HALLIE.
-¿Estas segura, Hallie? - preguntó mamá nuevamente.
-Completamente.
-Puedes decirme la verdad, sabes que puedes- volvió a decir.
-Te lo juro mamá. No hay nada entre Seb y yo.
Y rápidamente salí de la cocina, esperando que Janice Branson no quisiera seguir con esta absurda conversación.
Aun estaba procesando todo lo que había pasado en las horas anteriores, pero todo lo que había vivido en la casa de los Kenner se estaba viendo opacado por un simple momento que paso de camino aquí.
"-¿Y qué tengo que hacer para ganarme tu confianza, rubita?"
Su voz aun sonaba en mis oídos y el tacto de su piel aun estaba en mi mano.
Como era de esperarse, mamá estaba hecha una furia al ver que nuevamente había llegado tarde, las horas se me habían pasado volando en casa de los Kenner y parte de mi deseaba volver a entrar en esa aura de tranquilidad que transmite su casa.
Apenas mamá me vio junto a Seb, su expresión cambio, sobretodo cuando el castaño se adjudico toda la culpa de mi tardanza.
"-Espero que no castigue a Hallie por mi culpa, señora Branson- la voz de Seb salió suave, casi aterciopelada que me hizo cosquillas en partes de la espalda -. No tengo muchos amigos aun, y su hija es lo más cercano que tengo a una. Siento habérmela robado sin avisar."
Mamá había tomando las palabras de Seb de la mejor forma, de hecho, se las tomo mucho mejor de lo que me lo había esperado, parecia encantada con la presencia del castaño, y nuevamente lo invito a pasar para que comiera algo, aunque esta vez el chico se negó, tal vez quería darme algo de tiempo a solas para procesar todo, o simplemente no quería entrar.
Después de la cena familiar, me dirigí a mi habitación, necesitaba pensar, estar tranquila.
-Ahora misma me dirás que mierda pasa entre esa familia y tu- Jason entro en mi habitación con la mirada seria.
-No se que esperas que te diga-solté con voz cansada-. Ya dejé claro que han sido coincidencia, nada más.
Decirle a Jason todo lo que había pasado con los Kenner es solo para empeorar la situación. Sé de sobra que mi hermanito adora el mundo sobrenatural y lo que incluye a este, pero no sabe de la extraña criatura y que hay otros sobrenaturales en Appleby, siempre había sido solo yo. No quiero involucrarlo en este, por lo menos has tener bien claro a que me estaba enfrentando.
-¿Coincidencia?, que den pizza dos dias seguidos en la universidad es coincidencia, lo tuyo con el chico nuevo es extraño.
Lo miré. -Jason, ellos no conocen a nadie en el pueblo, el primer día me crucé con Kira, después tuve un problema en el bosque y Seb me ayudo. Son solo coincidencias.
-¿Y por qué cada vez que hablamos de él te pones a la defensiva?
-No me pongo a la defensiva- me crucé de brazos.
-Si lo haces- dijo una tercera voz.
Dorian apareció en el marco de la puerta, sus audífonos alrededor de su cuello y la mirada entre curiosa y divertida.
-¿Ves?, somos dos contra una- le siguió Jason.
Rodeé los ojos.
-Pero es verdad que tu cercanía con él y su familia es bastante rara, hermana- Dorian alzó una ceja -, tú no eres del tipo que se acerca a los nuevos pueblerinos.
-¿Y solo por que es inusual en mí, ustedes lo tachan de raro?
Ambos compartieron una mirada para después hablar a la vez. -Si.
Esto tiene que ser una maldita broma, desde pequeños Jason y Dorian nunca han compartido opiniones, ni siquiera para las comidas o postres, y ahora, mágicamente, los dos están de acuerdo que mis encuentros con la familia Kenner son raros.
Aunque no están en lo incorrecto, me recordé.
-A ver, los Kenner han sido amables conmigo y Seb me ha ayudado cuando he estado en problemas, lo mínimo que puedo hacer es aceptar sus invitaciones o hablar con ellos- me expliqué, intentando sonar convincente -. Y que sean nuevos, no los vuelve símbolo de desconfianza.
Lo dice la chica que desde que compartió mirada con uno de ellos, inmediatamente desconfió de todos.
-No lo sé, Hallie. Sigo creyendo que hay algo extraño en todo esto- expresó Jason.
Dorian negó con la cabeza. -Bien, lo dejaré a tu criterio, hermana, pero eso no significa que aplaque mis dudas.
Bufé. - Chicos, quiero descansar, por favor.
Ambos rubios salieron de mi habitación, a pesar de no estar convencidos de mis palabras, por lo menos había logrado que dejaran de hacerme preguntas por hoy.
Rápidamente me puse el pijama y me acosté en la cama, dejando a mi mente divagar con todo lo que había pasado.
Los Kenner son licántropos, excepto Kira que es una sacerdotisa. Llevan tiempo rastreando a la criatura. Seb es prácticamente un príncipe de su especie. Los Dioses si existen. El mundo sobrenatural es muy grande. Y no conozco completamente lo que soy y cómo funcionan mis dones. Es mucha información, y la verdad es que no si se me entusiasma o me aterra.
Pero rápidamente esos pensamientos fueron reemplazados por otros, las imágenes de Seb comenzaron a invadir mi mente como un rayo, inconscientemente le lleve los dedos a parte de mi cuello del lado derecho.
"Seb me tomó del brazo y me arrastro junto a él hasta un callejón, me acorraló contra las paredes de ladrillo sin el menor inconveniente. El corazón me latió con fuerza en el pecho y mi respiración se aceleró de igual manera.
-¿Y qué tengo que hacer para ganarme tu confianza, rubita?
¡Santa mierda!, ¿Por qué su voz tenia que salir tan ronca y profunda en este momento?, eso no me ayudaba en nada.
A pesar de haber escuchado la verdad sobre él y sobre su familia, algo dentro gritaba dos cosas acerca de Seb: Aléjate y Acércate. Me desconcierta mucho que él me provoque esto, es una contradicción y no se a cuál de las dos debo acceder.
Pero ahora, tenerlo tan cerca de mí, con sus ojos verdes fijos en los míos, solo puedo pensar en una cosa.
-¿Por qué quieres saberlo?
El castaño esbozó una sonrisa de lado, una de sus manos subió lentamente entre nosotros, apartó parte de mi cabello de mi hombro, dejando descubierto mi cuello del lado derecho. Agacho la cabeza.
-Porque me gusta agradarles a las chicas que me interesan- su aliento chocó contra mi piel sensible.
¡Ay Dios!, ¡Ay Dioses!
Me estremecí cuando sus labios rozaron mi oreja. -Y tú me interesas, Hallie."
Agité la cabeza rápidamente. No entiendo que me pasa con él, pero quiero averiguarlo.
*** *** ***
-¿De verdad nos vas a dejar con las dudas?, eso es crueldad, Hallie Branson Reyes- reclamó Val mientras intentaba seguirme el paso.
-Ya te lo dije, nos encontramos una vez en el bosque y me ayudo cuando estaba con una pequeña crisis. Nada más.
-¡Oh, por favor!, estoy segura que tienen que haber detalles jugosos.
Si consideras que discusiones a poca distancia, acorralamientos y la cercanía de sus labios en mi cuello y oreja son detalles jugosos, pues si hay.
-Pues no, no hay nada- esto de no poder decirles a mis mejores amigas es un asco.
Una melena negra apareció frente a nosotras. -¿Ya te reveló algo que valga la pena?
Sadie tomó una larga respiración después de soltar esas palabras. ¡Dios!, esta chica podría estar tan débil como un pollito, pero el chismorreo le gana.
-Estoy aquí, ¿eh, Sadie?
-Lo sé, pero no sueltas detalles, bebé- me sonrió -. Aunque sea dinos como es, bueno, como son, ya que has estado con los tres.
Suspiré cansada. -Son... diferentes. Kira es amable pero cuidadosa, Axel es divertido pero impulsivo, y Seb es...
Encantador, atrayente, atractivo hasta la mierda.
-Es...- me insistió Val.
-Atento- solté-, pero misterioso.
Las chicas se miraron, no muy convencida por mis ultimas palabras. La verdad es que Sebastián seguía siendo para un misterio, a pesar de haberme contado su verdad y la de su familia, algo de él, de su presencia, me hace temblar. Y decirle eso a mis mejores amigas solo provocaría una cosa, que se les salga su faceta de celestinas para juntarme con el castaño.
al llegar a la cafetería, compramos nuestra comida y nos sentamos en una de las mesas más alejadas de todo el bullicio. Las chicas seguían haciéndome preguntas sobre los Kenner, pues a pesar de que ya llevan unos cuantos dias en el pueblo, siguen siendo un completo misterio para los pobladores de Appleby. Les dije lo que había escuchado de los labios de Seb, que su padre es geólogo y la empresa para la que trabaja lo mando aquí, que su madre al parecer es dueña de casa y tiene gran fascinación por los diversos tés, y que suelen mudarse por los traslados de su padre.
La piel se me erizo cuando vi dos cabezas azabaches y una castaña entrar en el comedor, ¿Cómo era posible que mi piel supiera cuando estaban cerca? Su mirada escaneo todo el lugar hasta que se encontró conmigo, esbozó una pequeña sonrisa y les dijo algo a sus hermanos. Los tres compraron sus respectivos almuerzos y caminaron hacia nuestra mesa. Me enderecé cuando vi que estaban muy cerca.
-Hola, ¿Podemos sentarnos? - preguntó Kira con voz dulce.
Val y Sadie abrieron mucho los ojos ante la presencia de los tres. Creo que es la primera vez que las veo tan mudas.
Les sonreí. -Claro.
Los Kenner tomaron asiento, mis nervios aumentaron cuando Seb se acomodó junto a mí.
-¿Y a que debemos el honor de su compañía?
-Creí que ya éramos amigos, rubita- contestó Seb, mis mejillas ardieron.
-Y yo pensando que mis cometarios te agradaban- Axel se lleno una mano al corazón, fingiendo dolor -. Me heriste.
Negué con una pequeña sonrisa, tengo que aceptar que los comentarios de Axel suelen ser bastante graciosos. Le dediqué una mirada a mis amigas, las dos seguían igual de mudas y sorprendidas.
-Chicas, les presento a Kira, Axel y Seb - comencé para que ambas salieran de su trance -, hermanos Kenner, les presento a Sadie Marshall y Valerie Shaw.
-Un placer- dijo Kira mirándolas, y podría jurar que Sadie se puso colorada.
Para mi sorpresa, los mellizos Kenner estaban bastante comunicativos, entablaron conversación tan rápido con mis amigas que parecia que se conocieran desde hace tiempo.
Mientras que yo por mi parte, no paraba de mirar de reojo a Seb, mientras los recuerdos del callejón me invadían y sus palabras se repetían en mis oídos.
"-Y tú me interesas, Hallie."
A ratos sentía la mirada de Seb sobre mí, logrando que la sangre me subiera a las mejillas y los nervios me recorrieran el cuerpo.
Lo vi inclinarse hacia mi lado. -¿Crees que noten si nos vamos?
La piel se me erizó al sentir su aliento. ¿Por qué?, ¡¿Por qué me provoca esto?!
-¿Y por qué nos iríamos? - susurré.
Sonrió. -¿Y por qué no lo haríamos?
No pude evitar sonreír, este chico era todo un caso.
Pero mi sonrisa se borró rápidamente de mis labios cuando sentí un frio recorrerme la columna y el pecho se me apretó con fuerza. Seb al notar mi cambio me tomó de la mano.
-Sientes algo extraño, ¿verdad? - simplemente asentí, el hielo recorriéndome la sangre.
El castaño se levanto de la mesa, atrayendo la mirada de todos, me jaló del brazo para que lo imitara y me llevó fuera de la cafetería. Caminábamos por el campus de la universidad bajo algunas miradas curiosas, imagino que ver a la "esquizofrénica" y al nuevo del pueblo debe ser todo un espectáculo. Seb me rodeo los hombros con uno de sus brazos al ver que no paraba de tiritar; nos adentramos en el bosque.
Al estar a metros de llegar a la cabaña, el pecho me apretaba con fuerza y mis extremidades estaban más que congeladas.
-Seb... no puedo- solté con voz aireada, intentado inhalar más aire.
-No voy a dejarte, Hallie.
-¿Por qué?
-Por que algo me dice que tu no lo harías.
Al llegar a la casa del árbol, el castaño me ayudo a subir. Cuando estuvimos arriba, Seb comenzó a buscar por todos lados una manta o algo para poder abrigarme, cuando encontró una manta la puso sobre mis hombros.
-¿Cómo te sientes?
-Creo que me voy a caer, casi no siento las piernas del frio- mis dientes castañearon.
-Creo que eso podemos solucionarlo.
