Roslyn || WooChanSoon (Wonwoo...

By Alicia__MK

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➼ En donde Soonyoung entra con sus amigos a un cementerio como parte de un reto popular en la escuela; pero é... More

❄❄
capítulo 1: up with your turret
capítulo 2: aren't we just terrified?
capítulo 3: shale, screen your worry
capítulo 4: from what you won't ever find
capítulo 5: don't let it fool you
capítulo 6: dancing around, folds in her gown
capítulo 7: sea and the rock below
capítulo 8: cocked to the undertow
capítulo 9: bones, blood and teeth erode
capítulo 10: with every crashing node
capítulo 11: wings wouldn't help you
capítulo 12: down fills the ground, gravity smiled
capítulo 13: you barely are blinking.
capítulo 14: wagging your face around
capítulo 15: when'd this just become a mortal home?
capítulo 16: won't let you talk me

capítulo 17: down [final]

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By Alicia__MK

Soonyoung estaba tan sorprendido por todo lo que habían dicho los dos mayores como lo estaba Jihoon.

Al parecer, como mencionó Chan, había olvidado que todas las especies de demonios tenían aquel estúpido –para él– acuerdo; él seguía creyendo que en el momento en el que intentaran acusarlo de algo, Soonyoung ya estaría muerto, por lo que los otros dos no tendrían ninguna prueba de que Chanyeol o él les hubieran hecho daño alguno.

Para su mala suerte, el menor seguía vivo.

Jihoon estaba atrapado y lo sabía. 

Si decidía atacar, se estaba enfrentando a dos vampiros experimentados, e incluso con Mingyu de su lado, los otros dos tenían a Soonyoung, que si bien jamás le habría podido disparar a su amigo para sobrevivir, no se había visto la misma compasión hacia él cuando le apuntó con el arma unos minutos atrás.

Por muy débiles que pudieran llegar a ser los seres humanos, uno con los materiales necesarios para destruirlo era ligeramente peligroso.

Tenía que pensar en un plan para salirse con la suya de nuevo, y rápido. Pero mientras pensaba aquello, pudo ver en los ojos de Wonwoo y de Chan que su batalla estaba perdida y que, como le había dicho a Soonyoung antes, no iba a ser probable que saliera de allí ileso. Sólo entonces aceptó que su plan había fallado, uno que ni siquiera había preparado pero que nació de su odio más profundo en el segundo en el que vio a Soonyoung con los otros dos, tomando su lugar. Y eso fue algo que no pudo contenerse a decir.

–Él los separó de mí –su voz tensa, apretando los puños y viendo con rencor el rostro del menor que se asomaba por detrás del hombro de Chan.

–Tú mismo nos alejaste –lo corrigió éste, que aún sostenía a Wonwoo del brazo, pues el otro había querido ir a golpear a Jihoon en cuanto había terminado de gritarle su discurso.

–¡Yo los amaba! –Exclamó entonces, ofendido, mirando a los otros dos vampiros, sus ojos reflejando el enfermo dolor acumulado por años en su contra.

–Y Soonyoung es a quien amamos ahora –Wonwoo lo miró con desprecio–. Jamás vas a poder cambiar eso.

–¿De verdad siguen creyendo eso?, ¿qué tiene él que yo no?, ¿acaso su valor se basa en no querer convertirse en vampiro? Saben que de esa manera su amor no va a durar. Los humanos son inútiles, inservibles, desechables, son objetos que se agotan con demasiada rapidez. Soonyoung no les va a durar lo suficiente como para que puedan ser felices, y lo saben. Están destinados a verlo morir.

–Sí, lo estamos –respondió Chan después de una tensa pausa–. Pero el hecho de que sepamos que, tarde o temprano vamos a perderlo, hace que las cosas sean más importantes para nosotros, que cada día valga la pena.

–¿Ahora me va a decir que los vampiros tenemos jodidos sentimientos? –Se burló Jihoon, con el odio creciendo–. Es hora de que despierten y se den cuenta de que somos monstruos, imponemos miedo, doblegamos a los demás.

–El hecho de que hayamos vuelto a la vida, convertidos en bestias que beben sangre y que han dejado muchas de las características de los humanos atrás, no significa que debamos ser despreciables –dijo Wonwoo, mirando a Jihoon y dándose cuenta en lo que se había convertido aquel chico, si bien un poco extraño, también lindo y amable que habían conocido tantos años atrás–. El hecho de que hayamos atormentado y doblegado a los humanos en el pasado no significa que debamos seguir perpetuando esas mismas horribles e injustas acciones para siempre.

–Ya veremos cuánto les dura toda esta tontería entonces –les soltó Jihoon–, porque que ustedes se hayan convertido en los cuidadores de los humanos no significa que todos pensemos lo mismo. Y les prometo que su querido Soonyoung no va a salir vivo de aquí.

–Sabes que no tienes ninguna oportunidad contra nosotros –respondió Chan. Y aunque su voz sonaba amenazante, Soonyoung pudo sentir la tensión en su cuerpo.

–Somos dos vampiros contra dos vampiros –ironizó Jihoon–. Yo creo que sí tengo posibilidades. En especial si mi neófito es el amigo de Soonyoung, y me obedece en todo lo que le ordene.

–Te recuerdo que si el amo de un neófito muere, éste va a seguir las instrucciones del siguiente vampiro al que vea.

–¿Y quién dijo que yo iba a morir?

–Ah, te aseguro que lo harás.

–Ya lo veremos –Jihoon sonrió una última vez, antes de girarse rápidamente hacia Mingyu–. ¡Mátalos!

Entonces fue como si el chico fuera un robot al que habían vuelto a conectar. En cuanto aquella palabra salió de los labios de Jihoon, todos se pusieron en movimiento.

Mingyu de inmediato se lanzó contra Wonwoo, quien apenas y reaccionó para defenderse. Chan por su parte se giró hacia Soonyoung, tomando su rostro entre sus manos.

–Debes irte de aquí.

–¡No! –Soonyoung lo miraba con asombro–. ¡No voy a dejarlos...!

–Hazme caso, Jihoon quiere matarte a ti, no a nosotros, ¿no lo entiendes? Tú eres su único objetivo.

–Por fin lo captaste, ¿no es cierto? –Dijo una voz detrás de Chan. Soonyoung y él giraron su rostro hacia Jihoon, que los miraba con una sonrisa amplia–. Yo tuve que vivir con el dolor de haberme alejado de ustedes, así que, ¿por qué no les regreso un poco de mi dolor?, ¿por qué no vemos cuánto pueden sobrevivir sin Soonyoung?

–Ni siquiera se te ocurra to...

Chan estaba hablando con odio, pero Jihoon aprovechó aquello y, cuando menos se lo esperaban, se lanzó sobre el menor. Chan tuvo que reaccionar al instante, por lo que empujó a Soonyoung a un lado, haciéndolo rodar sobre el claro y atrapando el cuerpo de Jihoon en el aire antes de que éste lograra asirse a la mochila que llevaba en la espalda el menor.

Soonyoung sintió como el aire abandonaba sus pulmones cuando aterrizó de golpe sobre el pasto debajo de él. La ligera llovizna nocturna que había sobre ellos y que escurría desde las hojas de los árboles había hecho que la hierba y la tierra se humedecieran, por lo que cuando su cuerpo chocó contra el suelo y se deslizó por él debido a la fuerza de Chan (que en realidad no había sido mucha comparándola con la que estaba usando en aquel momento para someter a Jihoon contra el piso), su ropa quedó mojada y más sucia todavía.

El chico se quedó tendido en el suelo, con la pistola que se había caído de sus manos a un metro de él. Su pecho dolía por el golpe y sus pulmones apenas se estaban recuperando de la falta de aire. Su espalda dolía por las vueltas que había dado, en las cuales las cosas dentro en su mochila lo habían golpeado por todo su cuerpo. Aún así, con sus heridas y golpes, el menor se obligó a ponerse de pie.

Veía pequeñas estrellas delante de sus ojos mientras sus manos intentaban sostenerse a un tronco cercano, pero sabía que por algo había ido allí en primer lugar, por algo había preparado las cosas que llevaba con él.

Su cuerpo dolorido se movió lo más rápido que pudo, quitándose la mochila de su espalda, al igual que el abrigo sucio y roto y lanzándolo al suelo. Sintió el frío colándose por su cuerpo a través del delgado suéter que llevaba, pero no le hizo caso. Abrió el cierre de la mochila y sacó otra pistola, pues la primera no podía verla gracias a la oscuridad que había en el suelo. Miró las demás cosas que había dentro y decidió darle prioridad a aquella arma, sabía que si lograba herir a Jihoon, para Wonwoo y para Chan sería mucho más fácil destruirlo de lo que hubiera sido para él.

Cuando tiró su mochila al suelo e intentó apuntar hacia Jihoon, se dio cuenta de que eso sería más difícil de lo que había creído.

Por una parte, frente a él, tenía a Mingyu y a Wonwoo. El menor en ese momento estaba siendo lanzado hacia el suelo de nuevo, con Wonwoo sosteniéndolo del cuello y enterrando su cabeza en la tierra. Sabía que los neófitos tendían a ser más fuertes y violentos, en especial si había un humano cerca al que pudieran oler y al que quisieran matar, por lo que tuvo que usar toda la fuerza que tenía para poder someterlo.

Soonyoung también sabía aquello, pero eso no hizo más fácil ver cómo su amigo estaba perdiendo el control e intentaba dañar a alguien más, algo que jamás hubiera hecho cuando aún era humano.

Inconscientemente dio un paso atrás cuando escuchó los extraños sonidos que salían de los labios de Mingyu, y cuando lo hizo sus pies chocaron con algo. Soonyoung se agachó y encontró la otra pistola que llevaba.

Lo pensó un segundo, y sólo eso bastó para que tomara una decisión. En su mente se repetía una pregunta: ¿Qué sería un poco de dolor por unos minutos comparado con lo que Mingyu ya debía haber sufrido? Sabía que las consecuencias podrían no ser tan buenas, pero por eso Wonwoo lo ayudaría, porque al final su amigo no merecía convertirse en un asesino por culpa de otro.

Alzó la vista y gritó.

–¡Wonwoo! –Mientras el otro se giraba hacia él, Soonyoung le lanzó con fuerza el arma en sus manos, la cual el vampiro atrapó en el aire. Su otra mano seguía controlando a Mingyu, y por un segundo él y Soonyoung se miraron a los ojos. El menor supo que Wonwoo estaba pensando en si aquello sería bueno o malo, pues no quería lastimar al chico debajo de él (aunque no podía decir que el sentimiento fuera mutuo).

Pero Wonwoo había aprendido muchas cosas sobre los vampiros gracias a Chan, por eso sabía que, si bien una bala de plata detendría a Mingyu por un tiempo (a pesar de que lo lastimaría), no lo mataría.

Le tomó un segundo pensar eso, y otro para llevar el arma hacia abajo y disparar una sola vez en la nuca de Mingyu.

Todos se quedaron en silencio después de que el disparo se escuchó. Chan y Jihoon estaban en la otra punta del claro y aún así se detuvieron para girarse a ver lo que había pasado.

Soonyoung se dio cuenta de que Chan estaba sentado encima de Jihoon y apretaba con fuerza su cuello, aunque no entendía por qué estaba haciendo aquello, ya que los vampiros ni siquiera necesitaban respirar.

Y así como Wonwoo había tomado una decisión en un segundo, Jihoon también lo tuvo que hacer. En cuanto sintió que el asombro de Chan era evidente y que su agarre se aflojaba un poco, tomó su oportunidad y golpeó al mayor con todas sus fuerzas en el rostro.

Sabía que eso no lo mataría, pero sí lo lanzaría lo suficientemente lejos como para poder recuperarse del intento del mayor por arrancarle la cabeza de tajo. Y sí fue. El cuerpo de Chan voló lejos de la vista de Soonyoung y Wonwoo, quienes escucharon el fuerte impacto entre los árboles.

De pronto, Jihoon desapareció. 

No, Soonyoung no estaba seguro de que lo pretendía hacer pues, a pesar de no estar muy bien iluminado el lugar, pudo ver el denso humo (que había aparecido en el lugar de Jihoon) viajando a gran velocidad hacia él.

No tuvo tiempo de reaccionar antes de que el humo lo rodeara, tornando todo a su alrededor de negro. Ni siquiera se trataba de una leve oscuridad, no, era como si repentinamente se hubiera quedado ciego. 

De pronto su respiración se cortó y sintió como si un agarre en su cuello lo levantara de un suelo que no podía ver.

Sintió que flotaba. A pesar del viento que aún podía sentir en su cuerpo, no había nada más. Por un milagro el arma en su mano aún no se había caído, pues en lugar de soltarla, su agarre se había hecho aún más fuerte. Entonces su cuerpo flotante se detuvo, y cuando el humo desapareció de sus ojos, se dio cuenta del problema en el que estaba metido.

Jihoon, en su forma de humo, lo había tomado y llevado al borde del acantilado. Su cuerpo, sujetado sólo por una de las manos del vampiro (quien ya se había materializado de nuevo) que le impedía respirar, estaba suspendido sobre la pendiente de la montaña.

Sus ojos se movieron de manera frenética, primero hacia abajo, al río, mareándose por la altura a la que estaba; y después hacia el claro, dándose cuenta de que Wonwoo se había alejado del cuerpo herido de Mingyu y estaba a mitad de camino entre el linde de los bosques y el acantilado. Chan por su parte acababa de salir de entre los árboles y veía la escena con enojo y miedo impregnado en los ojos.

–Ni un paso más –dijo Jihoon, sonriendo al mirarlos tan preocupados. Justo así era como los quería haber tenido desde un inicio.

–Sabes que no vas a ganar nada haciendo esto –dijo Wonwoo entre dientes, sin separar sus ojos de Soonyoung, quien seguía peleando con el firme agarre en su cuello. Tanto él como Chan sabían que debían apurarse antes de que fuera tarde. Cuando miró al mayor, se dio cuenta de que éste miraba con detenimiento a Jihoon.

–Sabes que tus poderes no funcionan conmigo –le dijo Jihoon, al darse cuenta también de su mirada.

–¿Y quién dijo que los estaba usando en tu contra? –Respondió Chan, empezando a sonreír.

Jihoon no entendía a lo que se refería, pero también sabía que no podía esperar nada bueno viniendo de Chan y sus poderes, por lo que rápidamente pensó en lo que debía hacer.

Sabía que no obtendría lo que quería, ya no. Para ese momento todo aquello era imposible para él. Sus posibilidades se habían desvanecido como el humo en el que se había convertido él mismo.

Chan y Wonwoo ya lo habían alejado muchas veces, y después de aquello jamás podrían estar juntos de nuevo.

Pero si su plan desde un inicio había sido deshacerse de Soonyoung de una buena vez, pues si él no podía ser feliz a su lado, nadie podría, entonces nadie se lo iba a impedir.

Aunque...

Soonyoung ya había arruinado las suficientes cosas para él.

Sus planes habían salido mal, ni siquiera sus amenazas contra él habían surtido efecto, ni siquiera cuando su plan que incluía a Mingyu y que para él había sido perfecto salió bien por su culpa. Y ahora ya no tenía salvación, los vampiros lo iban a juzgar y no iba a poder escaparse de eso. Iba a sufrir, pero no quería hacerlo solo. No. Él quería que los dos vampiros que tenía en frente y Soonyoung también lo hicieran, pero para eso no sería suficiente con matar al menor, porque había algo peor, algo que los haría sufrir aún más.

–Quizás no pude volverte loco en tus sueños –le dijo a Soonyoung, quien cada vez perdía más fuerza en sus movimientos por la falta de aire–. Pero, ¿recuerdas cuál fue la peor pesadilla que te causé? –Sonrió, dando un paso más hacia el acantilado, sintiendo como las puntas de sus zapatos tocaban el inicio de la pendiente–. Me puedo convertir en ella para ti –fue lo último que susurró antes de lanzarse junto con Soonyoung hacia el agua debajo de ellos.

Wonwoo y Chan pudieron escuchar aquellas palabras y ver la mirada aterrada del menor antes de que perdieran a ambos de vista.

Era imposible para los vampiros aparecerse o solidificar sus cuerpos en medio del aire, así que la única opción que tenían era correr hasta el borde del acantilado y lanzarse detrás de ambos cuerpos. Y así lo hicieron, pero cuando llegaron al borde, se dieron cuenta de que ya era demasiado tarde.

Cuando Soonyoung había escuchado las palabras de Jihoon, recordó el sueño que se había repetido constantemente en los días en los que no había dormido en la mansión y que Jihoon había aprovechado para atormentarlo. No se lo mencionó nunca a nadie porque no creía que fuera relevante, pero ahora el pánico lo estaba invadiendo, más aún cuando el cuerpo de Jihoon se lanzó al río, su otra mano lo tomó por su suéter, dejando su cuello libre, y sus colmillos se enterraron de manera profunda en él.

De inmediato sintió el agonizante dolor recorrer su cuerpo entero y no pudo evitar gritar con todas sus fuerzas, aunque aquellos horribles sonidos que salían de sus labios se perdieron en el frío aire a su alrededor.

Mientras caían, lo único que Soonyoung podía ver a través de sus ojos, llenos de lágrimas de dolor, era la pendiente de la montaña. Escuchaba el aire y las violentas aguas rompiendo con las piedras debajo de él. Sus pulmones apenas y se estaban recuperando un poco. Pero su cerebro sólo podía concentrarse en el dolor que recorría su cuerpo y que se sentía como si éste se encontrara ardiendo desde dentro, sentía como si su sangre estuviera desapareciendo y siendo remplazada por un fuego que quisiera derretir todo dentro de él.

Soonyoung sabía que su pesadilla más grande consistía en verse convertido en un vampiro, y ahora que ésta se estaba volviendo realidad, el odio bulló a un lado del fuego dentro de él.

Sintió cómo estaba siendo drenado mientras las olas cada vez se escuchaban más cerca, sintió cómo estaba perdiendo la conciencia poco a poco, cómo su mente se iba y regresaba. Supo que pronto quedaría tan muerto como Mingyu cuando él lo encontró en la orilla del acantilado, y con sus últimas fuerzas, decidió, como Jihoon, que no sólo él debía sufrir.

Sabía que no podía pelear, estaba demasiado débil para eso. Pero su mano estaba pegada al arma llena de balines de plata, tanto que ni siquiera podría haberla soltado aunque quisiera. Usó lo poco de fuerza que le quedaba y llevó la pistola hacia el cuerpo que lo sostenía.

Jihoon estaba tan concentrado en convertirlo, en obtener toda su sangre sin destrozar su cuerpo que no se dio cuenta de que algo andaba mal hasta que el disparo rompió con el ruido del aire a su alrededor.

Cuando la última gota de sangre en el cuerpo de Soonyoung entró en el suyo, el dolor que lo azotó fue peor de lo que esperaba. El balín había entrado en el costado de su cuerpo, por lo que no tuvo fuerzas ni siquiera para detener su caída.

Ambos cuerpos chocaron contra las grandes y frías piedras con dos fuertes sonidos.

El de Soonyoung no se destrozó, pues una vez iniciado el proceso para convertirlo, su cuerpo respondía enseguida. Y era obvio que una caída de ese tipo jamás lograría matar a un vampiro. Por eso sólo se quedó allí, tendido en la lisa piedra, con las olas mojándolo, luciendo como un simple muñeco de trapo. 

