Lazos Perversos [Libro 3]

By FerCmps

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Soy la portadora de malas noticias, un ser despreciado por anunciar malos augurios a las familias, la premoni... More

💛Prólogo💚
1.- El bosque
2.- La sensación y la rabia
3.- El secreto
4.- Los nuevos
5.- Banshee
6.- El intruso
7.- Los Kenner y los Branson (parte 1)
8.- Los Kenner y los Branson (parte 2)
9.- Engañando a la Luna
10.- Las extrañas sensaciones
11.- Las dudas
12.- Licántropos, sacerdotisas y banshees
13.- No entiendo que me pasa con él
14.- Inusual cercanía
15.- Evitar no es sinónimo de ignorar
16.- Aprendiendo y entendiendo
17.- Un poco del pasado
18.- Diversión
19.- Llegadas (In)esperadas
20.- El secreto revelado
22.- La rabia en la sangre
23.- Entre una cosa y otra
24.- Somos piezas de un juego
25.- El ser oscuro
26.- El lobo solitario
27.- Castille
28.- El club Under the Sea
29.- La teoría
30.- Compañeros
31.- Un acontecimiento poco esperado
32.- Las piezas cayendo en su lugar
33.- La sensación de la incertidumbre
34.- ¿Están perdiendo o los estamos perdiendo?
35.- El quiebre
NOTA DE LA AUTORA
36.- Solo es un hasta luego
37.- Cubrir lo descubierto
38.- Charlar con los muertos

21.- Calmando a las Bestias y domando a las Fieras

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By FerCmps

HALLIE.

Estaba completamente confundida, ¿Qué demonios acaba de pasar en estos quince minutos?, ¿Cómo es que lo que comenzó como una cena por un cumpleaños termino en una especie de pelea de gritos y extraños sucesos mágicos?, apenas lograba entender lo que estaba pasando ahora.

Seb renuncio a su compañera a los diez. Andrew quiere venganza contra los que lo hicieron, y Amelie quiere derramar sangre y castigar con fuego. Rainer está intentando persuadir a su novia de tranquilizarse, y me sorprende como es que logra contener la rabia de la chica. Axel y Kira están nerviosos hasta la mierda, sin duda la situación había sobrepasado su límite de tolerancia. Genevieve y Aaron intentan calmar al hermano menor de ella, aunque se nota que ella también intenta manera pensamientos. Kate está abrazando a su hijo mayor mientras se lamentaba, las lágrimas aun caían por sus mejillas e intentaba controlar sus sollozos. Y yo, pues estoy intentando procesar todo, o eso creo.

—Es que no puedo creerlo, ¿Cómo el consejo se ha atrevido a desafiar a la Diosa Luna? — le escuché decir a Axel —. Esto es tan turbio y retorcido, ¿acaso no pensaron en lo que podrían desencadenar?

—Está claro que no lo hicieron, las consecuencias de su insolencia no serán simples— Kira se abrazó asi misma —. El consejo se atrevió a violar una de las reglas sagradas, y lo peor es que eligieron a un descendiente legítimo. Papá no se va a quedar tranquilo con todo esto, va a mover masas hasta tenerlos al frente y desgarrarlos.

—¿Di...dices que de verdad lo hará? — pregunté mirándolos.

—Es lo más probable— contestó Axel pasándose las manos por el cabello —. La jerarquía de los licántropos es algo que no puedes desafiar, y a pesar de que los miembros del consejo tienen poder, los Alfas son y serán siempre los superiores a todos. Y su peor delito fue haber manipulado a Seb siendo un niño, al primogénito del Alfa de Canavar y sobrino de la Alfa de Crescendo, y para rematar, heredero de uno de los cuatro linajes más antiguos de licántropos.

—Es bien sabido que las familias de los Alfas son intocables, pero solo cubre a familia directa, hermanos, compañeros e hijos— explicó la pelinegra—. Si alguien se atreve a herir, provocar o siquiera tocar a un integrante de la familia jefe, se desata una guerra. El consejo rompió esa regla y el castigo es severo, desde tortura y flagelación, inclusive puede ser sentencia de muerte.

Axel resopló. — Y con Amelie aquí, las cosas se ponen más peligrosas y fatales.

—¿Por qué lo dices? — pregunté nuevamente, esta vez con más intriga —. Entiendo que Seb sea como su hermano, y de que la hayan involucrado para que él cumpliera con lo que ellos querían, pero ¿Por qué todo sería más peligroso y fatal?

Me habían quedado muchas preguntas con respecto a la castaña, partiendo por el hecho que, con solo un arranque de rabia, su pelo comenzo a levitar y sus ojos cambiaron de color, después con un grito nos dejó mudos a casi todos, y por último el fuego, el cual comenzó a rodearnos y crecer. Creo que ni en las películas había visto algo asi.

Kira y Axel compartieron una mirada, ella suspiró. —Nuestra prima no es otro simple sobrenatural, al igual que Rainer. Los dos son especies completamente nuevas en nuestro mundo.

—¿Especies nuevas?, creí que los Dioses habían repartido los dones sobrenaturales a diferentes personas para que no hubiera mezclas.

—Así es, la verdad es que la historia es muy larga y compleja de explicar en este momento, pero esto es lo que tienes que saber. Amelie es una hereje, una combinación de bruja, vampiro, licántropo y sacerdotisa, además de que está bendecida por la oscuridad, mientras que Rainer es un nefilim híbrido, hijo de un Arcángel y un ángel convertido, un demonio en palabras simples— abrí muchos los ojos al escucharla —. Ellos son conocidos como la fisura y el balance del mundo sobrenatural, pero los seres de otros mundos los llaman príncipes terrenales. Son los dos seres más poderosos que hay en la tierra.

—Y creemos que ellos son los únicos que pueden detener a la criatura— finalizó Axel.

—¿Me están diciendo que las dos personas más atractivas que he visto en mi vida también son las más poderosas y peligrosas del mundo?

—Si— contestaron los dos a la vez.

—¡Santa mierda!

Bien, definitivamente esto es mucha información que procesar.

Sin saber por qué mi pecho volvió a doler, era como si algo estuviera tirando y tirando, pero sin querer soltarse. Me volví a llevar la mano al pecho, intentando aliviar el dolor.

—Hallie, ¿estas bien? — Kira se acercó a mí, negué rápidamente.

—Es...es dolor...yo— me dolor se intensifico, haciéndome callar.

Axel fue por su madre, mientras Kira me hablaba, pero apenas lograba escuchar su voz, como si estuviera muy lejos de mí. La vista se me nublo por completo, apenas lograba divisar manchas de colores.

—Hallie, linda, ¿me oyes? — era la voz de Kate, estaba segura, pero no logre responder.

Apreté la mano que tenía el pecho, el dolor había vuelto a intensificarse. No estaba segura, pero creo que comencé a gritar.

—Hallie...

—Seb...— logré decir.

Sentí como algo cálido pasaba por mis mejillas y después por la nuca. Un calor reconfortante me rodeo el cuerpo, el aire comenzó a entrar en mis pulmones como si hubiera salido del agua. Me aferré a esas sensaciones.

—Rubita— escuché nuevamente.

Comencé a abrir los ojos, por lo menos ahora lograba enfocar mejor. Todo a mi alrededor se volvió completamente visible, divisé a Seb, Kate y Kira a mi alrededor, y caí en cuenta de que estaba dentro de la cabaña, recostada en el sillón de la sala de estar. Intenté enderezarme, pero no pude.

—No te fuerces, linda. Mucha emoción te hizo tener una especie de colapso— dijo Kate.

Asentí y me concentré en respirar para recomponerme. Noté que tenia un peso sobre mi pecho, pero no era solo mi mano. Llevé la vista hacia el lugar y vi que mi mano estaba unida a la de Seb, y que yo misma había llevado su mano a mi pecho, como si eso lograra calmar el dolor. Solté su mano, sintiendo como la sangre me subía a las mejillas. Cuando estuve más recuperada, Kate y Kira salieron de la cabaña, para ver como seguía el resto mientras me quedaba a solas con Seb.

