En el planeta Nexus, el nuevo Inquisidor del Emperador, estaba acabando con la insurgencia rebelde. - Señor. - Dijo el comandante del pelotón Imperial. - Los Rebeldes se retiran, se dirigen hacia las montañas. ¿Quiere que envié un escuadrón para perseguirlos?
- No, comandante. Yo iré. - Se puso su casco de Inquisidor, y fue tras ellos. Cuando vio a tres soldados rebeldes subiendo la montaña, se dirigió hacia ellos y los mato, uno por uno. Mientras buscaba al resto de los rebeldes, encontró una pintura antigua en las rocas. Se había perdido algunas partes de la pintura debido al desgaste del pasar de los tiempos; había algunas letras extrañas que aún permanecían ahí. Saco su traductor, que llevaba en su traje, e intento pasar de lo que decía a Básico. El dispositivo encontró algo, y él lo leyó. - "Soledad + Alienación + Miedo + Desesperación + Autoestima ÷ Burla ÷ Condena ÷ Malentendido × Culpa × Vergüenza × Fracaso × Juicio." - Las letras en la pintura brillaron y un relámpago golpeó al joven, en su brazo se escribió, como tatuaje, lo que él había leído. Después de eso, sintió que su cuerpo había cambiando, podía sentir todo el poder. Escucho unos pasos detrás de él, se dio la vuelta y vio a otros rebeldes. Ellos le dispararon, pero en vez de dañarlo, absorbió el poder de los disparos. - Eso estuvo bien. - Extendió su brazo y le lanzó al primero rebelde una poderosa bola de energía, que lo desintegró al instante. Con el otro brazo, desintegró al segundo rebelde con rayos de la fuerza. Los que quedaban vivos, empezaron a huir de él, pero este Inquisidor, todo poderoso, hirvio la sangre de ellos y los hizo volar en pedazos. Ya con ese grupo eliminado, prosiguió a eliminar a los que faltaban. Cerro los ojos y busco con la fuerza a cada uno, una vez que los úvico, abrió los ojos y los desintegró con rayos x, que salían de sus pupilas.
Un día después, en Coruscant. El Inquisidor entraba a la sala del trono del Emperador. - Joven, Inquisidor. - Dijo Palpatine. - Me pregunto por que vino a aquí, si no fue convocado.
- Este error es pagado con castigo. - Comento Vader, encendiendo su sable carmesí.
- Perdoname, mi Emperador. - Dijo el Inquisidor. - Pero he encontrado algo que le dará al Imperio, la ventaja contra los rebeldes.
- Dime. - Pidió Palpatine.
Vader había caminado hacia su aprendiz, para asesinarlo por su insolencia hacia su maestro y el Emperador. El Inquisidor encendió su sable y, en un pestañar de ojos, Vader es partido por la mitad. - Esto, mi señor. - Dijo inclinándose de vuelta. - He encontrado una fuerza muy poderosa, en el planeta Nexus. Y voy a aprovecharla al máximo.
- ¿De que estas hablando?
El Inquisidor le lanzó rayos de la fuerza al Emperador y fue reducido a cenizas. Con Vader y Palpatine muertos, fue a por la guardia real del Emperador, luego por algunos generales de muy alto rango y al final por los leales a Palpatine. Al final de ese día, aquel que se hizo llamar Ezra Bridger algunas vez, era nombrado como el Nuevo Emperador del Imperio Galáctico.