Fué extraño para Seokjin, dormir con tantas personas en la habitación. Después de todo, llevaba tres meses encerrado en su casa desde lo que había sucedido con Ken. Tres largos y dolorosos meses en los que tuvo que firmar papel tras papel para de forma legal, alejarse de quién una vez fué su esposo.
Y durante todo ese tiempo, durmió solo. De una u otra forma, la falta del cuerpo de Ken al lado suyo, era un recordatorio cada noche de quién lo había dejado y traicionado.
Divorciado
La palabra de repente era como una marca en su frente. Ahora catalogado como divorciado, pues aún podía escuchar los murmullos de sus vecinos. "Se ha divorciado" "Él es Seokjin, es divorciado" "Es soltero, acaba de separarse"
Pero ahí, en aquella habitación rodeado de divorciados, podía sentirse mejor. Porque sabía que todos tenían aquellas memorias que apretaban sus corazones.
Lo veía en los ojos de Jungkook, dónde la tristeza e inseguridad se escondían detrás de las estrellas de sus orbes. Lo notaba en el carácter de Yoongi, molesto e inestable, cuándo en realidad parecía ser un hombre muy tranquilo. A Taehyung no lo conocía, pero estaba seguro de que su odio por los divorciados era en realidad hacia si mismo. Y Namjoon... Parecía que había perdido la confianza en si mismo, aún dubitativo mientras acariciaba el anillo de oro en su dedo anular.
Esa noche, todos durmieron bien por primera vez, quizás porque sintieron el calor de alguien más a su lado, alguien que los entendía... O alguien que les gustaba.
En la mañana, Jackson los dejó salir y cada uno se dirigió a su habitación. Taehyung y Jimin se fueron con el gatito, pues Jackson también lo sabía aparentemente y decidió que podía quedarse.
Sin embargo, cuando Taehyung y Jimin se alejaron, fué incómodo no saber si pasarían aquellos días al lado del grupo de Seokjin. Después de todo, se suponía que no se soportaban o quizás simplemente habían empezado con el pie izquierdo el inicio de su amistad.
Más tarde, Seokjin salió con una camisa enorme de color azul y unos pantalones anchos color beige. Tenía ganas de sentirse cómodo y relajado.
Propinó unos golpesitos en la puerta de Jungkook y frunció el ceño cuándo el hombre no respondió. Golpeó de nuevo con más insistencia y se asustó al no escucharlo. —¿Jungkook? ¿Estás ahí?
—¿Qué pasa?— Preguntó Namjoon cuándo salió de su habitación, aparentemente había escuchado su voz.
—Jungkook no me responde.
—Seokjin golpeó con más insistencia y pronto apareció Yoongi.
—¿Chicos?— Yoongi se acercó y frunció el ceño preocupado.
—¿Pasa algo malo?
—Jungkook no responde, iré por Jackson.— Seokjin salió corriendo y bajó la escaleras, casi tropezandose en algunos escalones. Al llegar al primer piso, lo vió saludando a los divorciados que entraban al salón, después de todo era hora de la segunda sesión.
—¡Jackson!— Seokjin jadeó al llegar y apretó su mano en el hombro del mencionado, quién frunció el ceño al verlo agitado.
—Seokjin ¿Qué pasa?
—Buenos días.—Saludó Jimin con Taehyung a su lado y miró algo dubitativo a Seokjin.
—Mmm hola Jin.
Seokjin apenas hizo un asentimiento y miró a Jackson nuevamente. —Es Jungkook, no abre la puerta.
Jackson se apresuro a subir las escaleras y juntos se fueron a la habitación. Seokjin miró sobre su hombro y se sorprendió al ver que Jimin y Taehyung con algo de incomodidad, decidieron venir también.
Al llegar a la habitación, Namjoon y Yoongi seguían golpeando preocupados. Seokjin tembló, sintiéndose ansioso, miles de escenarios nada alentadores se exhibían en su mente como una galería de arte.
Jackson pasó la tarjetita y entró, aunque prácticamente fué empujado por todos al entrar ansiosos y asustados.
Pero... No había nada atemorizante, ni sangre, ni alguna escena que los haría vomitar, ni siquiera Jungkook estaba desmayado en el suelo.
Él simplemente estaba en la cama con sus manos apretando las sábanas y sus ojos repletos de lágrimas. Seokjin se acercó de inmediato, se sentó y deslizó sus dedos por los cabellos negros y desordenados de Jungkook, en especial por aquella zona rapada en su costado.
—¿Kookie?
—No quiero ir a la sesión de hoy.
—Susurró.
—¿Porqué? —Fué entonces que Seokjin vió el teléfono de Jungkook en su mano. Analizó unos segundos y lo observó.
—¿Él te llamó?
Jungkook asintió en silencio.
—No me dejó hablar, solo me preguntó dónde estaban las camisas que había dejado en mi apartamento.
Seokjin suspiró. —¿Porqué no le dijiste que no querías hablar con él?
Jungkook ocultó su rostro en la almohada nuevamente. —No pude.
Jackson suspiró y se acercó, pasando su mano por la espalda de Jungkook en un gesto de ánimo. —Es por eso que debes asistir a la sesión de hoy, vamos a ir a unos prados cercanos de mi propiedad y ahí, podrás decir todo lo que quieras.
Jungkook frunció el ceño al igual que los demás, preguntándose que quería decir Jackson con aquello.
—Está bien. —Jungkook se sentó algo avergonzado y entonces vió a todos los presentes en su habitación. Frunció el ceño al ver a Jimin y Taehyung, sin embargo los dos hombres sonrieron de lado algo incómodos y enseñaron sus pulgares, en un gesto de ánimo.
Jungkook asintió y Yoongi desordeno su cabello con cariño.
—Vamos, tatuador, se nos hará tarde.
Después de media hora, todos estaban saliendo del hotel y caminaban en una fila de dos, mientras Jackson con una sombrilla por el feroz sol los lideraba
Seokjin notó que Namjoon parecía algo callado, más de lo usual. Silenciosamente colocó su mano sobre la suya y le propinó un apretón reconfortante.
—¿Algo te preocupa?
Namjoon observó unos segundos la mano de Seokjin y dubitativo, colocó la mano libre sobre la suya. —Pensaba en lo que dijo Jackson, sobre decirlo todo.
—Bueno...—Seokjin acarició su mano. —Vinimos para dar un paso adelante, superar esto. Sería muy tonto de nuestra parte no intentarlo ¿No te parece?
Namjoon sonrió y asintió. —Si tú te quedas conmigo allá, quizás pueda hacerlo.
—¿Esa es tú forma de decir que me quieres cerca?—Coqueteó Seokjin, intentando animar al atractivo moreno.
—Posiblemente.—Namjoon sonrió, viéndose encantador con aquella camisa apretada color blanco y un pantalón beige de diversos bolsillos, mientras una gorra aplastaba sus cabellos, protegiéndolo del sol castigador de las primeras horas del día.
—¿A qué se refería Jackson con decirlo todo?— Preguntó Yoongi, un lápiz en el arco de su oreja y una libreta en su mano derecha.
—Tal vez quiere que cuentes que anoche déjaste una bomba en el retrete de Seokjin. —Se burló Jungkook.
—¡¿Qué?!— Seokjin frunció el ceño. —¡Pero no olía mal mi baño!
—Porque Yoongi uso todo el spray de menta y flores. —Acusó Jimin, metiéndose en la conversación.
—Eso no es cierto.—Gruñó el acusado. —Cuando entre ya estaba esa mierda ahí.
—Son tan desagradables.
Los seis se giraron y vieron al chico exhibicionista, aquel que tenía una gargantilla negra en su cuello de cisne con una camisa blanca y desordenados cabellos chocolate.
—Hoseok.—Saludó Jungkook, recibiendo un empujón de Taehyung.
—Sucio.—Le acusó.
—Bueno, entonces deberías contarle a Jackson que anoche le enseñaste el miembro a seis desconocidos. —Acusó Yoongi, molesto por lo que había dicho Hoseok.
—¡Las cosas no fueron así!— Hoseok estaba completamente sonrojado y miró de soslayo a Jackson, quién hablaba con algunos divorciados ajeno a la situación.
—Ohh ya veo que está pasando aquí. —Se burló Seokjin y le propinó un codazo. —¿Te gusta?
—¿Quién?— Hoseok miró al atractivo líder —¿Jackson? ¿A mí? ¿Qué? Nooooo —Hoseok río nervioso. —No digas estupideces.
—Basicamente si te gusta.
—Resumió Seokjin y miró a Namjoon. —¿Verdad?
El moreno enrojeció —B-Bueno el dijo que...
Seokjin suspiró, esperaba que la sesión de Jackson ayudará a Namjoon con aquella inseguridad que le había generado el divorcio.
Más tarde, llegaron a un hermoso campo de flores de todos los colores. Algunas zonas tenían un hermoso morado, otras un atractivo ceruleo y más al fondo, pequeños puntos amarillos de una serie de florecitas pequeñas.
—Muy bien. —Jackson se giró y todos se apiñaron para escucharlo. —En está segunda sesión vamos a sacar todos esos pensamientos malos. No podemos seguir nuestro camino si los recuerdos y las palabras no dichas, nos agobian y llenan de rencor.
Yoongi apartó la mirada, observando sus zapatos. Jimin ladeo la cabeza, curioso. Silenciosamente se agachó, recogió el lápiz que se había caído de la oreja del escritor por el brusco movimiento y aprovechó para acariciar su mano, cuándo lo posó sobre su palma.
—Cada uno de ustedes va escoger una zona, el color que prefieran y entonces van a gritar con todas sus fuerzas todo lo que quieren decir. Imaginen que sus ex parejas están ahí, en medio de las flores y díganle todo lo que no se atreven a decirle. — Jackson los observó a todos y al mirar a Hoseok, extendió su mano. —Tú vendrás conmigo.
Los seis miraron a Hoseok con burla, Jungkook empujando su lengua contra su mejilla en simulación de un oral. Hoseok los observó molesto y se acercó, colocando su mano sobre la de Jackson, recibiendo en consecuencia los gritos y vitores de los chicos.
—¡Cállense!— Hoseok apretó los labios y avanzó con las orejas rojas, jalando a Jackson quién confundido lo siguió.
—Bueno...—Namjoon miró aquellas flores ceruleas y buscó la mirada de Seokjin, preguntándole silenciosamente si estaba de acuerdo en acompañarlo y si aquel color también le funcionaría.
—Está bien.— Seokjin miró a sus amigos. —¿A dónde irán?
—Morado.— Dijeron Jungkook y Taehyung al mismo tiempo. De inmediato se miraron algo ceñudos.
Sin embargo, Taehyung no quería que las cosas continuarán de esa manera. Rodó los ojos y estiró su mano, flexionando sus dedos menos el meñique.
Jungkook rascó su nuca incómodo pero aún así, estiró su mano y enlazó su dedo meñique con el de Taehyung. Ambos caminando juntos hacía las flores.
—Parece que iré con Yoongi.
—Jimin sonrió brillantemente, emocionado. Sus largos aretes tintineando contra sus mejillas mientras Yoongi apretaba en silencio el lápiz que le había dado. —Mmm— Jimin miró a su alrededor. —¿Qué color deseas Yoongi? ¿Blanco? ¿Azul?
Él mencionado observó casi con rencor las flores rosadas en la lejania y como en un pequeño trance, murmuró. —Él amaba el rosado, incluso permiti que pintara la maldita casa de ese color.
Seokjin apretó los labios y con un gesto, instó a Jimin para que lo acompañará, aunque el menor de repente se sentía bastante incómodo pues su cabello era de un rosado pastel que aparentemente, Yoongi detestaba.
Después de que cada uno se alejara, Namjoon y Seokjin se adentraron en las flores de tallo alto y pequeños pétalos ceruleos, como un inmenso mar a sus pies.
Se alejaron de las otras parejas y amigos, deseando estar solos para no sentirse incómodos, incluso escuchaban a lo lejos los gritos de los divorciados y ambos sonrieron cuando escucharon a Yoongi gritar ¡Te cortaré el pene hijo de puta!
Finalmente, cuando solo escuchaban el aleteo de algunos pájaros, se detuvieron.
Namjoon parecía bastante indeciso y Seokjin no quería derrumbarse entre lágrimas, porque Ken lo hacía reaccionar como un llorón.
—Mmm. ¿Qué te parece si yo grito algo y luego tú?— Propuso Seokjin y Namjoon asintió, decidido, sus dedos apretando el anillo en su dedo anular.
—Okey...—Seokjin decidió empezar por su gorro. —Él decía que mi gorro era ridículo y que no debía usarlo.
Namjoon besó su mejilla.
—Yo creo que tú sombrero es maravilloso.
Seokjin río y luego cerró sus ojos, buscó en sus recuerdos y de repente, se encontró en una cafetería, aquella dónde esperaba ansioso a Ken pero él no llegaba. Un pastel repleto de chocolate lo acompañaba, pues celebrarían su aniversario.
Esperó y esperó y mientras recordaba, apretó la mano de Namjoon con fuerza, sus labios temblando al recordar la llegada de Ken, quién con una sonrisa burlona le dijo que había estado ocupado.
—¿Porqué estás tan despeinado?
—Le había preguntado y él, rápidamente había dicho que se le había hecho tarde en el gimnasio.
—Eso fué una mentira. —Habló Seokjin en voz alta, llamando la atención de Namjoon. —Habias estado revolcándote con ese imbécil el día de nuestro aniversario.
Sus labios temblaron y se sintió expuesto, esperando el turno de Namjoon, quién le apretó la mano buscando apoyo. —Cuando te propuse matrimonio, fué en el bosque. —Comenzó y Seokjin inhaló, sorprendido.
—Habia un pájaro muy bonito, sus alas eran ceruleas. Dijiste que era precioso y cuándo extendiste la mano para darle de comer, la atrapé y te coloque un anillo.
—Seokjin parpadeó, entendiendo porque Namjoon había escogido aquel color.
—Dijiste que fué especial porqué aquel pájaro estaba ahí, pero después el día de Navidad, te di un cuadro con una foto suya y no sonreiste. Parecias decepcionado del regalo y me preguntaste si venía con alguna joya. —La voz de Namjoon tembló. —Una puta joya era más importante para tí, que el recordatorio del día que decidí elegirte como mi todo.
Seokjin parpadeó unos segundos, sorprendido y luego decidió continuar pues Namjoon se había quedado en silencio—Aún conservo tú chaqueta, aquella que colocaste sobre mis hombros para que no me resfriara. Aveces la abrazaba y pensaba que eras tú, incluso la usé.
Namjoon abrió los ojos y lo miró. Seokjin enfocó su mirada en las bonitas flores.—Odié que fueras feliz mientras yo me derrumbaba, pero fuí en ese instante incapaz de alejarme de todo.
Namjoon lo abrazó, su mejilla frotandose contra la suya en un gesto de ánimo. —¿Quizás deberíamos decir algo llenos de furia?
—Sí o terminaré llorando.
—Susurró Seokjin. —Y estoy seguro que aquel pájaro era hermoso, Namjoon.
El moreno jadeó y lo apretó con fuerza. —Yo...te compraré una chaqueta nueva, una que te haga olvidar la suya.
Seokjin río. —Tengo aún cosas que decir.—Se alejó suavemente y miró el extenso campo ceruleo. —¡Eres un maldito hijo de puta! ¡Te odio! ¡Agradezco que ya no estés en mi vida!
Una enorme sonrisa pintó sus labios. —Ahora tú, vamos.
Namjoon apretó los labios y sus orbes se tiñeron de furia, aún así parecía que no podía decirlo.
—¡Vamos!— Ánimo Seokjin.
—Dile lo que sientes.
—Odio que me convirtieras en esto. —Confesó y apretó sus manos. —¡Odio que te dejara hacerlo! ¡Odio que no pueda tirar este maldito anillo! ¡Odio aferrarme tanto aún cuándo me hiciste daño!