Cuando tuve las fuerzas suficientes, me senté mejor. —¿Cómo estás?

—Creo que soy yo el que debería preguntarte eso— una pequeña sonrisa apareció en sus labios.

—Tu también acabas de pasar por emociones fuertes, seria raro que no sintieras algo.

—No lo sé. Parte de mi se siente más liviano, llevaba tanto tiempo con el peso de ese secreto que ahora siento que respiro más tranquilo, pero, por otra parte— bajó la mirada —, siento que decepcione a todos, que tal vez, si hubiera hablado antes, esto no seria tan complicado y peligroso como lo es ahora.

—Pero no es tu culpa— estiré mi mano hacia él, levantándole el mentón para que me mirara —. Eras un niño, y ellos se aprovecharon de eso, y también se aprovecharon del cariño que tienes por tu familia. No merecías algo asi.

—Me siento como un idiota— sus ojos mostraban tantas emociones que me rompían el corazón —. Caí en su trampa, a pesar de saber que la voluntad de la Diosa Luna es ley para nosotros. Si yo hubiera hecho... cualquier otra cosa, no sé, tal vez correr al ultimo minuto, no haber salido de la casa, haberles dicho a mis padres lo que me decían, habría cambiado toda esta mierda.

—No sirve de nada que piense en lo que podrías haber hecho, es mejor que pienses en lo que debes hacer ahora— lo miré fijamente —. Tienes que estar ahí, para tus hermanos, tus padres, tu prima. Ellos están viendo el mundo con rabia, pero no por tu culpa, sino por lo que te hicieron. Y debes tomar el control de la situación.

No sabría decir de donde estaba sacando estas palabras, pero algo dentro de mi ser me decía que debía decírselo, que él necesitaba escuchar estas palabras para salir del quebradero de cabeza que debe tener en este momento.

—Te criaron para ser un alfa, un líder. Alguien que es capaz de tomar las riendas de su vida y la de otros para hacer lo mejor, lo que estimes más conveniente para todos— le recordé, junté más nuestros rostros —. Demuéstrales que ese chico sigue estando aquí, a pesar de sus errores. Demuéstrate a ti mismo que no estás débil, sino más fuerte que antes.

Una de sus manos se fue directamente hacia mi nuca y me terminaron de atraer completamente hacia él, uniendo nuestras bocas en un beso. Podría jurar que sentí mi cuerpo explotar al sentir el contacto de sus labios, tan abrasador y firme que me hacía derretir.

¿Por qué de repente sentía que su calor me consumía más y más?, ¿Por qué el contacto de su piel en la mia quemaba como el fuego?, ¿Por qué todo el dolor y malestar que había sentido pareció desaparecer por completo con solo un beso?

Esas preguntas me recorrían la cabeza, pero las olvidaba tan rápido como llegaban debido a sus labios, al movimiento de su lengua y la mia.

Nos separamos un poco. —Por un momento creí que me apartarías.

—¿Por qué pensaste eso?

—Ahora también sabes la verdad, que no tengo compañera, y que eso te ha estado atormentando los últimos dias— recorrió mi rostro con sus dedos, quitando algunos mechones de mi cara —. Creí que te alejarías de mi al saber que te había mentido, que te había dejado sufrir a pulso.

—No se me paso por la cabeza hacerlo— contesté con sinceridad —. Vine con la intención de ver con mis propios ojos que lo nuestro había llegado a su fin, y ahora solo veo que hay un espacio en blanco.

—¿Espacio en blanco?, creí haber sido bastante claro cuando te dije que te quería.

Reí. —Ese es el espacio en blanco, chico lobo. Yo te quiero, tu me quieres. Ahora debemos descubrir que pasara con respecto a todo.

Seb sonrió, una sonrisa genuina, lo cual me calentó el pecho.

Por el ventanal entraron dos personas y se acercaron a nosotros. La espalda del castaño se puso rígida y podía sentir en mi cuerpo la tensión de sus músculos; se había alejado un poco de mí, pero estaba lo suficientemente cerca como para rozar nuestras manos.

—Vinimos a ver si Hallie esta bien, creímos que podríamos ayudar— habló Rainer con tranquilidad.

