Leer la nota del final (Disfrutar de la lectura)
- ¡Mírale a los ojos! - me grita Sam con un megáfono en mano y eso que está prácticamente a mi lado - tienes que demostrarle al publico que estás enamorada de él, no es tan difícil.
Aprieto la mandíbula, no me gusta actuar, ni siquiera me gusta mi papel y mucho menos que sea Will mi amado de la obra. ¿Demostrar que estoy enamorada? Joder, ya lo estoy pero trato de ocultar todos esos sentimientos, si de repente hago eso todos se lo creerán si, pero porque lo siento de verdad.
Soy tan injusta con Calvin por esto, no entiendo como dice afirmar que le da igual, no entiendo a que se daba tanta confianza.
- Vamos, empecemos de nuevo.
Le muestro mi dedo a Sam antes de empezar, escucho como ríe, será payasa, lo está disfrutando y todo.
Respiro hondo antes de comenzar a actuar.
Mis pies se mueven ágiles a la parte contraria del escenario donde se supone que se encuentra uno de los laterales del falso muro que se supone que rodea la casa del rey, mi al parecer padre.
Will me espera sentado en un falso carrito con un falso caballo de cartón como si tirase de este. Cuando me acerco alza la cabeza y sonríe de forma ladeada, odio que por solo eso mi corazón lata de este modo, joder Lily, relájate.
- Al fin estás aquí, ansiaba poder verte - dice antes de ponerse en pie y a paso lento detenerse a unos pasos de mi. Aun él no va disfrazado pero estoy segura que le sentará bien aquello que le pongan - estaba pensando que tu padre te había encerrado en el cuarto.
- Y así ha sido - respondo de la forma más dulce y enloquecedoramente que soy capaz de representar, así es mi personaje - no queda mucho para que una de las criadas entre a ver como me encuentro y le avise a mi padre, ¿qué querías decirme Adrián?
Will se acerca a mi aun más pasando en ese mismo movimiento su brazo por mi cadera de forma atrayente. Se inclina levemente sobre mi en lo que yo quedo un poco recostada sobre el firme agarre de su brazo.
Debo recordar que estoy representando un papel. Abro los labios ligeramente como extasiada por su presencia sin apartar la mirada de sus labios. Sé que Will también mira los míos con pesar.
- ¡Eso es magnifico! - exclama la profesora de literatura emocionada mientras aplaude enloquecida por la actuación - se siente como si de verdad fueseis unos amantes enloquecidos en uno por el otro, tenéis esa chispa que se necesita, ¡magnifico!
Me aparto bruscamente de Will. Maldición, quería besarle, disfrutar de nuevo de sus dulces y suaves labios... maldición.
La siguiente escena no es protagonizada por ninguno de nosotros, en esta sale Calvin con una chica cuyo nombre desconozco, se supone que es donde avisan al padre de Damaris que esta ha escapado por su balcón para verse con Adrián.
Me acerco a Sam que mira seria la escena, comienzo a beber agua sin siquiera respira, necesito hidratarme, llevamos horas ensayando ya que la fecha se nos hecha encima y la obra es más complicada de lo que aseguraban.
Quiero largarme y gritarles que no quiero participar pero... necesito un buen expediente para la universidad, no sé a cual iré, ni tan siquiera sé que estudiaré, quiero estudiar Administración y dirección de empresas pero... mi sueño no es ese.
Quiero estudiar algo sobre escritura creativa, me encanta como se enlazan las palabras formando frases, luego como estas tiene un significado coherente, quiero inspirar en la gente lo que los libros me inspiran a mi.
- Deja de mentirte más, ¿sabes lo que acabarás logrando con eso, Lily? ¿acaso lo sabes? - la miro sin comprender, no aparta la mirada de la escena pero sé que su cabeza está donde estoy yo, atenta a mi - quieres demostrar que ya no quieres a Will, vale, pero atente a las consecuencias.
- ¿Qué consecuencias, Sam? ¿qué consecuencias? - pregunto a la defensiva, tengo ganas de gritar que deje de martirizarme con ese tema - Will no quiere luchar, ¿o acaso crees que sí? Sé que rompí con él y quizá fui cobarde en mi momento, ahora sé que el cobarde es él y si no fue antes iba a ser después, tu padre acabaría metiéndose entre nosotros.
Asiente esta vez mirándome.
- Lo comprendo pero me duele verte así, crees que fijándote en Calvin vas a olvidarte de él cuando en el fondo sabes que no y es injusto para Calvin, comprendo que te guste, es muy bueno contigo y te trata maravillosamente bien - me coge la mano dándome un pequeño apretón - solo no te confíes tanto.
Si lo que quieres es un chico popular, eso tendrás, con tal de estar contigo hasta viajaría a Marte.
Me encantaría viajar a Marte con Will aunque quizá deba conformarme con llegar hasta la luna con Calvin.
- ¡Escena del beso! - exclama la profesora tirando de mi casi haciéndome tropezar. Odio que me cojan así - William, venga, acércate.
Veo como Will se acerca con las mejillas sonrojadas, ¿tenemos que besarnos ya? ¿en el ensayo? ¡esto es una locura! ¿si pongo la excusa de que nos desgastamos y para la función no nos quedan besos me creerán? Demonios no, no lo harán.
Solo me queda una cosa.
- Agg - pronuncio antes de dejarme caer de espaldas al suelo con los brazos sobre mi pecho, la lengua fuera y los ojos cerrados.
Vuelvo a ser una sexy zarigüeya. ¿A que molo bastante?
Noto pasos acercarse a mi para acabar rodeándome, se siente tan incomodo que todos te miren que me veo tentada a abrir los ojos, luego recuerdo por qué me hago la muerta y me mantengo tan tiesa que algunos logran creerme.
- Regalices - susurra una voz en mi oído.
Me tienta, sé que lo hace a posta. No soy tan débil, debe hacerlo mejor para que "reviva" total, unos simples regalices no me pueden... mierda, quiero regalices. ¡Dadme regalices hijos de todos vuestros ancestros!
- Logan Lerman... - susurra otra voz, sigo sin moverme - joder, está muerta.
- No, no lo está - dice una tercera voz - mirar, así se la despierta.
Noto como me tapan la nariz y me abren la boca. ¿Quieren hacerme un boca a boca? Diablos, ¡que asco, que asco, maldita sea que asco! Me incorporo de un salto viendo al mismo tiempo como Calvin se tambalea y acaba cayendo ya que estaba prácticamente encima de mi.
- Te odio - le gruño.
- Sabes que no - responde sonriente - ahora toca la escena, profesora - le recuerda.
Todos se marchan más tranquilos para dar comienzo a la continuación de nuestra escena, Will vuelve a pasar su brazo por mi cintura para atraerme a él, sus ojos brillan de ese modo en que lo hacían meses atrás, tengo miedo.
Lo reconozco, tengo miedo. No quiero llegar a sentir mucho por este chico, no quiero ilusionarme para que luego su padre aparezca de nuevo.
De forma delicada Will acerca su boca a la mía para limitarse a rozar sus labios con los míos, lo reconozco, cierro los ojos y no recuerdo que Calvin está ahí, observándonos aunque ha sido él quien me ha "revivido" y sabía lo que venía, no le importaba.
El beso apenas toma profundidad cuando decidimos acabarlo, es una obra, no hay por qué continuarlo.
Toda la clase estalla en aplausos cuando tras el beso seguimos actuando hasta el final del acto. Sinceramente ha quedado bien y eso que reconozco que no soy buena actuando.
- ¡Fran! - grita Sam por el megáfono.
Will se aparta de la escena en el momento en el que cambian el escenario y Fran y yo decidimos hacer nuestra aparición.
