Transalterna

By Hitto_

147K 25.3K 16.1K

Maya y Sophie son la misma persona viviendo dos vidas diferentes. ¿Ambas vidas son reales?¿una es un sueño? E... More

Intro
Scielo1
Almarzanera
El chico nuevo
Un tatuaje gratis
Respuestas por parte de un odioso
Mirar alrededor
El fantasma del depósito
Tarde de playa
El ritual de cumpleaños
La fiesta de Maya
Gente indeseable
Guerra en la familia
Secretos íntimos
No salgas del círculo
Estar como en un sueño
En la fila del desempleo
El proyecto Transalterna
Un día espectacular
El chico más peligroso del pueblo
La primera misión
Lazos fraternos
Revelaciones en la montaña
Descubriendo una verdad
El misterio del culto
La cacería
Acechando en la oscuridad
Marcus
La primera cita de Ian
La verdad sobre Marcus
Confesiones entre hermanas
El misterio de Anelise
El espacio interdimensiones
Noche en el Spice club
El nuevo Ian
Consiguiendo justicia
La mansión del círculo
El certificado de pureza
Niña buena
La verdad sobre Dylan
Rescatando a Ian
Saltar de un risco
El secreto de Grecia
El nuevo Aaron
Un giro del destino
Las jóvenes del Círculo
Mis dos padres
Familia
Cómo ocultar un crimen
Thaly
La dimensión T50
Dos años de cambios
La estrella Polar
La partida inconclusa
Alguien en quién confiar
La luna roja
Shifting
Epílogo
Transalterna 2
Guía de entes
Guía de personajes

La peor espía

2K 406 347
By Hitto_

No se olviden comentar! los amo!

Quise sorprender a papá. Llegué con sigilo y dejé mis bolsas de compras en la sala. Las de lencería las oculté debajo, eran cuatro, tal vez se me había ido la mano con eso. No es que tuviese a nadie a quien impresionar... o sí. De todas formas, me merecía algo bonito.

Las de víveres las puse en la cocina y empecé a acomodarlos. No recordaba la última vez que tuvimos el refrigerador así de lleno. Papá disfrutaba de cocinar y ahora tendría de todo para experimentar diferentes recetas.

—¿Sophie? ¿qué es todo esto? —Estaba de cuclillas frente al refrigerador guardando lo último que cabía, cuando su voz me hizo levantarme.

—Pues fui de compras —le sonreí.

—¿De compras? —Se sorprendió al ver todas las bosas sobre el sillón—. ¿De dónde sacaste el dinero?

—Traje mucha comida, creo que necesitaremos un refrigerador nuevo. Te compré cosas increíbles. —Me abalancé sobre el sillón y busqué sus compras, saqué una sudadera azul que ni bien la vi me hizo pensar en él. Se la extendí y me la recibió con desgana. No me quitaba de encima la mirada incriminatoria—. Y esto, medicina para las próximas dos semanas. —Tomé la bolsa de la farmacia y fui a acomodar los frascos en la encimera de la cocina.

—Sophie, no estás respondiendo mi pregunta —dijo en tono severo.

—Tengo un nuevo empleo en el área uno. Me están pagando muy bien. Ya no tendremos que preocuparnos por nada. De hecho, hoy le transferiré a Mauro la renta, y la próxima semana el depósito de seguro. Al venir estuve buscando y hay lugares fabulosos en el área cinco. Ah, y me costó muchas llamadas, pero la próxima semana tienes cita con el mejor oncólogo de la cuidad.

—Sophie, Sophie... pare el tren. —Detuvo mi entusiasmo, con lentitud se sentó a la mesa de la cocina. —¿Cómo que un empleo nuevo? Esta mañana saliste igual que siempre y ahora regresas como si hubieses asaltado un centro comercial.

—No hay mucho que explicar. Es solo lo que te digo, me ofrecieron un trabajo. Me pagan muy bien y me dieron un adelanto porque les expliqué que tenía problemas financieros y fueron muy amables —mentí.

—¿Por qué este empleo nuevo tiene la palabra "Ian" escrita en todo lado?

—Papá, si estás pensando que me conseguí un novio rico que me mantenga o algo así estás muy equivocado. Ian sí tuvo que ver, él me recomendó, pero no me está regalando el dinero. De verdad haré un trabajo que poca gente puede realizar, en la torre cinco de 3IE.—Le di las mismas explicaciones que a Claudia.

—¿Y este empleo terminará cuando termines con él?