—Ya estoy mucho mejor, gracias —los miré a los dos.

—Yo vine a disculparme, quizás fue, en parte, mi culpa que te sintieras así— habló Amelie esta vez —. A veces no mido muy bien la intensidad de mi magia, además, no debes estar acostumbrada a eso.

—No te preocupes, de verdad que estoy bien— le sonreí levemente —. Axel y Kira me explicaron algunas cosas sobre ustedes, asi que, imagino que no debe ser fácil contener tanto dentro.

Amelie sonrió un poco. —Debí imaginar que los mocosos se nos adelantarían.

—Raro seria que no se entrometieran— comentó Seb sin mirarla, pero los ojos de ella cayeron unos segundos en él.

—Tal vez ustedes quieran hablar en privado, yo puedo...— hice el ademán de levantarme, pero Amelie rápidamente lo impidió con un gesto.

—Queremos que te recuperes bien, Hallie. Después tendremos tiempo de hablar— declaró la castaña —. Ahora recupérate bien, nosotros estaremos afuera.

La chica se abrazó a su novio y ambos salieron de la cabaña. La verdad es que estaba impresionada que la chica que estaba frente a mi es la misma que hace unos minutos atrás estaba ardiendo en rabia y con los ojos escalofriantemente rojos. Vi a Seb mirar hacia el ventanal por donde habían salido.

—Creo que ustedes dos se deben una conversación, pero una conversación de hermanos— mis palabras hicieron que sus ojos cayeran en mí, lucia sorprendido.

—¿Cómo sabes... Axel y Kira te lo dijeron, ¿verdad?

Asentí. —Si tienen esa conexión de hermanos, estoy segura que hablar las cosas les hará bien— tomé su mano —. Tal vez tengan más cosas que decirse de las que creen.

Me acarició la mejilla con ternura, una sonrisa se escondía en sus labios.

—Siento que últimamente encajas tan bien en mi vida que tal vez no eres una banshee, sino una bruja o una sirena.

—¿Las sirenas existen? — mierda, saber que existen sería una locura.

—Claro que existen, llevan siglos engañando a las embarcaciones para encallar y ayudando a el ecosistema marino a subsistir.

—¿Crees que pueda conocer una? — la emoción en mi voz me delato.

Seb sonrió. —Tal vez, pero eso dependerá de ellas. Solo puedes conocerlas si ellas te lo permiten. Son bastante selectivas y presuntuosas.

—¿Y por qué dices que podría ser una de ellas?

—Las sirenas tienen el poder de encantar a hombres y mujeres con su voz, a los hombres los hacen perder la cabeza por ellas — se acercó más —. Y eso exactamente lo que me estás haciendo.

La sangre me subió a las mejillas y comencé a sentir demasiado calor, al ver mi reacción, Seb solo sonrío y me besó ambas mejillas.

—¿Sabes? que hicieras eso no ayudo en nada a mi sonrojo— comenté sintiendo la cara aun más caliente que antes.

—¿Y quién dijo que quería que dejaras de estar sonrojada? — una de sus comisuras se levantó —. Te ves hermosa asi.

Estuvimos unos minutos más dentro, hasta que Seb consideró prudente el levantarme del sillón. Estábamos por salir al patio nuevamente cuando lo sentí tensarse a mi lado, le acaricie los hombros y los brazos mientras le repetía que todo estaría q bien, que él podía con esto y que no olvidara quien es, un líder nacido y criado. Seb respiró profundamente y entrelazó sus dedos con los míos para salir por el ventanal.

Afuera todo parecia estar más calmado que antes. Andrew Kenner parecia ya estar en sus cávales, pero no pasaba por alto que tanto su esposa como los mellizos estaban a cada lado de él, Kate le tenía sujeto de la mano, tal vez tener el apoyo de su compañera le serenaba la mente. Aaron Steinfield estaba a unos pasos de ellos, con Genevieve de su lado mientras él hablado por teléfono, y por su expresión, no estaba muy contento con lo que estaba escuchando. Pero lo que más me sorprendió ver que Amelie y Rainer no estaban solos, había más personas con ellos.

