Riot

Oleh Suicidal_voice

9.9K 1.2K 787

Claude se siente pleno con su vida, tiene un trabajo que disfruta y un lugar para llamar hogar, pero como sie... Lebih Banyak

RIOT
00: Puto Dorrance
01: Selección
02: Desafiar a un diablo
03: El inicio de todo
04: La envidia del mundo
05: Servicio a domicilio
06: Príncipes falsos
07: Plática familiar
08: Hora de la fiesta
09: Experiencias
10: Peligro
11: Cielos distantes
12: Mío
13: Desde la raíz
14: El rey de la mala suerte
15: Caballería al rescate
17: Hazte responsable
18: Punto de inicio
19: Sabor amargo
20: Quiebre
21: El silencio del perdedor
22: El sacrificio del Alfa
23: Daño y cura
Nota del autor
24: [EXTRA] Un epílogo sobre el pasado

16: Dile la verdad

287 39 16
Oleh Suicidal_voice

Dependencia.

Nunca, ni en mi perra vida, creí que sería capaz de hacer algo como eso. Y al parecer tampoco lo esperaban de mí, pues Roswell no dejaba de observarme como si hubiera visto la misma muerte en persona.

Ambos no éramos capaces de decir alguna palabra.

—Sé que esto es algo extraño de asimilar, pero no imposible. Se han reportado varios casos de dependencia por parte de Omegas a sus Alfas—empezó a explicar con tranquilidad el médico de género, pero su mirada se oscureció—. Dime, Señor Breslin, ¿Hay una posibilidad de que vuelva a estar con ese Alfa?

Miré fijamente a los ojos de Ros, ambos sabíamos que era imposible.

—No—negué, volviendo al médico.

Este se mostró titubeante, a la vez, algo molesto. Escribió en la carpeta unas cosas antes de volver a mí.

—Lamento decirle esto, pero ciertamente tenemos un problema.

Deseé morir en ese mismo instante. No podía creer que esto acabara de esta forma, menos cuando volví a alejar a Aage de mi lado.

—¿A qué se refiere? —preguntó Ros, preocupado—¿Qué pasará con él?

—Bueno... —arrastró sus palabras, como si lo que fuera a decir fuera difícil de comunicar—. Es complicado cuando un Omega genera dependencia a un Alfa, usualmente son a sus parejas y llegan a estabilizarse, pero en el caso de Jeremy...

Estaba solo, ese era el problema.

—Pero solo fueron cinco meses que estuve con él, ¿cómo? ¿Cómo es posible? —pregunté inquieto. Mis manos habían comenzado a temblar.

—Es imposible de determinar—respondió finalmente—. De la misma forma que uno se enamora, un Omega puede ir generando una obsesión con el Alfa que sea de su gusto y agrado, más cuando este ha estado en constante soledad.

—No he estado solo—reclamé—¿Qué hay de todos con los que compartí cama? Es imposible, yo...

—Claude.

Me detuve, me estaba moviendo exaltado hasta que la voz de Ros me llamó. Su rostro parecía afligido, sin saber qué hacer ante mi caso y ese fue la peor expresión que me pudieron haberme dado.

Mi corazón iba a explotar por la angustia, y, lo peor de todo, era que tenía que informarme de esto con el gemelo del que causó mi mal.

Roswell mordió su labio, para luego mirarme sin dudar.

—Claude, no es lo mismo compartir una cama que compartir con alguien que diste todo.

Quería llorar, ahora era ese momento que de verdad deseaba estar solo. Pero, al parecer, el médico de género aun no había acabado conmigo.

—Ya no podemos hacer nada contra eso, señor Breslin. Ahora mismo, lo mejor será determinar qué tan grave es su caso—habló, volviéndose a Ros, luego a mí.

—¿Y si lo es? —murmuré.

