No te olvides que te amo...

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Faltan unos días para mi cumpleaños, pero este año no tengo ganas de celebrarlo. A decir verdad, no siempre soy de hacer fiestas enormes y cosas de esa índole; soy más de hacer meetings tranquilos, íntimos, con grupos pequeños para poder relacionarme con todos.
Por una llamada que Himeka le hizo a Moa, supe que planeaban algo para mí. Así que durante estos días, tuve que hacerme la desentendida para no arruinarles la sorpresa.
Moa estos días estuvo muy ocupada, planeando aparentemente mi fiesta. Así que yo me tomé el tiempo para jugar con Mikio, dormir siestas con ella, o sentarnos a mirar dibujitos. A pesar de su corta edad, se quedaba hipnotizada con los dibujos anime, y como a Moa y a Mi nos gustan mucho, prácticamente estábamos todo el día viendo anime. 
Mikio ya estaba muy grande, y comenzaba a dar sus primeros pasos. Así que teníamos que tener cuidado de todo lo que habíamos o dejábamos ya que podrían ser un peligro para nuestra bebé.

Aquella tarde sonó el timbre de la cabaña, no esperábamos a nadie, así que nos tomo por sorpresa. La casa no estaba mal, pero entre los juguetes de Mikio y los preparativos para Navidad, ya que es cinco días después de mi cumpleaños, la casa era un desorden.
Fui a atender y eran Himeka y Yui. No deben de haberse sorprendido de verme ya que Moa les había dicho que estaba en casa.
-"Tomatito!!! Himeka!!!"- dije feliz de verles. -"Es el día de ayudar a los desamparados?"- dije y sonreí maliciosa.
Antes que pudieran decirme nada, apareció Mikio gateando lo que me salvó de algún insulto de su parte.
Venían cargadas con bolsas diferentes.
-"Awwwww, mira Mikio. Las tías nos empiezan a traer regalos para nosotras!!!"-  continúe mi burla hacia ellas. Se veían los accesorios navideños.
-"No orejas tontas, son arreglos navideños, ya sabes que a Yui le encantan estas cosas, y cuando está mañana hablé con Moa y me dijo que aún no habían adornado la casa, decidimos venir!"-
-"Y qué tanto hablas tu con mi mujer? Está semana la has llamado mucho? No estarás planeando quitarmela y quedarte con las dos enanas"- le dije mirando hacia Yui, la otra enana.
Tome en brazos a Mikio, y seguí molestando a Himeka.
-"Mira osito Mikio, la tía Hime nos quiere robar a Mami Osita!!! No podemos permitirlo!!"-
Dicho esto nos lanzamos encima de Hikema y comencé a hacerle cosquillas, mientras Mikio llenaba de baba su cara. Moa nos miraba sonriente, amo verla así. Es muy tierna, y su sonrisa inunda todo el ambiente dónde está
-"Kawaii..."- dijo Moa en casi un suspiro mientras ayudaba a Yui con las bolsas.
Me levanté del sillón al que habíamos tirado a Himeka, y les pregunté que querían de tomar. Por alguna razón, Moa había comprado bien temprano una torta de chocolate y mousse, con crema y dulce de leche. La misma tenía chispas y rallado de chocolate. Es de esas tortas que con solo verlas, te sientes satisfecho.
Mikio al ver la torta, empezó a hacer fiestas.
-"Pequeña gordita, tus cachetes van a inflarse de tanto comer...van a superar a los de Mami Osita y a los de Tía Tomate"-
-"Hey!!! Mis mejillas son adorables"- dijo Yui tomandoselas. Y todas echamos a reír, mientras hacia su habitual cara de inocencia.
Café para Himeka y yo, no podíamos ser tan iguales. Té de frutillas para Moa y té menta para Yui. Elecciones raras si las hay, pero gustos son gustos.
Moa volvió a hablarle normalmente a Yui. Desde que se había enterado aquello de que Yui había tenido sentimientos por mí cuando éramos niñas, la había molestado un poco. Pero en una charla que tuvimos días atrás, le dije que era en vano enojarse. Primero porque yo estoy con ella. Segundo porque no había motivos para enojarse con quién era su mejor amiga. Sino lo había dicho, seguramente fue para no causar problemas.

Empezamos a decorar los ambientes con Himeka, y dejamos que el dúo enano armara el árbol de Navidad, mientras Mikio tiraba los adornos por toda la sala. Era muy divertido ver cómo Moa juntaba todo, y Mikio iba detrás y lo tiraba de nuevo. Parecía un capítulo del Chavo del 8.

Ya entrada la tarde noche, nuestra casa era una típica cabaña navideña. Solo faltaban los elfos de Santa Claus, aunque con Moa y Yui ya teníamos a nuestros enanos jeje.
Invitamos a que cenarán con nosotras a las chicas, pero ya tenían planes para esta noche. Las despedimos y organizamos rápidamente la cena.
Mientras cocinabamos juntas, la note rara a Moa.
-"Que sucede amor? Estás extraña desde que se fueran las chicas"- le pregunté un tanto preocupada. Mikio se había dormido antes que se fueran.
-"Nada mi reina, no tienes que preocuparte"-
-"Ahora mi niña, haces que me preocupé realmente. Dime amor, tu sabes que puedes confiar en mí. No olvides que te amo, y que siempre estoy para lo que tú necesites"-
-"Es que... Es... Yui. Hemos podido hablar mucho mientras armábamos el árbol, y no pude contenerme. Le pregunté porque me había ocultado lo que sentía por ti, discúlpame amor, pero tenía que sacarme esas dudas"-
-"No hay de que disculparse, pudiste sacar tus dudas?"-
-"Si  y no. Si porque ella me confesó que no lo había hecho ya que no quería causar problemas. Que al vernos tan felices, era absurdo interferir. Qué en realidad, era una especie de apego hacia ti por ser mayor que nosotras y que ella creyó en realidad que era un cariño más fuerte hacia ti. Pero que eso había quedado en el olvido cuando se fue de Babymetal y se estableció con Himeka"-
Después de eso, hizo una pausa y bajo su rostro.
-"Peeeeroooo?..."- le dije porque sabía que había un pero.
-"No es que haya un pero mi amor... Solo que cuando ella dijo que ya no sentía nada, que era todo amor por Himeka y que estaba enfocada en su casamiento, sus facciones cambiaron y desvió su mirada como si tratase de ocultar algo"-
-"Tu crees amor?"-
-"Si orejitas, creo que ella sigue sintiendo algo por ti. Y el hecho de que Himeka sea igual que tú, no ayuda mucho creo"-
-"Me parecía que podía ser algo así. Yui conmigo está esquiva, no mucho pero no tiene el trato que tenía antes. Pero no tienes de que preocuparte.
Primero yo soy tuya, y mi compromiso contigo es eterno. Jamás haría nada para lastimarte a ti o a Mikio.
Segundo, eres quien mejora mis días, y potencia mi vida. Nada de otra persona me atrae.
Tercero... Nunca pero nunca, olvides que te amo. Mi amor por ti es infinito"-
Moa se sonrojo y se lanzo hacia mi abrazándome y dejando caer alguna que otra lágrima.
-"Yo también te amo, nunca me dejes mi vida"-
-"Jamás lo haré mi cielo..."-
El llanto de Mikio nos devolvió a la realidad...

From Dusk Till DawnWhere stories live. Discover now