Era un grupo de chicos y chicas, parecían ser de nuestra edad, y por lo que se veía, todos se conocían entre ellos. Logré reconocer a alguien, era la chica pelirroja que estuvo con Seb en la disco.

—¿Me estas diciendo que los reuniste a todos porque sabían que algo saldría mal? — le alcancé escuchar decir a Amelie.

—Era la mejor opción, después de todo, el futuro siempre es incierto cuando ustedes dos están involucrados— le contestó la pelirroja.

—¿Me dirás que no nos extrañaste? — un chico pelinegro se llevó la mano al pecho —. El dolor del rechazo de mi mejor amiga. Que feo de tu parte, brujita.

—Veo que lo dramático aun no se te quita— le comentó Rainer.

—Hay cosas que no logré cambiar — comentó una chica pelinegra que estaba junto al chico que había hablado antes.

—¿Y ahora también mi mejor amigo y mi novia?, eso sí lastima mi alma.

Cuando estuvimos cerca de ellos, todas las miradas se enfocaron en nosotros. Bajé la mirada, incomoda por la repentina atención que nos prestaron.

—¿Faith?, ¿Kendrick?, ¿Qué hacen todos aquí? — preguntó Seb.

—Vinimos para ayudar con la situación, pero creo que llegamos un poco tarde a la fiesta— habló el chico moreno que estaba en la disco.

—Sabía que necesitarían apoyo para lo que viene— siguió la pelirroja.

Amelie soltó un suspiro, como si entendiera a la perfección lo que la chica dijo. Pareció intentar apartar esos pensamientos para volver a hablar, pero no lo consiguió, Rainer la tomó de la mano.

—Después hablaremos de eso, mejor los presentamos— la actitud de Rainer pareció aligerar un poco el ambiente —. Seb, Hallie, ellos son nuestros amigos, algunos de Silverstone y otros de una aventura que tuvimos el año pasado. Ellos son Faith, Colin, Janett, Cam, Mayra, Jia, Bart, Kendrick, Diana, Joshua y Walter— los presentó a cada uno en el orden que estaban ubicados.

—Un placer conocerlos— comento una pelinegra, Janett.

—Y ellos son Sebastián y Hallie— siguió Rainer.

—Bueno, al fin conozco al misterioso primo de mi mejor amiga — soltó un chico, Cameron.

—Y yo al grupo de amigos de mi prima— comentó Seb mirándolos a todos —. He oído muchas cosas de ustedes, tanto de Silverstone como de Melrose, y debo decir que me sorprende todo lo que han vivido juntos.

—Y a nosotros, créeme— habló un castaño, Walter.

La conversación con ellos no duró mucho, por lo menos para mí, ya que debía volver temprano a casa sino Janine Branson podría venir y montar otro espectáculo frente a todos. Axel y Kira me acompañarían a casa, y a pesar de la protesta de Seb al querer acompañarme, le recordé que debía quedarse aquí y hablar con su familia.

—Te vere mañana a primera hora en la universidad, ¿de acuerdo?

—Bien— acunó mis mejillas para besarme —. Gracias por haberte quedado conmigo.

Le sonreí. —¿Y quién dijo que quería dejarte?

Volvimos a besarnos, la verdad es que aún se me hacía surreal todo lo que ha pasado. Me separé del licántropo de ojos verdes y me dirigí al auto de padre de Seb, donde Axel y Kira me estaban esperando.

SEBASTIÁN.

—¿Qué tan grave es todo? — preguntó Amelie.

—Demasiado, no existe una explicación para todo esto— respondió Cameron.

—Ha habido ataques alrededor de todo el mundo, pero no se explica como si la criatura está aquí— siguió Janett —. Tanto sobrenaturales como humanos están temiendo a algo que desconocen.

—Los cazadores han estado rastreando todo, pero no hay pistas por ninguna parte— habló Colin —. Todo indica que la cosa no ha salido de los territorios de Appleby.

—Definitivamente tenemos que averiguar qué está pasando— contestó Rainer.

