Narradora.
La mañana había llegado, sin embargo, lejos de ser tranquila, se podía ver la inquietud de tres hombros que iban a venían dentro de sus respectivas habitaciones.
¿Qué sucede?
La mansión Mukami se había envuelto en la dulce fragancia de Tn por un pequeño descuido de ella, ya que salir a mitad de la madrugada a buscar agua y dejar la puerta abierta, causo que el perfume de su sangre se viera dispersado hasta llegar a los olfatos del resto de la familia, los cuales tuvieron una coherente inquietud a la hora de descansar.
Los únicos que descansaron tranquilamente, fueron Kou y Tn, quienes estaban lejos de estar inquietos, además que el rubio había satisfecho ese deseo que lo llevó a tomar a Tn esa noche.
El primero en ceder a su instinto había sido Yuma, quien abrió la puerta de esa recamara con tal fuerza que hizo que ambos durmientes se despertaran asustado.
Tn: ¡Que carajos contigo!
Kou: ¿Eh? -Bostezando. –
Tn estaba algo despeinada y poco había podido abrir sus ojos por la repentina luz que entro por la puerta, el rubio a su lado sólo había bostezado y estirado sus brazos y piernas, sin percatarse de lo que iba a ocurrir ahora.
Yuma: ¡Maldita cerda, como pudiste!
Ella no entendía nada, estaba en trance mientras que Kou observaba a su alrededor sin entender hasta que la lamparita prendió la luz en ambos.
Tn: Oh, mierda...
Kou: ¡Yum-¡
El nombrado se había abalanzado hacia ellos, sólo imaginen, alguien tan alto como Yuma podría causar terror si se abalanzaba de esa forma y así lo vivieron ambos jóvenes. Kou intentó detenerlo, pero eso no basto, de hecho, terminó por caer al suelo con un golpe en la cabeza.
Tn quedó expuesta a él, desnuda y sólo cubierta con las sábanas, sus ojos se abrieron casi como platos mientras que el peli-naranja se subía sobre su cuerpo y tomaba con fuerza sus muñecas, haciendo que parte de su pecho quedase al aire.
Yuma: Hueles bien...
Sus ojos brillaron con ese tono deseoso que Tn conocía muy bien, su voz se hizo ronca, pero había hablado de una forma suave, no como antes que gritó exaltado por la imagen al llegar a la habitación y verlos juntos. Los celos se apoderaron de él, sin embargo, eso no importaba tanto ahora.
Tn: Yum-ma no...
Yuma: ¿No? Estás loca si crees que no voy a tomarte.
Dicho eso, el más alto terminó clavando sus colmillos sobre su cuello, Tn soltó un gemido de dolor por lo fuerte que había sido mientras que Yuma jadeaba de satisfacción al sentir como su sangre caliente se desplazaba por su garganta. Envuelto en su placer, sus manos dejaron de apretar sus muñecas y pasar a acariciar su torso, apretaba sus pechos causando jadeos por parte de la chica.
Kou: ¡Mierda!
Al ver la escena, el rubio se paro y lo más inteligente que hizo fue ir a llamar a Ruki, quien estaba sentado en la cama sujetando su cabeza para convencerse a si mismo que no debía sucumbir a los bajos deseos de su cuerpo.
Pero, eso se fue a la chingada cuando un Kou abrió la puerta de su habitación, entrando con él, el aroma de Tn.
Kou: ¡Tn necesita ayu-....ay...¿Qué hice?
El peli azul, quitaba las manos de sus cabellos, había levantado la cabeza y con eso su intensa mirada que se posó en Kou. El brillo de sus ojos lo delataba, y en un abrir y cerrar de ojos, había desaparecido de su habitación.
Pov' Ruki.
Estuve peleando contra mis instintos desde temprano, que Kou entrara a mi habitación sólo había empeorado las cosas. Ese aroma se había intensificado de sobremanera y mi cuerpo me llevó hacia la persona que emanaba ese perfume.
Al entrar a la habitación, pude ver como Yuma mordía a Tn mientras que ella se removía tratando de zafar, por un instante intenté mantener la poca cordura que tenía.
Ruki: ¡Yuma!...
Exclame en voz alta, algo molesto por la incomodad que sentía y ver los senos de Tn expuestos no me había ayudado para nada. Tn me observó como si fuese su salvador, y mientras me acercaba a ellos, Yuma no había dejado de morderla. Pero esa cordura se fue totalmente cuando vi la sangre de Tn correr por su pecho dado a las fuertes mordidas de mi hermano. Ese color carmín me había hipnotizado.
Ruki: ...hazme un lugar.
Sujete uno de los brazos de Tn mientras que ellas perdida total esperanza en mí, lo siento Tn, pero esto es más fuerte que yo.
Narradora.
Pronto Ruki se había hecho lugar, mientras que Yuma permanecía del otro lado. El peli-azul deslizo su lengua entre medio de sus senos, por donde se deslizaba la sangre y luego clavaba sus colmillos sobre ese espacio entre ambos senos.
Toda esa escena, ahora estaba siendo observada por Azusa, quien tenía las mejillas totalmente rojas, su cuerpo temblaba y sentía una combinación extraña de emociones.
Llegó corriendo un rubio desesperado por no saber que hacer.
Kou: ¡¡Qué alguien me ayude!!
Continuará....