Capitulo 22

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Narra Asher.

El sonido de la lluvia chocando contra la ventana me hacía despertar del sueño poco a poco.

Sentía un cuerpo caliente pegado a mi, no caí en la cuenta de que era ella, no estaba acostumbrado a dormir con alguien y mucho menos con chicas.

Miré el reloj que estaba en la mesita de noche y eran las 4.a.m

Quedaba una hora para amanecer y hacía mucho frío, se colaba tras el cristal de la ventana y la habitación se mantenía algo fresca.

Me giré y la vi acurrucada, con las manos y los pies atados buscando el calor de mi cuerpo.

Cogí el edredón que nos cubría a los dos y lo dispersé mejor por su cuerpo.

Hizo un pequeño ruido, se le veía cómoda y en cierto modo eso me tranquilizaba un poco.

Mirándola se me cerraban los ojos hasta quedar otra vez dormido con el sonido de la lluvia.

[...]

Me levanté por La Luz que entraba a la habitación, era algo tarde.

— joder... — no oí la alarma.

Por la forma de respirar de alissa y el movimiento que hizo supe que estaba despierta.

— necesito ir al baño —

— espera — dije y me puse algo para abrigarme.

Quite las cuerdas de sus manos y pies para que pudiese andar, nada más soltarla se estiró en la cama haciendo todos sus huesos sonar.

La guíe al baño ya que aún llevaba la venda en los ojos, era órdenes de Frederick aunque realmente era un estupidez, creo que lo hace para que ella esté incómoda.

— aquí — dije indicándole donde estaba el inodoro.

— n-no mi... — se quedó callada.

Ella ya sabía lo que le iba a responder, era evidente que sería una tontería decir que no la mirase.

Terminó de hacer sus necesidades y la guíe para que se lave las manos.

La lleve de nuevo a la habitación y la senté en la cama para ponerle las cuerdas.

Era extraño que ella ya ajuntaba las manos para que la ate, no se quejó y me pareció raro.

— muy bien — murmuré.

Por último ate sus pies y la dejé en la cama.

— ¿te apetece desayunar? —

Negó.

Esto era más extraño aún, antes devoraba la comida que me traía y ahora apenas se queja de hambre...no quiero pensar qué planes algo.

— voy a salir, a la vuelta comerás algo y no quiero quejas —

No respondió y salí hacia el gimnasio, tenía que terminar los trámites.

[...]

Al llegar con la moto al lugar vi a Dylan estacionado en la puerta del gimnasio.

— llevo esperando media hora —

— me quede dormido— le respondí.

— vamos mejor a una cafetería, el gimnasio está lleno de polvo —

Asentí y subí a su coche.

[...]

Pedí sólo un café ya que salí sin desayunar.

MI GUARDIÁNWhere stories live. Discover now