07: Plática familiar

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Una nueva mañana había llegado, el cual me hizo agradecer de que fuera un día completamente libre de mi trabajo en Blane's.

La verdad es que me había quedado dormido luego de pensar en Aage y su posible infidelidad, llegando a la simple conclusión de que su vida me importaba una mierda y no tenía por qué poner mis narices en temas que no me convenían.

Me quedé en casa todo el día. Debía admitir que tenía un gran gusto culpable de quedarme aislado sin alguna clase de contacto cuando trabajaba por días seguidos y era por el simple hecho de que me aburría estar rodeado de gente constantemente. Disfrutaba de mi soledad, y no iba a negarlo. Pero después de un día completamente solo llegó el otro con trabajo en Blane's, el cual fue recibido con dos clientes esperando de mi atención.

—Aún tienes tiempo libre, te quedan treinta minutos antes de que llegue Dalai y dos horas para Wesley—me decía Tiana revisando mi itinerario.

Una mujer Alfa y un chico Beta, sería divertido.

—Diverso y divertido—comenté, girándome en mi lugar para dirigirme a la zona de descanso—. Nos vemos.

Pero era más divertido ver como Luke era sometido ante los pagos extras por vestuarios especiales durante el sexo.

—¿Ahora quién fue? —reí al ver al pelirrojo.

Luke colocó sus manos en su cadera.

—Un nuevo cliente—respondió, observándose con atención—. Cada día me sorprende las cosas que puedo hacer por dinero extra.

Volví a reírme cuando el chico empezó a moverse con cuidado y delicadeza. Aquella falda roja le quedaba como si hubiera sido hecha para él.

—En mi opinión, esa falda te queda divina—comenté.

—¿En serio? Y yo creyendo que me hacía ver más gordito—respondió alzando una parte de la falda.

Me reí ante su comentario.

—Deberías usarlos más seguidos, hasta yo te daría—seguí diciendo mientras el chico se quedó mirando el movimiento de su falda, hasta que escuchamos un chillido invadir nuestros tímpanos.

—¡Luke! —escuchamos de golpe, logrando que el chico saltara levemente en su lugar—¡Te ves maravilloso! ¡Me encantaaa!

Fijé mi vista hacia el dueño de aquella voz, encontrándome con una chica de cabellos azules y una bonita sonrisa que se acercaba a nosotros.

—¡Gen! ¿Cómo estás? ¿llegaste bien? —saludó Luke con emoción, girándose hacia mí—¡Claude! Te presento a Génesis, la nueva chica que trabajará con nosotros.

Génesis, que bonito y llamativo seudónimo, perfecto para la ocasión. Sonreí de forma simple a la peliazul.

—Un gusto conocerte, soy Claude—saludé tranquilo.

Olí su fragancia, ligero y suave. Lo más probable era que fuera otra Beta en la sección de Verónica, lo cual me era más agradable. Sus ojos me gustaban, eran de un tono ámbar cálido, brindándole un aspecto elegante y amistoso. A los clientes les iba a gustar, estaba seguro.

—El gusto es mío—respondió. Tono de voz ni chillón ni grave, uno agradable acústicamente.

—Claude normalmente está aquí tres veces a la semana—empezó a explicar el pelirrojo—. Si tienes algún problema o duda, no dudes en preguntarle. Él lleva años trabajando por aquí, puedes confiar cien por ciento.

La peliazul se giró hacia mí, emocionada.

—¿Cuántos años llevas aquí, Claude? —preguntó la chica con curiosidad.

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