—Si sigue así, su Omega no será capaz de seguir soportando su soledad. No habrá ningún acto médico que pueda interferir, por lo que... —guardó silencio, tragando con dificultad—. Señor Breslin, si usted no consigue estar con ese Alfa o calmar a su Omega, lo más probable es que este termine matándolo.

El Doctor Lee notó mi quiebre, por lo que anunció que me dejaría por un momento con Ros para que pudiera asimilar mejor mi situación. Pronto volvería a preguntarme nuevas cosas y confirmar el diagnostico.

Pero yo, ya no daba para más.

Roswell se volvió a sentar a mi lado luego de dar vueltas por la habitación, llevando sus manos a su cabello, jalándolo suavemente. En cambio, me mantuve en silencio en mi lugar, sin ser capaz ni de alzar la vista.

No quería llorar, no debía romperme tan pronto, menos en frente de Ros. Pero la enorme sensación de miedo, desesperación y angustia me corroían a no más poder. Mi pecho dolía, todo mi cuerpo temblaba.

Y mi llanto, estaba atrapado en mi garganta.

Apreté mis puños.

—Deja de hacer eso.

Me detuve, mirando a Ros de reojo.

—¿Qué cosa? —pregunté.

—Deja de restringirte, Claude—habló serio—. Si tantas ganas tienes de romperte, hazlo, deja de castigarte ¿quieres? Tu cuerpo ya está demasiado mal como para que sigas tolerando tus sentimientos.

—No quiero—me negué, ocultándome entre mis brazos—. De verdad, no puedo...

—Sí, sí puedes—sentenció, brusco. Su voz sonaba dura y firme, causando que mi pecho temblara.

Me oculté aún más en mi bunker emocional.

No oí respuesta por su parte, solo un suave suspiro. No pasó mucho para que sintiera su peso a un lado de mi cama, acercándose.

Inquieto, alcé levemente mi vista.

—Ros...

Pero su calidez me envolvió. Ros no perdió tiempo y me estrechó contra su cuerpo, ocultándome en su pecho.

—Tal vez tenga algo parecido con Aage—empezó a decir con suavidad, sobre mi cabello—. No somos buenos con las palabras, pero espero que esto te sea suficiente.

Fue así como no pude seguir tolerándolo, dejé de ocultarme y lo abracé con fuerzas, de la misma forma que dejé salir mi llanto. Lloré como un bebé, dejé salir todos mis sentimientos en un simple acto como llorar en el pecho de alguien.

Esto querías, ¿no? Ser abrazado, notar que alguien iba a estar contigo en el momento que colapsarías.

Tal vez no sea exactamente el abrazo que quería, ni de la persona que buscaba, pero fue suficiente. Roswell me acogió como un niño, sin soltarme hasta que pude detenerme.

Avergonzado, limpié mi rostro con el dorso de mi mano y ropas. Roswell se alejó lo suficiente para mirarme fijamente y sonreír levemente.

—¿Es malo si me rio un poco? —preguntó, quitándome suavemente el cabello de la frente, despejando mi horrible e hinchado rostro.

Lo golpeé, fue suave, pero lo suficiente para que riera mientras me ocultaba.

—¿Estás mejor?

No lo miré, solo asentí.

—Sí...

—¿Ves? Te dije que estaba bien—sonrió cálido—. Todos odian llorar, pero es lo mejor para poder desahogar el alma.

Volví a limpiar mis ojos de las lágrimas. Tristemente, Ros tenía razón.

—Odio esto, Ros. No puedo creer que me esté pasando esto—empecé a decir con dificultad—. Generar dependencia, mierda... No pude caer tan bajo...

Noté que guardó silencio, de la misma forma que él tenía muchas ganas de preguntarme algo.

—Probablemente también me odies por preguntar esto, pero—soltó, formando una mueca—. Claude, ¿tú...?

Y lo sabía, sabía lo que iba a preguntarme sin dudar. Mi corazón se agitó, pero ya era hora de que se lo dijera a alguien.