- Padre está de los nervios - me exclama en un murmuro - ¿crees que puedes escapar cada noche a media noche para regresar al alba? - por alguna razón sus ojos son feroces, debo recordarme que está actuando - ¿le amas?
Mi personaje debe temblar pero no lo hago, mi personalidad no es como la de la protagonista. Yo no tiemblo ante una afirmación como ella, últimamente he caído, he dejado la valentía y la fuerza por ahí, creo que se han dado cuenta pero estoy confusa, me paso la vida metida en mis pensamientos.
- Le amo tanto que cada noche al alba cuando me pregunta si quiero subir con él al carro y huir de ahí, ir a otro reino y empezar de cero como simples comerciantes titubeo, soy débil hermano, soy débil ante él, quiero besarlo cada minuto de mi existencia, necesito el roce de su piel en mi, le necesito hermano, le necesito.
Aprieta la mandíbula antes de agarrarme fuerte del brazo o eso parece, desde fuera se tiene que ver que me duele aunque desde luego apenas ejerce fuerza. Hago muecas de dolor y puedo ver como funcionan.
- No puedes irte - afirma seguro - debes cumplir las ordenes de padre, nunca dejaría de buscarte.
Haciendo uso de mi personalidad doy un paso hacia Fran, trata de no demostrar la confusión por haberme salido del guión. Con fuerza quito su brazo del mío y acabo señalándole con el dedo.
- Soy la dueña de mi destino, no tú, ni padre - le recuerdo - solo yo, ninguno decidirá que debo hacer, quiero a Adrián tanto como detesto a padre, no me hagas elegir hermano, las sábanas siguen colgando del balcón.
***
Me hago una coleta alta antes de echarme la chaqueta por encima y guardar el móvil en este y enchufarme los cascos. Salgo al baño, decido lanzarme sobre la cama antes de irme a la zona de skaters.
Quiero ver a mi prima, hace semanas que no la veo...
- Tienes cara de mofeta estreñida - dice quien creo que es Fran, aunque se haya instalado en mi cuarto sigue pasando las tardes aquí - ¿estás necesitada, enana?
- ¿De que? ¿de un pene tan pequeño como el tuyo? No, no lo estoy - sonrío mostrando mis dientes - aunque creo que Sam si, lo comprendo, debe seguir siendo incluso virgen.
Sé que a Fran le molestan estos comentarios pero ¿qué puedo hacer? Él es quien ha llegado jodiendo y a mi me encanta joder al resto.
- ¿Lista? - frunzo el ceño - me dijiste que querías gastarle una broma a tu abuela, ¿lo habías olvidado?
- Sí - me encojo de hombros.
Escucho durante un par de minutos como se desahoga entre quejidos de nena, grititos de niña y aspavientos de florecilla mientras le grabo con él móvil dispuesta a subirlo en YouTube.
Al tranquilizarse repara en el móvil y en lo que debo de estar haciendo. Parece ser que no está acostumbrado a pensar por que lo único que hace es quitarme el móvil de las manos y de forma desesperada lo lanza a la venta.
Ocurre a cámara lenta.
El móvil vuela por el aire al mismo tiempo en que Will aparece en el cuarto desesperado buscando su móvil y al localizarlo en pleno vuelo grita un agónico y largo "no", al impactar el móvil contra el cristal este se hace añicos y para no cortarnos nos echamos los brazos a la cabeza, en mi caso me tiro al suelo.
Yo tirada en el suelo, Fran de pie a mi lado y Will mirándonos furiosos desde la entrada, una... bonita escena que presenciar.
- ¡Ha sido Fran! - grito de inmediato antes de ponerme en pie y asomarme a la ventana - wow, ¿pero cuantas piezas hay dentro de un móvil? - me giro mirando a Will - te doy el pésame, era un gran móvil.
- Mi móvil... - se lamenta entre gimoteos. Puedo comprenderle, mi móvil es mi bebé, le valoro más que a mi vida - bueno, creo entonces que alguien debería acompañarme a comprar uno nuevo.
