Roslyn || WooChanSoon (Wonwoo...

By Alicia__MK

4.2K 615 598

➼ En donde Soonyoung entra con sus amigos a un cementerio como parte de un reto popular en la escuela; pero é... More

❄❄
capítulo 2: aren't we just terrified?
capítulo 3: shale, screen your worry
capítulo 4: from what you won't ever find
capítulo 5: don't let it fool you
capítulo 6: dancing around, folds in her gown
capítulo 7: sea and the rock below
capítulo 8: cocked to the undertow
capítulo 9: bones, blood and teeth erode
capítulo 10: with every crashing node
capítulo 11: wings wouldn't help you
capítulo 12: down fills the ground, gravity smiled
capítulo 13: you barely are blinking.
capítulo 14: wagging your face around
capítulo 15: when'd this just become a mortal home?
capítulo 16: won't let you talk me
capítulo 17: down [final]

capítulo 1: up with your turret

321 33 55
By Alicia__MK

–¡Por favooor!, ¡tenemos que ir!

Seungkwan miraba a sus dos amigos, quienes seguían ignorándolo, pretendiendo buscar algo dentro de sus casilleros, los cuales estaban uno al lado del otro. 

Seokmin y Soonyoung llevaban toda la mañana pretendiendo que Seungkwan no existía, y aunque el chico sabía que tenían todo el derecho de hacerlo, ya no podía echarse para atrás con su plan.

–¡Por favor! –Volvió a intentarlo–, ¡saben que son los únicos a quienes les puedo pedir que me acompañen!

Seokmin y Soonyoung se voltearon a ver de reojo, por encima de las puertas de sus casilleros. Sus ojos revelaban la indecisión que sentían. Por un lado querían ayudar a su amigo, pero por el otro sabían que el problema en el que se había metido no sólo lo iba a afectar a él, sino que, si aceptaban acompañarlo, ellos también sufrirían junto a Seungkwan. En especial porque los tres eran de las personas más miedosas que conocían.

–Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por fa...

–¡De acuerdo! –Soltó de pronto Seokmin, cerrando de golpe su casillero y hablando con un poco de fuerza. 

Sus dos amigos lo miraron con asombro.

–¿Qué? –Preguntaron ambos, Seungkwan con sorpresa y Soonyoung con incredulidad.

–¿De verdad me van a acompañar?

–¿De verdad lo vamos a acompañar?

Seokmin se giró hacia la izquierda, mirando a Soonyoung con resignación.

–¿Qué más nos queda? Si no vamos con él, va a ir solo; y si le pasa algo va a ser peor y quedará en nuestras conciencias.

Soonyoung miró de mala manera a Seungkwan, quien tenía los ojos brillantes debido a la emoción.

–¿Qué es lo peor que le puede pasar?, ¿que se caiga y se lastime un poco? –Dijo, intentando convencer a su amigo. Si dos estaban en contra de ir al cementerio, podría salvarse, pero si incluso Seokmin (que se asustaba cuando veía las películas de Chucky) ya había aceptado, entonces no le quedaba otro remedio que hacer lo mismo.

–Exactamente –respondió él–, puede lastimase, y ambos sabemos lo dramático que es.

–¡Oigan, estoy aquí! No pueden hablar de esa manera de mí –dijo con indignación Seungkwan.

–Admítelo –respondió Soonyoung, viendo a su amigo con el ceño fruncido, aún molesto porque su plan no estaba saliendo como él quería. Había evitado que aquello sucediera por dos semanas, pero al parecer por fin había llegado aquel terrorífico día–. Eres el dramático del grupo.

–Al menos también soy el más guapo –dijo al final Seungkwan, enseñándole la lengua al rubio. Soonyoung sólo rodó los ojos.

–Y el más inmaduro –murmuró lo bastante fuerte para que sus amigos lo escucharan. Seokmin rió entre dientes, mientras Seungkwan estaba a nada de responderle.

Seokmin claramente vio la pelea que se avecinaría si no detenía a ambos de una vez, por lo que dijo: –Basta, no podemos seguir peleando. Mejor hay que pensar en lo que debemos llevar esta noche, ¿de acuerdo?

Y al parecer su plan funcionó, porque Seungkwan, como por arte de magia, pareció olvidar la pelea de unos segundos atrás y sus ojos volvieron a brillar, todo él parecía brillar ese día, de hecho.