Solo tenía que abrir mi boca a pesar de tener un enorme nudo.

—Estoy enamorado de Aage, Ros—admití con amargura, al borde del llanto nuevamente—. No importa lo que haga, no puedo dejar de hacerlo.

Y por fin lo había dicho.

Tal vez Roswell ya lo habría presentido, sería muy extraño que un Omega se volviera dependiente de alguien a quien no quisiera.

—¿Cuándo pasó, Claude? ¿Qué te hizo querer a alguien como él?

Ni yo mismo conocía la respuesta con exactitud.

—Es una pregunta complicada—respondí, causando que soltara una corta risilla.

—Me imagino, Aage es todo un caso.

Me moví, levemente dejé de estar en la posición de antes y miré a Ros.

—De cierta forma, esa es la respuesta—murmuré—. Aage es un tipo ahogado en su oficio y deber, era de esperar que me usara como un método de descanso y satisfacción.

—¿Pero?

—Pero... De alguna forma, no nos tratábamos como cliente-prostituto. Aage siempre escuchaba mis peticiones, aunque me molestara en el camino. Fue amable y sincero, tanto que admitió que, junto contigo, era de las únicas personas que le hacían reír y sentirse como una persona normal.

—Tienes razón—asintió, sonriendo—Después de verte, Aage estaba más tranquilo y relajado. Incluso a veces volvía a actuar conmigo como si fuéramos unos niños pillos.

Sonreí, no pude evitarlo ante sus palabras. Pero, rápidamente, decayó.

—Sí... de todas formas, Aage solo me ve como un amigo, ¿no? Tú mismo lo dijiste—empecé a decir, mirándolo fijamente—. Puede que nos llevemos bien de cierta forma, pero sé muy bien que Aage no estaría con un Omega solo porque este generó dependencia de él.

Y era muy lógico. Aage era un Dorrance y un Dorrance no podía encadenarse de por vida a una persona que no le sirviera. Yo solo era un Omega común y corriente, no estaba hecho para soportar una vida como la de él.

Éramos totalmente diferentes.

Y ahí estaba, mi Omega se hizo presente. Sentí como la angustia crecía en mi pecho, como un llanto buscaba a alguien que lo protegiera para siempre.

El caso era que, la persona que tanto quería, no podía hacerlo.

Busqué el calor de Ros en un intento para calmarme nuevamente, siendo recibido casi de inmediato. El aroma de Roswell era ligeramente diferente al de Aage, era algo más dulce. Estaba seguro de que las personas que no los conocieran no notarían diferencias, pero era evidente para mí.

Fue inconsciente, quizá mi Omega comenzaba a buscar a alguien con desespero y Roswell fue el más certero, pero comencé a buscar su calidez, moverme ligeramente mientras respiraba sus feromonas.

—¿Claude?

Entonces llegué a sentir su mentón por sobre mi cabeza, haciendo que alzara la vista hacia él, notando nuestra cercanía. Los ojos de Ros no tardaron en demostrar su asombro, pero se mantuvo quieto.

Mi Omega lo llamó, suplicó por su atención y no pude evitar sus deseos. Me sentía tan inconsciente de mis acciones por ese momento, que, aunque fuera incorrecto, tenía muchas ganas de hacerlo.

Me acerqué, lo hice, buscaba sus labios y contacto.

—Ros...

Pero justo antes de que pudiera lograrlo, su mano cubrió mi rostro y giró el suyo, cubriendo sus labios.

—¿Pero qué-? —empecé a decir, confundido.

Hasta que caí en cuenta de lo que estuve a punto de hacer. Sentí una vergüenza enorme comerme, hasta demostrarse en mis mejillas con calor. Ros seguía observando a otro lado con la mano en su rostro. Me liberé de su tacto.

—Mierda, yo...

No sabía qué rayos decir, por lo que fijé mi vista en los pies de la cama. Ros solo se mantuvo a mi lado, en silencio.

—No debí hacer eso—dijo al fin.

Me volteé hacia él, frunciendo mi ceño.

—¿Qué estás diciendo?

—No soy el reemplazo de Aage, Claude.

Me congelé ante su respuesta.

—Ros...

—Puede que sea su gemelo y todo, ¿sabes? Pero no soy él y tú estás enamorado de Aage, no de mí. Soy tu amigo, ¿bien? Quería ayudarte dándote un poco de apoyo, pero no debí dejarte acercarte de esa forma, menos oír tu llamado—habló, sin mirarme hasta después de soltar su diarrea verbal.

Pasó sus manos por su cabello.

—Estás tan sediento de atención, ¿verdad?

Era un completo idiota, porque era más que la pura verdad.

—Lo siento, Ros—me disculpé—. No quería hacer eso, en serio... Yo...

—Está bien—me interrumpió, levantándose de la cama para alejarse y caminar.

Me quedé en silencio mientras oía sus pisadas, hasta que se posicionó frente a mí, decidido.

—Dile a Aage, admite que lo amas.

Volví a congelarme ante sus palabras. Yo sabía que no tenía oportunidades ante ello, pero al parecer Ros veía una salida que yo no hacía.

—¿Qué? ¿Te estás dando cuenta de la locura que estás proponiendo, Ros? ¡Aage no me quiere, sería una tortura tener que hacerse cargo de mí! —exclamé, molesto.

Ros dio un simple paso, llevando sus manos al rostro.

—Escúchame, Claude. No tengo ni idea cómo se sentirá Aage respecto a ti, pero este es un problema entre tú y él y sería de mucha ayuda que pudieran hablarlo como los adultos que son.

Abrí mi boca, para luego cerrarla. Apreté mis dientes, cruzándome de brazos.

—No quiero.

Lo escuché refunfuñar.

—Claude, por favor. Solo dile, no puedes estar todo el tiempo arrastrándote en el piso por él, ten algo de orgullo, ¿Quieres? Simplemente dile que estás enamorado y hablen sobre eso. Si sigues así esto va a perjudicar a tu cuerpo, incluso puedes morir porque tu Omega se siente abandonado.

Odiaba que siempre tuviera la razón, como lo hacía.

—Aún no es seguro que pueda morir—me limité a decir, aún en negación. Ros rascó su frente, al parecer estaba colmando su paciencia.

—Claro, aún no tenemos el diagnóstico real, pero estoy cien por ciento seguro que es verdad. Y aunque no lo fuera, Claude, ya te desmayaste por ello, no puedes vivir así por toda tu vida. Por favor, habla con él—suplicó.

No quería admitirlo, pero también tenía muchas ganas de hacerlo. Y, de esa misma forma, tenía un enorme miedo culminando mi pecho y provocando un llanto en mi interior.

Mi Omega ya no podía seguir soportándolo.

Pero, cuando lo haga ¿Qué pasaría si Aage no responde como quisiera? Probablemente, y sin la ayuda de mi Omega, moriría en ese mismo instante.




Ah, ¿Quién lo diría? Premio doble xd

Disfruten <3 

Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

896 154 41
Máximo necesita el papel de una película porque es muy importante para su carrera y necesita a alguien como Bastian a su lado que es todo lo opuesto...
49K 4.7K 21
Harry Styles es un cazador aficionado, que persiguiendo un hermoso ciervo sufrirá el ataque de un enorme animal. Las consecuencias de ese tarde cambi...
176K 2.6K 6
Gabriel es un chico al cual le gusta actuar y es bueno en ello. Un día, su amiga Jane le habla sobre un casting que están haciendo para una película...
11.6K 1.8K 36
"- ¡No estoy loco, de verdad lo veo!" Eso era lo que siempre decía cuando iba a sus citas con el psicólogo, el cual fue una sugerencia de uno de sus...