Y con una pizca de euforia viajando por sus venas, Namjoon se giró , apretó las mejillas de Seokjin y lo besó. El castaño jadeó y deslizó sus dedos por el cabello del moreno, desordenando su impecable peinado, jalando los mechones mientras Namjoon dejaba de ser aquel tímido Dios griego y empujaba su lengua contra la suya, acciones de quién fué alguna vez, decidido y apasionado.
—Mmm—Seokjin se alejó algo atontado. —Creo que deberíamos hacer está sesión más a menudo.
Namjoon exhaló y relamio sus labios. —Sí, definitivamente.
Ambos rieron y luego vieron llegar a los demás, incluso Hoseok se acercaba pero sin Jackson, quién se había ido por las otras parejas. —¿Ya terminó la sesión? —Preguntó Seokjin.
—No, pero nosotros ya acabamos. —Jungkook miró de soslayo a Taehyung y le dió un apretón reconfortante.
—Yoongi es un bruto. —Jimin acariciaba su cabeza con una mueca. —¡Jaló mi cabello!
—Me dijiste que te usará.
—Se defendió.
—Quería que me besaras, estúpido, no que jalaras mi cabello solo por ser rosa. —Jimin lo empujó molesto pero entonces, no esperaba que al estar todos en una colina, Yoongi perdiera el equilibrio y cayera rodando.
—¡Waaaahhhhh!
—¡Yoongi!— Gritó Jimin y junto a Jungkook bajaron corriendo detrás del cuerpo que giraba y giraba. —¡¡Yoongi!!
—¡Jimin!— Taehyung levantó el brazo queriendo detenerlo pero sin querer le dió un leve empujón a Namjoon, haciéndolo caer hacia delante.
El moreno abrazo las piernas de Hoseok por reflejo y bajó sus pantalones, dejando al hombre semidesnudo y gritando agudamente.
Namjoon soltó los pantalones abruptamente y a diferencia de Yoongi, rodaba con fuerza por la colina, como un pum pum cada vez que caía.
—¡Agarrenlo!— Hoseok corrió detrás, maldiciendo y apretando la cinturilla de sus pantalones algo rasgada por la fuerza de Namjoon, jalandola hacía arriba lo más que pudo mientras corría ridículamente de lado a lado.
—¡Nooooooo!— Seokjin corrió detrás de todos con Taehyung
—¡Idiota empujaste a mi dios griego!
—¡No lo hice con intensión!
—¡Namjoon, espera!— Seokjin intento detenerlo pero el cuerpo de Namjoon siguió avanzando.
—¡Deja de girar!
—¡Cómooooo -rodar- siiii -rodar- pudieraaaaa!
Taehyung se dobló un pie y empezó a correr cojeando, haciendo que Seokjin empezará a reírse descontrolado. Al final llegaron a la zona plana dónde Yoongi parecía desmayado y Namjoon aterrizó boca abajo.
—¡Yoongi!— Jimin lo sentó y lo observó preocupado. —Lo siento mu...
Yoongi vomitó
Jungkook se rió histéricamente mientras Seokjin giraba a Namjoon, dándole un abrazo medio riendo al tiempo que lo observaba preocupado.
—¿Están bien?— Taehyung se acercó cojeando, apenas apareciendo.
Namjoon metió la mano en el lago y le lanzó una manotada de agua a Taehyung, molestó. Tae resopló mientras un pequeño hilo descendía de su cabello.
Todos se observaron en silencio unos segundos y entonces Hoseok se giró, usando de cinturón un girasol. —¿Cómo me veo?
Sus pantalones cayeron de nuevo
—¡Ahhhhh!.
Todos empezaron a reír, incluso Yoongi que estaba más pálido que de costumbre. Rieron hasta que sus estómagos dolían, incluso una que otra lágrima se les había caído.
Olvidaron que eran un grupo de divorciados y se sintieron libres, ignorando aquellas sortijas que apretaban sus dedos como un recuerdo de oro, que ahora no era más brillante que él de todos juntos riendo al final de una colina.
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Nuevo capítulo. Espero les haya gustado, lo hice con mucho amor.
Besitos.
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