—No. Porque no hay nada que terminar. Ian y yo no tenemos una relación. Es solo trabajo. —No sabía cómo explicarle. Por un lado me molestaban sus suposiciones, por otro también lo entendía.

—Cuando estuvo aquí, me dijo que apellida Key. Sabes que ese tipo de gente no me genera confianza, si te dio un trabajo tan maravilloso es porque busca algo contigo y si no lo consigue...—Empezó a exaltarse un poco, me senté frente a él y lo tomé de la mano para calmarlo.

—No tienes que preocuparte ¿sí? Mi contrato no es con él. Su interés en mi es por el trabajo y porque somos amigos, supongo. —Intenté explicarle. ¿Cómo le decía que de verdad él y yo éramos personas especiales y que básicamente mi trabajo consistía en ser un exótico animal de laboratorio?

Mi padre se sostuvo la cabeza como si cada una de mis palabras fuera un clavo en el cerebro.

—Por qué tienes que ser igual a ella. ¿Sabes esa es otra cosa que heredaste de tu madre? Ella también era muy inteligente, pero sumamente ingenua.

—Papá...—Lo volví a tomar de la mano y lo calmé con mi gesto de gatito apaleado—. Confía en mi, ¿sí? Con lo que me están pagando, no importa si el trabajo me dura una semana o un mes. Tendremos lo suficiente para vivir tranquilos un tiempo hasta que consiga otra cosa.

—¿Y qué haces exactamente ahí?

—Pruebo tecnología nueva. Ya sabes, aparatos que saldrán al mercado. Pagan bien porque tengo horarios inestables. Tal vez me quede algunas noches. Y todo ahí es súper confidencial, si te cuento algo luego tendría que matarte.

—¿Leíste bien tu contrato? —siguió con el interrogatorio.

—Sí papá. Lo leí bien. Y hablando de eso. Debo llenar estos formularios para mañana. Me falta información familiar. —Saqué la tablet de mi mochila y la encendí, tenía listo el formulario de la dimensión T51—. Me faltan cosas como nombres de mis abuelos y enfermedades, y el apellido de mamá.

—Es ilegal que te pidan esa información. —Mi padre trató de esquivarme, no lo iba a dejar.

—Papá, es un trabajo especial, y no voy a perderlo solo por esto. Nunca quieres decirme nada de mamá o tu familia y no te estoy pidiendo detalles, solo lo básico. Siempre me dices que quieres que sea feliz, y ahora que lo soy me pones trabas....—Esta vez fui yo quien comenzó a alzar la voz y él quien me calmó.

—Está bien. ¿Qué necesitas saber? —no se veía contento, mas no importaba, estaba dispuesto a darme información. Toqué la pantalla y me alisté para anotar.

—Empecemos por tu lado. ¿Cómo se llamaban tus padres?

—Como nosotros

—¿Como nosotros?

—Mi padre también se llamaba Nicolás, y mi madre Sophie. A tu madre le gustó el nombre. —Sonreí con su explicación. Jamás me había preguntado de dónde venía mi nombre.

—Entonces, Sophie y Nicolás Jensen. ¿Siguen vivos? —pregunté con inseguridad.

—No. —Se apresuró a responder. —Murieron hace años.

—¿De alguna enfermedad?

—Un accidente. ¿Algo más?—ahí estaba de nuevo, apresurando las cosas para no darme detalles.

—Sí, necesito datos de mamá. ¿Cuál era su apellido?

—Ayala. —Respondió después de pensarlo un rato.

—¿Y el nombre de sus padres?

—No lo sé.

—¿Cómo puedes no saberlo? ¿Nunca te lo dijo?

—No Sophie, no me lo dijo.

—Pero, cuando conociste a mi mamá ella tenía qué ¿quince? ¿dieciséis? ¿Nunca conociste a su familia? ¿Nunca le preguntaste?

—Sophie, no los conocí y tu madre no hablaba de ellos. Su familia era muy disfuncional y era un tema que no tocaba. No sé sus nombres, no sé si siguen vivos. Lo lamento. Si no te van a dar el trabajo por un detalle así de absurdo tal vez no merezca la pena. —Se levantó, un poco enfadado. No le discutí. Él recién salía del hospital y no quería que tuviera una recaída. Al menos ya tenía algo de información. Con el apellido de mi madre, podría preguntarle a Solange si ella estaba en su base de datos.

****

No llegué lo suficientemente temprano como quería al colegio. Cuando Tiago y yo entramos al salón, Aaron estaba rodeado de casi todo el curso. Por curiosidad nos asomamos también.

—Se ve muy bien lo que están haciendo. —Uno de mis compañeros me dijo golpeándome el hombro. Cuando por fin pude ver a Aaron, noté que dibujaba, y algunos de nuestros compañeros se pasaban sus dibujos.

—¡Maya! ¡me encanta el comic! —al notar mi presencia Lucia se dirigió a mí.

Le comuniqué con la mirada a Aaron que estaba en problemas. Se había tomado en serio lo del comic y lo estaba dibujando. Las primeras páginas eran de nuestro encuentro con la entidad del callejón. Tuve que disimular frente a mi hermano que no se explicaba en qué momento Aaron y yo habíamos empezado con eso.

La atención hacia el comic se desvió cuando una de mis compañeras notó mi anillo y todas se me abalanzaron a jalonearme la mano.

—¡Qué suerte tienes!—me dijo una que no paraba de mirar embelesada el diamante.

Los chicos seguían interrogando a Aaron y cuando volteé hacia él nuestras miradas coincidieron. Lo esquivé, me ponía incómoda hablar de mi compromiso frente a él.

"En serio vas a dibujar el comic de lo que hacemos en la dimensión T51?"

"¿sí? ¿Por qué no?"

""¿No nos meteremos en problemas?"

"No, si nadie se entera."

"¿Y estás dibujando absolutamente todo?"

"Con algunas mejoras. Y la versión erótica saldrá en un extra"

"No te atrevas a dibujar nada de eso o te castro, en esta y la otra dimensión!!!!"

"Tarde"

Fue lo último que me escribió antes que la maestra de literatura nos descubriese pasándonos el cuaderno. Mentí diciendo que preguntaba una duda y regresé a pasar la clase en silencio.

***

En el recreó recordé lo que el señor Key me había pedido. Seguro la próxima vez que nos viéramos quería un reporte sobre sus hijos. ¿Qué le iba a decir? Lo del comic era algo que podía ponernos en problemas a ambos, aunque yo no había decidido participar.

Él y Liam estaba solos, hablando de manera misteriosa. Se habían apartado detrás del gimnasio y decidí acércame a ellos. No necesité disimular, total, podía ser normal que quisiera hablar a solas con ellos respecto a la otra dimensión.

—¿Qué hacen? —les pregunté de manera casual.

—Nos repartíamos la droga —respondió Liam.

—¿La droga?

—Sí, el crack nos ayuda a abrir portales. Así traemos criaturas más poderosas —explicó Aaron.

—¿Te imaginas un parásito nivel doce? ¿O un carroñero? Esos dejarían limpio el pruebo en una tarde —A Liam le brillaban los ojos con maldad.

—Sería como un apocalipsis. Todos intentando inútilmente sobrevivir. Increíble.

Ambos hablaban con tanta naturalidad que no sabía si bromeaban, evidentemente tenía que ser una broma. Mas no me animaba a comentar.

—Y ahora que lo sabes, tendrás que ayudarnos. —Aaron me rodeó con el brazo.

—¿Qué? ¡¿Estás loco?! ¿Qué rayos pretenden hacer?

—Abrir portales, traer entes que causen un mini apocalipsis en el pueblo. Solo por diversión. —Me dijo agarrándome más fuerte—. Dale, pon eso en tu informe, a mi padre le va a encantar.

Solté el aire que tenía contenido. No sé por qué les había creído siquiera por un milisegundo.

—Sabemos que mi padre te mandó a espiarnos. Y tú no vas a decir nada que no te digamos. —Aaron me advirtió.

—Tampoco tengo mucho que contar, solo vienen al colegio y lo del comic no veo necesario decírselo.

—Exacto, y así se va a mantener —Liam me dijo lo último como una advertencia. Aaron me pellizcó el cachete y se fueron. Definitivamente era la peor espía del mundo.

***

Al acabar la jornada escolar, decidí seguir a mi hermano y a Aaron a la cancha de básquet. Desde esa tarde los entrenamientos comenzaban y podía esperarlos para después irme con Aaron a hablar a solas.

Liam también había entrado en el equipo y no desentonaba, era igual de alto que todos, incluso más. Y si se dedicaba a cazar monstruos, jugar con una pelota debía ser algo sencillo. Me puse mis auriculares y saqué mi libro de física, al menos haría mi tarea. La cancha era techada y se mantenía fresca, era ideal para pasar el rato relajada viendo sudar a los jugadores y agradeciendo no ser ellos.

