Estaba tomando un café con todas las titas y Martha. Bueno, ellas tomaban café, yo tomaba una coca-cola. No estaba escuchando lo que hablaban porque no me interesaba. Logan, Annie, el trabajo...
Mi mente estaba trabajando en cómo conseguir información para averiguar a qué se refería papá.
- ¿Cómo era mamá? - las miré al sentir sus miradas sobre mi.
- ¿Aria? - Paula sonrió con tristeza. - Ella estaba loca. - Sonreí - Ella y Jennifer estaban realmente locas.
Vi a la tía Jennifer juntar sus labios y mirar su café con tristeza.
- Era increíble - dijo Kristen. - ¿Sabes? Ella se enteró que estaba embarazada de ti cuando llegó de su viaje a Disney World.
- ¿Fue a Disney World? - ella asintió - Entonces ya sé por qué papá no quiere llevarme allí.
- Es duro para él - Jennifer me cogió la mano. - Ellos se querían mucho.
- ¿Justin ha conocido a... alguien? - preguntó Paula insegura.
Negué con la cabeza.
- No, nunca lo he visto relacionado con ninguna mujer, y eso que él se ganaba la mirada de todas las madres en el colegio.
- Hay que admitir que sigue condenadamente guapo - dijo Jennifer. Las demás rieron.
- Aunque me duela admitirlo, hay a veces que pienso que necesita a alguien. No lo se... rehacer su vida. - dije.
- Aria lo hubiera querido así - dijo Kristen mirando su móvil un momento.
- Si - suspiró Paula.
- ¿Me vas a contar como se conocieron mamá y papá? - miré a la tía Jennifer y esta sonrió abiertamente.
- Si, se puede decir que esta es mi parte favorita de la historia. - se terminó su café.
Todas miramos a Jennifer esperando que comenzara, ella después de prepararse mentalmente, empezó.
- Tu padre era el vecino de tu madre, pero ella no lo sabía, hasta que un día se le quedó la llave puesta por dentro de la cerradura, por lo tanto, ella no podía abrir. Su teléfono estaba sin batería, como era normal en ella - las chicas sonrieron - y llamó a la puerta de al lado. Le abrió tu padre y entre Ryan y él consiguieron abrir la puerta. Recuerdo perfectamente que después de eso nos envió un mensaje diciéndonos que tenía vecinos sexys - miró a Paula y esta sonrió.
- Después de eso, ella no dejaba de pensar en él y hablar de él - continuó Paula. - Además, sus encuentros en el edificio no hacían bien a ese enamoramiento, ya que acabó enamorándose más.
Jennifer continuó - Y después de muchas cosas, de estar juntos, de romper, de volver, de.... - se calló - de muchas cosas, Justin y Cody se tuvieron que ir a España por motivos de trabajo. Nos dejaron cuatro años.
- Y los esperasteis - dije.
Ella asintió. - Fue difícil, pero como le dije a Aria, el amor siempre gana, o casi siempre - se limpió una lágrima y vi que las demás tenían sus ojos llorosos.
Jennifer lamió sus labios. - Después de enterarse que estaba embarazada de ti, Justin le propuso matrimonio. Nosotras le ayudamos a cocinar. - Ellas sonrieron con tristeza recordando el momento. - Llegué a pensar que tu padre iba a tirarnos una a una por la ventana de la desesperación.
Las chicas rieron entre lágrimas. - Al final lo echamos de la cocina y le encargamos que fuera preparando el salón. Tu padre le puso un camino de rosas desde su habitación en casa de tu abuela, hasta su puerta. Fue realmente bonito.
Martha sollozó y se levantó. - Voy al baño. - esquivó las sillas.
- ¿Qué le pasa? - pregunté.
- ¿Te acuerdas que un día me preguntaste quien era el castaño que estaba con nosotros en las fotos? - me preguntó Kristen. Asentí. - Era su novio. Murió en un accidente de coche el mismo día que Justin le pidió matrimonio a Aria.
Miré con tristeza el camino hacia el baño.
- Después de eso... - Jennifer se calló y miró a Paula, esta negó con la cabeza. - Bueno, planeamos venirnos aquí a vivir y naciste - apretó mi mano. - Eras la muñeca de todos.
Sonreí.
Me ocultaban algo.
- Me han invitado a una fiesta - dije después de un rato en silencio. Martha ya había llegado y ahora estaba tomándose un dulce de chocolate.
- ¿Quien? - preguntaron todas a la vez.
- Austin, el chico que conocí el otro día en el parque.
- ¿Solo lo conoces de una vez? - me preguntó Paula.
- No, me lo he encontrado en la tienda de deporte. Trabaja allí.
- ¿Qué edad tiene? ¿Es guapo? - preguntó Martha.
Reí y saqué mi móvil. Puse la foto de perfil que él tenía.
- Muy guapo - dijo Martha.
