Capitulo 19

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Narra Asher.

No entendí el por qué de este momento, no estuve presente pero la veía mal.

Era fácil acatar las órdenes de su padre, pero ella no lo comprendía.

Al subir las cortas escaleras ella comenzó a moverse y a quejarse.

— quieta — susurré apretándola contra mi.

Antes de entrar al baño Frederick puso una venda en sus ojos y comenzó a reír.

Por un momento pensé que estaba loco.

— el castigo no acaba aquí dulce Alissa — dijo y tocó el agua de la bañera.

No sabía a que se refería pero ella ya estaba lo bastante mal.

— toca — dijo mirándome señalando la tina.

Metí la mano y estaba casi congelada.

Lo miré y el negué.

— ¿que pasa Asher? — preguntó irónicamente — ¿no quieres meterla ahí? —

— ella ya está mal, no quiero comprar medicinas y cuidarla mientras esté en mi casa —

— eso no importa, compraré yo lo que haga falta — dijo alegre — o dejamos que se muera —

Volví a negar.

— eres totalmente distinto a tu padre, eres un débil que te da pena una simple escoria humana — dijo con asco señalándola — tu padre era un hombre de verdad, con Pura sangre en las venas, no tenía compasión por nadie y por eso le debían ese respeto en la calle —

Odiaba que hablara de él, no quiero saber más nada de mi padre desde que murió.

— ¿esto es lo que dejo en la tierra? ¿a un maricon? —

Ya colmo mi paciencia, cogí a alissa y la metí en la bañera rápidamente.

Ella comenzó a moverse para salir de ahí a la vez que lloraba.

— ¿¡ ya estás contento?! — grité.

— más que contento grandullón... — dijo sonriendo.

La niña agarraba mis manos para que suelte su cuerpo y que ella pueda salir.

— ¡NO TE MUEVAS! — grité, estaba alterado.

Dejo de moverse pero siguió llorando y tiritando.

— muy bien Asher, ahora si te reconozco como al hom... —

— no lo menciones más — le interrumpí.

El asintió levantando las manos como ofensivo.

— q-quiero s-salir.... — susurró alissa temblando con los labios morados.

— no saldrás hasta que yo lo diga — respondió Frederick.

Me miró y levantó las cejas para luego hacer el gesto de ahogarla, quería que la ahogase.

La miré por unos segundos y lo hice rápidamente.

La mantenía debajo del agua y ella luchaba por salir.

La saqué y comenzó a toser y a gritar, El levantó de nuevo las cejas y lo volví a hacer.

Mis recuerdos se fueron a cuando antes de estar en la carcel ahogué a un abogado por no darme unas informaciones que necesitaba, era frustrante pero disfrutaba, hacerlo ahora me lo recordó y sentí esa pequeña satisfacción.

Miré a la niña bajo el agua aguantando e imaginé a mi hermana, quite la mano rápidamente y caminé hacia atrás tirando todo lo que encontraba por mis espaldas.

MI GUARDIÁNWhere stories live. Discover now