—Hola Maya, que bueno que viniste. Les traje agua y snacks a los chicos—. Grecia se sentó a mi lado, llevaba una bolsa con botellas de agua y un tupper con comida—. Me encanta el básquet, lástima que el equipo de mujeres se disolvió. Al menos puedo ver a Tiago jugar.

Saqué el auricular de uno de mis oídos para escucharla. Le iba a responder cuando se levantó para gritarle a mi hermano. Él la buscó con la mirada y la saludó con entusiasmo. Eso era bueno. Veía progresos. A quien no le gustó nada lo ocurrido fue a Liam. Creo que solo yo noté la mirada asesina que le dirigió a mi hermano.

Empezaron con los calentamientos. Grecia volvió a sentarse y me ofreció una barra de cereales que seguro había hecho ella.

—¿Ya te dio el anillo? —preguntó asomándose curiosa a mirar el dedo de mi mano izquierda.

—Sí, bueno, es más un anillo de promesa que uno de compromiso.

—Pero igual significa que lo tuyo con ese chico va en serio. Me pareció atractivo.

—Sí... es atractivo, dulce y sincero. Me gusta.

Grecia frunció la boca. Dio otro mordisco a la barra de cereales y prosiguió cuando tragó.

—Espero que te haga feliz, te lo mereces.

—Gracias.

Regresamos la atención hacia la cancha. Los chicos habían empezado con un pequeño partido de práctica. Seguro el entrenador quería ir viendo las habilidades de los nuevos jugadores. A Aron le tocó en el equipo contrario a Liam y Tiago.

Al principio jugaron bien, y luego las cosas se pusieron intensas. Liam se puso justo frente a Tiago cuando iba a recibir un pase, le ganó el balón y encestó. Tiago le reclamó, mas Liam solo encogió los hombros y corrió al otro lado. Eso fue suficiente para alterar a mi hermano. De pronto ellos dos no parecían jugar en el mismo equipo.

—¿Qué les pasa? —Grecia preguntó con inocencia.

¿Mi padre creía que yo era despistada? Eso era porque no conocía a Grecia.

—Actúan como hombres...—le respondí—. ¿Grecia, puedo hacerte una pregunta un poco personal?—aproveché que ambas estábamos a solas.

—Claro, me gusta hablar de cosas personales. —Sonrió.

—Tiago me contó que pasó algo entre ustedes y te pidió que seas su novia, pero le dijiste que no. Pensé que te gustaba.

—Claro que me gusta —respondió extrañada, como si no entendiera mi pregunta—. Tiago me ha gustado siempre, no es un secreto. Y sí, pasó algo y fue increíble. Es como lo que siempre soñé.

—¿Entonces por qué le dijiste que no?

—Porque amo a Tiago, pero nunca podré tener una relación con él —respondió con seriedad. Iba preguntar el porqué de nuevo, cuando la pelota salió de la cancha y se dirigió directo a nosotras.

Menos mal que tanto Grecia como yo teníamos buenos reflejos y nos hicimos hacia atrás justo a tiempo. La pelota nos rozó las narices.

Miré hacia la cancha y el imbécil de Paul sonreía con satisfacción.

Tiago y Liam corrieron a reclamarle.

—Fue un accidente —respondió con cinismo, mas todos ahí sabíamos que su intención había sido darle a Grecia.

—¡Eres un imbécil! —Tiago lo empujó. Aaron que estaba un poco alejado corrió de inmediato.

Erick quiso detener la pelea inevitable que se armaría entre su hermano y mi hermano. Otros jugadores más se metieron. Cuando Aaron llegó hacia ellos estuve segura que mediaría... y cuál fue mi sorpresa que no, fue directo a sentar a Paul de un puñete. Por fin el entrenador intervino, tarde; ya los cuatro chicos se agarraban a los puños.

********

Un poco de drama adolescente :v


Continue Reading

You'll Also Like

13.1K 1.8K 56
Fue enviada a investigar un asesinato en un pueblo pequeño, el único testigo y posible sospechoso es Cainán Done, un misterioso hombre que oculta un...
226K 20.7K 49
Cumplir dieciocho años en la tradicional y poderosa familia Bautista-Montagny es todo un acontecimiento. Y Danielle lleva esperando la noche de su fi...
7.9M 583K 64
Ver a tu hermano mayor desnudo bailando en la bañera es traumático, pero ¿qué hay de ver como tu crush te rechaza en frente de toda la cafetería de l...
18.2K 1.7K 10
Taehyung es invitado a la boda de su hermano Yoongi con Hoseok. Taehyung llevaba enamorado de Hoseok por años pero este nunca se fijó en él porque so...