Abril

46 35 20
                                    

Aun no se como paso todo tan veloz, pero el inicio de todo esto fue muy impresionante. Todo sucedió, cuando te conocí en un centro comercial y te vi y quise entablar un vínculo de amistad como primar propuesta y claramente tu aceptaste mi oferta y desde ahí iba todo mejor, nos veíamos mucho y la pasábamos casi siempre juntos y nos volvimos muy buenos amigos hasta que un punto con tanto conociendonos algo raro empezó a pronunciarse mucho en mi. Cada vez que andaba a tu lado temblaba y mis manos sudaban sin ninguna razón y mi corazón latía demasiado rápido y fuerte, pero aun no podría descifrar que era exactamente esta sensación. Es algo muy difícil de explicar, pero después de unas 2 semanas pude descubrir que era que sentía algo contigo que cuando sentí eso mismo por otras personas ya me había salido mala la jugada y siempre terminaba perdiendo. No sabía si te habías dado cuenta y un día normal como cualquier otro vi que estuviste llorando o tus bellas perlas se encontraban de color rojizo por el contorno de tu pupila y me habías contado que tu novio te había dejado por otra persona y andabas muy mal sin ganas de nada, yo en ese momento no sabía que hacer sinceramente así que me quedé escuchándote por varios días aunque te notaba muy extraña, te ibas acercando más a mi y me dabas cariño. Mi corazón seguía comportándose igual cada vez que nos veiamos y hubo un día que no pude resistir más y te conté todo lo que sentía; tenia la sensación de que me ibas a rechazar ya que era muy difícil que siendo amigos pudiéramos sentir algo más que una amistad, y de una manera u otra me quisiste dar una confesión a mi oído y fue tan impactante la confesión de que no tuve palabras para digerir la noticia y me invitaste a tu casa porqie había una sorpresa. Sin ninguna opción y sin nada que perder, fui a tu casa y todo andaba oscuro, subí a tu cuarto y solo se que vi una silueta ,muy definida y abstracta y sude demasiado y se iba acercando y acercando y al llegar a mi eras tu y me diste un beso con tus fresas que andaban pintadas con un labial negro y mezclado con un sabor a flores y mi boca se enamoró de ese olor que no quería despegarme más nunca y estuvimos así por un largo tiempo que mi corazón lo definía único y muy perfecto, mi boca el mejor del mundo y mi mente algo tan perfecto. Era impensables que desde que comencé a sentir esas cosas por ti fuera a ser reciproco el trato, no te había visto desnuda y con ayuda de la luna que alumbraba fuertemente tu ventana pude ver que tu desnudez era el hechizo más precioso que habían visto mis ojos y que deseaba probar cada pliegue, relieve, centímetro y espacio que estos pudieran existir. Todavía me acuerdo que hicimos miles de fantasías y deseos que hemos podido cumplir en una noche y buscamos terminar esta noche de placer mientras íbamos desahogando tus penas. Y llegó el acto final a esta muestra de amor de la cual uniría mucho más que dos cuerpos, sino que se juntarian de otra forma nuestros espíritus y me introduje hacia ti por parte de mi miembro y tu expresaste aquella conexión a través de tus bellos, hermosos, únicos y auténticos gemidos que se escucharon a muchos metros de distancia y una amistad terminó siendo dos almas complementándose como si se hubieran visto en otras vidas. Al siguiente día nos levantamos y teníamos un poco de sueño, pero verte al lado mío en esta mañana que el sol cuando te pegaba reflejaba en tu piel un brillante color el cual me enamoraba aún más de ti y tus ojos estaban muy preciosos y sin duda procedí a quedarme estancado en tu mirada y te di unos besos para estar despierto con el sabor de tu boca y de tu esencia.

Luego de eso, procedimos a comer juntos y tomamos de la mano andabas tímida y muy sonriente y yo no sabia la felicidad que sentía cuando estaba a tu lado e hicimos una variedad de cosas y me sentía el hombre más afortunado del mundo, transcurría el día y se hacia ya la noche y nos fuimos los dos pars ver el atardecer y  todavía no puedo creer lo que pasó anoche y todo pars llegarte a conocer, sin preámbulos apenas te vi te bese y no quería dejar de hacerlo porque sabía que tenias un hechizo en tu cuerpo que me encadenada a tus deseos y peticiones y puedo decir que decidí proponerte matrimonio para que tu alma y la mía se unan en este mundo y se acaben conectando más cuando nos vayamos de este mundo y aceptaste con mucha efusión y querías hacerlo lo más pronto. Después de casarnos vivimos una vida muy bella y hermosa y teniendo todos los placeres cumplidos.

Escritos Where stories live. Discover now