IX

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Decidí darles el maratón para dentro de una semana, y será el mismo día. Así que estén pendientes de la novela que ya empiezo a levantarme temprano. Besos amores.

Feliz lectura…

Samuel me dio permiso de saltarme mis obligaciones del día, pero alguien tiene que mantener ocupado al pequeño Logan y esa soy yo. El pequeño juega con sus dinosaurios de juguete mientras mi cabeza tiene muchas cosas encima. Cómo la boda de Marco. Ese hijo de puta se iba a casar desde antes de estar conmigo, pero retrasaba la boda con su prometida.

Yo era la otra.

—Te ves triste.

Mis ojos van a Logan que ya está de pie a mi lado mientras miro las flores al otro lado del patio.

—Un poco—no tiene caso mentir.

—Sam, me dijo que Bas te dijo cosas feas—le doy una sonrisa débil a Logan—. No le hagas caso… tú eres muy bonita.

—Gracias.

Sonríe antes de darme un abrazo, pero ojalá su hermano sólo me haya llamado fea. Me dijo puta solo por desear algo que es normal al momento de compartir una cama. Logan recoge sus cosas para luego subirse a su cama y esperar a que le lea el cuento para esta noche.

Mis palabras duermen al pequeño hasta que por fin ya no hay vuelta atrás del suelo que lo consumió toda la noche. Doy una sonrisa al niño y me separó para cerrar su habitación. Al hacerlo me voy directo a la mía, mañana es mi día libre y no quiero estar en el palacio. Tomo mi maleta y empaco un cambio, iré a ver a papá, de paso recojo mis cosas para que mi hermana no tomé nada de ellas. Es capaz de vender mi ropa en tiendas de segunda mano para tener un poco más de dinero.

Cuando tengo lista mi maleta me levanto para irme. Abro la puerta con la maleta arrastrándose, al hacerlo me topo con un guardia que dice que el príncipe Samuel me solicita. Le agradezco antes de meter la maleta de nuevo en la habitación.

Suspiró antes de salir al pasillo e ir a dónde me están solicitando. Poco a poco me acerco a ese lugar, hace mucho que no me sentía nerviosa de ir a un lugar. Pero creo que al menos debo de ir y negarme a lo que me vaya a pedir. Hoy no tengo tiempo para él, aunque vaya a ser el rey de este lugar.

Tocó la puerta despacio y un pase me deja entrar, suspiro antes de pasar. No es su habitación, por eso me anime a venir. Lleva puesto un cambio para dormir, sin ninguna medalla o corona en la cabeza, luce tranquilo y normal, hasta parece un simple hombre de negocios y no un futuro rey.

Su cabello está despeinado y eso me gusta, aparte de que no demuestra ser un príncipe en apariencia.

—¿Me llamó, alteza?

Se da la vuelta para verme a los ojos, que bellos ojos.

—Sí. Toma asiento por favor.

Trago antes de obedecerle, me siento en una de las sillas que aquí en su despacho. Es más bonito que el de su papá, aquí tiene bellos adornos de sus viajes y expediciones, incluso tiene una foto con un fósil de dinosaurio qué él mismo desenterró. La vida de los príncipes ha sido muy distinta. Por ejemplo el que hay frente a mí, toda una vida entrenado para ser rey, pero con un gran amor por los animales y por lo que la historia del periódico preclásico o jurásico ocultan.

Bastián, bueno… sabiendo que jamás heredaría el trono hizo lo que él quería, y como quería destruyendo la gran reputación que tenía por ser un príncipe de la corona.

Y ahora Logan… creyendo que nadie le hace caso por ser sólo un niño. Uno que le apasionan los barcos y los aviones, piensa volverse piloto de uno, lo que me gusta es que me dice que cuánto tenga su avión él me llevará a conocer muchas ciudades.

La Corona Del Príncipe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora