3: 𝐸𝑙 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑎𝑟𝑐𝑜́ 𝑢𝑛 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑜

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𑁍𝔸𝕫𝕦𝕞𝕚'𝕤 ℙ

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𑁍𝔸𝕫𝕦𝕞𝕚'𝕤 ℙ.𝕆.𝕍𑁍

Mi primera semana en Inarizaki había terminado ayer, al final no logré inscribirme al club de fotografía, ya que según su presidente, no estaban en busca de nuevos miembros.
Por otro lado sí conseguí entrar en el club de gimnasia, resulta que la presidenta de ese club es tambíen la presidenta de mi clase, se llama Aome, es bastante simpática, me dijo como funcionaban los clubs y que siempre que necesitara ayuda podía acudir a ella, también noté que es popular, cosa que no me sorprende ya que es bastante guapa. Me sugirió también que al ser parte del club de gimnasia podía unirme al equipo de animadoras, cosa que tengo que pensar, y pronto, pues, dijo que no podía tardar demasiado en unirme ya que las animadoras son una parte fundamental de los partidos de volleyball y los ensayos comenzaban lo más pronto posible para no cometer ninguna falla en pleno partido.

El resultado de toda esta semana soy yo ahora mismo, acostada en mi cama sin hacer nada, pensando en si debería unirme a las animadoras y también si debería aceptar ser la mánager del equipo de Kita.
Entre vueltas y vueltas que le daba en mi cabeza a ambas decisiones, finalmente decidí que sí aceptaría unirme a las animadoras, sería interesante probar ese otro lado de la gimnasia. Sin embargo, con respecto a lo segundo, de verdad no logro llegar a una respuesta, si no fuera por Suna no me encontraría en este dilema.

Me puse de pie y me dirigí a la oficina de mi madre, resulta que, incluso viviendo juntas ni siquiera logro verla seguido. Cuando está en casa pasa el 98% del tiempo en su oficina. No me puedo quejar, después de todo, su trabajo es lo que nos mantiene. Pero aún así, tenía la esperanza que sería distinto a como cuando solía vivir con mi padre.

Ya me encontraba frente a su puerta, quizás debería retroceder y no molestarla, pero... Lo pienso y, de verdad necesito el consejo de alguien que tenga una opinión neutral sobre el asunto, así que, me dí ánimos mentalmente y abrí lentamente la puerta. Pude verla tras su escritorio, estaba bastante concentrada en su computador, por ende me acerqué sin hacer mucho ruido.

—Mamá, necesito tu opinión sobre algo ¿Tienes tiempo?

—Cariño, me encantaría escuchar lo que sea que tengas que decirme, pero ahora mismo estoy demasiado ocupada, de hecho todo este fin de semana lo estaré, tengo que tener todo esto listo para el lunes ¿Crees que sea algo que pueda esperar? —me dijo mirándome menos de cinco segundos

—La verdad no es algo que podría ser importante para otros, pero sí lo es para mí.

—Cielo, si en verdad necesitas un consejo, deberías preguntarle a tus amigos —tenía ganas de decirle que mis amigos son justamente el tema, y que si le pido consejo a ella es por una razón.

—Sí, tienes razón, hablaré con mis amigos, de seguro lograré llegar a una buena solución —le sonreí tranquilamente, pues, no tengo el valor suficiente para decirle lo mucho que la necesitaba—. Bien, perdón por interrumpirte, me voy a mi habitación, si necesitas cualquier cosa me avisas —ella me sonrió y finalmente salí de allí, para volver a mi habitación.

Colors||Rintaro SunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora