Colors||Rintaro Suna

By boobear_sweetcheeks

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Ella estaba tan llena de colores, quizás nadie más lo notaba, pero él podía verla claramente. Después de todo... More

Sinopsis
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4: 𝐸𝑙 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑖𝑛𝑖𝑐𝑖𝑜́ 𝑢𝑛𝑎 𝑎𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑑
5: 𝑀𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑓𝑢𝑠𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠
6: 𝐸𝑙 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑖𝑛𝑖𝑐𝑖𝑎𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠
7: 𝑀𝑜𝑣𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑖𝑛𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑓𝑎𝑙𝑙𝑖𝑑𝑜
8: 𝑀𝑜𝑣𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑖𝑛𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑟𝑒𝑎𝑙𝑖𝑧𝑎𝑑𝑜
9: 𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎 𝑐𝑜𝑏𝑎𝑟𝑑𝑒, 𝑠𝑒𝑛̃𝑜𝑟𝑖𝑡𝑎 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎𝑠
10: 𝑼𝒏𝒂 𝒔𝒆𝒏̃𝒂𝒍
11: 𝑺𝒆𝒓 𝒉𝒐𝒏𝒆𝒔𝒕𝒂
12: 𝑼𝒏 𝒃𝒆𝒔𝒐
13: Lo que sucede
14: 𝑪𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒏𝒂𝒅𝒊𝒆 𝒗𝒆

3: 𝐸𝑙 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑎𝑟𝑐𝑜́ 𝑢𝑛 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑜

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By boobear_sweetcheeks

𑁍𝔸𝕫𝕦𝕞𝕚'𝕤 ℙ.𝕆.𝕍𑁍

Mi primera semana en Inarizaki había terminado ayer, al final no logré inscribirme al club de fotografía, ya que según su presidente, no estaban en busca de nuevos miembros.
Por otro lado sí conseguí entrar en el club de gimnasia, resulta que la presidenta de ese club es tambíen la presidenta de mi clase, se llama Aome, es bastante simpática, me dijo como funcionaban los clubs y que siempre que necesitara ayuda podía acudir a ella, también noté que es popular, cosa que no me sorprende ya que es bastante guapa. Me sugirió también que al ser parte del club de gimnasia podía unirme al equipo de animadoras, cosa que tengo que pensar, y pronto, pues, dijo que no podía tardar demasiado en unirme ya que las animadoras son una parte fundamental de los partidos de volleyball y los ensayos comenzaban lo más pronto posible para no cometer ninguna falla en pleno partido.

El resultado de toda esta semana soy yo ahora mismo, acostada en mi cama sin hacer nada, pensando en si debería unirme a las animadoras y también si debería aceptar ser la mánager del equipo de Kita.
Entre vueltas y vueltas que le daba en mi cabeza a ambas decisiones, finalmente decidí que sí aceptaría unirme a las animadoras, sería interesante probar ese otro lado de la gimnasia. Sin embargo, con respecto a lo segundo, de verdad no logro llegar a una respuesta, si no fuera por Suna no me encontraría en este dilema.

Me puse de pie y me dirigí a la oficina de mi madre, resulta que, incluso viviendo juntas ni siquiera logro verla seguido. Cuando está en casa pasa el 98% del tiempo en su oficina. No me puedo quejar, después de todo, su trabajo es lo que nos mantiene. Pero aún así, tenía la esperanza que sería distinto a como cuando solía vivir con mi padre.

Ya me encontraba frente a su puerta, quizás debería retroceder y no molestarla, pero... Lo pienso y, de verdad necesito el consejo de alguien que tenga una opinión neutral sobre el asunto, así que, me dí ánimos mentalmente y abrí lentamente la puerta. Pude verla tras su escritorio, estaba bastante concentrada en su computador, por ende me acerqué sin hacer mucho ruido.

—Mamá, necesito tu opinión sobre algo ¿Tienes tiempo?

—Cariño, me encantaría escuchar lo que sea que tengas que decirme, pero ahora mismo estoy demasiado ocupada, de hecho todo este fin de semana lo estaré, tengo que tener todo esto listo para el lunes ¿Crees que sea algo que pueda esperar? —me dijo mirándome menos de cinco segundos

—La verdad no es algo que podría ser importante para otros, pero sí lo es para mí.

—Cielo, si en verdad necesitas un consejo, deberías preguntarle a tus amigos —tenía ganas de decirle que mis amigos son justamente el tema, y que si le pido consejo a ella es por una razón.