- Lo malo es que papá no va a dejarme ir a la fiesta.
- No, y muy bien que hace - dijo Paula.
Jennifer y Kristen rodaron los ojos mientras que Martha reía.
- Siempre ha sido la mamá del grupo - dijo Kristen.
- Hay que ser precavida, solo eso - dijo Paula. - Gracias a eso nunca me ha pasado nada.
- Aria no tenía culpa de estar amenazada de muerte todo el tiempo, si es a lo que te refieres - dijo Kristen.
- No me refiero a eso - dijo Paula. - Ya sé que no tenía la culpa. Pero a veces fue demasiado imprudente. Al principio de todo - ella negó con la cabeza intentando no llorar. - Joder, ella no debería de haberse ido a ningún lado después de lo de Justin, ella debería de haberse quedado en casa de alguna de nosotras, o volver con su madre a Stratford.
-Vale, ya está - dijo Jennifer ganándose la atención de las chicas. - Creo que no es momento para hablar de eso.
Tenía que averiguar qué había pasado, y viendo la situación, no iba a ser muy fácil.
Cuando llegué a casa subí al desván para buscar fotos. Pero allí no había nada.
- ¿Qué haces cielo? - Escuché la voz de papá desde abajo. Asomé mi cabeza y lo vi boca abajo.
- Estoy buscando fotos.
- ¿Y por qué crees que están en el desván? - Él alzó una ceja.
- Bueno, en las películas las fotos suelen estar en el desván, y también los papeles secretos y todas esas cosas.
Papá rió negando con la cabeza. - Nena, ahí lo que hay es polvo. Baja, te diré donde están las fotos.
Bajé con cuidado de no caerme por las inestables escaleras y papá me ayudó a cerrarlas. Después de colocar la silla en su sitio seguí a papá hasta su habitación.
Él sacó de su armario una caja y me la dio. - ¿Estás segura de querer ver esto?
- Si.
- ¿Por qué quieres verlo?
- No lo sé, pero quiero hacerlo.
Papá lamió sus labios y asintió - Cuando termines deja la caja de nuevo en su sitio.
Entré en mi habitación y dejé la caja en la cama. Me senté frente a ella y la abrí. Había varios álbumes de fotos y una pequeña caja roja.
Empecé por los álbumes. La primera foto que había era de mamá y papá. Ellos estaban sonriendo, ahí eran jóvenes. Seguí viendo fotos hasta que me paré en una que salía mamá con Peter Pan. Pasé mis dedos por la foto y respiré hondo.
Me gustaría que papá me contara la historia de cada una de las fotos, pero no iba a conseguirlo.
Decidí intentarlo.
Cerré el álbum y bajé. Papá estaba en el jardín haciendo flexiones. Abracé el álbum contra mí y salí.
Estaba sin camiseta, por lo que pude ver los músculos de su espalda tensarse y relajarse. Sus brazos tatuados haciendo fuerza y su frente llena de sudor.
Papá me miró y se levantó. Pude ver el tatuaje del nombre de mamá tatuado en su pecho, cerca del corazón. En su costado, tenía el mio.
Se seguía manteniendo en forma.
- ¿Ya has acabado? - me preguntó. Negué con la cabeza.
- Me gustaría que me contaras alguna historia de alguna de las fotos. - Papá me miró sin ninguna expresión en su rostro - Vamos, papá, tenemos que avanzar, algún día. - Puse mi mirada de dar pena, nunca fallaba.
- Esta bien, ponte en el salón, me doy una ducha y te cuento lo que quieras - sonreí abiertamente. Lo había conseguido.
Esperé en el salón mientras le contaba a Lucy que había conocido a un chico y que me había invitado a una fiesta.
Quedamos en una conversación de Skype por la noche para contarlo todo más detalladamente.
Papá no tardó en aparecer y se sentó a mi lado.
- ¿Que quieres que te cuente? - me preguntó pasándose una mano por su pelo húmedo.
Abrí el álbum y señalé una foto donde salía mamá riéndose en el suelo, al lado de la cama. Ella se veía joven ahí. -¿Qué edad tenía? - pregunté.
- Dieciocho. Íbamos a dormir juntos esa noche, me tendí en el centro de la cama y no le dejé espacio. Ella intentó empujarme a un lado - papá sonrió de lado. - Intentaba hacerme cosquillas, le di un pequeño empujón, ella perdió el equilibrio y cayó. Me dio un susto de muerte, pero cuando la escuché reír, me relajé y le saqué una foto. - Papá tocó la foto y me quedé observándolo.
- ¿Qué más quieres saber? - me preguntó.
- ¿Como os conocisteis? - Papá suspiró.
