Con Ansias de Verte

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Qué ansia tengo por verte desnuda y de empezar a probar de tu bello monumento. Un ansia que me lleva a ti, cuando estás desnuda ante el espejo y tu labial rojo de tus perlas brillan en la oscura noche.después o antes de la ducha da igual, desnuda, ahhh, con tus hermosos, preciosos, abundantes, lujuriosos y perfectos monumentos de los cuales cuando se desprendieron de ese sujetador llamando sostén se veian tan blandos pero al mismo tiempo con la sensación de que no seria el único manjar que esconderá tu cuerpo.
¡Qué ansia, Dios mio con esta mujer misteriosa!.  Desnuda, ahhh, con esas perlas de la cuales beso con una intensidad que con cada movimiento de mi lengua con la tuya veo como empieza a arder mi boca y la saliva apaga ese fuego a cada paso.
Veo que mi boca empieza a morder el pliegue que esta entre tu cabeza y tus dichosos y hermosos senos que se ponen más jugosos y en su contenido están llenos de miel dulce y con deseos de lamer y chupar. Veo como los picos que se encuentran en tus bellas montañas y paso mi lengua por ellos y se hacen tiesos y ya sabia que era el momento de empezar a devorar ambos como si fueran carne y vaciarlos de su dicho contenido absorbiendo su discreto sabor y dejándolos de un color que originalmente no estaba en mis pensamientos, mi boca y mi aliento.
Esos pechos: mi alimento preferido de tu ser
¡Qué ansia tengo por ir al siguiente paso
Por ver el fruto de tu vientre eterno. Tanta es el ansia que mi lengua no quiere esperar,
que me lleva ante ti de su mano, por las noches, tendido yo en mi cama. Ante ti desnuda, bella,
suave, tierna. Ante las formas delicadas de tu bello cuerpo desnudo y que es esbelto a medida que el sudor va transpirando en ti.
Tal es el ansia y el deseo que me embargan,
que no quiero que terminen. Tal es el deseo de que pruebes lo oculto de mi miembro con la divinidad de tu majestuosa boca y que chupe cada gota que desprendete este mientras lo esculpes más con tu boca y le dejas tanto saliva como ganas de seguir probando su exterior y dejar que pase lo demás. Mi miembro, lleno de tu bella saliva y parte de tu labial, no me queda de otra de llegar hacia tu interior, ese lugar del cual se que al introducir mi miembro allí llegaré hacia el lugar para escuchar aquellos cánticos gregorianos y sonoros que deseo que retumban en la habitación como si estuviéramos en una fiesta. Y ya se empiezan a escuchar cada vez más fuertes a medida que entro más.

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