Todos habíamos estado escuchando atentos, pero mi mente seguía divagando en las palabras de Hallie. Sabía que debía hablar con mis padres y con Amelie, pero no estaba convencido de cuándo.

Después de la ida de Hallie, todos se presentaron con mis padres y explicaron el por qué estaban aquí. Tío Aaron comenzó a mover sus influencias para rentar una casa en menos de cinco minutos para que todos tuvieran donde dormir. Quedamos de acuerdo que mañana hablaríamos mejor sobre este tema, pues no teníamos la cabeza para pensar mucho en estos momentos. Mis tíos se ofrecieron a llevar a los chicos a la casa que se había rentado, ya que tanto ellos como Amelie y Rainer se quedarían en la cabaña. Cuando estaban a punto de irse, Faith se me acercó.

—Habla con ellos ahora, no sigas aplazando una conversación asi de importante, no de nuevo— me dijo antes de irse con el resto.

Cuando nos quedamos solos en el patio, reuní toda mi valentía para hablarles.

—Necesito que hablemos— atraje las miradas de los cuatro —. Tenemos que hablar de lo que paso.

—Hijo, no creo que...— comenzó mamá, pero la corté.

—Es necesario, las cosas importantes se hablan por mucho que moleste o duela.

—¿Y de qué quieres hablar?, si ya quedo todo claro — la voz de Amelie salió cansada.

—Eso no es verdad y lo sabes.

—Si es verdad, tu padre ya tomó una decisión y tiene el apoyo de mi madre. No hay nada más que decir.

—¿Consideras que llegar y matarlos es la solución?, 

—¿Tienes alguna otra?, si es así, dila, quiero ver si me convence— me miró fijamente, estaba molesta.

—Todos merecen un juicio justo, nuestras leyes así lo dicen.

—¡Ellos rompieron las leyes primero, y lo que hicieron no se soluciona con simples palabras, Sebastián!

—¡Pero nosotros no somos ellos, tenemos una manada detrás de nosotros, y deben ver que somos justos con todos!

—¡Pero ellos no fueron justos contigo!, ¡asi que hay que pagarles con la misma moneda!

—¡Ya basta los dos! — intervino papá, haciéndonos cerrar las bocas—. Que peleen entre ustedes no sirve de nada. Somos una familia y debemos estar juntos en todo y para todo.

Papá avanzó hacia mí. Una parte de mi se sentía avergonzado de mirarlo, temía ver en sus ojos la decepción de mis actos.

—No puedo reprocharte lo que hiciste, hijo mío. Eras un niño y utilizaron a tu propia familia para manipularte; pero tú intención siempre fue buena, solo usaron tu inocencia para engañarte— su mano se posó en mi hombro.

—Te he decepcionado, papá, también a mamá, a Axel, a Kira, a todos.

—No, no lo has hecho— levanté la mirada, topándome con sus ojos —. Hiciste lo que creías correcto, antepusiste el bienestar del resto antes que el tuyo, tomaste una decisión muy difícil para un niño de diez años, pero, sobre todo, no dejaste que el peso de este secreto te derrumbara, te mantuviste fuerte y en pie. Y por eso sigo estando tan orgulloso de ti, Sebastián— sus ojos se cristalizaron —. Me sigues demostrando que te crie bien, que eres el hombre  que siempre quise que fueras, y más.

Los brazos del hombre me rodearon rápidamente, y no dude en devolverle el abrazo. Sabia que todo esto no era fácil ninguno de nosotros, y que la rabia que tenía mi familia no podría hacerla desaparecer, pero no podía dejar que cometieran una locura cegados por esa rabia.

—Perdóname, papá. Fui un tonto— susurré.

—No, compañero, perdóname tu a mí— me abrazó con mas fuerza —. Perdóname por no haberte cuidado lo suficiente, por no haber sido un buen padre al descuidarte.

—Eso no es verdad, eres el mejor papá que podríamos haber tenido los mellizos y yo, a pesar de tener miles de responsabilidades, siempre tenias tiempo para nosotros. Eres un gran padre y mi mejor ejemplo a seguir— esta vez yo lo apreté más fuerte —. Esto no fue tu error, no fue tu culpa, papá.