Sin que lo esperara, Seb jaló los bordes de la manta haciendo estrellar mi cuerpo contra el suyo. Su calor me invadió de inmediato, quemándome la piel, y la sensación se intensifico cuando sus manos me recorrieron la espalda de arriba abajo. La presión en mi pecho desapareció siendo reemplazada por los latidos de mi corazón.
-Tranquilízate, rubita- habló cerca de mi oído -. Pareciera que tu corazón se quiere escapar de tu cuerpo.
Las mejillas me ardieron, el frio estaba desapareciendo más rápido de lo que creía.
Estar asi con Seb me estaba agradando más de lo que imaginaba, a pesar de que una parte de mi cabeza decía que debía alejarme, el resto de mi se rehusaba a obedecer, quería esto, estas aquí con él.
Seb se separó un poco de mí. -¿Estas mejor?
-Si, gracias- levanté la cabeza para mirarlo.
Estábamos cerca, peligrosamente cerca. Sus manos aún estaban en mi espalda y no parecia tener intenciones de apartarlas, y la verdad es que no me molesta. Me quede hipnotizada viendo sus ojos, ¡vaya que tiene unos lindos y verdes ojos!, al igual que un lindo rostro, con lindas cejas y labios que te haces querer besarlos.
Besarlo, ¿de verdad quería besar a Seb Kenner?, pues si, digo ¿Quién no querría?, a pesar de que me desconcertaba al principio, no podía negar que el castaño tenia un atractivo que hacia casi imposible no mirarlo, aunque fuera un poco.
¿Qué pasaría si... besara a Seb?
-¿Qué tanto piensas, rubita?
En cuento tendré que estirarme para besarte. -En nada.
Sonrío. -¿Estás segura?
Un extraño sonido captó nuestra atención. Seb se separo de mi y camino hacia la baranda de madera. Me paré a su lado.
-¿Estas escuchando algo? - pregunté al ver su cara de concentración.
¿Cómo demonios logra verse bien asi de serio?
-Algo esta merodeando el bosque- comentó sin dejar de ver hacia afuera.
-¿La cosa oscura?
-No, es otra cosa- me llevo dentro de la casa -. Iré a revisar, tu quédate aquí.
-¿Qué?, no, voy contigo.
-Hallie, esto no está a discusión.
-Pero yo -no quiero que te pase algo -, no quiero quedarme sola.
Sacó de su bolsillo su celular y lo puso en mis manos.
-Bien, si no llego dentro de diez minutos, llama a Kira o Axel, ellos sabrán que hacer.
Antes de que avanzara hacia la escalera, lo tome de la mano. -Ten cuidado, ¿sí?
El solo sonrió y bajó las escaleras, me asome por el barandal para ver como ser perdía entre los árboles.
Pasaron los primeros cinco minutos y yo estaba como alma que lleva el diablo, no saber si Seb estaba bien o mal, si había encontrado algo, o si necesitaba refuerzos me tenia tan preocupada que solo pensaba en salir corriendo en su búsqueda. El celular en mis manos vibró.
Era un mensaje: 《Pronto nos veremos, Seb》. Seguido llego otro: 《Y podremos escapar al bosque como antes 》
Aparté la mirada de la pantalla, sintiéndome como una tonta, era más que obvio que alguien como Sebastián Kenner tendría muchas chicas detrás de él. ¿Será su novia?, ¿o solo una amiga?, y lo peor, ¿Por qué me han afectado tanto dos simples mensajes?
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¡Hola!, ¿me extrañaron? jskjsakas, me encanta decir eso, suena super dramático (como yo jajja)
Los Dioses han estado de nuestro lado y pude traerles este nuevo capítulo con algo de momentos Sellie (nuevo ship activado jijijij), como me encanta esa tensión, pero mi lado escritora aun le grita a mi lado lector que aun no es el momento (las discusiones mentales que tengo son épicas jskaskas)
¡Mil gracias por leer esta historia!, ¿quieren saber lo que es una locura? que Lazos Oscuros más de 25k de leídas , Lazos Malignos más de 5k de leídas y Lazos Perversos esta cerca de llegar a los mil, y todo es gracias a ustedes, ¡son los mejor de este mundo y nunca lo duden!
¡Besos gigantes!, Fer.
P.d: Mis vacaciones están muy cerca de llegar, y saben lo que eso significa muajajajajaja.