Senku no quiso contarnos mucho más de su plan, ya que él dijo que aún tenía que pensar más detalles, por lo que pasamos a dormir cuando el cansancio por el intento fallido de hacer hierro nos comenzó a regresar al cuerpo.
Kohaku y Suika regresaron a la aldea, mientras que Chrome y Senku subieron al almacén.
Yo, de nuevo, le negué a dormir ahí, obviamente porque ese estúpido cebollín iba a estar ahí.
Me retiré al mismo árbol al que me había retirado la otra noche, pero una voz fastidiosamente conocida para este punto me hizo imposible dormir.
- Ey, pantera. Panteraaa, te estoy hablando.... ¡_______...! ¡Oh jaja, ahí estás!
No sé si fue más molesto que me llamara por mi nombre o que se riera cuando le arrojé una piña seca del árbol.
- ¿Qué quieres, cebollín? ¿No estabas en el almacén con Chrome?
- Sep, pero recordé que acordé contarte más historias de mi mundo, y yo cumplo mis promesas
Observé al chico desde la alta rama en la que yo me encontraba.
Él se recostó contra el grueso tronco del árbol, antes de mirar de nuevo hacia arriba y rascarse el oído.
- ¿Vienes o qué? No podrás escuchar bien desde allá
Lo pensé, pero finalmente me ganó la curiosidad y bajé hasta las ramas gruesas más cercanas al nivel del suelo.
- Háblame de los "mapas" y "planos"
- Oh, hoy tenemos una petición. Alguien se quedó curioso después de lo de hoy
- ¡Cállate!
El chico se llevó un dedo a los labios y cerró suavemente un ojo mientras con su otra mano señalaba en dirección al almacén.
Sentí un vuelco en el corazón.
- Despertarás al "cienticero". Bien, entonces mapas y planos... Puedo hablarte un poco de eso, comencemos con los mapas y los cartógrafos
Me perdí en las historias de Senku.
Historias de hombres y mujeres del mundo antiguo que contenían todo un mundo dentro de una simple "pergamino", dibujando toda su extensión y marcando desde ríos hasta enormes montañas.
Mares, campos y bosques... Todo era posible de plasmarlo en un lienzo, a pesar de que fuera tan enorme y que tú vista no alcanzara para mirar.
- Me sorprende que en tu mundo se te ocurriera hacer un mapa, y que tuvieras la capacidad de trazarlo
Senku soltó un profundo bostezo, intenté disimular cuando me entraron unas repentinas ganas de bostezar también.
- Debes tener una... buena memoria...
La voz de Senku se apagó lentamente por el final, hasta que pasaron varios segundos sin que él hablara.
Me asomé a verlo con curiosidad, su cabeza se apoyaba suavemente contra el tronco del árbol mientras su pecho subía y bajaba calmadamente.
Sus ojos estaban cerrados, se quedó dormido. Debe estar aún más agotado que todos los demás, después de todo se nota que no está acostumbrado a mucho trabajo físico.
Consideré despertarlo para que me siguiera contando más cosas, pero por alguna razón no sentí del todo corrector hacerlo.
Además, yo también me siento cansado.
Bajé rápidamente para ir por mi manto de piel, el cual ya se había terminado de secar, y se lo arrojé encima a Senku.
El chico pareció despertarse por un instante pero cerró los ojos de nuevo tras un par de segundos.
Bufé.
- Tonto cebollín
Me quedé mirandolo por unos segundos, su cabello blanco adquiría un brillo curioso bajo la luz de las estrellas.
- Estúpido idiota encantador. Eres más mi tipo cuando tienes la boca cerrada
Mentira. Si era menos molesto, pero si estaba así no me podía contar más historias increíbles.
Le coloqué mejor la capa antes de cargarlo sobre uno de mis hombros. No era tan pesado, yo soy más pequeño que él y puedo cargarlo fácilmente.
Subí hasta el almacén y lo dejé cuidadosamente en el suelo, al lado de un más que dormido Chrome.
- ... Qué descanses, idiota. Enséñanos más cosas geniales mañana
Estaba por abandonar el almacén, pero de golpe recordé algo y me detuve.
Me incliné ligeramente sobre Senku y apoyé un breve instante mi mejilla contra la suya.
De inmediato me alejé, avergonzando.
- Gracias, por ayudarme hoy en el río. Aunque también lo arruinaste pero... fue divertido que Kohaku y Suika me trataran normalmente. Gracias por eso
No hay manera de que le dijera eso mientras estaba despierto, así que me daré por satisfecho con eso.
