Gracias a sus comentarios es que estoy de nuevo en la novela y si sigo publicando como hasta ahora la terminaré antes de lo planeado...
Besos amores
Feliz Lectura ❤️
Samuel se fue a Londres hace un par de horas y yo estoy en casa porque tengo que seguir con mis deberes aquí en Comarca. He realizado un sin fin de documentos esta mañana y quiero descansar de ello, pero necesito terminar los últimos antes de hacer cualquier cosa.
Mi madre entra con un pastel que deja en mi escritorio antes de retirarse en silencio. Desde mi coronación está igual que siempre, ahora ella es la que no me habla. Me tiene sin cuidado si lo hace o no.
Miro el pastel antes de meterme un pedazo en la boca con adoración porque está delicioso, hace mucho que no comía algo tan delicioso como lo es el chocolate con la nuez.
Termino de masticar y paso lo que he comido, cuando termino de comer siento un ligero malestar en el estómago y lo paso por alto. Sigo comiendo hasta terminarme el pastel, me pongo de pie para ir a llevar el plato.
En el camino me voy sintiendo mal y no dudo en detenerme, espero unos segundos para que se me baje el mareo.
—¿Podrías cambiar la práctica…?—la voz de Bastián me parece lejana—. ¿Nat?
Me doblo en mí misma antes de vomitar sacando todo el pastel que acabo de comerme. Bastián me auxilia y en un momento me carga, me lleva en brazos a la supongo es mi recámara, le dice algo a una de las empleadas que le responde en afirmación, Bastián retoma el camino antes de que yo haga algo que lo lleva a apretarme más contra él.
Me quejo un poco, pero no se detiene.
No entiendo que me sucede, estaba bien hace unos minutos. Dios.
Llegamos a mi recámara y nos internamos en ella, Bastián me deja en la cama con cuidado y se va a dónde están los medicamentos que tengo en mi recámara. Vuelve con una pastilla que niego a tomarme.
—Nat, te ayudará con…
—Eso no es para mujeres embarazadas—esa oración lo deja mudo.
Tenía mi sospecha de estarlo desde hace una semana, son visibles los cambios para mí en lo que va de dos meses para acá. Los pequeños dolores de cabeza, los mareos matutinos y las náuseas por las tardes, además de que mis pechos crecieron un poco y tal vez Samuel ya lo notó, pero no me ha dicho nada sobre eso, o tal vez no con la desesperación con la que me toma cada semana.
—Estás…
—Tengo duda, Bast—tomo aire un par de veces—. No quiero hacerme pruebas, pero tendré que hacerlas antes de que Samuel regresé que no quiero que se haga ilusiones.
—Te traeré al médico en ese caso.
Se pone de pie para irse a perder por el pasillo.
///
Logan dibuja algo en el cuaderno que tiene sobre mi cama mientras yo como un poco de yogurt, me sentí mejor unos minutos después, pero Bastián no me dejó comer nada y ahora estoy aquí en mi recámara comiendo lo más sano del mundo para que mi estómago se calme.
Logan vino a hacerme compañía mientras espero a que el médico venga y tome muestras de sangre, Bastián vino a avisarme que ya venía y que podía tomarme la tarde libre porque ya aviso que no iré a ningún lado porque me siento mal.
Ha mejorado.
Eso debo admitirlo.
Me quedo donde estoy con Logan de compañía cuando entra el médico con una enfermera a su lado y Bastián a su espalda, el mayor de los hermanos le pide al otro que salga porque deben revisarme y él es muy pequeño para eso todavía.
Logan me dice que no le tema a la aguja y luego se va con Raya siguiéndolo, Kuno se sube al lomo de su hermana felina. Mis perros se los llevó Samuel así que solamente tengo a dos de cinco.
—Bien. ¿Desde cuándo se siente enferma?—ladeo los labios.
—Como dos meses.
—¿Se ha realizado pruebas caseras?—niego despacio.
No me he realizado pruebas con eso por eso el doctor autoriza que me tomen sangre, pero me dice que debo tener ayuno y por lo que ve no lo tengo, la enfermera vendrá por la mañana a tomar mi sangre.
El médico y la enfermera se van casi a la hora de cenar y no puedo retrasar el ir a cenar que es el único momento del día en el que estamos todos reunidos. Me pongo de pie y me estiró un poco antes de tomar camino a la salida, bajo las escaleras pensando en que si estoy embarazada no debería ilusionarme, la vez pasada salió de mi cuerpo… no quisiera pasar por eso de nuevo, pero Samuel… no quiero ver a mi esposo llorar de nuevo por eso.
Llegó al comedor donde Meredith ya está sentada con la misma expresión de todas las noches. Seca y sin ganas de conversar. Pero como quiero que hable hoy sé por dónde llegarle para que lo haga.
Me siento despacio en mi silla antes de pedir algo ligero para mí, llevo mis ojos a Meredith antes de tomar aire y abrir la boca.
—Meredith—levanta la cabeza para mirarme despacio—. Me gustaría saber si podrías acompañarme al nuevo centro de ayuda a mujeres tocadas por el abuso doméstico.