Noto su mirada sobre mi.
¿Enserio, Dios, enserio?
- No quiero - respondo.
- Te daré regalices - dice sonriente. Acabo aceptando y en menos de un segundo ya me encuentro a su lado expectante, quiero regalices - sabía que esa era tu debilidad, ¿vienes Fran?
Niega con la cabeza antes de lanzarse sobre mi cama y encender distraídamente la televisión del cuarto, por muy prohibida que esté, o estaba...
Ya en el pasillo ambos acabamos chillando, un estúpido con complejo de morsa ha decidido que se aburría y quería rociar a todos con una manguera... es agua ¿verdad?
Acerco mi nariz a la mojada chaqueta, si, por suerte es agua y por suerte me refiero a la mía, no a la del chico. Él morirá.
- ¡Ven aquí hijo del sapo! ¡déjame cocinarte al ajillo, cerdo de satán! - exclamo mientras corro por el pasillo detrás del muchacho.
Le quito un palo de lacrosse a uno que pasaba por el pasillo y sin parar me dedico a lanzar golpes al aire tratando de golpear al gracioso de la manguera. Acelero como puedo y acabo golpeándole la cabeza con el palo.
¿Creíais que usaría la zona de la red? No, yo uso el palo que duele más.
- ¡Socorro! - patalea el niño al verme a su lado sujetando el palo con fuerza - perdón, perdón, no me mates... ¿hermosa reina? - pregunta tratando de librarse de mi.
- Besa mi hermoso pie - digo mostrándole el zapato, debo mencionar que es una deportiva bastante vieja y sucia - solo entonces saldrás vivo de aquí.
- Lo que no te mata, te hace más fuerte - se dice a si mismo en un susurro antes de besar mi pie con asco y luego salir corriendo - ¡alguien que me enchufe la boca con una manguera, que asco!
Río sujetándome la tripa al ver la cara de horror del pobre chico. Tampoco hacía falta exagerar todo, solo hace una semana metí el pie en un macetero con barro, no más, eso si algún ratón no ha hecho sus necesidades ahí...
Will llega al rato con el chico al que he quitado el palo, ¿por qué debo encontrarme a Ian en todos lados? ¿el destino me está echando mal de ojo? ¿sí? ¿es eso? Vale, pues... ¡pongámonos a bailar!
- ¿Por qué bailas? - me pregunta Will con el ceño fruncido.
- Porque el destino planea reírse de mi pero no, yo soy la que se ríe de él - continuo bailando bajo la mirada de ambos - uniros, es entretenido.
Ian se encoge de hombros y comienza a imitar mis pasos, al rato se unen dos chicos que pasaban por ahí, un poco después se unen cinco personas más y al rato ya somos un gran grupo bailando de forma sincronizada pasos que acabo de inventarme.
Will es el único que no baila, es un soso.
Uno de repente enchufa música y eso nos anima aun más que mientras bailamos tarareamos el ritmo de la canción. Damos una palmada antes de dar un giro y luego bajar al suelo de forma sensual y después subir.
Lo que ha comenzado como un baile improvisado se convierte en una batalla de baile, hay dos grupos de bailarines, yo contra Ian.
Ian comienza a moverse delante de mi de una forma espectacular, ¿si me asusto? No, comienzo a acercarme al ritmo de la canción para bailar enfrentándolo, se cruza de brazos echándose hacía atrás mientras me ve moverme y puedo reconocer que no soy de moverme muy bien pero si en algo doy todo de mi, acaba saliendo bien.
- ¡Se acabó! - grita alguien antes de apagar la música para cortarnos el royo - los implicados estaréis castigados dos semanas por haber obstruido el paso - declara el señor peluquín, mi gran amigo.