De todas formas, sigue siendo más molesta que positiva su presencia.
Espero que pronto se vaya, en verdad lo espero. O eso creo.
La gran idea de Senku para atraer a toda la aldea con comida resultó estar basada en... almorejo. La idea de le ocurrió al ver a Suika jugando con su cachorro Chalk con una de esas plantitas con pinchos.
Nos hizo reunir un enorme montón de esas plantas y por alguna razón nos puso a golpearlas contra unas grandes piedras planas.
El resultado fue una mezcla nada agradable de fragmentos y "pelitos" de la planta.
Sé que piensa hacer algo científico y todo eso, pero no entiendo cómo es que esto se va a convertir en algo rico, incluso en algo comestible.
- Pensé que la idea era atraer a la gente con la comida, no asustarla, ¿O acaso piensas obligarlos a comer esto si no ayudan?
- Apenas vamos empezando, esto ni siquiera es comestible aún
- Te creo el que esto no sea comestible
Miré la mezcla con desagrado. El cebollín me dijo que me dejara de quejar y me mandó a ayudar a Chrome con un par de grandes vasijas llenas de agua.
En todo el día, Senku no ha mencionado nada relacionado con lo último que pasó anoche. No me quejo, es un alivio saber que en verdad estaba bien dormido y no escuchó nada.
El agua la usamos para separar y limpiar esa mezcla, resultando en que quedaran solamente los granos, los cuales luego hicimos polvo con ayuda de un par de piedras y bastante fuerza.
- ¿Esto ya se puede comer?
- Ten paciencia, aún no terminamos. Echamos un huevo de pájaro en la harina, un poco de lejía de cenizas, un poco de carbonato de potasio y lo amasamos todo...
Senku comenzó a masajear prolongadamente esa curiosa mezcla, resultado en una mesa de un color verde que se veía algo más apetecible que el almorejo por si solo.
- ¿Ya podemos comerlo?
- No, ayúdame con esto
El chico me dió un pequeño golpe en la cabeza con el borde grueso de una roca afilada a modo de gran cuchillo, y me mostró cómo cortar la masa en tiras largas y delgadas.
Mientras estábamos en eso, todos los demás estaban trabajando en más cosas.
Suika trajo pescado y un par de plantas más que Senku le específico, Kohaku carne de pájaro, un poco de cerdo salvaje y huesos, Chrome puso a hervir un par de ollas de cerámica llenas de agua al fuego.
Bajo las indicaciones de Senku, los frutos del trabajo de todos se fueron mezclando en las ollas a su respectivo tiempo, y al cabo de unos segundos un aroma nuevo y embriagador comenzó a llenar el aire.
Sentí que se me hacía agua la boca de una manera humillante, nunca había olido algo tan delicioso.
- Observen. Nosotros, la gente de hace 3700 años después de mi mundo, cometemos está comida increíblemente deliciosa hecha por la ciencia, a la cuál llamamos... ¡Ramen!
Senku llenó de esa misteriosa comida uno de los tazones que nos había mandado a hacer específicamente a Chrome y a mí antes, y nos mostró el fruto de nuestro trabajo.
Era... hermoso. El plato caliente aún emanaba un aroma delicioso que te llenaba por completo la nariz, los "fideos" que hicimos con el almorejo se asomaban entre el caldo semitransparente y un par de trozos de carne acomodados en un lado terminaban de completar esa maravillosa imagen.
A pesar de que lucía más apetitoso que ninguna comida que hubiéramos visto antes, todos dudamos un poco antes de probar el plato que el cebollín nos dió a cada uno.
- ¡Suficiente, probaré este veneno! ¡No contenerse en probar cosas nuevas es la esencia misma de los brujos!
Chrome tuvo un arranque de valentía y tomó una buena porción de fideos con ayuda de un par de palillos que también nos había dado Senku para que comieramos.
Por un instante, no hubo reacción, pero al segundo siguiente Chrome pareció explotar en un gozo indescriptible mientras se lanzaba a devorar el resto de su comida.
- ¡ESTÁ JODIDAMENTE BUENO! ¡El ramen de la ciencia es de locos!
Kohaku y Suika probaron el suyo también, dando como resultado reacciones bastante similares.
Yo aún miré el mío con un poco de duda, pero el cebollín me animó a probarlo mientras él me mostraba su propio plato.
