Capítulo 12

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Amanecí por el ruido de la alarma que tenía Deborah, que sonido tan insoportable.

Era miércoles  y hoy quedaré para hacer el trabajo... Espero que todo salga bien y Cindy me cubra como acordamos.

Entre al baño para hacer mis necesidades y justo al salir vi a asher.

– ¿¡que haces aquí, no ves que me estoy cambiando!? – me asuste ya que iba en ropa interior – deberías de tocar la puerta antes –

El me miraba serio como siempre y de arriba a abajo, me comía con la mirada y su vista paraba en mis piernas.

– ¿aun no te has enterado de que puedo entrar aquí cuando me de la gana? Además ya te vi así y no tengo nada que perderme – dijo y sonó humillante.

Maldito...

– llegaremos tarde –

Cogí lo que me faltaba y fui en busca de asher que estaba en el coche... Menos mal.

[...]

Llegamos y lo primero que hice fue ir a buscar a Kevin y a Sonia.

– EY! – Los llame ya que iban juntos, eran como mejores amigos – ¿podremos quedar esta noche? –pregunte algo tímida.

– si, lo haremos en mi casa –dijo Kevin tan varonil como siempre.

– a las 1 nos veremos – siguió Sonia.

– vale... – dije pensando si era buena hora, seguro que todos estarán dormidos.

Cuando me gire para irme, Deborah me miraba algo enfadada.

– ¿que haces hablando con ellos? – pregunto agarrando fuerte de mi brazo – ¿que no tienes suficiente con lo que te dice mi padre? –

– ya sueltame Deborah, me estas haciendo daño... Solo le dije que no podría hacer el trabajo –

Dicho eso me soltó y se fue.

[...]

Estaba de camino a casa en el coche de asher.

– ¿que es eso del brazo? –

Me mire y estaba de color morado. Era del agarre tan fuerte de Deborah, no supe que me hizo tanto daño hasta ahora.

– no es nada – susurre.

– se que me mientes niña, más te vale decírmelo –

– fue Deborah, me agarró muy fuerte en el instituto –

El hizo un ruido raro.

– ¿que hiciste ahora? ¿De verdad no te sabes comportar o te gusta que te dejen inconsciente? –

– no hice nada, solo estuve hablando con mis compañeros de trayecto para decirles que no podré asistir – dije algo cabreada porque me tiene cansada con eso de que no sabía comportarme.

– ¿y  por eso te hizo eso? –

– parece que no los conoces... –

– mala suerte... – dijo con intención burlesca.

Ya llegamos a casa y empecé a colocar la mesa mientras mi madre cocinaba algo que olía genial.

De repente se escucharon ladridos en la puerta de casa para luego entrar mi padre con un perro negro muy grande.

Todos nos asustamos excepto asher.

– ¡saca a esa cosa de aquí Frederick! – grito mi madre.

MI GUARDIÁNHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin