Escritos

Con La Furia De Tu Silencio

M

e tienes como una tempestad Castigándome con la mirada tentadora desde que entraste a la habitación con ganas de hacer las miles de locuras que se describen con el roce de nosotros sin descanso ni sombra empiezas a acercarte a mi y tus bellas perlas tocan mis labios con una sutileza difícil de comparar y con ganas de nunca parar. El tiempo se nos hace cada vez más tenso mientras nuestras lenguas juegan a unirse como un nudo del cual no quieren separarse y que estén así hasta que no haya saliva que humedezca nuestros labios. El cálculo de cada acto tuyo está cerebralmente dirigido a derrotarme, a caer en una furia que se ve sin decir ninguna palabra, que con el silencio lo podemos sentir. Danzas, te acorralo, sales libres, muestras tu sexo con alegoría y fantasía,y tu misma sabiendo que besarnos es el principio de una de las noches que nos marcará. Veo que ya probé un manjar de tu cuerpo y me encuentro con otro del cual es rugoso, y que mi boca no pudo aguantar la tentación de probarlo y lo denomino cuello y veo placer en ti cuando marco territorio en el. Te estas divirtiendo mientras huelo tu sexo, sigo tu sexo y pienso en tu sexo con la intención de seguir con esto y que lo que pase sea un antes y después en nosotros.
Me tienes, parece que me tienes al borde del abismo de la tentación y es así como mi lengua marca tu paisaje con la saliva como pintura llegando hacia dos montañas que no están llenas de color y con un contenido tan completo y mi boca los besa cada uno de arriba a abajo y viceversa hasta llegar a sus picos, que picos más preciosos en aquellas montañas, tan afilados, con mucho placer y sobretodo desprendiendo una cosa en mi mente que solo me quedaba disfrutar de estos, y mi lengua les da unas lamidas por todo sus contornos y bebo del liquido de estos con mucha lujuria, mientras mi boca los absorbía hasta sacarle todo su interior y con mis manos los manoseo y toco su espléndor. Ambos nos fustigamos en el fuego que esperabamos toda la vida, pero con la furia de tu silencio y sin paz, me derrotas, haces que trastabille, que me caiga, que entregue terreno, que me vea ridículo pero eso me gusta ya que la tentación y mi deseo de tenerte es más grande que cualquier cosa que de algún modo hoy apetezca matarte sí lo repito: ¡matarte!. Por primera vez presiento que patearé el tablero, por primera vez siento que cada paso se hace más eterno como tu desnudez.

Y se que esto no acaba aquí, se que el palpito de tu corazón se agita una y otra vez a medida que pruebo cada centímetro, cada pliegue, y cada rincón del pecado que cometo al probar el horizonte divino. haber tomado esta decisión me hace cada momento más feliz mientras tu ser y el mio se están conectando en una aura de amor, gozo y millones de emociones conjuntas. Esto paea mi se esta convirtiendo en una
droga y lejos de increparme, de detenerme
me seduje por el vértigo de la velocidad y que esto en silencio pasaba de una manera que jamas imagine que pasaría. Una sensación alucinante jamás experimentada
cegó mi razón y de que solamente estar excitado de tu desnudez hace que se ponga la piel de gallina y que de pronto todo terminaría en un final de cuento por como se acontece. Antes de llegar hacia el manjar más sabroso de ti ,tu boca estaba muy sedienta de mi, pero bajas hacia mi miembro y lo masajeas con una delicadeza que me hace ponerme más ansioso de que pasará. Veo como tu boca besa la punta y me miras con una cara de dicha y de ganas de hacerlo y empiezas de arriba a abajo succionado cada vez más y pegando más tus labios de este con un movimiento más rápido de subida y bajada y escupes en el para que se te haga más fácil el disfrutar de el y llega un momento en el que mi pene desliga ese liquido espumoso que para tu boca era como un jugo. Luego de eso, mi miembro se encuentra en un paradigma donde ya solo queda disfrutar de la entrada hacia tu espíritu por medio de mi miembro y escuchar por toda la noche los oscuros, perfectos ,hermosos, arcaicos y indescriptibles gritos sonoros de ángeles que demuestran el placer infinito en ti y que quiero seguir escuchando hasta que llegue el día de mi muerte y no sienta más nada por tu sensualidad.