–¡Sí! Estaba pensando en pedir la cámara de mis padres, pero creo que será mejor llevar...

Soonyoung dejó de poner atención a sus amigos, demasiado concentrado en la desesperación y el miedo que comenzaba a invadir su cuerpo. 

El estúpido reto de "entrar al cementerio más antiguo del pueblo a las 3 de la mañana y grabar todo lo que sucedía" había causado en revuelo inmenso en las escuelas, y claro que la suya no se pudo quedar atrás.

Los chicos y chicas de todos los grados habían aceptado llevar a cabo aquel, aparentemente, ingenioso reto; ya que se decía que aquel lugar abandonado hace mucho tiempo tenía que estar embrujado.

Hacía unos 100 años que nadie le daba mantenimiento o pisaba aquel lugar, todo gracias a que el cementerio se encontraba demasiado lleno como para que pudieran enterrar un cuerpo más. Por esa razón, el alcalde de ese tiempo, un antiguo familiar de Seokmin, decidió comenzar la construcción de un nuevo cementerio, alejado del antiguo, más amplio y mejor cuidado.

Fue así que el lugar quedó totalmente desierto, enterrado en el olvido. Las personas (familiares de los difuntos) poco a poco fueron muriendo también, y con ellos las visitas a aquellas tumbas, el cuidado del lugar y el recuerdo de lo que alguna vez fue un lugar, según las historias, hermoso a pesar de la carga de nostalgia y tristeza en él.

Y era por esos 100 años de abandono, celebrados hace pocas semanas en una lúgubre ceremonia organizada por el padre de Seokmin (el ahora alcalde), que las personas, en especial los jóvenes, comenzaron a creer que el cementerio debía estar plagado de los espíritus de aquellas almas enterradas y dejadas en el olvido hacía tantos años.

Gracias a eso, la mayor parte de los adolescentes del pueblo comenzaron con un reto que pronto cobró bastante popularidad: aquello consistía en entrar al cementerio a las tres de la mañana, en donde tendrían que grabar todo lo que vieran durante una hora al menos; eso con la intención de lograr encontrar algo extraño –o a alguien extraño– en aquel lugar y probar que estaba embrujado.

En las dos semanas siguientes a eso, nadie habló de otra cosa que no fueran los videos que las personas tomaban cada noche, sobre la procedencia de las extrañas sombras que a veces se podían ver o los sonidos que las cámaras captaban. 

Mingyu, el eterno enamorado de Seungkwan y quien era el chico que más veces había entrado al cementerio, incluso consiguió un aparato para captar sicofonías, con el que todos pudieron escuchar susurros extraños e incluso unas voces lejanas, a pesar de que los chicos (y el video lo mostraba) al parecer no habían visto a nadie aquella noche.

Soonyoung había pasado las peores dos semanas de su vida en la escuela. 

Todos hablaban de los posibles fantasmas que se podrían encontrar rondando por entre las cientos de tumbas que contenía el cementerio, hablaban de los extraños sonidos que se podían escuchar, de las sombras que a veces pasaban al lado de una persona sin que ésta supiera de dónde provenían.

Y no se trataba de que Soonyoung creyera todo lo que escuchaba, pero era bien sabido (en especial por sus amigos) que él era demasiado miedoso con respecto a todo lo que tuviera que ver con fantasmas, apariciones o películas de terror de cualquier tipo. 

Por eso había intentado que sus amigos se espantaran lo suficiente como para que no quisieran acercarse a aquel lugar por ningún motivo, pero al parecer su plan solamente había logrado que Seungkwan se emocionara, que Seokmin le siguiera el juego y que él estuviera lleno de terror por todas las cosas que había escuchado.

Si su hermana mayor, Moonbyul, hubiera estado en casa y no se hubiera ido lejos debido a la universidad, probablemente ella habría convencido a Seokmin y Seungkwan de que no fueran o de que dejaran a Soonyoung fuera de sus planes. Pero ella estaba lejos, y el trato que los tres habían hecho desde pequeños (sobre tener todo tipo de aventuras, las que fueran, los tres juntos y no separarse por ningún motivo) rondaba por su mente, haciéndole sentir mal con sólo pensar en abandonar a sus amigos.

–¿Soonyoung? –La voz de Seungkwan lo sacó por fin de sus pensamientos, dándose cuenta de que aún estaba parado al lado de sus amigos, aferrándose a la puerta abierta de su casillero y con la mirada perdida en algún punto ubicado en el suelo.

