<Tú>
Potter estaba en su despacho, con todos nosotros ahí: Seamus, Draco, Zabini, Nott, Murray (un extraño rubio que no habla con absolutamente nadie), el señor Weasley (a quien llamamos a penas nos enteramos de ésto), Grysten (un chico con canas de ojos verdes muy entrometido en temas personales) y al recién llegado de los exámenes de aurors: Dennis Creevey, es exactamente igual a su hermano, Colin, quien era compañero mío de clases (y muy fanático de Potter), un sabor amargo pasó por mi boca al recordar el cuerpo sin vida de Colin en la batalla de Hogwarts hacía casi seis años atrás.
Al fin y al cabo, los mejores aurors, el practicante, el Ministro y el testigo estábamos mirándo al jefe de los aurors, quien caminaba frenéticamente por todos lados.
-Se escaparon después de la batalla y nunca los encontramos.-susurró para sí mismo.-¿Qué hacen ahora aquí?
-Es obvio, Potter.-dijo Seamus.-Quieren venir a hacer lo que Voldemort dejó a medias.
-¿Matar hijos de muggles?-preguntó Malfoy intrigado.-No lo creo-continuó cruzándose de brazos-Es decir, no creo que mi padre quiera matar hijos de muggles, ahora va directo a los muggles.
-¿Tú crees eso, Malfoy?-preguntó Harry frustrado.
-Sí, estoy seguro... si no, no creo que hayan echo aquél atentado en el Lancaster.-dijo encogiéndose de hombros.
-Tenemos que atraparlos cuanto antes.-dijo el señor Weasley.
-Dispersémonos por todos los lugares posibles.-dijo Potter sentándose en su silla.-Primero iremos por Londres, luego iremos a las afueras de Inglaterra si es necesario, pero supongo que van a empezar por Londres.
-¿A qué te refieres con dispersárnos?-preguntó Murray juntándo las yemas de sus dedos con una cara misteriosa.
-Hay que infiltrarnos en masas muggles.-dijo seguro el señor Weasley.
-Exacto, Arthur.-dijo Harry señalándolo.
-¿Cómo haremos eso? No podemos alojarnos en hoteles todos los días, eso sería demasiado sospechoso.-dijo Draco tocándo sus labios con aire pensativo.
-¿Podemos?-preguntó Blaise Zabini.-¿Tú también vendrás a capturarlos?-dijo incrédulo. Draco lo fulminó con la mirada.
-Mi padre era un bastardo y odio a todos los malditos mortífagos.-dijo enojado.-Quiero verlos a todos en Azkaban cuanto antes.
-Pues mientras más mejor.-dijo Harry sin inmutarse.
-¿Qué tenemos que hacer?-pregunté con la mandíbula apretada y el ceño fruncido.-Quiero empezar ya.
-Por eso te quiero tanto, ____________.-dijo Harry dándo un aplauso.-Mejor que todos tengan ese espíritu porque ésto durará meses seguramente.-dijo con el ceño fruncido.
-¿Cuál es el plan?-preguntó el señor Weasley.
-¿Qué te parece, Arthur, si nos infiltramos como empleados muggles? Algunos en hoteles, otros en edificios, donde sea que se acumulen masas.-dijo decidido. Arthur levantó las cejas, sorprendido.
-Me parece una idea estupenda. ¿Cómo haremos?
-Pues bien... supongo que si somos todos los que estamos aquí los que vamos a trabajar, deberíamos ir en grupos, ¿no?
-Yo no puedo, maldición.-se quejó el señor Weasley.
-Claro que no, Arthur, iremos solo nosotros y Malfoy.-se veía que estaba amenciendo por la ventana, pero esto ya estaba decidido: empezaríamos seguramente la operación mañana mismo.
-Perfecto.-dijo Arthur mirándo seriamente a los demás.-Que vayan de a dos, en grupos.
-Sí, estaba pensando en eso, pero Draco.-dijo mirándo al rubio.-Tú tendrás que cambiarte un poco.-dijo seguro.-Te reconocerían en cualquier lugar cualquier mortífago.-Malfoy asintió seguro.-Salgan, en un rato los llamaremos y les diremos dónde se infiltrarán con Arthur, no pueden decirse el uno al otro dónde trabajan al menos que sean del mismo equipo. ¿Entendido?
Todos dijimos "sí" y salimos del despacho de Potter precipitadamente. Nos sentamos en el piso de mármol negro, el pasillo del área de los aurors era muy similar al que llevaba al departamento de Misterios, con mosáicos y mármoles negros en las paredes y los pisos, era un poco friolento, pero a mí siempre me ha parecido muy elegante y perfecto.
-Lawler, creo que el café de mañana quedará pospuesto.-murmuró Seamus Finnigan después de un rato. Yo le sonreí.
-Lo lamento, Finnigan, cuando tengamos la oportunidad pago yo el café.
-Claro que no.-dijo en una risa.
-¿No les parecería extraño ver cómo un ex compañero tuyo de Hogwarts coquetea con tu ex novia?-dijo Draco con los ojos cerrados. Fruncí el ceño, estaba celoso y lo sé perfectamente.
-Draco, hace más de ocho años y medio que no te dirigo la palabra.-dije frívola.
-¿Y qué? Me sigue resultando extrañamente incómodo.-dí un bufido.-Supe que salías con Edward Mullan, ¿qué tal? ¿Siguen?-dí un suspiro largo y Seamus apretó la mandíbula, incómodo por el comentario de mi difunto novio.
-Murió.-dije secamente.
-¿Cómo?
-Lo mataron unos mortífagos hace unos meses atrás.-Draco me miró con cara de pena. "Odio darle pena a los demás."
-Lo siento mucho, ___________.
-No te preocupes, estoy bien.-dije cerrándo los ojos y apoyándo la cabeza contra los fríos y resbaladizos mosáicos negros.
Después de casi media hora, Potter sacó la cabeza de la puerta de su despacho y llamó.
-Murray.-Devon se levantó de un salto y corrió al despacho. Salió cinco minutos después con cara seria, más de la normal.
-Malfoy.-Draco se levantó y salió después de diez minutos.-Creevey.-Dennis, que ahora era muy alto y musculoso como para tener 20 años, se levantó como un trombón. Salió cinco minutos después.-Nott.-el (disculpen por decirlo así, pero nunca pude resistirme) muy sensual de pelo negro azabache entró con la espalda recta (demasiado, quizás) y salió dos minutos después.-Lawler.- "Por fin!" me levanté y entré al despacho muy conocido de Potter.
-Buenos días.-digo mirándo por la ventana, en la que ahora sale un sol resplandeciente.
-Bien, ___________, tú irás con Draco Malfoy.-dí un bufido de frustración.
-¿Por qué?-me quejé.
-Porque él podría ser una mentira.-dijo el señor Weasley seriamente.-Y tú, que eres la mejor auror calificada por Potter-me sonrojé levemente-irás con él para mantenerlo vigilado en cualquier momento.
-Perfecto. ¿A dónde voy?
-Premier Inn Wembley Park-dijo Harry mirándo un papel.-Es un hotel de tres estrellas, muy grande, muy muy grande.
-¿Dirección?-pregunté.
-151 Wembley Park Drive.-dijo Harry.-Trabajo a tiempo completo en las cocinas y entregas de comida.-asentí.
-Espera.-dije abriéndo los ojos como cuencas.-La Madriguera queda demasiado lejos de ahí y no puedo hacer un trabajo a tiempo completo y llegar a tiempo sin aparecerme.-pero Harry y Arthur sonreían a mi respuesta.
-Piensas en todo, Lawler.-dijo el señor Weasley.-Muy muy eficiente.
-Te lo dije, Arthur, es de las mejores, la única mujer auror.-suspiró satisfecho Harry.
-¿Y bien?-insistí.-Vivo actualmente muy lejos y por ahora no tengo dinero como para comprarme otro departamento, que por cierto, por esa zona son muy caros. ¿Por qué siguen sonriendo?-dije frustrada.
