Ella estaba tan llena de colores, quizás nadie más lo notaba, pero él podía verla claramente. Después de todo, ambos anhelaban conocer todos los colores del otro.
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𑁍𝔸𝕫𝕦𝕞𝕚'𝕤 ℙ.𝕆.𝕍𑁍
Nunca me había tenido que levantar tan temprano un sábado por la mañana, es realmente difícil. Creo que sería más fácil si no me hubiera acostado tan tarde.
Ayer cuando llegué a casa mi madre no estaba, así que tendría que esperarla para preguntarle sobre la fiesta. Pero las horas fueron pasando, hasta que fue de noche y era hora de la llamada diaria que hago con Akaashi. Pues, estas últimas semanas hemos comenzado a llamarnos todas las noches y nos ponemos a ver alguna película juntos, bueno, algo así, cada uno la pone al mismo tiempo en su computador mientras hablamos por teléfono, ayer no solo vimos una, sino dos, ya que mi madre seguía sin llegar, y él me dijo que me acompañaría para mantenerme despierta, pero de todos modos en algún momento me quedé dormida.
Me puse de pie y me dirigí a la habitación de mi madre, ahora es la última oportunidad que tengo de preguntarle. Para mí sorpresa, su habitación estaba vacía, y su cama estaba sin desarmar. Hay dos opciones posibles: mi madre no llegó a dormir, o se fue demasiado temprano. Para salir de la duda decidí llamarla.
—Azumi ¿Sucedió algo? —me pregunta apenas contesta.
—No lo sé, resulta que, me voy a dormir y mi madre no está, luego despierto y mi madre tampoco está ¿Es eso lo suficientemente importante para preocuparse? —dije con fastidio, de verdad necesitaba preguntarle, pero nunca está.
—¿No leíste la nota? —me preguntó.
—No ¿Qué nota?
—Supongo que el conserje no te la entregó, bueno te lo explico ahora que tengo un poco de tiempo, me enviaron en un viaje de trabajo de última hora, la persona que se encargaría de asistir para llevar a cabo este proyecto se enfermó y yo debo hacerme cargo. Estoy en Tokio, seguramente llegaré el domingo por la noche.
—No puedo creerlo —reí incrédula—. Una nota mamá, de verdad te pareció apropiado dejarme una nota diciéndome que estaré sola todo el fin de semana ¿No podías llamarme? Ah, espera, claro que no, de seguro no tenías tiempo, como siempre.
—Azumi yo...
—¿Tú qué? —suspiré e intenté calmar las lágrimas que estaba a punto de soltar—. ¿Sabes? Seguía creyendo que serías diferente a papá, pero resulta que haces lo mismo, él también se iba sin avisar por viajes de trabajo, a veces incluso duraban meses, y pensé... Esperaba, que al menos mi madre si se preocupara por su hija, porque quizás ella sí quería ser madre, pero resulta que ambos son iguales —podía sentir las lágrimas bajar por mis mejillas—. Honestamente, estoy en un punto en el que ya no sé qué esperar, dime mamá ¿Debería seguir creyendo que te importo o simplemente debería rendirme como lo hice con papá?
—No llores Azumi, de verdad lo siento, si dependiera de mí ni siquiera habría venido pero todo fue algo de última hora, y estabas en clase, por eso no te quise llamar —se detuvo por unos segundos—. Cielo, lo siento de verdad quisiera que aclaremos todo esto, pero tengo que irme, la reunión está a punto de empezar.
