Yo nací para ser un gran gobernante y un honorable rey, lo tenia todo, una hermosa familia, un gran reino, magia y poder a mi disposición, pero todos mis sueños se acabaron cuando mi ambición me venció, maté a mi familia y acabe con mi reino de un s...
-Será mejor irnos, ya se hace tarde -hablo preocupado el pelimorado.
-Es cierto, hoy es luna roja, lo había olvidado -hablo alterada la pelirosada.
-¿Por qué tanta preocupación? -pregunto la acuamarina.
-No te sabes la historia -pregunto la pelicastaña.
-No es que... -fue interrumpida.
-No importa te la contaré -sonrió la pelirosada -se dice que los días de luna roja, el rey Kagamine se convierte en un vampiro completo, por el bien del pueblo él saco una ordenanza ese día y dijo que todos los días de luna roja nadie puede salir del su casa o caminar por las calles a partir de las 7 de la noche, pero como siempre los rumores vuelan y algunos dicen que ese día el rey Kagamine se vuelve una bestia sin piedad y mata a todo lo que se mueve y por eso saco esa ordenanza ese día para no hacerle daño a nadie, pero hasta ahora no ha ocurrido ningún incidente y es solo una suposición, así que no esta comprobado si es verdad o no.
-El rey Kagamine -hablo nerviosa la acuamarina mirando aquel castillo.
-Si, por eso ya debemos de irnos, falta 1 hora para que sean las 7, pero solo queda un carruaje y no entramos todos ahí -hablo el peliazul.
-Mmm... uno de nosotros debe de irse a pie -opino Gakupo.
Los cuatro jóvenes estuvieron discutiendo sobre quien se iría a pie y quieres irían en el carruaje, sus discusiones molestaban a Miku y ella cansada de ver a sus nuevos amigos discutir, tomo una decisión que cambiaría su vida.
-Chicos, ustedes vayan, yo iré caminado -hablo la acuamarina.
-Pero Miku, tú no conoces bien el camino -contradijo el peliazul.
-No te preocupes Kaito, estaré bien, además memorice el camino correctamente.
-Pero... Miku..., yo te acompañaré -insistió nuevamente el peliazul.
-No Kaito, tú ve con los demás, nos veremos en el castillo -se despidió la acuamarina.
-Miku..., espero que llegues a salvo a casa -susurro aquel peliazul mientras veía como su amada se dirigía a aquel lugar de perdición.
Nuestra protagonista continuo su caminando por los alrededores el bosque, tratando de recordar como era el camino, ya había transcurrido horas desde que partió y aún no llegaba a casa.
-¿Por qué no le hice caso a Kaito? -susurro para si misma -ahorra ya no se donde rayos estoy y creo que ya pase por aquí, ahh... cabeza de puerros porque no recuerdas el camino.
La acuamarina siguió caminado por los alrededores, el sol ya se había ocultado y solo se mostraba esa bella luna roja iluminando el lugar, el cielo estaba despejado, se escuchaban sonido alrededor del lugar, ciertamente la acuamarina estaba metida en un lío y no sabía por donde ir, se adentro al bosque pensando que llegaría más rápido si tomaba un atajó por ahí como lo hacia cuando era pequeña, pero como la mente es frágil, no recordaba por donde ir.
-Hey disculpa -pregunto aliviada al ver a un chico caminar por ahí -sabes como puedo llegar... -no logro terminar de hablar.
-Miku, mi princesa, sabia que estarías aquí -hablo una voz gruesa y constante que provoco que se tensara la acuamarina.
-Len - pronuncio su nombre en un susurró apenas audible y temeroso a la vez, veía a aquel rubio frente a frente a ella, mientras que aquel chico limpiaba de su rostro unas pequeñas manchas de sangre.
"He esperado tanto este momento, que no se como expresar lo que siento"
┊✧*｡ ✯┊Kuro-Neko14┊✧*｡ ✯┊
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
