¿Presa o Cazador?

By MariajosCossioCortez

24.5K 2.3K 532

Para Horacio y Gustabo, las historias tan tétricas que escucharon sobre la ciudad de "Los Santos" solo consig... More

The last memories. (1)
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
The last memories (2)
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
26 ( Final 1)
27 (Final 2/3)
28 (Final 3/3)
¿CAZADOR?
COMUNICADO

25

559 60 17
By MariajosCossioCortez

Horacio, Gustabo y  el resto de mecánicos viajaban en las grúas en dirección al cementerio. Se habían organizado para hacer un pequeño funeral en honor a Juanjo, el joven neófito; pero la mafia también asistía con otros fines, sabiendo que toda la malla estaría acompañando a sus oficiales caídos. Yun y Armando habían sido claros con sus intenciones, las ansias que tenían de ver directamente el dolor en aquel hombre que afirmaba ser el dios de la ciudad eran demasiadas. Además de ello, aunque aceptaran a ambos humanos, la duda se mantenía presente, por lo que aprovecharían cualquier oportunidad para ver como interactuaban entre ellos. 

El menor de los hermanos observaba por la ventana la ciudad, recordando como fue que llegaron el primer día y lo mucho que habían cambiado hasta ahora. Su situación económica era bastante estable, estaban planeando cambiar de casa pues con el suelo del taller y como informantes, ya podían costearse un departamento con bonitas vistas como tanto deseaba. En su momento consideraron la opción de separarse y vivir cada uno por su lado, pero aquella idea fue desterrada al instante. Ya estaban mayores, cada uno con sus rollos sentimentales complicados, pero todo era mencionar la palabra "separar" y, como si de niños se tratara, buscaban una pobre excusa para no hacerlo. 

Gustabo no había querido hablar mucho sobre lo sucedido con Pogo, pero gracias a Conway supo que estaba medicándose nuevamente. Eso aliviaba no solo a Horacio, sino al superintendente y su comisario, pues aquel trío se la vivía con la preocupación de que este desapareciera cuando le dejaban solo. El rubio no había querido decir nada al respecto porque no le incomodaba, pero ahora sí se podría decir que donde estuviera Gustabo, encontrarías a Horacio. El pelirosa se negaba a dejarle solo, además de ello, la compañía de su hermano le permitía despejarse y no pensar de más en el ruso. 

- ¿Todo bien, chiquito? -Cuestionó Emilio, no pasando desapercibido para este lo distraído y algo bajoneado que se encontraba el humano.- ¿A quién mato? 

- No bromees con eso que bien podrías hacerlo. -Respondió el menor, riendo. 

El mexicano optó por conducir cuando notó lo distraído que estaba ese día el más alto, pero sin querer ser un entrometido, solo intentó animarle encendiendo la radio en espera de que su Horacio alegre y cantarín regresara, pero no había funcionado. 

- Por ti lo que sea, Horacio. 

El aludido observó al mecánico unos segundos, sonriendo con ternura. No lo merecía, las razones por las que aún seguía en algo con él eran despreciables, pero él tenía un trabajo que hacer, ellos eran criminales que debían pagar. Desgraciadamente, desde hace mucho dejó de creer esas palabras y las notaba vacías; definitivamente tendría que hablar pronto con el superintendente e intentar llegar a un acuerdo. 

- Estoy bien, perla. Es solo que extraño a Juanjo. -Mintió. 

Ante la mención de su compañero, fue ahora el de coleta quien terminó silencioso y entristecido. Dejaron la conversación hasta estar en el cementerio, notando como la entrada estaba petada de patrullas. Horacio intentó no mirar a su alrededor más de lo necesario, lo que menos necesitaba era chocarse con el ruso y que sus estúpidas hormonas lo delataran. Nada más ubicar a Gustabo en el lugar, se dirigió hasta él y todos juntos ingresaron al lugar. 

El rubio observaba meticulosamente el lugar, sentía a su hermano tenso a su lado y lo entendía, compartían la misma preocupación en ese momento. Sería realmente una putada haber llegado tan lejos y cagarla solo por sus estúpidos sentimientos; sin embargo, para su suerte, el camino hasta la lápida no tuvo ningún inconveniente. 

El ánimo de todos los mecánicos decayó ante la imagen de aquellas lápidas, las cuales eran simples y sin ninguna inscripción además de los nombres. Una para el jefe que perdieron, Facundo, y la otra para el menor, Juanjo. Los mayores se culpaban a sí mismos, dado a lo que se dedicaban la idea de morir no los asustaba y era algo que los perseguía continuamente; sin embargo, el que su compañero desapareciera de aquella forma, sin dejar rastro, era algo que aún no podían entender y solo los hacía sentirse más culpable. 