- Te prometo que no lo envenené, lo probaré contigo
- Eso me tranquiliza mucho
Por supuesto que no le tranquiliza nada.
El cebollín y yo tomamos un bocado al mismo tiempo, el chico de inmediato hizo una mueca de asco contenido mientras terminaba de pasarse su bocado.
- Ugh, por supuesto que solo iba a saber a almorejo. No se podría igual el sabor del ramen antiguo...
- Senku
El chico me volteó a ver, pude notar que sus ojos brillaron cuando le sonreí.
- ¡Esto está muy bueno! Gracias
Sentía una calidez por todo mi cuerpo, y los deliciosos sabores mezclados parecían derretirse en mi boca y fundirse con el resto de mi cuerpo, me sentía más lleno de energías como nunca en mi vida.
Tal vez fue por esa sensación tan placentera que realmente no me preocupé de nada relacionado con ese estúpido enlace de compañeros al sonreírle a Senku.
- _______, ¿Sabes con qué también se solía comer el ramen en mi mundo antiguo?
- ¿Hmm? ¿Qué más le ponían? ¿Más carne?
Tomé otra buena porción de fideos con un trozo de carne y lo mastique rápidamente, ansioso por comer más.
Estaba por tomar otro bocado cuando la mano del cebollín me tomó por sorpresa, tomando mi barbilla entre sus dedos.
- Nop, solíamos comerlo con cebollín también
Y sin decir nada más ni darme tiempo de reaccionar, sus labios se apoyaron contra los míos.
Sentí que el plato de ramen se resbaló de mis dedos y cayó sobre el suelo, rompiéndose y haciendo que el contenido se esparciera sobre parte de mi pie.
Estaba un poco caliente, pero ni siquiera pude reaccionar al dolor que eso me provocó. No pude aunque sea cerrar los ojos o hacer una pequeña mueca de dolor.
Nada.
Todo el reconfortante calor que esa deliciosa comida me había proporcionado pareció subir de golpe hasta mi cara, concentrándose sobretodo en mis labios y mejillas, que estaba seguro de que debían estar ardiendo a más no poder.
No supe cuánto tiempo estuvimos así, unos segundos o todo el día, no era importante.
Mi mente no tenía espacio para reaccionar a nada más que no fuera la firme sensación de sus labios estampados contra los míos, y mi cuerpo únicamente podía responder haciendo que mi corazón fuera tan rápido que daba miedo.
No sabía si me gustaba, me asustaba o qué. Simplemente estaba ahí, y no me podía mover, o al menos no pude hacerlo hasta que finalmente separó con suavidad sus labios de los míos y el hechizo se rompió.
Sentí que el calor se me bajaba de la mayoría de mi rostro, aunque aún sentía las mejillas y los labios un poco cálidos.
El dolor en el pie se hizo más presente y supuse qué tal vez me había lastimado con un fragmento del tazón.
Apreté mis manos con fuerza cuando noté que comenzaron a temblar al escuchar al idiota este hablar como si nada.
- Lo siento, era una buena oportunidad y yo...
- ¡¿A quién le importa?!
Aún estaba tan aturdido que tardé en darme cuenta de que había sido yo quién había gritado de esa forma.
Me sentí humillado al notar que los otros tres (que se habían me tenido perdidos en su trance por la comida) voltearon a vernos.
- ¿______? ¿Por qué gritas...? Oh, tiraste tu ramen, ¡Yo también me molestaría! Pero podemos compartir o darte más
Ignoré por completo a Chrome y continúe gritándole a Senku.
No voy a permitir esto, no voy a dejar que te acerques de esa forma.
- ¡Te dije que no quería esto! No quiero darte mi vida o nada de mí, ¡Así que tampoco lo tomes como si nada!
- Oye, tranquilo. Estás exagerando, solo fue un beso
El chico extendió su mano en mi dirección, apoyándola en mi cabeza supongo que para calmarme.
Me molesté más y lo terminé empujando, haciendo que cayera al suelo.
- Si vuelves a tocarme, te cortaré los dedos y te arrancaré esa maldita marca en forma de luna que tienes en la muñeca
- ¡Oye, ________!
Me largué cuando vi que Chrome se acercaba rápidamente, dejé que ayudara a pararse a ese idiota mientras yo me escapaba en dirección al bosque, rumbo a mi lugar seguro.
No puedo estar distraído ni un segundo, antes de que me diera cuenta ya me estaba dejando llevar por sus encantos.
Si me distraigo, voy a terminar perdido en él.