El rey entra en cuanto termino de decir esa última frase, pero la cara de Meredith me dice que si le interesa ir a ver eso que le propuse. Se supone que una de sus mejores amigas lo sufrió y nunca dijo nada, termino suicidándose antes de que Meredith fuera la reina.
La ley Negra fue en honor a esa amiga que la reina perdió.
—Iré el día de mañana para ver el progreso de una nueva área y también para escuchar algunos casos…
—Me encantaría asistir—la alegría se nota en su voz ligeramente gastada.
Le sonrió al tiempo que las empleadas dejan un plato de comida frente a cada una de nosotras. A Albert y a Bastián les dejan también su plato de comida, Logan es el último en entrar con mis mascotas detrás y con Cinthya en su hombro.
Esa ardilla que se encontró en una de sus cabalgatas por las caballerizas que hizo la reina anterior a mí. Ahora la pequeña anda muy pegada a Kuno que la aleja con empujón cuando ya se enfado de ella, por eso casi siempre la trae Logan.
El pequeño príncipe se sienta a mi lado antes de que le sirvan su ración de pollo con verduras que se empieza a comer sin decir una palabra. Se ve algo triste, pero no dice nada y tampoco le preguntó porque de hacerlo lo haría llorar aquí y no quiero eso.
—¿Para qué vino el médico?—pregunta Albert después de bajar la copa de vino tinto—. ¿Todo bien, Natasha?
El rey no ha dejado de decirme así, le he dicho que puede usar la abreviación cómo lo hacen sus hijos y de vez en cuando Meredith, pero el hombre prefiere mi nombre.
—Unos…
—Es posible que Natasha tenga un bebé—Bastián gira sus ojos a Logan que dijo eso con molestia en esa frase.
Los ojos de los ex reyes vienen a mí y los únicos que parecen alegres de la noticia son los del rey.
—Eso sería grandioso—responde Albert con alegría notoria—. Un bebé en esta casa es lo que hace falta.
—No lo hace—mis ojos enfocan a Logan que se levanta de malas para dejar su plato a medio comer.
Ladeó mis labios viendo que se va y ahora sí me siento culpable por esa actitud en el joven príncipe.
///
Me hicieron los análisis en la mañana y ahora el médico llegó para darme el resultado, me muerdo el labio inferior porque no espero que sea positivo eso como la vez pasada, por eso me quedó con la parte negativa antes de que el doctor me la destruya al ilusionarme.
Meredith y yo fuimos hace rato al centro y para sorpresa mía, ella estuvo atenta a cada caso que le comunicaban, unos iban de abuso sexual y doméstico hasta maltrato físico, jamás la había visto tan triste. Cuando salimos del centro me pidió regresar y no le dije que no porque ella necesita algo que hacer que no sea estar encerrada en su habitación sin hacer nada.
Y en cuanto a Logan… ayer no pude ir a su recámara porque Jafar solicitó una reunión conmigo por videollamada y tuve que atenderla, cuando salí el pequeño ya estaba dormido y hasta ahora no he tenido tiempo de ir a verlo.
Bastián está conmigo en la habitación y para sorpresa del médico, está sentado en una silla al lado de mi cama mientras sostiene mi mano dándome apoyo en silencio.
—Bien—tomo aire esperando la mala noticia—…, el resultado es más que claro. Felicidades, majestad, tiene nueve semanas de gestación.
Abro la boca despacio antes de llevar mis ojos al lugar donde se encuentra mi bebé.
Por Dios.
Soy mamá.
O bueno, lo seré.
Me emocionó y no evito abrazar a Bastián gritándole que seré mamá, el médico me da otras recomendaciones por lo que sucedió con el anterior y que no debo preocuparme porque este parece que si está lo bastante sano como para no salirse de mí.
Lloró en algún punto porque Samuel dará brincos de alegría al saber lo que nos espera en unos cuantos meses, santo cielo, nuestra vida dará un giro inesperado en unos cuantos meses.
Santo Dios.
El médico nos deja a solas y Bastián no duda en felicitarme diciendo que debo decirle a Samuel en ese momento, pero no quiero que sea así y de hecho, tengo una idea para decirle que será papá.
Algo muy bueno que espero le guste cuando regresé de su viaje. Sonrió antes de pedirle a Bastián que me ayude a escoger una habitación para su sobrino.
Me voy a ilusionar con este bebé que algo me dice que lo tendré en mis brazos sin ningún problema y que amaré a mi bebé tanto como amó a su padre que siempre estará junto a mí.
Bastián y yo escogemos una de las habitaciones que están cercanas a la mía, no hay nada en ella más que muebles antigüos que serán cambiados. En el interior veo que cosas voy a cambiar antes de que llegué Samuel o tal vez sólo quitar los muebles y dejarle una sorpresa aquí adentro.
Y creo que se me ocurre una manera de hacerlo.
Una muy buena forma de hacerlo.
Ya quiero saber qué le dejará a Samuel 🤧
Y misma cantidad de comentarios, o mejor 40 para leer más. 😘