Armando no tardó en tomar la palabra y expresar su sentir ante las pérdidas que habían sufrido; sin embargo, los hermanos no estaban atendiendo en lo más mínimo. A unos metros de ellos empezaba el homenaje para los oficiales, se podía observar como todos tomaban sus lugares. Horacio no pudo evitar sentirse mal al recordar que, por su culpa, un humano había muerto. 

Emilio notó como el humor de su pareja decaía y no tardó en abrazarle, sin dejar de prestar atención a las palabras de su jefe. El pobre no podría estar más equivocado sobre las razones que habían puesto peor al menor, pero este agradecía mucho aquel contacto, realmente lo necesitaba. 

Por su parte, Gustabo se tensó al observar cierta pareja, cagándose en sus muertos por la mala suerte que a veces se cargaba. En su campo de visión había aparecido el niño enfermo con, nada más y nada menos, que su prometida. La despampanante rusa portaba un enterizo color negro que resaltaba sus curvas sin perder la elegancia que caracterizaba a la fémina. 

La vampira, al sentirse observada, rápidamente notó al rubio, más aquella sonrisa siniestra apareció al percatarse que a su lado se encontraba Horacio. Gustabo la observó desafiante, moviéndose un tanto hasta cubrir la visión de esta sobre el menor, lo que menos quería era ver a su hermano herido por culpa de esa bruja, si ella se atrevía a ponerle una mano encima, no dudaría en dejara Pogo libre y que empiecen los putos Juegos de Hambre. 

Horacio notó el movimiento de su hermano y lo observó extrañado, siguió su mirada y deseó tanto no hacerlo. El comisario rodeaba la cintura de la rubia, esbozando una pequeña sonrisa ante las palabras ajenas y como esta rodeaba su cuello antes de que el más alto redujera la distancia entre ambos y le besara. 

Horacio dejó escapar un jadeo, apartando la mirada en un intento de ocultar sus lágrimas, esforzándose por ignorar la dolorosa presión en su pecho. Sintió su mano ser tomada y supo que Gustabo había notado su cambio; sin embargo, no era el único. Para ninguno de los vampiros pasó desapercibido el cambio de humor del humano, como en segundos se vino abajo y no pudieron evitar preocuparse por él. 

Gustabo agradecía que no se dieran cuenta que el culpable del estado de Horacio no era otro que el puto niño enfermo, ya después tendría una conversación con ese capullo, lo primordial era sacar ya mismo de ahí a su hermano. 

- Pero bueno, ¿reunión de mariconettis? 

Jack Conway supo en todo momento que Gustabo estaba ahí, desde que puso un pie en el cementerio intento mantenerse lejos del foco para no dejarse llevar por sus impulsos y terminar alejando al humano del peligro. Pero sí que notó cuando Volkov, otra vez, la cagó con Horacio. La distancia que mantenían era considerable, por lo que su comisario no se percató de que era observado por el menor de los hermanos, pero sí que lo hizo Aleksia. 

Sabía bien que la vampira había aprovechado el momento para obligar a Volkov que la besara, pues el ruso no se arriesgaría a una escenita en un evento de tal magnitud. El superintendente sintió pena al ver como Horacio lloraba ante tal escena, pero supo que si no los ayudaba, pronto se verían en la necesidad de responder preguntas que no deseaban. 

- Esto es una ceremonia privada, Conway. -Gruñó Armando, quedando frente al oficial. 

Por su parte, Gustabo se mantuvo impasible, evitando darle mayor importancia al recién llegado, buscando excusas para retirarse de ahí lo más pronto posible. Mordió ligeramente su labio y observó a su alrededor, chocando su mirada con la del comisario cabeza pequeña, notando el pánico en su mirada al verlos ahí. Ganas no le faltaron para acercarse a él y decirle un par de cosas, es más, Pogo bailaba ansioso en su interior cuando Gustabo llegó a considerar darle el control y que se cargara a todo el mundo, pero se obligó a calmarse. 

- El cementerio está cerrado hoy, gilipollas. Así que se me van largando ahora mismo, antes de que los empapele. 

- Pero vamos a ver, este es un lugar público. -Se defendió Grúas, ansioso de utilizar su don en el prepotente vampiro que le devolvía la mirada divertido. 

- Tienes 5 minutos para irte cagando leches, Armandito. 

Sin más, observaron al superintendente dejarlos ahí,  con la palabra en la boca y el rencor creciendo a cada paso. Gustabo luego le agradecería por haber aparecido en el momento justo, aún sabiendo lo peligroso que era todo; sin embargo, eso contentó al más bajo pues mostraba lo mucho que su hermano significaba para él. 

- Hijo de la gran puta. -Gruñó Gustabo, tirando suavemente de su hermano, pasando un brazo sobre sus hombros. -Regresemos, esta gente está muy alterada y seguro nos encierran solo para sentirse mejor. 

- ¿Está bien Horacio? -Cuestionó Manolo, notando como el de cresta no había dejado de llorar en ningún momento. 

- Recuerdos. -Se limitó a responder el rubio, suspirando con pesadez.- Los cementerios siempre logran ponerlo así. 

- Pero macho, que nos lo hubiera dicho. -Comentó un incómodo Armando, rascando su nuca. 

- Lo hicimos por Juanjo. -Murmuró Horacio, intentando mantener el papel aunque lo que más deseaba era largarse a llorar por el resto del día.- Pero si no fuera mucha molestia, me gustaría regresar a casa, no me encuentro bien. 

- Tú y Gustabo pueden descansal pol hoy. -Aceptó Yun, dejando pequeñas palmaditas en el hombro del cabizbajo humano.

El rubio les sonrió agradecido y no tardó en seguirlos fuera del lugar, intentando calmar a Emilio que, nuevamente, se negaba a dejar solo a su pareja. Entendía que era su hermano, pero él era su pareja y quería brindarle el apoyo que necesitara, pero una vez más fue rechazado por Horacio, afirmando que por el momento, solo quería estar solo. 

-----------------------------------------

Volkov observó con pesar a los mecánico abandonar el lugar, con solo notar el estado de Horacio supo que los había visto. Se maldijo por su descuido y, aunque se sintiera culpable, ardió de celos al ver como el mexicano se aferraba al menor y limpiaba todo rastro de lágrimas de sus ojos, para luego abrazarle. Lo merecía, merecía sentir esa pena por verlos juntos, porque nuevamente había lastimado al pelirosa gracias a Aleksia, él no se merecía a alguien como Horacio. 

Como si fuera poco, la culpa que le carcomía creció al no prestar atención alguna al funeral que se desarrollaba en esos momentos, solo quería buscar  a Horacio y explicarle. ¿Pero qué explicaría? Aleksia era su prometida, era desdichado pero, por el momento, no podía cambiar aquella situación. Aquel compromiso había sido contra su voluntad y aún no encontraba el valor para romperlo, pues las consecuencias de aquel acto podrían ser devastadoras para su familia; sin embargo, por Horacio sería capaz de tomar el riesgo. 

Si Aleksia intentaba hacerle daño, no lo pensaría dos veces y acabaría con esa perra, si es que solo se atrevía a mirar mal en su dirección, acabaría con ella. Incluso lo había conversado con su jefe, pero Conway le había recomendado pensar bien las cosas y esperar el momento correcto para hacerlo; claramente este no lo era, no con una mafia haciéndoles comer mierda cada maldito día. 

La ceremonia terminó y, para su sorpresa, una muy risueña rusa se despidió de él afirmando que debía regresar a Rusia unos días más. Aquella sonrisa de suficiencia le dijo lo que temía, ella también vio al humano y seguro disfrutó cada maldito segundo del dolor ajeno. Joder, como la odiaba. 

Jack esperó hasta que el comisario estuviera solo para mostrarle el mensaje por parte de Gustabo. El rubio los había citado a los dos en la casa de Conway y no pudo sentirse más que agradecido, ahí estaría Horacio, podría disculparse y explicarle la situación. Al llegar y encontrar solamente al mayor de los hermano, cómodo en uno de los sofás como si de su casa se tratara, no tardó en mostrar su enojo. 

- ¿Y Horacio? -Cuestionó.

- Vas y le hablas a tu puta madre así, Volkof. -Retó el más bajo, disfrutando la mirada iracunda del vampiro de ojos grises. - Tengo algunas cosas que decirte, bueno, a ambos. 

- Te escuchamos. -Conway quería mantenerse alejado del tema, Volkov era su mejor amigo y Gustabo la persona que le gustaba, todo una mierda el estar justo en medio de todo. 

- Quiero negocias los términos de nuestro contrato, Jack. -Continuó Gustabo, sosteniéndole la mirada al mayor de los presentes.- Nosotros le entregamos en bandeja de plata a la mafia, contactos, toda la información que usted solicite...

- Ya les estoy pagando por todo eso, anormal. 

- Exacto, ya no queremos dinero. 

Aquello dejó impresionado a ambos vampiros, pero aquella sorpresa fue reemplazada por preocupación. 