Abro los ojos alarmada antes de tirarme al suelo sin que me vea, antes de que cualquiera se de cuenta de lo que trato de hacer llego hasta a Will y tiro de él haciendo que se caiga al suelo como yo.
Le pongo la mano en la boca cuando me va a reclamar algo. No me apetece salir castigada y creo que él tampoco quiere.
Como orugas comenzamos a arrastrarnos por el suelo, noto como las pequeñas... digo, las enormes pelusas se pegan a mi ropa y trago unas cuantas pero al menos llegamos al final del pelotón y sin que me hayan visto.
- Espera - detengo a Will cuando le veo dispuesto a correr. El profesor busca a alguien con la mirada pero al no verlo se centra en un chico que le reclama algo cabreado - ¡corre!
Will y yo salimos corriendo como potros que son perseguidos por una manada de feroces mamuts asesinos. Y sí, habéis leído bien, no debéis releerlo, he dicho mamuts asesinos.
¿No hay muñecas diabólicas? ¿por qué no entonces mamuts? Es algo muy "cool".
Empujo a Will con fuerza cuando escucho los chillidos del profesor e Ian en el pasillo. Jodida mierda... ¿acaso me tienen en el punto de mira? Sí, me tienen en el punto de mira.
Will acaba cayendo de culo en una de las habitaciones en las que la puerta estaba abierta, el chico de la habitación nos mira con sorpresa cuando acabo cerrando la puerta haciendo que nos encerremos los tres ahí dentro.
- ¿Hola? - pregunta confundido sin despegar la mirada de mi trasero que se encuentra ligeramente inclinado ya que para cerrar la puerta me he inclinado.
- ¡Maldito pervertido! - exclamo antes de atentar contra su vida vilmente a base de almohadazos en forma de plátano, queda bastante raro que un chico tenga un cojín de plátanos... ¿verdad? - ¡muere, puto muere y rencuéntrate con tu progenitor!
- ¡Pero si mi padre está vivo! - se queja entre quejidos por los impactos del cojín, ya dije que yo pego, pego fuerte como todo un gorila macho... bueno, de acuerdo, obviar lo de gorila macho.
Will sobándose el culo comienza a ponerse de pie mientras mira con desconcierto la situación, creo que se hace la misma pregunta que me hago yo, ¿qué hago pegando a un chico de nuestra edad con un cojín en forma de plátano con sonrisa, ojos e incluso patas?
- Hablaba de Satán - refunfuño.
El chico nota nuestra confusión porque en ese momento me quita el plátano de las manos y a la fuerza nos hecha a ambos del cuarto, no sin antes haber sido robado por mi, el muy hijo de su papi tenía una bolsa de gominolas sobre la mesilla.
¿Ups?
- ¿Podemos ir ya a por mi móvil o quieres bailar de nuevo, quizá pegar a un pobre chico con un plátano o simplemente robar una farola?
Frunzo el ceño.
- ¿Para que se supone que querré yo una farola? Me gusta perderme en lo oscurito - digo subiendo y bajando las cejas haciéndole rodar los ojos - iba de coña, ya sabes que me da miedo la oscuridad.
***
Muevo la cabeza tarareando la canción, resulta que hemos parado en una cafetería después de comprar ese móvil nuevo, es jodidamente rico, le tengo asco por ello, ¿para que cogerse un móvil de mala muerte pudiéndose permitir el IPhone 6? Y no se compra el Plus porque dice que es demasiado grande para sus bolsillos.
No importa, yo soy feliz con mi batido de chocolate y un gofre con sirope de chocolate y caramelo acompañado por dos montañitas de nata. Creo notar como nos hundimos por culpa de mis babas.
Counting Stars termina de sonar haciéndome soltar un suspiro, dios santo, amo tantísimo esa canción.
- Es una canción muy bonita - coincide Will al verme tan emocionada y feliz con tan solo una canción - algún día te la tocaré.
- Willy ha regresado, ¡yeah! - exclamo con un gesto raro de manos provocando que varias personas me miren, chismosos - pensé que ibas a convertirte en un chico popular, al fin de cuentas eres el peón más importante de tu padre y tu dejas que juegue contigo.
Will se limpia la boca de la nata de su gofre antes de hablar de nuevo, es tan correcto que abruma, yo me figuro que estoy toda manchada y es algo que... de acuerdo, no estoy manchada pero no soy tan cuidadosa como él.
- No obtendrá su jaque mate en todo caso - se encoge de hombros.
Le miro con curiosidad e intereses, no había notado todavía que Will sigue madurando demasiado rápido. Trata de actuar como un adulto cuando apenas es un adolescente.
Cualquiera que le ve por primera vez piensa que tiene alrededor de veinte años por la mirada y su forma de actuar, además, lleva una barba de varios días que le hace lucir mayor.
¿Qué tiene de malo parecer joven? Cuando sea un viejo querrá recuperar sus diecisiete acaso que le ayude.
- ¿Te gustaría aprender a usar el skate? - pregunto casual.
Todo lo casual que puede ser esa pregunta teniendo en cuenta como es Will, como mira con recelo la tabla y como soy yo.
- Siempre y cuando tu hagas un favor para mi - pide inclinándose hacia delante con una sonrisa que muestra sus perfectos dientes, lo que hace el dinero - mi padre celebra una gala para reunir dinero para algo que desconozco, creo que alguna ONG no sé, no quiero ir solo.
No puedo resistirlo, acabo echándome para atrás en el cómodo sofá antes de llevarme las manos al estomago y reírme entre carcajadas. Ese es el mejor chiste que me han contado en mi maldita vida, diablos, es bueno.
- No es una broma, Lily - dice haciendo que detenga la risa. ¿Qué? - va enserio... no quiero ir solo.
Como le explico al cabra loca, con amor, que se encuentra frente a mi suplicándome con la mirada que su padre me odia tanto que le amenazó con cortar nuestra relación, me detesta, desde luego no puedo ir.
A caso que...
¡Jo, jo, jo!
- ¿Puedo ir disfrazada de pato?
- ¡No! - exclama haciéndome reír - es una gala importante - al darse cuenta de que es una broma acaba callándose para reír conmigo - eres terrible conmigo, te gusta verme sufrir.
Sonrío al recordar eso, me recuerda a nuestra escapada en la playa, me dijo algo parecido y al parecer él también se acuerda porque sus mejillas se tiñen de un color rojizo, me gusta que realmente no quiera cambiar de personalidad.
- Voy pero a parte de enseñarte a usar el skate debes malcriarme con dulces y regalices - pido emocionada porque sé que lo hará.
- Está bien - acepta haciéndome feliz.
¿Alguna vez he dicho que amo los regalices? ¿estáis seguros? Jo... yo que quería decir cuanto los amo. Que fastidio, ningún secreto puedo callarme.
***
SIENTO LA TARDANZA, ESTABA ESPERANDO A ACABAR LOS EXAMENES YA QUE ESTABA DE FINALES Y LO QUE MENOS PODÍA HACER ERA DESPISTARME, ESTOY COMENZANDO A TOMARME ENSERIO MIS ESTUDIOS (UN APLAUSO PA MI) Y CUANDO LOS ACABÉ ENTRÉ POR DECIRSE EN UNA ETAPA DIFICIL DEBIDO AL ÉSTRES Y DEMÁS ACONTECIMIENTOS, POR ESO ESPERÉ A SENTIRME BIEN, DE ESE MODO HACEROS UN CAPITULO QUE OS HICIESE DIFRUTAR NO UNA CACUCIA A CAGAPRISAS.
DE VERDAD ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO, TRATARÉ DE SUBIR PRONTO PERO POR DIOS, ESTÁN A PUNTO DE DARNOS LAS VACACIONES Y AUN ASÍ PONEN EXAMENES :(
UN BESO!! <3