El rubio elevó la mirada y notó que los otros dos lo veían como si esperaran una respuesta de su parte.

–¿Qué? –Preguntó confundido.

–Te acabo de preguntar si tienes linternas que podamos llevar en la noche –respondió Seungkwan–. Todo va a estar oscuro y por los arboles no creo que podamos ver nada si no llevamos algo para guiarnos un poco.

Soonyoung lo pensó por unos segundos.

–Creo que mi padre tiene algunas linternas que usaba cuando iba a acampar con sus amigos –respondió al final, cerrando su casillero y acomodando su mochila en sus hombros, mientras comenzaba a caminar con los otros dos a su salón de clases–. Yo las llevaré.

Estaba resignándose a su destino: iba a acompañar a sus amigos a una de las peores aventuras que jamás se les había ocurrido. 

Y, para su mala suerte, no había nada que pudiera hacer para detenerlos.

Seokmin y Seungkwan acordaron pasar a recogerlo cerca de las dos en punto de la mañana.

Antes de eso, Soonyoung había tomado tres linternas que su padre tenía guardadas en el sótano. 

Había bajado allí mientras él y su madre veían la televisión en la sala, y aunque lo pudieron observar cuando subía a su habitación con las tres linternas en sus manos, ni siquiera se preocuparon por preguntar lo que haría con ellas.

Soonyoung esperó a que ambos se durmieran, pasadas las diez de la noche, para asegurarse de que no lo descubrieran mientras salía de casa sin su permiso. Aunque estaba seguro de que ni siquiera le hubieran dicho algo además de unos cuantos regaños por haberlos despertado a mitad de la noche.

Intentó dormir un poco antes de que sus amigos aparecieran debajo de la ventana de su habitación para que juntos fueran al cementerio, pero las pesadillas, el miedo y los catastróficos y apocalípticos pensamientos que invadían su mente no le permitieron más que cerrar los ojos y abrirlos constantemente, girar en su cama, lanzar las cobijas a un lado y después de unos segundos estirarse para volver a cubrirse con ellas.

¿Por qué no había peleado más en contra de lo que sus amigos querían hacer aquella noche?, ¿por qué no había intentado con más fuerza convencerlos de que aquella era una mala idea y definitivamente no debían acercare a ese lugar por nada del mundo? Y lo más importante, ¿por qué no les había plantado cara y se negó a acompañarlos? 

Pudo haberlos convencido de que estaba cansado, de que sus padres lo descubrirían, o de que simplemente no quería ir. Pero sabía que Seokmin y Seungkwan siempre habían tenido la capacidad de convencerlo para hacer cualquier cosa, por más loca y descabellada que fuera.

Lograron convencerlo de aprender a andar en bici sin rueditas cuando tenían 6 años. Lo convencieron de subirse a la rueda de la fortuna cuando tenían 10 años, aunque le tenía un poco de miedo a las alturas. Un año atrás lo convencieron de ir a la fiesta en casa de Vernon, un amigo de Mingyu, a mitad de la noche, escapando de su casa sólo para que Seungkwan por fin tomara el valor de hablarle al chico fuera de la escuela.

Y aunque todas esas veces habían salido bien y al final del día los tres habían vivido buenas experiencias juntos, eso no significaba que aquella noche fuera a ser igual porque, en definitiva, entrar a un cementerio en medio de la noche no traería ningún bien a su vida al final del día.

Cuando el reloj de su celular marcó las dos en punto, Soonyoung se puso lentamente de pie, quitándose las cobijas de su cuerpo, y se acercó a la ventana que tenía a un lado. Debajo de ella y gracias a la luz de la puerta trasera, pudo observar a sus dos amigos, que acababan de llegar y lo saludaban desde abajo.

Rápidamente se acercó a su escritorio y tomó su mochila de la escuela, la cual había vaciado para poder meter dentro las linternas y un paquete de pilas de repuesto. La colgó en su espalda y volvió a la ventana. 

Soonyoung se maldijo una última vez para después abrirla y trepar hacia afuera de la habitación. Había hecho aquello muchas otras veces antes, así que, sujetándose del árbol que había cerca de donde estaba, bajó en menos de un minuto hasta estar a un lado de sus amigos.

Al igual que Soonyoung, Seokmin y Seungkwan también llevaban ropa completamente negra y abrigadora, ya que estaban en pleno otoño y el entorno boscoso hacía que la temperatura bajara aún más durante la noche.