- Queremos negocias la libertad de Emilio. -Soltó, disfrutando las expresiones de ambos. 

- ¿Se está escuchando? Es un maldito criminal. -Gruñó Volkov, alzando la voz ahora que entendía para donde iban los tiros. 

- Cuando sea usted quien tome las decisiones usted, me molestaré en darle explicaciones. -Respondió el rubio, poniendo en alerta a los dos oficiales puesto que aquel parecía mas Pogo que Gustabo.- Calma, todo controlado. 

- No va a ser posible. -Dijo Conway, sentándose en el sofá frente al humano.- Ellos mataron a muchos de mis oficiales, Gustabín, me pides un imposible. 

- Si no acepta, no me dejas muchas opciones. 

- ¿Me estás amenazando? -Cuestionó el pelinegro, incrédulo. 

- Horacio quiere dejar la misión, ya no sé que hacer para mantenerlo en el lado correcto. -Comentó, mostrando lo preocupado que se encontraba por el menor.- Aunque no sé si este sea el lugar correcto, aquí solo recibe daño tras daño, ya no lo pienso permitir, papu. 

- Yo no... yo... -Volkov tartamudeó, no pensando con claridad por lo mucho que habían calado las palabras del menor en él. 

- Me importa una mierda, hijo de puta. Desde que Horacio te conoce, solo recibe dolor y más dolor. -La ira en el humano era palpable, Conway se debatía en si ponerse a su lado o no, porque parecía estar luchando para no lanzarse contra su comisario. No podía olvidar que aquel menudo humano había matado a un vampiro, no podía subestimarlo.- Si le hace bien unirse a la mafia, lo voy a seguir. No hay nadie aquí que me importe más que Horacio. 

- Esto no es algo que decida solo yo, hay personas más allá de mi.- Intentó razonar Conway, ignorando la pequeña punzada en su pecho ante las palabras dichas. Lo entendía, sabía bien que Horacio era el mundo de Gustabo, pero no pudo evitar tomarlo como si él no fuera importante en la vida del humano. 

- Pues habla con ellas, Jack. Hoy es la última vez que veo a mi hermano hecho mierda por culpa de este, Nuestro trabajo por la libertad de Emilio, puedes hacer con los otros lo que te salga del nabo, pero a Emilio lo quiero fuera. 

- ¿Qué pasa con el mexicano? 

- Ama a Horacio, lo hace feliz y creo que podría llegar a enamorarse de él. 

- ¿Sabes que si se entera que trabajan para mi los odiará? 

- Eso no me importa, Jack. -Continuó Gustabo, poniéndose en pie y dejando un pequeño beso sobre los labios ajenos.- Vine aquí a pedido de Horacio, le dije exactamente lo mismo, pero es lo que mi hermano quiere. Por favor, intenta considerarlo y ayúdame en esto, no quiero enfrentarme a ti, no puedo. 

Conway se acongojó al ver la tristeza en su Gustabo, luchando por no mandar a la mierda al ruso y poder recordarle al humano todas y cada una de las razones por las que había terminado eligiéndolo; sin embargo, tuvo que ponerse en alera nuevamente al ver su cambio de expresión. 

- Y tú. -Avanzó hasta quedar frente al ruso, no dejándose intimidar por su altura ni sus poderes de comic, eso le importaba muy poco en esos instantes.- Acércate a mi hermano una vez más y te prometo, no, te juro... te juro que el dolor que puede hacerte sentir esa modelo con la que te vas a casar, serán simples cosquillas en comparación a lo que te haré. 

- Lo quiero, Gustabo... Yo no quería...

- Pues tu cariño es una mierda. -Escupió con ira, interrumpiendo al comisario. Se notaba lo destrozado que estaba el ruso, pero en esos momentos poco le importaba, no cuando había dejado a su hermano dormido después de llorar hasta quedarse seco.- Aléjate de él, Emilio puede ser un canalla, un criminal, pero seguro y lo hace más feliz que tú. 

Sin más, giró para dedicarle una pequeña sonrisa a Conway y murmurarle un "Estamos en comunicación", antes de abandonar el departamento del mayor. Sentía su cuerpo temblar por la ira, el no haberle dando un par de ostias al ruso había sido demasiado para él, más aún con Pogo susurrándole como un diablito en la oreja, rogándole por tomar el control y acabar con aquel niño enfermo que solo lastimaba a su Horacio. 

Tan inmerso estaba en sus pensamientos que no notó el auto que lo vino siguiendo desde que abandonó su casa, este siendo ocupado por dos hombres enmascarados que observaban con furia al humano. 

