EPÍLOGO

423 54 29
                                    

«La carta que nunca imaginé escribir

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

«La carta que nunca imaginé escribir.»
-Jihyo

Estúpido Daniel:

¿Sabes que eres el estúpido más lindo que he conocido en mi vida, cierto? Sí, creo que te lo he repetido muchas veces. Sobre todo en el último año.

Pero lo tienes merecido, por afeitarte y no dejar la crema humectante en su lugar, por no bajar la tapa del inodoro cuando haces lo primero, por dejar tus libros de Popper y Althusser por todos lados, y sobre todo, por no haberme avisado antes del viaje a Busan para ver al segundo hijo de Seulgi. Eso fue mediocre de tu parte... sí, ya sé que fue hace más de tres meses, pero soy rencorosa. Lo sabes.

Nuestros días en la preparatoria te pueden dar un ejemplo... ¿recuerdas aquella vez que me hiciste la broma de que irías a la Universidad de Tokio? Me enojé y no te hablé por tres semanas. Y en la universidad, la vez que fingiste estar enfermo para que me quedara en la fraternidad contigo. Cuando lo descubrí pasé más de un mes sin hablarte.

Pero aún así, estoy tan agradecida de haberte tenido.

Creo que de no ser por Jimin y su broma del libro robado, nunca te hubiera dicho una palabra, ni hubiera visto tus hermosos ojos... esos que lograron enamorarme a los diecisiete años y los que veo cada mañana cuando despierto.

Soy afortunada, la psicóloga más perra y afortunada de Seúl. O como dirían mis abuelos, "nuestra angelical nieta que tuvo la suerte de encontrar a un chico como el Kang".

Quiero que sepas que cada día que paso contigo es un sueño hecho realidad. Eres la persona que siempre soñé, como un personaje de los libros de Nicholas Sparks. Incluso mejor.

Espero que te guste el regalo, te lo debía desde hacía varios años (si no te gusta puedes cambiarlo por el disco de Justin Bieber, aún quedan copias en las viejas tiendas de la ciudad).

Con amor, tu esposa.

P.D: Feliz primer aniversario de casados.

P.D2: La cigüeña está en camino...

Doblé la carta en dos y la metí en un sobre.

Y cuando terminé de ponerle el moño a la bolsa de regalo donde había metido el suéter de Mickey Mouse, guardé la carta allí y agregué la foto donde salíamos ambos dando el sí en el altar. Sonreí.

¿Quién iba a decir que acabaría casada con el nerd llorón del salón?

Sentí una cola de gato acariciando mis pantorrillas desnudas y bajé la vista.

Sí, quizá sólo Theo podría haberlo imaginado.

𝐄𝐒𝐓Ú𝐏𝐈𝐃𝐎 𝐃𝐀𝐍𝐈𝐄𝐋 | 𝐉𝐈𝐍𝐈𝐄𝐋Where stories live. Discover now