–¿Trajiste las linterna? –Susurró Seungkwan, moviendo sus manos enguantadas de manera ansiosa. Soonyoung se limitó a asentir en su dirección, mientras se acercaba a su bicicleta y montaba en ella.

–De acuerdo –habló ahora la voz de Seokmin–, es hora de irnos.

Los tres se pusieron en marcha, pedaleando con lentitud primero, para no hacer tanto ruido y despertar a los padres de Soonyoung (sabiendo lo molestos que podrían llegar a estar), pero después de alejarse lo suficiente de la casa, la cual era la más cercana al cementerio, comenzaron a acelerar.

No hablaron como casi siempre lo hacían mientras andaban en bici por todo el pueblo, incluso a media noche. Se limitaron a guardar silencio para que su miedo no pudiera ser tan visible.

Llegaron unos cuantos minutos antes de las 3 de la mañana, así que tuvieron tiempo para desmontar, acomodar sus bicicletas y observar las gastadas y viejas rejas que los separaban del cementerio. Eran muy altas y de color negro, el cual se había ido desgastando con los años y el polvo acumulado, dándole más un tono grisáceo oscuro.

Aunque la idea principal había sido trepar para poder entrar, pronto se dieron cuenta de que alguien (probablemente los chicos que habían ido antes) había roto el enorme candado que ahora se encontraba colgando débilmente en un lado de las puertas.

Los tres estaban parados frente a él, viéndolo moverse un poco debido al viento nocturno. Ahora que estaban allí, la resignación de Soonyoung volvió a aparecer, ya no podía hacer nada más que seguir hacia adelante

Pero lo que Seokmin y Seungkwan sintieron por fin fue el miedo que su amigo había intentado meterles durante los días anteriores. ¿De verdad estaban a punto de entrar a aquel espantoso lugar?, ¿cómo se les había ocurrido?, ¿por qué no se habían dado cuenta antes de lo que estaban a punto de hacer?

Quisieron dar media vuelta y salir corriendo de allí, sin importarles lo que los demás estudiantes dijeran de ellos, pero en un extraño cambio de roles, Soonyoung (en medio de ambos) fue el primero en moverse, quitándose la mochila de su espalda y sacando las linternas de ella. Le pasó una a Seokmin y otra a Seungkwan, y después tomó la suya, encendiéndola de inmediato debido a la incomodidad que la oscuridad le causaba.

Los tres pudieron ver las telarañas y el polvo que aún cubrían las rejas, los cuales habían ido desapareciendo poco a poco debido a los movimientos que las personas habían estado haciendo las últimas noches al atravesarlas.

–¿Qué es eso? –La pregunta de Soonyoung sorprendió a sus dos amigos, que saltaron debido al susto que su voz, en medio de aquel ambiente, les causó.

Les tomó unos segundos darse cuenta a lo que Soonyoung se refería, hasta que los dos siguieron la dirección que la linterna estaba señalando.

–Parecen letras –susurró Seokmin con el ceño fruncido, intentando leer lo que decía la leyenda que había encima de la reja. Las letras tenían una caligrafía un tanto extraña, antigua, y no parecían estar escritas en su idioma, pero al parecer aún estaban todas en su lugar, sin que ninguna faltara, por lo que al final Seungkwan fue el que pudo leerlas.

–Dice Memento mori.

–¿Y qué significa eso?

–"Recuerda que morirás", está en latín –respondió Soonyoung, haciendo que sus dos amigos sintieran un escalofrió recorriendo su cuerpo entero.

–Será mejor que entremos de una vez –dijo de pronto Seungkwan, tomando valor y por fin abriendo la reja de golpe. 

Sabía que si lo pensaba de nuevo, terminaría corriendo lejos de allí, así que era mejor, desde su punto de vista, terminar con aquello de una vez y no volver a querer hacer cualquier reto que escuchara en la escuela, al menos no uno que los pusiera en una situación igual a aquella.

La reja era más gruesa y pesada de lo que parecía, por lo que con su fuerza apenas y pudo abrirla unos cuantos centímetros. Se giró hacia sus amigos, esperando que lo ayudaran, y pudo ver la misma inseguridad en sus miradas, pero cuando los tres se miraron, finalmente pensaron lo mismo: ya estaban allí, ya se habían desvelado y ahora tendrían que continuar con lo que comenzaron.

