𝚀𝚞𝚒𝚗𝚝𝚘 𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘

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Clint

Las audiciones para entrar a los equipos de fútbol, son siempre un gran acontecimiento en mi vida. Todos; Natasha, Steve y yo, jugamos cuando éramos cachorros, y ahora usamos Constructora Barton para patrocinar al equipo.

Natasha es la entrenadora, pero ella siempre se las arregla para encontrarnos a Steve y a mí algo en lo podamos ayudar de una manera u otra. Tony y Wanda siempre han diseñado los uniformes, mientras que Harold y Edith proporcionan bocadillos para los juegos y prácticas. Tan pronto como Cooper fue lo suficientemente grande, se unió a la liga y se convirtió en un fanático tan grande como cualquiera de nosotros. No creí que pudiera ser mejor.

Estaba equivocado.

Veo a Pietro caminar hacia Steve con Lila montada en su espalda.

— Disculpe, grandote

Se da la vuelta con su sonrisa de queso favorita

— ¿Sí, Sr. Maximoff?

— Soy nuevo en estas cosas de 'Mamá Deportiva', pero ese chico simplemente se estrelló contra mi hija. Ahora bien, como su hermosa madre aplaudió como una loca, ¿Está bien si la tacleo para mantener las cosas a mano? — le pregunta casualmente.

— Demonios, sí — contesta.

Pietro asiente con la cabeza.

— Sostén a tu sobrina por un segundo.

Oh-oh. Corro hacia ellos para detenerlo, pero Natasha agarra mi hombro.

— ¡Amigo, se va a afrentar a la dolorosa Jane! Si haces algún movimiento para detenerlo, voy a patearte el culo.

No es que crea que él no pueda manejarlo, pero tengo esta irracional necesidad de proteger a ese omega.

— Dijiste una mala palabra — dice Lila.

— Le debes un dólar — le digo a Natasha. Me mira como si estuviera loco. — Culpa a Maximoff. Él les da un dólar cada vez que se le escapa una. Ahora ellos lo esperan de todos — me encojo de hombros.

— Bueno, demonios, Lila. Aquí tienes veinte para todo el día — responde ella, sacando el billete de su bolsillo.

Ella le besa en la mejilla.

— Gracias, tía Natasha

Ambos vemos como Pietro camina casualmente por el campo. Jane está en la orilla, animando cada vez que el diablo de su hijo se estrella contra uno de los niños más pequeños. Ella es lo suficientemente mala como para reír si uno de los pobres niños llora. Me siento sonreír con anticipación. De repente Pietro corre hacia ella, chocando contra la omega con tal fuerza que ambos golpean el suelo. Sólo Pietro se levanta.

— Anima esa, perra

Estoy seguro de que hubiera tenido más aplausos si todo el mundo no estuviera en shock. Bueno todo el mundo a excepción de Natasha.

— ¡Sí! ¡Eso es de lo que estoy hablando, bebé!

Algunos de los otros intervienen entonces, incluyéndome a mí. Cuando Pietro se da cuenta de que todo el mundo lo está mirando a él, un hermoso sonrojo se extiende a través de sus mejillas y se escabulle entre la multitud.

Lo encuentro apoyado en su camioneta en el estacionamiento, cubriéndose el rostro.

— ¿Pensando en audicionar para el equipo, Maximoff?

Él gime y me mira.

— Tú, polla. ¿Por qué no me detuviste?

— Lo siento. Natasha quería ver el espectáculo — me río.

Pietro Maximoff: SecuestradorWhere stories live. Discover now