Sus ojos cerrados, su piel ya pálida, su cuerpo empezando a deshumanizarse.

Por su parte, Jihoon salió rodando hacia un grupo de piedras irregulares. Intentó ignorar el dolor a un costado y ponerse de pie, y cuando lo logró sólo se tambaleó un poco.

Entonces sintió dos cuerpos aterrizando a su lado, y no tuvo que ser un sabio para reconocer la presencia y el olor de Chan y Wonwoo.

Chan lo sujetó con fuerza de su camisa, y no entendió lo que estaba pasando hasta que en un momento sintió un humo a su alrededor y cuando levantó la mirada el bosque arriba de la montaña se volvía a materializar frente a sus ojos. Claro, la teletransportación de Wonwoo, el único poder que alguna vez un vampiro pudo usar en él.

Se llevó una sorpresa al darse cuenta de que frente a ellos ya habían aparecido un grupo de personas, entre las cuales estaba Seungcheol.

La atención de todos estaba encima de él, aun con el agarre de Chan, temblando de furia, en su ropa, pero de pronto los ojos de Seungcheol se abrieron de par en par.

–No –susurró, como si no pudiera creer lo que estaba viendo.

Jihoon siguió su mirada y se encontró con Wonwoo, quien llevaba a Soonyoung en brazos. El chico parecía muerto, claro, pero la mordedura en su cuello, aún al rojo vivo, era la evidencia suficiente para saber que pronto volvería a renacer.

–¿Qué significa esto? –Preguntó uno de los vampiros a un lado de Seungcheol, Baekhyun, quien era amigo suyo y de Chan y parte del tribunal que estaba allí para juzgar a Jihoon–. Seungcheol nos dijo que lo llamaste aquí.

–Tenemos otros crímenes que agregar a la lista de Jihoon –habló Chan, sujetando con más fuerza al vampiro entre sus manos–. Convirtió, en contra de su voluntad, a dos humanos. E intentó usar a uno de ellos, al que secuestró hace una semana –señaló a Mingyu, tirado en el suelo– para matar a Soonyoung.

El grupo de 7 vampiros miraron con asombro las pruebas que estaban dándoles. Ya habían tenido hace una hora el testimonio de Chanyeol, y ahora aquello... era definitivo, no podían tener compasión con alguien como aquel chico.

–Pero... ¿con qué fin? –Preguntó otro vampiro, Chen.

–Su propio beneficio –soltó con furia Wonwoo–. Quería herirnos a nosotros dos a través de la muerte de Soonyoung. Pero no pudo, su plan usando al otro chico no funcionó, así que decidió convertirlo aún cuando él no quería.

–¿Cómo podemos estar seguros de que el chico no quería convertirse? –Preguntó Minseok en tono curioso, parado a un lado de Seungcheol.

–Siempre nos lo dijo –respondió éste de inmediato–. Él estaba... está... con Wonwoo y Chan, y les dejó en claro que no quería ser un vampiro...

–Era su mayor pesadilla –dijo Chan, recordando las palabras de Jihoon antes de que se lanzara al acantilado. Lo miró con ojos llameantes.

–¿Eso es cierto? –Volvió a hablar Baekhyun, dirigiéndose hacia Jihoon, quien se había quedado callado la mayor parte del tiempo hasta ahora, pero cuando mencionaron su nombre, levantó la mirada con una sonrisa de regocijo que comenzaba a nacer desde lo más profundo de su ser, a pesar del dolor que estaba sintiendo en su costado y que se propagaba por todo su cuerpo, lo ocultó mientras se divertía. 

Ya estaba hecho, su venganza había terminado y sólo le quedaba disfrutar de las consecuencias. Al final de todo, ya no tenía nada que perder.

–Claro que lo es –respondió, disfrutando de la manera en la que Seungcheol se había tenido que acercar a ellos cuando Chan intentó golpearlo. Los separó y su amigo apenas y pudo controlarse.