- Te lo dije, joder. -Exclamó Armando, aguantando las ganas de ir por aquel desgraciado y romperle el cuello. 

- Eso no nos dice nada... -Respondió Yun, no queriendo creer lo que sus ojos veían. 

- ¡Viste entrar al viejo con su perrito al mismo lugar! -Casi gritó, encarando al pelirrojo.

- Eso no asegura que ellos mataran a Juanjo o Facundo. 

- Es mucha coincidencia, necesitamos respuestas y tratándoles como uno de los nuestros no lo hemos logrado. Nos han visto la cara todo este tiempo, merecen pagar. 

- Son solo dos humanos. Nadando. 

- Eso hace más fácil el trabajo. El tema es... ¿me apoyarás? 

- ¿Cuándo no lo hago? -Respondió Yun, buscando la mano ajena y entrelazando sus dedos con los suyos al tiempo que esbozaba una pequeña sonrisa. 


- - - - - - - - - - - - --  - -- - - -

Horacio había despertado nada más la puerta de su casa se cerró, había tenido que fingir para que Gustabo lo dejara solo. Le comentó s decisión sobre Emilio y, cuando este aceptó sin dudarlo, supo que no se equivocó al elegir su familia. Su corazón dolía, en su mente solo se repetía una y otra vez la forma en que el ruso besaba a aquella mujer; sin embargo, se lo merecía. Se había creado ilusiones solo, sabía bien que el mayor no rompería su compromiso, cada evasiva al tocar el tema debió haberle alertado, pero prefirió hacerse el tontito y terminar con el corazón hecho tiras. 

Se abrazaba a su almohada, dejando que su mente vagara por los recuerdos de aquella semana. Habían sido pocos días, pero pudo conocer más a aquel hombre que le robaba el sueño, como no podía dejar ni un día de beber una copa de vodka, la forma en como sus ojos brillaban cuando Horacio le pedía ver un anime juntos, algunos recuerdos de su infancia que le hicieron entender porque había optado por poner muro entre su corazón y el mundo. Tantas pequeñas cosas que solo lograron robarle más el corazón, pero nada fue suficiente para que lo eligiera, el ruso nunca tendría los huevos para elegirlo sobre la vampiro modelo que su familia había designado para él. 

El sonido de su teléfono lo distrajo y, con una maldición, se acercó para leer el mensaje. Sintió su corazón detenerse al leer, manteniéndose estático por unos segundos hasta que, prácticamente, saltó de la cama y buscó algo de ropa, su billetera y abandonó su hogar.


"Tienen a Gustabo, chiquito... Te necesitamos ahora mismo en la sede, sino actuamos ya, morirá. "

El de cresta tomó un taxi con rapidez, agradeciendo a todos los dioses cuando logró encontrar uno libre en su zona a esas horas. Con el corazón en la mano, intentó no dejarse llevar por el pánico, quien se atreviera a poner un dedo sobre aquellos rubios cabellos se lamentaría por no haberlo pensado bien; ignorante de la verdadera realidad, ignorante del infierno que le esperaba al llegar. 




...................................


 CHAN CHAN CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN

Bueno, me disculpo si el cap está algo culero pero noc, me salió así :c 

Aunque la verdad si me gusta, recuerden que llevo años sin escribir e intento adaptarme nuevamente, así que me disculpo si algunas ideas no están bien expresadas y es difícil de entender, promesa que para la segunda temporada el resultado será mejor. 

Pregunta: ¿alguien vio el directo subido a Youtube de casi 8 hora de Axozer? XD 
Porque yo sí y cada vez amo más a ese muchacho, es demasiado para esta vida. 
Besos a todos y gracias por el apoyo.

Continue Reading

You'll Also Like

51.1K 5.9K 60
Elena whitson es "obligada " por sus tías adoptivas irse de aquel lugar el cual ella tanto amaba para ir a un pueblo desconocido. Pero lo que no sabí...
238K 13.9K 46
Cassie y bella swan dos hermanas mellizas se mudan a forks con sus padre charlie jefe de la policía, al llegar no se imaginaban que iban a encontrar...
2.4K 224 23
"𝑆𝑜𝑙𝑜 𝑠𝑒𝑟𝑎𝑠 𝑚𝑖𝑎, 𝑦𝑜...𝑗𝑎𝑚𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑢𝑣𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜, 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑡ú..."...
KIA By Nissa

Vampire

355K 23.2K 46
|| Portada hecha por @Arleit_wiss, ¡muchas gracias! || Ser consciente de la manipulación emocional que alguien aplica sobre una persona es peor que n...