—Sí, tienes razón, hablaré con mis amigos, de seguro lograré llegar a una buena solución —le sonreí tranquilamente, pues, no tengo el valor suficiente para decirle lo mucho que la necesitaba—. Bien, perdón por interrumpirte, me voy a mi habitación, si necesitas cualquier cosa me avisas —ella me sonrió y finalmente salí de allí, para volver a mi habitación.

Por alguna razón sentía unas ganas de llorar, pero no tengo la menor idea de por qué.

Mi teléfono comenzó a sonar. Para mí sorpresa la llamada era de Bokuto. Me tiré en la cama y contesté el teléfono.

—¡Hey, hey, hey! —Bokuto con su saludo de siempre, juraría que cualquier persona que lo escuche se alegraría, al menos a mí me sucede.

—Hey! ¿A qué debo tu llamada?

—¡Eh! Pues para contarte la asombrosa semana que he tenido yo, Bokuto —sonará extraño pero podía imaginarme todos los gestos que suele hacer mientras habla.

—Bien, supongo que todos tus mensajes diarios no son suficientes, pero no importa, de momento  no estoy haciendo nada, así que cuéntame.

—Pregúntame Zumi —sé que cuando usa mi apodo es porque hay que consentirlo en lo que pide, de lo contrario entrará en un estado depresivo que solo Akaashi consigue quitar.

—Bokuto ¿Qué tal estuvo tu semana? —suspiré.

—Qué bueno que lo preguntas Azumi, porque pasaron muchas cosas, resulta que mi alumno y su equipo irán al torneo nacional de primavera, así que quizás podrás conocerlo y ver lo buen maestro que soy —dijo riendo tras lo último.

—¿Tu alumno es el pelirrojo pequeño del campamento de entrenamiento que me mencionaste?

—¡Sí! Y no solo él, en su equipo también está nuestro nuevo amigo Tsuki. Además Kuroo y su equipo también irán al torneo, ¡será una híper mega reunión! —su emoción  de verdad me hizo reír.

—Me alegro, ya quiero volver a verlos, a tí, al equipo y a Akaashi... —quería preguntar cómo estaba Akaashi, pero temo que Bokuto se sienta incómodo o peor, se deprima por nosotros.

—Por cierto, tenemos una nueva mánager, es de primer año, pero no te preocupes, el equipo nunca te olvidará, para nosotros sigues siendo nuestra mánager —sonreí incómoda, después de todo él no podía verme.

—Sobre eso... Bokuto, ¿Les molestaría si me volviera mánager de otro equipo? —tras decir eso un silencio invadió la llamada—. Bokuto, ¿Sigues ahí? —tras decir eso, escucho de fondo un muy familiar "Bokuto-san" que me hace sonreír.

—Es porque tu nuevo equipo es mejor que el nuestro ¿Cierto? —habló de pronto. Definitivamente fue una mala idea preguntarle a Bokuto, había entrado en su modo depresivo.

—Espera ¿Estás con Akaashi? —un silencio nuevamente.

—No, no no no  no —deje que pasara un rato, después de todo claramente escuché a Akaashi—. Bueno sí.

—Azumi... —tras un breve silencio, Akaashi tomó el teléfono de Bokuto. Su voz, jamás pensé que llegaría a extrañar la voz de alguien, pero aquí estoy.

—Keiji... ¿Bokuto está bien? —la verdad no sabía muy bien de qué hablarle, todo era raro entre nosotros en estos momentos.

—Sí, no hay que preocuparse —un silencio invadió de nuevo—. Me alegra oír tu voz.

—Podías haberme llamado, pero bueno, ni siquiera me escribes así que... —la verdad sí estaba un poco molesta, pero también me alegraba volver a hablar con él. Akaashi no era simplemente mi novio, primero fue mi amigo.

—Azumi yo... —se oyó un suspiro por su parte—. Yo fuí quién le pidió a Bokuto que te llamara, si te soy sincero no sé cómo es que estoy hablando contigo ahora, pero en verdad extrañaba oírte... Te extraño —en ese mismo momento todo mi pequeño enojo desapareció, también lo extraño y ciertamente, dudo que alguna vez consiga dejar de amarlo.

—También te extraño Keiji, me prometí no hacerlo, pero lo hago.

—Lo siento por no haber ido a despedirme cuando te fuiste, es solo que, de haberlo hecho no habría soportado verte ir, aún sigo sin acostumbrarme a tu ausencia.

—No te preocupes, creo que si hubieras ido no habría sido capaz de partir —ambos reímos levemente—. Entonces... ¿Aún somos amigos?

—Prefiero eso a perderte por completo.

—Gracias —sonreí triste aun si no podía verme.

—Oye, sobre lo que mencionaste antes, no dejes que Bokuto te detenga, creo que solo le asusta que cualquier equipo sería demasiado afortunado de tenerte como mánager, y él quiere que el Fukurodani sea el único afortunado —su comentario me hizo reír.

—¿Y qué piensas tú sobre esto? —le pregunté porque él es la persona a la que menos quiero herir o hacer sentir mal con mi decisión.

—Si lo que quieres es mi permiso, no creo que lo consigas, por mi parte te traería de vuelta, pero la decisión es solo tuya Azumi.

—No estoy pidiendo tu permiso, solo no quiero herirte con mi decisión.

—No pienses en mí, piensa en tí Azumi, en lo que tú quieres.

—De acuerdo, entiendo —reí—. Por cierto ¿Qué están haciendo?

—Oh, estamos esperando a que comience una película, de hecho en unos minutos tendremos que entrar a la sala.

—Entonces será mejor que los deje, disfruten su película —la verdad no quería dejar de hablar con Akaashi.

—Sí... Podemos hablar otro día ¿Cierto?

—Claro, seguimos siendo amigos después de todo —sonreí nerviosa.

—Claro... Bueno, tenemos que irnos, estamos en la hora. Adiós Azumi.

—Adiós... Akaashi —tras decir adiós la llamada se cortó,—. Te quiero —aunque sabía que no me escucharía, necesitaba decirlo.

Dí vueltas en mi cama sin saber qué hacer, estaba un poco emocionada todavía, hablar con Akaashi y que todo siga bien entre nosotros, definitivamente mejoró mi día. Ahora solo me quedaba decidirme con respecto al equipo de Kita.

Antes de volver a comerme la cabeza con eso, decidí entrar un momento a ver mis redes sociales. Apenas cargan veo una foto publicada por Osamu, eran tres postres y en la siguiente los platos estaban vacíos. Me hizo mucha gracia, en esta semana me hice amiga de todos los chicos que conocí del equipo de Kita, bueno, más con los gemelos y Suna, pues Osamu y Rintarō eran mis compañeros de clase, así que pasaba la mayor parte del tiempo con ellos.

Me puse a ver las historias que subió Osamu, la mayoría de todas era él comiendo, pero hubo una en dónde salía con Rintarō, y lo tenía etiquetado.

Definitivamente la curiosidad me ganó e hice click para ir a su pérfil. Pues, a diferencia de los gemelos, Suna no me dió su nombre para agregarlo.

Por lo que veo, tiene muchísimas fotos, demasiadas: de él, del equipo, incluso videos. Hice click en su última publicación que fue hace unos minutos, era una foto de él y los gemelos, pero solo se veía la cara de Atsumu, lo que me hizo reír fue la descripción: “prueba de que Atsumu no sabe tomar fotos”. Por un error de mis ridículos dedo, le dí me gusta a la foto.

En ese momento, sentí que moría, no había vuelta atrás, Suna siempre está con su teléfono, lo más probable es que ya haya visto la notificación. Pero, lo peor de todo, es que ni siquiera lo sigo.

Tras unos minutos, lo primero que hice fue calmarme, si no, jamás llegaría a una solución, luego creo que lo más lógico sería seguirlo, cosa que hice, al menos, mi acción se vería menos extraña. Lo último que hice, fue cerrar todo en mi celular, por completo y arrojarlo lejos de mis manos, hacía el final de mi cama.

Ahora que lo pienso, todo será más raro de lo normal con Suna el lunes después de esto. De por sí ya es extraño cuando estamos solos los dos, muchas veces no hablamos o cuando lo hacemos siempre me hace bromas o termina analizándome como si pudiera leer mis pensamientos y emociones, lo que se torna un poco molesto y termino evitando cualquier contacto con él, pero esto le hace gracia. Sin embargo de alguna forma u otra vuelvo a encontrarme en la misma situación con él, una y otra vez, porque por alguna razón, me gusta que consiga leerme, pero yo también quiero entenderlo a él y no lograr hacerlo es lo que realmente me frustra.

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