Wonwoo dejó a Soonyoung con delicadeza en el suelo y se acercó al mayor, haciendo que se tranquilizara un poco, o al menos que dejara de intentar golpearlo. Sabía que Chan debía estar colérico, al igual que él, en ese momento, pero no podían perder los estribos ni castigarlos cuando aún no habían platicado con los demás vampiros allí reunidos.

–Explica cómo sabes que convertirse en vampiro era la mayor pesadilla de Soonyoung –Exigió Chen con calma, dirigiéndose hacia Jihoon y sin llamar la atención a Wonwoo ni a Chan.

–Recuerda que debes decir la verdad o el castigo podría ser peor –le advirtió Seungcheol, quien a pesar de estar molesto por lo que había hecho, sólo lo sostenía por si intentaba escapar.

Jihoon bufó divertido.

–Lo atormenté entre sueños –respondió–, ya deberían saberlo. Y por eso me enteré de que tiene miedo de ser un vampiro porque no quiere convertirse en una bestia sin piedad cuando pierda todos sus instintos y principios humanos.

Chan y Wonwoo se miraron con sorpresa y miedo a la vez, no sabían lo que iba a pasar cuando el menor despertara, lo que diría o sentiría. No sabían si aceptaría su nueva realidad o si tendría que pasar por todo un calvario como Wonwoo hacía años.

Escucharon el suspiro cansino de Baekhyun.

–Creo que tenemos las cosas muy en claro aquí –comenzó a decir, mirando a los otros vampiros a su lado, luego a Seungcheol. Todos asintieron. Su mirada terminó en Chan y Wonwoo–. Las pruebas que han reunido y que podemos ver ahora aquí, además de los testimonios; son suficientes para declarar a Jihoon como culpable y castigarlo con una pena acorde a sus actos. Está claro que no podemos tenerlo cerca de vampiros o de cualquier otra especie de demonios, mucho menos de humanos. Creo que Jongin debe sentirse arrepentido en este momento por haberlo convertido en un principio. Desafortunadamente ninguna magia nos permite volver en el tiempo y cambiar las cosas, por lo que sus despreciables actos lo han condenado a ser destruido.

–Ya está herido, así que no será difícil –comentó Seungcheol, con un poco de sorpresa, viendo el agujero en el costado de su camisa. Los demás vampiros también lo notaron y Wonwoo sacó el arma de su bolsillo trasero del pantalón.

–Soonyoung traía esto y... –levantó su mano e hizo que la mochila tirada cerca de allí llegara a él. Se dio cuenta de que ya estaba abierta, por lo que sólo vació a una distancia prudente los objetos que llevaba en ella–. Esto –todos pudieron ver que delante de ellos había otra pistola, al menos 4 estacas de fresno, una caja sellada en donde él había guardado ajos, un cuchillo afilado, una caja alargada en donde Chan había puesto unos pocos símbolos religiosos recogidos del cementerio antes de que destruyeran los demás, y un encendedor.

–¿Todo esto lo trajo él? –Preguntó Minseok con asombro.

–Yo le expliqué lo que tenía que hacer –explicó Wonwoo, sin poder creer tampoco lo bien preparado que había estado Soonyoung, el menor debía haber ido con la idea de destruir a Jihoon a como diera lugar. Una especie de doloroso orgullo se instaló en su pecho–. Creo que le enseñé bien.

Sintió una mano sobre la suya y reconoció el tacto de Chan de inmediato.

–¿Y él fue quien disparó?

Los dos asintieron en dirección hacia Chen, quien los miraba con asombro, al igual que los demás vampiros a su alrededor.

–Le disparó cuando Jihoon lo mordió, mientras caían al río –explicó Wonwoo.

–Creo –comenzó Minseok, con tacto–, que pronto tendremos a un vampiro bastante valiente entre nosotros.

Aquella oración los puso nerviosos, pues nadie sabía muy bien cuál sería la postura de Soonyoung al despertar.