- Estaba jugando a la Xbox con Ryan cuando llamaron a la puerta, esta vez me tocaba abrir a mí. Me levanté y cuando abrí la vi. Ella se veía nerviosa - sonrió. Papá miraba hacia la nada, recordando - Me pidió un teléfono para llamar a su madre porque se había dejado las llaves por dentro y ahora no podía abrir. No podía creerme como había sido tan despistada para que le sucediera eso, aunque después conociéndola... - papá negó con la cabeza - Era un desastre. Pero era mi pequeño desastre. - Mi corazón se encogió. - La ayudé a abrir la puerta y sinceramente no me fijé mucho en ella, es decir... no era a las chicas que acostumbraba a salir.
- ¿Con que chicas acostumbrabas a salir?
Papá ignoró mi pregunta - Pero fue llamando mi atención cada día que me encontraba con ella. Incluso me pegó una de las primeras veces que la besé - Papá sonrió con tristeza. - Era muy valiente. - lamió sus labios - Siempre se ha enfrentado a todo a pesar de que yo la veía tan débil, tan... pequeña... - negué con la cabeza - ¿Alguna foto más?
Asentí y señalé la foto donde mamá salía con Peter Pan. Papá sonrió. - Ella me hizo pasar la vergüenza de mi vida cuando fue corriendo a echarse una foto con él. Después se compró unas orejas de Minnie - señaló la foto de al lado. - Y a mi me compró las de Mickey, que no me puse. - Sonreí.
Pasé de página y vi una foto de los tres. Yo acababa de nacer. Papá miró la foto y sonrió con tristeza. - Ese fue uno de los días más desesperante de mi vida. Ver a tu madre sufrir fue lo peor. Estaba desesperado, se llevó horas y horas de parto, yo solo quería tirarme por la ventana. Pero todo salió bien.
Ambos nos quedamos en silencio mirando la foto.
- Papá... el otro día conocí a un chico... - él me miró y yo mordí mi labio. - Me lo he encontrado varias veces y me ha invitado a una fiesta para que conozca...
- No.
- Pero papá - me quejé.
- No - se levantó y lo seguí.
- ¡Tengo que conocer gente! ¡Hacer amigos!
- No aquí, Alice. - se puso a recoger el lavavajillas.
- ¿¡Pero por qué!?
- ¡Por qué no! - Uní mis labios en una fina línea mientras que echaba humo. Di con mi pie en el suelo de la rabia y me giré.
- ¡Eres un amargado, papá! - le grité mientras subía las escaleras - ¡Tienes que dejarme hacer mi vida!
- ¡Y lo hago, maldita sea, Alice! - Subí deprisa las escaleras cuando escuché a papá salir de la cocina.
Me apresuré por el pasillo y entré en mi habitación cerrando la puerta.
- ¡Dejo que hagas tu vida! - abrió la puerta de la habitación - No voy a dejar que vayas a una fiesta con un chico que acabas de conocer. - Lo miré realmente enfadada. - No me mires así, Alice Bieber.
- Estoy muy enfadada - recalqué el "muy".
- Pues bebe agua, no iras a la fiesta. - Salió de mi habitación. Cogí un cojín y grité en él intentando sacar toda mi rabia.
No lo conseguí. Estaba recluida todo el verano. No podía ser. Entendía que no me quisiera dejar ir a una fiesta con un chico que no conocía, pero es que si lo conociera, tampoco me dejaría ir.
Me senté para relajarme y di un largo suspiro. Miré atrás en mi cama y vi que todavía tenía ahí la caja donde estaban los álbumes. Los saqué y vi al fondo un cuaderno. Lo cogí y pasé mi mano por su tapa. Estaba viejo.
Lo abrí y varias ecografías se cayeron. Las miré y las dejé a un lado. Pasé la primera página en blanco, donde ponía el nombre de mamá. Aria Watson.
Era el diario de mamá.
25 de mayo del 2013
Mamá y Jack van a visitar a la familia de Jack, asi que Justin se quedará conmigo este fin de semana. Estoy aterrada con esa idea. Ni siquiera puedo mirarlo después de lo que pasó. Me siento sucia, y eso hace que me odie a mi misma.
Fruncí el ceño. ¿Qué le había pasado con papá? ¿Por qué se sentía sucia?
Cuando fui a pasar de página mi móvil vibró en el bolsillo y lo saqué.
Hola, Alice de Nueva York. ¿Te parece si voy mañana a recogerte a las ocho?
Suspiré.
Estoy recluida en casa.
Mordí mi labio esperando su respuesta.
¿Padres protectores?
Sonreí.
Padre, en este caso.
Miré nerviosa la pantalla, no sabía que iba a decirme. Seguramente después de eso dejaría de hablarme o algo.
Si verdaderamente quieres ir a la fiesta, creo que podemos hacer algo interesante.
Fruncí el ceño curiosa.
¿El qué?
Gracias por los votos y comentarios! Para que suba el siguiente capitulo tienen que llegar a los 70 votos y 20 comentarios. Voy a ir haciendo esto porque se acomodan. xx