Capítulo 9

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Narra Alisa

Estaba leyendo sin parar aquellos interesantes libros de Asher hasta que llegó la oscuridad y me entró hambre.

El seguía haciendo cosas en su portátil y quise llamar su atención de alguna manera que no le molestase.

– Asher... –

Me miró.

– tengo hambre –

– ¿A Frederic le sueles decir eso? –

Negué.

– pues comerás cuando a mí me de la gana –

Bajé la mirada y seguí leyendo para olvidar mi dolor de estómago.

Narra Asher.

Soy una persona de poca paciencia y esta niña está acabando con toda.

Salí de mi habitación para despejarme un poco y me crucé ahora con Débora.

– hola guapo –

Iba con una amiga y solo las miré.

– ¿Donde esta? – preguntó ella y su amigo soltó una risita.

– está enferma –

Ella puso sus ojos en blanco quitándole importancia...bueno, Alisa no es importante para nadie.

– vamos a ir a una fiesta y queremos invitarte – dijo su amiga.

– no voy a ir a una fiesta con niñatas de 15 años fingiendo estar borrachas por beber cerveza sin alcohol –

Débora soltó una carcajada.

– nosotras no somos de esas –  su amiga se acercó a mí rozando su dedo con mi cuello de manera seductora.

Agarré su mano y la empuje atrás.

– bueno como quie... –

Nos interrumpió un ruido en mi habitación y de ahí salió Alisa con dificultad.

– ¿Que coño hace ella ahí? – preguntó Débora sorprendida – como se entere mi padre os matará –

– te dije que estaba muy herida – dije ya enojado – y haz lo que quieras pero largate de mi vista –

– si no quieres que se lo diga a mi padre vendrás a la fiesta –

Puto chantaje.

Me dio un papel con la dirección y se fueron.

Me giré lentamente para mirar a Alisa con enojo.

– eres estúpida –

Fui a ella y la agarré fuertemente del brazo para llevarla dentro.

– su-sueltame...me haces daño –

– ¡Que no entendiste de quedarte aquí! –

No me miraba a los ojos en ningún momento por miedo.

– ¡Ahora tengo que ir a una fiesta por la zorra de tu hermana y para salvarnos el culo! –

– e-estoy agobiada...–

– ¡Me la suda! – grité muy cerca de ella – 

Bajaban lágrimas por sus mejillas pero no me podía controlar, es estúpida.

– como quieres que no te golpeen si no obedeces, nunca entiendes nada de lo que te dicen, parece que tienes cinco años –

Dije por último y me metí a bañar.

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