Nos separamos del abrazo y rápidamente mamá me envolvió en otro. No paraba de repetirme que buscaríamos la forma de solucionar esto y que pasara lo que pasara o hiciera lo que hiciera, siempre iba estar de mi lado y para mí. Cuando nos separamos, miré a Amelie, la cual estaba con la vista perdida en otro lugar mientras Rainer le sobaba los hombros.

—El consejo llegara a Appleby en unos dias, inclusive puede que mañana ya estén aquí— comenzó papá —. Entiendo que quieras hacer lo correcto, hijo, asi que haremos lo siguiente: Hablaré con los Webster y los Cavanagh, les diré lo sucedió y de acuerdo a sus opiniones, junto con la mia y la de Gen, dictaremos una sentencia.

Asentí. —De acuerdo.

Miré nuevamente a Amelie, que ahora tenia la mirada en mi padre, y se notaba que no estaba nada de cuerdo con lo que había escuchado.

Amelie nunca ha sido del tipo de persona que sigues las reglas, menos sabiendo que ella no tiene ataduras con respecto con ninguna especie en específico. Sé que mi prima se rige por esta frase: "Quien riendo la hace, llorando la paga"; y en ella, estas simples palabras son más que peligrosas.

—Sé lo que piensas, Amelie— papá se acercó a la castaña —, pero Seb tiene razón, no puedo pasar a llevar a otras dos manadas, y hacer mi voluntad en base a rabia. Los Alfas no podemos actuar de esa forma, debemos ser justos, a pesar de que este más que claro que su falta es una de las más graves.

—Pues lamento no pensar como ustedes, tío— expresó la hereje —. Para mi está muy claro lo que hay que hacer, y sé que una parte de ti piensa lo mismo que yo.

—No lo negaré, aun quiero desgarrarlos sin piedad ni perdón, pero debó ser consecuente, quiera o no —se acercó a ella y le beso la frente —. Entiendo tu rabia, querida sobrina, pero te pido que no hagas nada impulsivo, por lo menos hasta tener una sentencia dictada. Te lo pido como tu tío, no como alfa de una manada.

Papá acaba de usar la carta más fuerte para que Amelie intente dejar un poco de lado su terquedad e impulsividad, acaba de usar de la familia. Podrán decir muchas cosas de los Steinfield, y sobre todo de mi prima, pero cuando se trata de la familia, cumplimos lo que decimos.

Amelie apretó los dientes. —Haré mi mayor esfuerzo.

Mamá y papá entraron en la cabaña, dejandonos a los tres a solas.

—Si quieres gritar, hazlo, o si quieres golpear algo, hazlo, Amelie— le dije atrayendo su atención —. Saca un poco de esta rabia que tienes dentro.

—Lo dices como si no me conocieras— la rabia en sus ojos era notaria —. Para detener la rabia que tengo necesito tener la sangre de alguno de ellos en mis manos, o en el suelo.

Vi como sus ojos comenzaban a cambiar de color, pero volvieron a la normalidad a los segundos, imagino que la influencia de Rainer le está ayudando.

—Y si hago el esfuerzo de sacar un poco de esta rabia, no me detendré hasta hacer lo que quiero.

—Preciosa, ambos sabemos que no es la solución —Rainer avanzó hacia ella —. Estoy seguro que los Alfas tomarán la decisión correcta para este asunto.

—¿Y si no es así? — nos miró consecutivamente —. Violaron una ley sagrada por sus estúpidas creencias de mantener legados de cada familia antigua, arruinaron la vida a Seb al negarle su compañera, y pretendían jugar con su destino y el mío.

Rainer se paró frente a ella. — Su delito es grave, y no se les pasara por alto, pero debes mantener la calma hasta que haya un veredicto.

Amelie me dirigió la mirada. Creo que nunca antes me había mirado de esa forma, tan fría y seria que te causaba ganas de correr. —¿Acaso no quieres vengarte de ellos?, ¿no quieres hacerles el daño que ellos te hicieron a ti?

—Pasé tanto tiempo con miedo de que alguien supiera lo que hice que nunca supe que sentía hacia ellos por lo que me hicieron.