Fue entonces que por fin los dos se acercaron también a la reja y empujaron con fuerza para poder abrirla hasta la mitad.

La reja chirrió un poco, pero no lo suficiente como para llamar la atención de nadie. Aunque, claro, no había personas que pasaron por aquel camino, bastante transitado por las tardes, pero no a mitad de la noche.

Seungkwan también se quitó la mochila de su espalda y sacó la cámara de tamaño mediano que los otros dos reconocieron de inmediato: era la que siempre ocupaban para grabar las diferentes actividades que su profesor de teatro les dejaba como tarea.

Ante aquella imagen, les quedó claro que ya era hora de emprender su aventura. Suspiraron una última vez y comenzaron a caminar.

Primero entró Seungkwan, después Soonyoung y al final Seokmin, quien no se atrevió a cerrar de nuevo la reja. Entonces el primero encendió la cámara y empezó a grabar.

Pronto los tres se dieron cuenta de algo, incluso cuando prendieron sus linternas e intentaron iluminar el camino: la oscuridad era demasiado densa. 

La cámara no podía enfocar ni grabar nada demasiado lejos, ya que la luz artificial no alcanzaba a ayudarle mucho, ni siquiera cuando Seungkwan presionó un botón y el flash hizo su aparición.

Incluso con eso y las nada pequeñas linternas del padre de Soonyoung, apenas podían iluminar un poco el camino que debían seguir, apenas veían lo que había a un par de metros delante de ellos. Sin contar que el frío parecía descender varios grados en cuanto se adentraron a los diversos pasillos de tumbas que, con unos pocos pasos, ya los estaban rodeando por todos lados. Aquella definitivamente sería una de las peores cosas que habían decidido hacer los tres juntos.

–¿Alguien ha visto o escuchado algo? –Preguntó Seokmin después de que llevaran unos minutos paseando.

–No –respondió Seungkwan desde el frente. Él era el encargado de cuidar el camino que tomaban para no olvidarlo cuando decidieran volver. Además de eso, había estado intercalando su mirada entre la vista que tenían sus ojos y la que tenía la cámara, sin encontrar nada que le llamara la atención.

–No –repitió Soonyoung. Él estaba en medio y se encargaba de ver a los lados, todas las tumbas desgastadas, rotas y descuidadas que los rodeaban, pero con la poca luz que había, ni siquiera podía ver los nombres o los epitafios que tenían escritas, así que se limitaba a ver el deterioro a su alrededor y a intentar no tropezar con las ramas de los arboles que, a falta de alguien que los cuidara, se habían adueñado de la mayor parte del suelo.

–Tampoco yo –agregó Seokmin con un poco de pesar, mirando de nuevo detrás de él por si lograba ver algo que los siguiera, pero hasta ahora no había encontrado nada.

Seungkwan suspiró sonoramente y de manera temblorosa, haciendo que el vaho que escapaba de sus labios creara formas extrañas frente a él.

–Creo que esta fue una mala idea –dijo al final.

–¿Y hasta ahora te das cuenta? –Respondió Soonyoung entre dientes, un poco molesto–. Te recuerdo que esta fue tu idea.

–Ya lo sé –se resignó, era comprensible que sus dos amigos estuvieran enojados con él, tenían todo el derecho. Él los había arrastrado hasta allí, había sido su idea desde el principio–. Es sólo que...

–Querías que Mingyu viera lo valiente que eres –respondió Seokmin por él, haciendo reír a Soonyoung en voz baja.

–¡Eso no es cierto! –Gritó en un susurro Seungkwan, y aunque no lo podían ver, los otros dos sabían que su amigo estaría bastante sonrojado–. Yo... sólo quería unirme a los retos que hacen los demás chicos de la escuela.

–Los cuales, si mal no recuerdo, hasta hace una semana pensabas que eran lo bastante inmaduros como para que alguien de nuestra edad los hiciera –Soonyoung estaba seguro de que ahora Seokmin tendría una sonrisa triunfante en su rostro.

–Las personas podemos cambiar de opinión, ¿sabes? –Respondió a la defensiva su amigo.

–En especial si se trata de un chico guapo.

Seungkwan estaba a punto de responder de nuevo cuando Soonyoung se detuvo de pronto, llamando su atención y haciendo que Seokmin tropezara con él.

–¿Qué pasa? –Preguntaron los dos de inmediato, aunque Soonyoung no respondió con la misma rapidez. 

