Tengo un pasaje a Australia en cuatro horas.

—¿Te arrepentiste de enviarme a ese infierno? —quise reír con el comentario de Miles al entrar a la sala—. No creí que mis súplicas funcionarían.

—No jovencito, ocurrió un imprevisto —bostezó—, ponte otra ropa que salimos en diez minutos en el jet privado.

—¡No quiero viajar!

—¿Fue una pregunta? —dije un poco autoritario y de inmediato se puso a la defensiva.

—¿Te pedí una respuesta?

PLAS PLAS PLAS PLAS

—¡Mierda! ¡Que pican!

—Siete minutos desde ahora —puse el cronómetro en mi reloj— ¡Escogí tu ropa!

—¡No inventes, viejo! —corrió nuevamente en las escaleras—. Podía hacerlo solo.

—No hay tiempo.

—Pero, pero... —cerré mis ojos y desapareció con la maleta.

—¡Miles Campbell te quedan tres!

—¡Es mi problema!

Le daría sus buenas nalgadas ahora mismo pero no tengo el tiempo suficiente sin embargo llegando a Dinamarca las cobrará. Busqué los lentes de sol y busqué la estación del año que hay allá. No podemos llegar sin la ropa adecuada.

—¡Trae ropa de verano!

—¿Qué metiste a la maleta? ¿Acaso iremos a un iglú? —bajó despreciando los zapatos de nieve.

—Ropa de invierno y menos de la mitad verano o llevas la ropa que yo te dejé ¿bueno?

—Arruinas mi existencia Alexander.

—Menos charla —advertí llamado a Lucas para que nos ayudara con las cosas.

Tengo que comentarle acerca de Milan y estoy seguro que su reacción será negativa por motivos obvios. No se llevan muy bien que digamos desde que ocurrió el divorcio y su hermano no se quiso quedar. Jamás habla de él pero puedo entenderlo de cierta manera.

Estará furioso sabiendo que vamos a Dinamarca por su hermano.

—Miles apresúrate, no nos queda tiempo —solté un suspiro en la entrada de la casa.

—¿Y si te vas sin mí? Puedo quedarme solo.

—En tus sueños jovencito —cerré la puerta y nos subimos al auto para ir a la pista donde nos esperaba el jet privado.

Miles

Tengo sueño y estoy molesto por este viaje improvisado. Nunca vamos juntos a ningún lugar, intento faltar a la mayoría pero justamente hoy tuvo que llevarme sin preguntarme si quiera. Iba demasiado raro, su típica cara de enojo no me decía nada...

—Volviendo a Europa me acompañarás a la reunión con la directora.

Gran inicio para romper el hielo, te aplaudo Alexander.

—Mhm —subí la música de un reproductor antiguo que encontré en mi habitación. No tengo celular así que no puedo hacer mucho.

—Baja eso que te estoy hablando.

—¿Cuántas horas son?

—Quince a lo máximo —abrí la boca indignado.

¿Me tendrá quince horas encerrado aquí con él? Maldita sea.

—Señor llegamos a la pista —Lucas estacionó el auto y nos bajamos al jet. El estómago me daba vueltas, no estoy acostumbrado a ir en aviones o cosas que vuelan a todos lados.

Arrastré los pies, literalmente para ganar valentía y apreté los puños hasta que los nudillos me quedaron blancos.

—Miles ¿Qué haces? —dijo Alexander desde la escalera—. Sube.

—Eso hago —hablé entre dientes.

Bajó a pasos lentos y me tocó el hombro derecho.

—Estas blanco como un papel —susurró.

—Gracias por tus alentadoras palabras —nótese el sarcasmo.

—Hijo tenemos que hablar de algo —mordí mi labio queriendo lloriquear.

—¡¿En el avión?! —interpreté su frase a mi manera.

—¿Ah?

—¡Eres increíble! ¡Me vas a castigar en un puto avión!

Jet, lo que sea.

—¿Quién te dijo eso? —me sentí ridículo— En casa, aquí no.

Vaya, si el castigo no me lo quita nadie.

Lucas me entregó una pastilla para dormir y la miré detenidamente pensando en lo que podría contener. Por supuesto que puedo dormir solo pero tampoco sería una mala ayuda tomarla antes de irnos.

—Miles lo que pasa es que... —apenas Alexander comenzó a hablar me la tragué sin nada, hubiera preferido tener agua cerca pero el impulso de llevarle la contraria me generó una gran sonrisa—, ¿Es enserio? Es algo importante.

No me arrepiento, lo que tenga que decir me vale.

Đọc tiếp

Bạn Cũng Sẽ Thích

199K 16.9K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
3.2K 235 6
un ship random que me encontré en tiktok y me terminó gustando pero no existen historias de este shipeo tan lindo😞❤️‍🩹 ships: -Japeto x encelado -t...
40.4K 2.2K 34
"Luego de tu primer amor, llega tu amor verdadero, un amor real que te hace amar la vida y a ella"
24.9K 1.4K 24
¿Quién diría que los pequeños pasos podrían cambiarlo todo? Damián White, un enfermero que trabaja en una de las mejores clínicas del país se encontr...