[Duración del cap: 10/10, nótese el sarcasmo e-e ]
♡ Idea de Little_Dreams7814 uwu ♡
Un pequeño saloncito decorado con manteles largos.
Un blanco puro decoraba el lugar: en cortinas y entre otras decoraciones. De entre todo lo que resaltaba del salón, era un caminito de pétalos que terminaba en un gran arco que igualmente tenía flores y muchos listones.
Frente al arco, se encontraba un grisáceo de lentes, sosteniendo un gran libro abierto entre sus manos; al lado de él, se encontraba un azabache de ojos violáceos sin su respectiva gorra, pero con un elegante moño color negro por encima del cuello de su camisa.
Unos cuantos pasos más al frente estaban unos cuantos asientos, en los que ahí estaban dos rubias -las invitadas- quienes se mantenían alegres, aunque una de ellas fingía su llanto, pasando suavemente un pañuelo por encima de sus ojos por la situación tan emotiva.
Finalmente, de las puertas del saloncito se abrieron, entrando por la puerta el pequeño rubio, con una tiara que a su vez tenía un velo, entre sus manos sostenía un improvisado ramo hecho con florecitas de un jardín cercano. Caminaba con una tierna sonrisa, mirando atentamente al de ojos violáceos mientras se acercaba.
El menor de los gemelos no había entrado solo al saloncito, venía acompañado de otro azabache -el de ojos avellana- quien encaminaba al rubio hasta llegar al arco decorado donde finalmente "lo entregó" con aquel de ojos violáceos. Después de eso, el otro azabache se dirigió a los asientos, sentándose al lado de la rubia de coletas.
Cuando finalmente la parejita se miraban frente a frente, el de cabello grisáceo comenzó a recitar el procedimiento de las bodas -o al menos lo que recordaba- mientras poco a poco se acercaba la dichosa frase.
- Si alguien se opone a esta boda, que hable ahora o calle para siempre -Dijo el de cabello grisáceo.
A los segundos de haber dicho aquello, las puertas del saloncito se azotaron, siendo el responsable de abrirlas el bermejo.
- ¡¡Aléjate de mi hermano!! -Chilló indignado acercándose a la parejita para abalanzarse al azabache.
- ¡Ness! -Dijo el rubio preocupado.
El bermejo trataba de golpear al de ojos violáceos mientras que el azabache los intentaba evitar a su vez que trataba de quitárselo de encima. El menor de los gemelos se aproximaba para evitar que su hermano siguiera haciéndole daño a su amigo.
- Clausy, Clausy, solo es un juego -Dijo el otro azabache también ayudando a apartar al bermejo.
- ¡Corte! ¡Corte! -Gritó el de pelirrojo quien estaba al fondo al lado del rubio de lentes quien grababa todo- ¡¿Quién rayos dejó entrar a Claus?!