Intentó ver qué era aquello (a unos metros de distancia) que había llamado su atención, pero no lograba identificarlo.

–Hay algo allí –respondió al final–, pero no sé qué es.

Seokmin y Seungkwan dirigieron sus internas y la cámara en la misma dirección que su amigo, y aunque coincidieron en que había algo extraño frente a ellos, tampoco supieron qué era aquel objeto.

–Parece... –comenzó Seokmin, entrecerrando los ojos e intentando enfocar bien, pero sin lograrlo–, ¿eso es una bolsa o es ropa?

–Hay que ir a averiguarlo –respondió Seungkwan, de pronto emocionado y a la vez asustado, pensando que quizás habían encontrado algo que de verdad haría que su viaje valiera la pena. Pero sus amigos no pensaban de la misma manera.

–¿Qué haces? –Preguntó Seokmin, asombrado por la valentía de su amigo, tomando en cuenta la cara que había puesto en la entrada del cementerio. Seungkwan se giró hacia los dos, que no se habían movido de su lugar.

–¿Qué pasa si encontramos algo interesante?

–¿Y qué pasa si morimos? –Preguntó a su vez Soonyoung. Seungkwan sonrió de manera nerviosa.

–Vamos, Soonnie, no creo que de verdad pienses eso, ¿o sí? –Soonyoung no respondió, los cual lo incomodó un poco más–. Vamos, estoy seguro de que debe ser alguna bolsa que alguien dejó aquí por error.

Los otros dos se miraron con desconfianza, pero al final Seokmin suspiró.

–Hay que seguirlo, puede que tenga razón –le dijo, pero ni siquiera con eso Soonyoung se sintió un poco seguro al seguir a sus amigos.

Los tres se acercaron a aquel extraño objeto, el cual empezó a tomar forma hasta que estuvieron a un metro de él, y lo que encontraron no era, en lo absoluto, lo que esperaban.

Se trataba de un cuerpo el cual, supieron al instante, estaba muerto, ya que se encontraba lleno de sangre de la mitad del torso hacia arriba. Y debajo de eso no había nada, no había piernas ni señales de ellas por alguna parte (al menos no que sus linternas les dejaran ver).

Seungkwan fue el primero en gritar, tirando su cámara en el proceso (la cual apagó su flash al impactar con el mármol debajo de ellos, perteneciente a una de las tumbas). El siguiente en gritar fue Seokmin. Pero Soonyoung estaba tan asustado que ni siquiera podía proferir cualquier sonido, tenía la garganta seca.

–¡Mierda, mierda, mierda! –Seokmin separó la vista de aquella horrible imagen y dio unos pasos hacia atrás, queriendo correr de allí pero no muy seguro de que sus pies pudieran responderle en aquel instante.

–¡Tenemos que llamar a la policía!, ¡tenemos que hacer algo! –Seungkwan miraba con desesperación a todos lados, esperando ver algo que los sacara de allí o los ayudara. Su mano temblaba tanto que el haz de luz de la linterna mareaba un poco a Soonyoung.

El chico seguía sin moverse, estaba casi petrificado. A diferencia de Seungkwan, su pulso casi no se había alterado, aún alumbraba el rostro crispado del terror de aquel hombre que yacía muerto a sus pies. Intentó reconocerlo, pues a pesar de que el pueblo no era nada pequeño, estaba seguro de que cualquiera de los tres podría conocer aquel cadáver de tratarse de algún conocido. 

Aún así, estudió el rostro y no tuvo ni la menor idea de quién era; y, en lo profundo de su ser, agradeció no hacerlo.

Soonyoung escuchaba las voces de sus amigos a lo lejos, como si ambos se encontraran al final de un largo túnel y no a unos palmos de distancia de él.

¿Quién habría podido hacer aquello?, ¿acaso había sido un animal...?, ¿o eso era obra de un humano?, ¿y cómo era posible que dejaran el cadáver precisamente allí, en donde la mayor parte de las personas sabían que los chicos de las escuelas del pueblo visitaban cada noche sin falta?, ¿acaso era un advertencia para que se mantuvieran lejos de aquel lugar? Si así lo era, aquella era la peor llamada de atención que alguien podría haber hecho.

–Tenemos que salir de aquí –por fin la voz de Seokmin, un poco más aguda debido al miedo, entró a oídos de Soonyoung.

–¡Pero debemos llamar a la policía! –Seungkwan se encontraba histérico, a nada de perder el control de sí mismo.

–¡Ninguno de nosotros trae celular, ¿recuerdas?! –Le dijo de vuelta Seokmin, y no se equivocaba. En realidad ninguno de los tres se quiso arriesgar a perder su celular en un lugar como aquel, en especial porque si algo espantoso como aquello (aunque en realidad un asesinato no estaba en sus planes) sucedía, no se les ocurriría volver a pisar, ni acercarse siquiera, al cementerio.

–¡Entonces llamaremos a la policía desde la casa de alguno de nosotros! –Los dos asintieron de inmediato ante aquella idea.

–Camina, Soonyoung –le dijo Seungkwan al ver que seguía sin reaccionar–, debemos irnos de aquí ahora.

Al escuchar eso el chico por fin pareció reaccionar, miró a sus amigos con el terror expresado en sus ojos completamente abiertos, y al final sólo asintió hacia ellos.

Seokmin y Seungkwan no esperaron más tiempo y salieron corriendo despavoridos, como si la acción de Soonyoung por fin hubiera encendido la chispa de peligro y pánico dentro de ellos. Esperando que Seungkwan aún recordara el camino de vuelta a las rejas de la entrada, Soonyoung por fin comenzó a correr detrás de los otros dos, pero algo salió mal.

Todo el camino había intentado que sus pies no se enredaran con las raíces de los arboles, pero al parecer el poco cuidado que había tenido a la hora de huir de aquel cadáver detrás de él había sido suficiente como para que sus pies, bastante torpes ya de por sí, se enredaran en un par de raíces más altas que las normales, por lo que no pudo evitar caer al suelo.

Intentó sostenerse a algo, pero para su mala suerte, mientras intentaba hacer aquello, su cabeza chocó con la orilla de una de las destrozadas tumbas que había a su alrededor.

El dolor rápidamente viajó por todo su cuerpo, sacándole un pequeño grito. Cuando su cuerpo terminó por tocar el suelo, la visión de Soonyoung estaba bastante borrosa, no podía enfocar nada. Un agudo zumbido perforaba sus oídos y hacía que su cabeza doliera más, además de que imposibilitaba el poder escuchar si sus amigos se habían dado cuenta de que no iba detrás de ellos.

Sentía el lado derecho de su cara, el cual había recibido el impacto, húmedo. No tenía que ser un experto para saber que aquello debía ser la sangre que emanaba de la herida que se acababa de hacer.

La linterna que llevaba en su mano había resbalado por el suelo, rodando hasta chocar con otra lápida y quedándose inmóvil, iluminando una parte del rostro del cadáver de aquel hombre.

Soonyoung intentó ponerse de pie, salir corriendo de allí para dejar de ver aquella terrorífica imagen, pero el dolor en su cabeza y el zumbido en sus oídos no le permitían tener equilibrio o fuerza suficiente, por lo que sus brazos no resistieron cuando intento levantarse y volvió a caer al suelo. El segundo golpe, esta vez en su espalda alta, lo mareó aún más.

Su cuerpo, ya sin fuerza alguna, resbaló hasta que se encontró tendido sobre el pasto, la hierba y las raíces de los árboles. Su visión estaba apagándose más y más con cada segundo que pasaba, y antes de haberse desmayado, pudo observar, gracias a la luz de su linterna, cómo dos siluetas se acercaban lentamente a él.

Por un segundo pensó que se trataba de sus amigos que habían regresado a su ayuda, pero cuando vio cómo una de las siluetas se dirigía con tranquilidad y soltura hacia el cadáver a su lado, mientras que la otra se quedaba parada encima de él, al parecer mirándolo fijamente, no estuvo tan seguro.




Perdón por un primer capítulo tan largo. Intenté controlar mis impulsos de escribir mucho pero no pude :'(

Continue Reading

You'll Also Like

2.3K 194 9
Gabby descubre que Spike no disfruta de su trabajo como asistente de Twilight y decide ayudarlo a encontrar su propósito en la vida, y promete no dej...
244K 27K 102
Junkyu a creado el grupo "Tesoritos" - Chats pendejos :) - No hay ships predispuestos, pues a cada rato estoy rompiendo y juntando otras parejas. - E...
2.4K 332 20
🕯 𖡩 ❛hasta pronto, astronauta. dime cómo son las estrellas❜ jukyu ◞ juyeon ha estado buscando a alguien que lo haga sentir ama...
876K 92.2K 139
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...