–Bueno... –interrumpió Baekhyun–, creo que la decisión ya está tomada –se giró hacia Jihoon y habló de manera ceremoniosa–. Lee Jihoon, el consejo te ha desterrado de este hogar debido a tus actos en contra de humanos y vampiros. Tu sentencia es la muerte, si es aceptada, a manos de Chan y Wonwoo.

Ambos habían estado esperando aquello desde que estaban buscando las pruebas en su contra. El consejo sabía que ellos dos ya les habían advertido de lo peligroso que era Jihoon y de lo que habían sufrido en sus manos. Y el hecho de que fueran parte de los afectados en lo que había hecho las últimas semanas les daba la opción de llevar a cabo su destrucción.

Hace unos días habrían dudado un poco, pero el ver a Mingyu tirado en el pasto con un disparo en la nuca para controlarlo, y a Soonyoung y su cuerpo en proceso de convertirse en algo que él no quería y en algo que, quizás (aunque esperaban que no fuera así), lo hiciera alejarse de ellos, fue suficiente.

–Aceptamos –dijo Chan de inmediato.

El proceso no fue muy divertido o agradable de ver, pero tampoco fue tardado al ser dos vampiros quienes estaban a cargo de él. Como Wonwoo le había enseñado a Soonyoung bien los pasos que se debían llevar a cabo, tuvieron los instrumentos necesarios para hacerlo en menos tiempo de lo usual.

Los restos de Jihoon ardían cerca del acantilado, lejos de los cuerpos de Mingyu y de Soonyoung, los cuales habían sido acomodados uno al lado del otro cerca del linde del bosque. Ambos lucían como un par de cadavéricos adolescentes, y la imagen lastimó a Chan y a Wonwoo, incluso a Seungcheol quien a pesar de no haber conocido a Mingyu, sí que había convivido bastante con Soonyoung en los últimos días.

Todos estaban viendo directamente al cuerpo ardiendo bajo la sombra de los árboles que cubrían el humo de la vista de los humanos en el pueblo, hasta que escucharon movimiento detrás de ellos.

Wonwoo y Chan supieron de quien se trataba de inmediato. 

Sabían que los neófitos seguirían las indicaciones de su amo o del primer vampiro al que veían si el que los había convertido estaba muerto, como Jihoon. 

Debido a eso ambos se acercaron al cuerpo del chico que comenzaba a removerse, como si se estuviera despertando de un largo sueño.

Cada uno se puso a su lado, hincados sobre el húmedo pasto, mirándolo con miedo y angustia, esperando con todas sus fuerzas que nada malo pasara a partir de ese momento.

Cuando Soonyoung abrió los ojos de golpe, ninguno de los dos se asustó, pues eso era algo que siempre sucedía en los vampiros recién convertidos. 

Y por eso mismo tampoco les sorprendió que sus ojos estuvieran completamente rojos, brillando, sin expresión en ellos, mirando hacia las copas de los árboles encima de él.


Uff, terminar este fic se siente extraño, porque en primer lugar no estaba del todo segura de publicarlo porque sentía que era demasiado raro, y aún así me alegra haberlo hecho después de todo 😬 

Gracias a todas las personas que estuvieron aquí leyendo, votando y comentando día con día. Lxs amooo  💕🥺💕🥺

(otra cosa, creo que con este final podrán entender mejor la cita del inicio :)))))

Nota random: después de editar esto creo que sería bueno que les dijera que no habrá un epílogo de esta historia, porque en realidad ya había pensado en escribir uno, pero la idea que tenía no era muy bonita, por lo que prefiero que quede en su imaginación lo que podría haber pasado después de que Soonyoung, convertido en vampiro, despertara.

Nota random 2: aquí estoy yo, siendo la prueba de que una siempre se puede arrepentir de sus palabras. Y pues sí, nada más vengo a avisarles que habrá una segunda parte de esta historia, la cual ya estoy maquetando :)))))

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