—Y con eso me diste la respuesta que buscaba, que no podemos dejar pasar esto, independiente de lo que diga el dichoso veredicto— sentenció —. Esto no se puede quedar así, deben pagar.

—Vas a cometer un error por tu impulsividad.

—¿Estas seguro de que quieres hablar de errores?

La frialdad y crueldad de sus palabras me dolieron, Amelie nunca me había hablado de esa forma, ni siquiera cuando se molestaba. Ella notó el impacto de sus palabras, pero no se inmuto. Se dio la vuelta y entro en la cabaña.

—Estoy seguro que me esta odiando en estos momentos— declaré dejando de mirar por donde se había ido.

—Ella no te odia, jamás podría hacerlo— expresó Rainer, intentando animarme —. Solo es la rabia y la culpa la que la hacen decir las cosas asi.

—Ambos la conocemos, Rai, y sabemos de sobra que no razonara de la misma manera que nosotros. Ella siempre se ha regido por sus propias reglas, a pesar de que lo niegue— exhalé con fuerza —. Amelie no ve el mundo como lo vemos los licántropos.

Nos quedamos en silencio por unos segundos.

—¿Puedo preguntarte algo? — asentí —. Cuando nos conocimos, me dijiste que había salvado a Amelie en muchas formas, y mencionaste algo de leyes arcaicas de licántropos, ¿te referías a esto cuando me lo dijiste?

—Si— solté —. Si no hubieras aparecido en su vida, la verdad no sé qué habría pasado con nosotros. El consejo estaba dispuesto hacer de todo con tal de que la manada Crescendo y Canavar tuvieran estabilidad— el estómago se me revolvió de solo pensar —. Esos enfermos no pensaron en el daño que nos causarían.

—Y no midieron las consecuencias de sus actos— vi a Rainer apretar los puños —. Escucha Seb, entiendo el por qué lo hiciste, puede que yo hubiera hecho lo mismo en tu lugar, sobre todo si trata de las personas que quiero. También puedo entender que por tu posición y la de tus padres, quieres que todo esto sea de la manera más justa y razonable, pero no puedes pretender que Amelie lo vea de la misma forma.

—Si lo dices porque ella no tiene una especie definida...

—No me refiero eso— se explicó el nefilim —. Cuando decidieron hacer ese ritual, el consejo lo hizo porque vieron a Amelie como una amenaza para su estabilidad. Cuando aceptaste renunciar a tu lazo, lo hiciste porque viste en peligro a los que quieres, viste a Amelie como un blanco que podía ser atacado, pero ¿sabes lo que vio Amelie en tu relato? — negué rápidamente —. Amelie vio cómo, nuevamente, alguien de su familia se sacrificaba por ella, por ser como es, una rareza de la naturaleza.

Me quede en completo silencio, razonando sus palabras.

—Ella no te está odiando por lo que hiciste— su mirada cayó sobre mi —. Ella se está odiando a sí misma por ser la causa de lo que te obligaron a hacer.

Rainer me palmeó el hombro para después caminar a la cabaña, dejándome a solas con mis pensamientos.

*** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** 

¡Ohhhh ya están todos juntos, y los problemas apenas están comenzando!

Yo solo quiero ver como arde Troya jajksjsjak, además de ver como intentan resolver (o complicar más) todo.

Sellie me sigue derritiendo cada día, es que esos dos son chispas juntos💖💖. Tengo que aceptar que me sentí muy tocada cuando Andrew esta hablando con Seb🥺🥺, el saber que a pesar de todo, apoya y ama a su hijo me apretó el corazón. Amelie y Seb discutiendo, hasta pelean como hermanos jsakjskas, y Rainer, entendiendo a Amelie sin tener que hablar con ella en privado, me encanta❤🤍.

¡Mil gracias por leer esta historia!, esta segunda parte se viene con muchas cosas que hasta yo me quede 😱😨😰😭 y eso que la escribo yo 😂sjaskasjksa.

¡Besos!, Fer.

P.d: Aquí les dejo otra imagen, por si les gusta.

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