-Fred es la respuesta.-dijo Harry sonriente.
-¿Quién?-mi corazón dió un vuelco al escuchar ese nombre. ¿Por qué me estaba poniendo nerviosa por ese nombre?
-Fred Weasley, mi hijo.-dijo el señor Weasley.
-¿Qué tiene que ver Weasley con esto?-digo un poco desencajada.
-Fred vive en una enorme casa por la zona, exactamente a una manzana y media de ahí.-dijo Harry sonriente.
-¿Ustedes no pretenden que...-me callé al ver que las sonrisas se ensanchaban.-No, de ninguna manera voy a vivir con Fred, sin ofender, señor Weasley, pero su hijo se me hace irritante.-dije cruzándome de brazos.
-Mi hijo es muy inmaduro, pero servicial.-dijo Arthur Weasley dándome la razón.
-¿Servicial?-pregunté estupefacta.
-Fred se ha acostumbrado a vivir con demasiados hermanos y una pequeña niña, si quieres que ordene la casa, lo hará, si quieres que cocine, lo hará, si quieres que te cuente un cuento antes de dormir se inventará una historia instantáneamente.-dijo Arthur con una sonrisa orgullosa.-Mi hijo es responsable también, no creo que tengas problemas con él. Y estoy segurísimo de que estarás muy tranquila con él, pues no suele ser un muchacho molesto con quién convivir.-mi cara se tornó en preocupada, no sé si podría vivir con alguien que me parece irritante por un tiempo indefinido.
-Necesitaría preguntárselo a Weasley.-dije en tono seco. Harry sonrió.
-Lo llamaremos ahora mismo.-dijo el de lentes. Sacó su varita y transformó un patronus con forma de ciervo.-A Fred Weasley-le habló-"Fred, ¿podrías alojar a ____________ Lawler en tu casa por un tiempo indefinido? Cosas del trabajo."-el ciervo se esfumó.
Al poco rato, llegó correteando felizmente un enorme zorro, levantándo su cola con orgullo. La voz de Fred Weasley resonó en el despacho.
-Cuando quieran, no hay problema.- "Maldito Weasley, ¿no podías decir alguna excusa para no quedarme en tu casa?"
-Perfecto.-dijo Arthur con una sonrisa de suficiencia.-Cuando terminemos de darles la información a los que quedan te llevaremos a la casa de Fred.
-¿Puedo ir de compras antes? Necesito ropa.-dije con una sonrisa notablemente falsa.
-Claro, pero antes necesitamos ver a tu Patronus.-dijo el señor Weasley con un anotador en la mano.
-¿Por qué?-pregunté insegura.
-Porque podrían enviarnos un mensaje falso con tu voz y no ser tu patronus.-dijo Harry simplemente. Suspiré y alcé mi varita, recordé el momento en que Edward me pidió ser su novia.
-Expecto Patronus!-y un tigre plateado salió rugiéndo con fuerza de mi varita. Harry Potter se cayó de la silla por el rugido.
-Ya me lo veía venir.-mientras el señor Weasley miraba con detención cara raya de mi patronus y escribía, mi hermoso tigre se paseaba por mis piernas y parte del vientre, acariciándome con ternura, hasta se puso a ronronear.
-Perfecto...-dijo finalizando el señor Weasley.-Tu patronus es muy... acompasado a tu personalidad.
-Lo sé.-dije con una sonrisa. Y el tigre dió un último rugido para desaparecer.
Abrí la puerta y salí del despacho, tenía que ir ya a cualquier tipo de tienda muggle a comprarme ropa, zapatos, etc, no tenía absolutamente nada ya que mis pertenencias desaparecieron con mi casa. Pasé por al lado de los demás que seguían reclinados a la pared.
-¿Qué tal, Lawler?-se burló Malfoy por tener que estar juntos en un mismo equipo. Di un sonoro bufido y seguí caminando.
-Cállate, Malfoy.-dije mientras toqué el botón para llamar al ascensor.