Al día siguiente en la zona segura, el general convocó a los agentes del CAB para hablar acerca del tema del virus B3H3. En una sala aislada se encontraban el general, su segundo al mando, y tres agentes del CAB con otros dos científicos los cuales descubrieron que el virus fue creado en un laboratorio.
—Bien señores, ahora que estamos aquí reunidos, podemos comenzar —comenzó el general.
—Bien general díganos, ¿cuál es la razón de esta reunión? —preguntó uno de los agentes del CAB.
—Toda la información acerca del virus ya se la dimos —agregó otro de los agentes.
—No, no es necesario que me digan eso, ya sé que me dieron toda la información que tenían. Para lo que los traje fue para otra cosa —el general los interrumpió.
—Bien, ¿a qué se refiere entonces?
—Quiero que emitan un comunicado por radio en el que se informe sobre que el virus fue un producto de laboratorio.
Los agentes entonces respondieron rápidamente ante las palabras del general:
—General, con todo respeto, no creo que sea una buena idea hacerlo.
—De acuerdo con mi compañero general, esto no se debería hacer.
—¿Y por qué no sería tan buena idea? —preguntó el general frunciendo un poco el ceño.
—Señor, esto solo generaría más histeria en las personas que lo oigan, además no es necesario que lo hagamos público, sin considerar el hecho de lo peligroso que puede llegar a ser.
—Veamos agente, ¿cómo podría llegar a ser peligroso?
—El virus fue creado en un laboratorio, y la persona que lo hizo, lo hizo intencionalmente y si aún está viva por alguna razón... creo que podría hacer algo peor...
—Escuchen —dijo el general de manera imponente estando ya enojado—, al crear el virus por quién sabe qué razón, él o ellos también se deben haber infectado. El primer caso se dio en DeepOcean, ahí se encontró al paciente cero, por lo que en esa ciudad fue donde se creó el virus, y si los que lo crearon no se infectaron al momento de crearlo, debe haber muerto tiempo después en esa ciudad.
—Pero general...
—Ustedes transmitirán ese aviso por los medios, la gente merece conocer la verdad.
El general al terminar de decir eso se levantó de la mesa en la que estaba sentado y se fue de la sala. A los agentes no les quedaba otra opción más que cumplir con las órdenes del general, así que luego de unos minutos, grabaron el aviso.
—La Asociación del Control de Amenazas Biológicas, luego de varios estudios realizados, ha descubierto que el virus B3H3 fue creado en un laboratorio, y por los signos de alteraciones y manipulaciones encontradas en los datos del genoma, es asertivo pensar que el patógeno fue diseñado de manera intencional. A la vez, les informamos que ya se están realizando estudios para saber su origen exacto y tratar de contrarrestarlo. Por el momento siga acatando las instrucciones dadas en nuestros avisos para una mayor seguridad contra esta pandemia.
El anuncio finalizó, luego de haber sido transmitido en todo el mundo. Los agentes se fueron a seguir investigando el virus para averiguar más acerca de él, mientras que por su lado el general, pensaba en voz baja.
—Esto definitivamente no se quedará así. Si el virus fue creado, es claro que se hizo en DeepOcean, entonces allí debe estar la respuesta, aunque lo que tengo en mente podría afectar a la fase dos del ejército, todo dependerá de los resultados de las nuevas investigaciones del CAB acerca de cómo se creó el virus.
Mientras tanto en DeepOcean...
Un nuevo día había iniciado en la ciudad más devastada por la pandemia. En el centro comercial del centro, los supervivientes despertaban de una noche de descanso. Sebas y José fueron despertados por Lucas, quien fue con ellos y les dijo:
—Oigan chicos, tienen que despertar.
—¿Eh? Buenos días Lucas —dijo Sebas apenas despertando.
—Buenos días. ¿Oigan qué hora es? —preguntó José.
—Creo que las ocho de la mañana, pero tienen que levantarse, algo ocurrió.
Sebas en eso se levantó, se puso algo preocupado y preguntó a Lucas:
—¿Qué pasó Lucas?
—Es Milagros, acabo de despertar y me di cuenta que no está.
—¡¿Qué?! —exclamó Sebas.
—Debió salir a buscar a Cecilia ella sola —mencionó José preocupado.
—Rápido hay que salir a buscarla —dijo Sebas.
Todos se levantaron rápido de sus bolsas de dormir y fueron a armarse para salir, cuando la voz de Milagros los detuvo.
—Tranquilos, aquí estoy.
Todos se sorprendieron y calmaron al verla.
—¿En dónde estabas? —preguntó José
—Me levanté unos diez minutos atrás y fui a buscar una radio por el centro comercial.
—¿Y para qué querías una radio? —preguntó Sebas.
—Para oír el mensaje del CAB para ver si daba alguna buena noticia, pero fue todo lo contrario.
—¿Qué dijo el CAB por la radio? —preguntó Lucas.
—Ellos dijeron que el virus este de porquería fue creado en un laboratorio.
—¡¿Cómo dices?! —gritó José.
—¿Dices que alguien creó el virus? —preguntó Sebas preocupado.
—Sí, eso es lo que dicen.
—El paciente cero es de esta ciudad, o sea que el virus fue creado aquí —mencionó Lucas.
—¿Y dijeron si fue creado intencionalmente por alguien o si fue accidental? —Sebas volvió a preguntar.
—Respecto a ello dijeron que efectivamente, fue creado a propósito.
—Maldita sea, quién diablos habría hecho esto.
—No se sabe, y por lo visto no se sabrá nunca.
—¿Pero el CAB dijo que haría algo al respecto sobre averiguar quién o qué fue lo que creó el virus? —preguntó Lucas.
—De eso no hablaron, supongo que no hará nada al respecto, y si llegan a averiguar algo lo más probable es que lo den a conocer en otro aviso por la radio.
—Rayos, al parecer solo nos quedará esperar a que encuentren algo —dijo José.
—Solo eso nos queda. Esperar.